"Je, je, je. Si, lo se. De lo contrario, ella no se habría fijado en ti."
La mención indirecta de Ashara Dayne provocó que Ned sintiera que su cuerpo y su mente regresaran al fatídico torneo de Haremhall, lo que lo obligó a pensar en la mujer que perdió. Sin embargo, logró salir de ese estado rápidamente y al hacerlo, vio que todos lo miraban con preocupación. Asi que, poniendo una sonrisa, decidió hablar. "Tranquilos, solo estaba recordando el pasado."
Si bien las palabras de Ned eran simples, estas lograron su cometido, provocando que los que lo miraban con preocupación se tranquilizasen.
"Bueno, ¿y lo has visto luchar?" preguntó Robb, queriendo saber si su hermano era bueno con las armas.
La pregunta de Robb provocó que Benjen sintiese un escalofrío recorrer su cuerpo, sacudiéndolo por completo. Esto se debió a que el recordó que, durante el corto tiempo de estadía de Jon en el muro, él estuvo entrenando con los jóvenes reclutas. El entrenamiento no fue nada fuera del otro, pero fue lo que vio allí lo que lo asombró. Y es que Jon entrenaba luchando contra todos los reclutas al mismo tiempo, derrotándolos de manera simple y sin esfuerzo. Si bien eso podía esperarse, fue la batalla que tuvo contra Ser Alliser Thorne lo que lo asombró. Todo había iniciado cuando el caballero de las Crownlands se había puesto a insultar a Jon, llamándolo bastardo varias veces. Si bien él no le había hecho nada para responder a estos insultos, fue en el momento en que Thorne insultó a la madre de Jon que este le retó a un duelo. La respuesta de Thorne a reto de Jon fue reírse, pues no pensaba en aceptar el reto de un bastardo. Sin embargo, cuando Jon mencionó que era un caballero, bueno, la cosa se puso fea para Thorne.
Flashback
Los ojos de todos los miembros de la Nights Watch estaban fuera de sus orbitas, pues estaban viendo algo increíble. Y es que, frente a todos ellos, se estaba llevando un duelo entre dos caballeros. Los cabaleros involucrados eran ni más ni menos que Jon Snow y Alliser Thorne. Ambos caballeros llevaban cotas de mallas, junto con espadas y escudos, pero con la peculiar diferencia de que Jon llevaba una espada de entrenamiento, mientras que Thorne llevaba una espada de acero real.
El sonido de los choques de las espadas eran agudos, casi pareciendo llantos mientras sus portadores intentaban someter a su enemigo, bueno en el caso de Jon, pues Alliser Thorne estaba que intentaba seriamente matar a Jon. Sin embargo, por mucho que el caballero de la Casa Thorne intentara clavar su espada en el cuerpo de Jon, este detenía cada ataque con mucha facilidad. De hecho, durante toda la batalla, solo Thorne se había movido por el campo de batalla, pues Jon se había mantenido en el mismo lugar.
"Ha, ha… maldito bastardo." Gruñó Thorne mientras apretaba el agarre en su espada mientras observaba como Jon lo miraba con total indiferencia.
"Sabes, eres realmente patético si solo sabes mencionar ese insulto contra mí." Dijo Jon de forma calmada, manteniendo su rostro sin emociones visibles.
Las palabras de Jon provocaron que el viejo caballero apretara los dientes con ira. Para Alliser era un verdadero insulto que el bastardo del traidor de Eddard Stark pudiese luchar contra el de esta manera. Por lo que, siendo guiado por la ira, comenzó a atacar de manera más errática.
Jon miraba al caballero y sin siquiera inmutarse, comenzó a desviar los ataques que le llegaban. Eso lo hizo por unos pocos minutos, hasta que finalmente terminó por aburrirse, lo que provocó que decidió terminar con todo este teatro. Por lo que, agachándose, esquivó un ataque diagonal de Alliser, provocando que este quedase con la guardia baja ante un posible ataque. Al ver la oportunidad, Jon movió su brazo derecho y moviéndolo a una gran velocidad, terminó dándole un solo golpe en toda la cara a Alliser. La fuerza del golpe de Jon provocó que el cuerpo del caballero de las Crownlands saliera volando tres metros, cayendo de manera seca en el suelo.
Lo que sucedió con el cuerpo de Alliser provocó que todos los que veían el combate se asombraran y se asustaran, pues no esperaban que eso sucediese.
"¡Ser Alliser!" gritaron algunos hermanos negros, lo cuales comenzaron a correr hacia donde estaba el cuerpo del caballero. Cuando llegaron y lo revisaron, soltaron suspiros de tranquilidad, pues el caballero estaba inconsciente.
Fin Flashback
Llevándose una mano a la cabeza, Benjen comenzó a rascarse la nuca con incomodidad. Sin embargo, tras tragar un poco de saliva, asintió.
"¿Enserio?" preguntó Arya con emoción, para luego soltar otra pregunta. "¿Cómo lucha? ¿Es fuerte?"
"Si, muy fuerte de hecho." Respondió Benjen mirando a Arya y a Robb. "Estuvo entrenando con todos los reclutas del Muro al mismo tiempo y los derroto muy fácilmente Luego hubo un problema con el maestro de armas y Jon tuvo un duelo con el…"
Las palabras de Benjen llenaron de expectación a todos, pero también de preocupación, en especial en Ned, quien sabia la identidad del maestro de armas de Castle Black. Asi que, conociendo la forma de pensar de este, gracias a Benjen, él se preocupaba de que haya herido a Jon. Sin que él lo supiera, todos sus hijos, Sansa incluida, estaban igual de preocupados que él, pues no querían perder a su hermano. Sin embargo, las palabras que Benjen diría a continuación los dejarían como piedras.
"Jon barrio el suelo con él."
"¿Qué?" preguntaron todos al unisonó mientras sus rostros estaban marcados con la sorpresa.
"Ser Alliser no pudo tocar a Jon en todo el combate. A pesar de que la espada de Jon solo era una de entrenamiento y la de Ser Alliser era una de acero real."
Las palabras de Benjen asombraron a Robb y al resto de los presentes, quienes comenzaron a cotillear entre si sobre lo que Benjen mencionó. Tras unos minutos comentando lo genial que era Jon, al fin llegó la hora de que los regalos fueran entregados.
"Bueno, comencemos con lo bueno." Dijo Benjen mientras caminaba hacia el primer cofre y arrodillándose, lo abrió. "Este es para Rickon."
Tras aquellas palabras, Benjen metió la mano y sacó varios juguetes de madera, los cuales volvió a guardar, pues el pequeño Rickon estaba en la guardería durmiendo, por eso ni él ni su madre estaban allí. Luego de dejar el primer cofre, Benjen se acercó al segundo cofre y al abrirlo sacó de allí algunas cosas.
"Estos son los regalos para Bran." Dijo Benjen mientras le mostraba a Bran sus regalos. Estos regalos consistían en un arco y en un carcaj con varias flechas. El arco era un arco compuesto, el cual tenía un hermoso color dorado, el cual casi hacia parecer que estaba hecho de oro. El carcaj, por su parte, estaba hecho de cuero negro, cosido con hilos plateados. Su forma era la de una pequeña caja, donde se podía intuir que cabrían unas veinte flechas.
"Es hermoso." Dijo Bran mientras tomaba el arco entre sus manos.
"Si, por lo que me dijo Jon, este es un arco hecho de Aurocorazón."
"¿Aurocorazón?" preguntó Bran con confusión mientras alternaba su mirada entre su nuevo arco y su tío.
"Una madera muy rara y de la que se dicen se hacen los mejores arcos del mundo." Respondió Ned, quien se acercó a su hijo y pidiéndole su arco nuevo, lo tomó y comenzó a examinarlo. "Esta madera es muy rara de conseguir porque solo se obtiene en las islas del verano y su venta fuera de la isla está prohibida. Por lo que solo se puede obtener por contrabando y a precios exorbitantes."
Tras esas palabras, Ned puso una sonrisa mientras le devolvía el arco a su hijo. "Es un regalo muy bueno, Bran. No está al mismo nivel que la espada de Robb, pero es un regalo que podría obtener un príncipe. Asi que, aprende a usarlo sabiamente."
"Si, padre. Prometo que pondré de mi para aprender a usar un arco." Respondió Bran con una sonrisa en su rostro, para luego irse a sentar a su silla mientras cargaba su arco en brazos.
"Bien, ya con el regalo de Bran, ahora sigue el de Arya." Dijo Benjen, quien soltó una risita tras sus palabras, pues vio que su sobrina se levantó de un saltó de su silla y corrió hacia él. Cuando la pequeña estuvo a su lado, Benjen abrió la caja y mostró lo que había dentro. Cuando lo hizo, se levantó y dejó que sea su sobrina la que muestre sus regalos.
Al momento en que Arya vio lo que había en el cofre, se sitio decepcionada, pues dentro del cofre de roble había una cama de terciopelo azul, la cual tenía unas cuantas joyas de oro. Estas joyas consistían en un collar de plata pulida, el cual tenía un dije en el extremo, donde el sigilo de la casa Stark estaba presente. El adorno del dije estaba hecho de zafiros azules, los cuales estaban muy bien ordenados, pareciendo una única pieza. En medio del collar, se encontraba un juego de aretes de plata. los cuales tenían zafiros como joyas decorativas. Pero no solo estaban los zafiros, pues también había un broche para capa de plata con el lobo huargo hecho de zafiros.
"Arya, ¿Qué te ha enviado Jon?" preguntó Robb, quien se acercó a su hermana con un poco de preocupación al ver que esta estaba quieta como estatua al ver el regalo. Cuando el heredero de Winterfell vio lo que había en el cofre, puso una sonrisa y llevando la mano a la cabeza de su hermana, la despeinó ligeramente. "Parece que te ha enviado un regalo digno de una dama."
"¡No soy una dama!" gritó Arya con molestia mientras se quitaba la mano de Robb de su cabeza. La pequeña Stark tenía los ojos un poco húmedos, pues esperaba que su otro hermano al menos fuese diferente al resto, pero parecía que se había equivocado. Sin embargo, mientras se limpiaba los ojos, vio un pedazo de papel doblado entre el terciopelo azul y una de las paredes del cofre. Sintiendo la curiosidad innata de los niños, la cual fue aumentada por su sangre de lobo, Arya extendió la mano y tomó dicho papel. Cuando leyó lo que decía el papel, rápidamente lo tiró al cofre y lo cerró.
La acción de la pequeña llamó la atención de su padre, el cual se acercó a ella y mirándola, le preguntó. "¿Que sucede, Arya? ¿No te ha gustado el regalo de tu hermano?"
"No, padre. Me ha encantado." Respondió Arya con una sonrisa de oreja a oreja.
La respuesta de Arya causó confusión en Robb, quien había sido el que había visto el regalo y conociendo a su hermana era más que probable que odiase el regalo de Jon.
'Tal vez solo dice eso para no entristecer a padre.' Pensó Robb mientras miraba a su hermana. 'Aunque puede que lo que estuviese escrito en la hoja de papel le haya agradado…. No, no creo que solo unas palabras calmasen a Arya de esa manera. Debe de estar fingiendo por el bien de padre.'
"Padre, ¿puedo pedirte un favor?" preguntó Arya mientras miraba a su padre.
"Si, ¿Qué necesitas hija mía?"
"Necesito que lleven el cofre a mi cuarto." Respondió Arya mientras miraba a su padre con una sonrisa.
"No le veo problema alguno." Dijo Ned, quien vio con una sonrisa como su hija sonreía ampliamente.
"¡Gracias, papá! ¡Eres el mejor!" gritó Arya mientras abrazaba a su padre, a la vez que recordaba lo que leyó en la nota de su hermano Jon.
«Arya, sé que lo que está en este cofre no te agradara, ya que el tío Benjen me contó que no eres la típica mujer noble que solo le gusta bordar, cotillear, pensar en el matrimonio, leer historias de fantasía y comer pasteles de limón. No, él me ha dicho que prefieres las cosas de los hombres. Si bien eso está mal visto en la sociedad, yo no soy puritano, por lo que decidí usar las joyas como tapadera. Veras, la tela de terciopelo azul no es solo tela, sino que es una capa de terciopelo azul muy bien doblada, en cuyo interior esta tu verdadero regalo. Este regalo lo obtuve de un Braavosi, con el cual tuve un duelo. Si eres como el tipo de mujer que creo que eres, bueno, estoy seguro de que te encantara. Con cariño, tu hermano, Jon Snow.»
Cuando Ned y Arya se separaron, la pequeña Stark corrió y se sentó en su silla mientras comenzaba a mecer las piernas con impaciencia, esperando que todo termine para ir a ver su regalo en su cuarto.
"Ya con el regalo de Arya entregado, solo falta Sansa." Dijo Benjen mientras se acercaba al cuarto cofre, el cual abrió y sacó todo lo que había en su interior.
Sansa, al igual que Arya, se levantó de su silla y se acercó al cofre con su regalo. Cuando estuvo allí, tuvo que contener las ganas de chillar de emoción al ver sus regalos. Y es que al igual que a Arya, a ella también dieron muchas joyas, pero estas eran de oro y no de plata, y llevaban varios tipos diferentes de piedras preciosas. Además, no solo había gemas, sino que también había varios rollos de telas diferentes.
Al ver la emoción de su hija mayor, Ned se acercó y lo que vio le puso una sonrisa en el rostro, ya que vio que Jon parecía haber acertado con casi todos hasta ahora, salvo Arya. Agachándose, el Lord de Winterfell miró las telas y logró reconocerlas como encajes provenientes de Myr, y algunas sedas muy caras de otros lugares.
"Parece que son telas provenientes de Essos." Dijo Ned mientras miraba las telas más de cerca.
"¿En serio?" preguntó Sansa con emoción, pues no tenía vestidos hechos con telas de Essos.
"Si, puedo ver encaje Myrish, pero el resto de las telas escapan de mi conocimiento." Respondió Ned, quien vio esto con una sonrisa. "Si tuviera que decir algo, es posible que aquí haya bastantes monedas de oro en telas. ¿Qué te parece el regalo, Sansa?"
"Está bien. Son muy bonitos."
La forma en que Sansa respondió causó que Arya se moleste, pues su hermana estaba tan concentrada en ver las telas, que no respondió con entusiasmo a la pregunta de su padre.
Soltando un suspiro, Ned se dirigió nuevamente a su silla y se sentó, para luego ver como su hija hacia lo mismo.
"Bien, ahora, me temo que para los dos últimos regalos es necesario que me quede a solas con Ned y con Robb." Dijo Benjen, viendo como los sobrinos que no mencionó lo miraban con confusión.
"¿Por qué, Tío Benjen?" preguntó Arya con fingida molestia, pues estaba feliz por poder ir a su cuarto y ver que le había regalado de verdad Jon.
"Los regalos que recibirán ellos son algo que no entenderán. Si bien es cierto que Robb no lo entendería tampoco, es el heredero de Winterfell y me temo que es algo que él debe de saber."
"Entiendo…" dijo Bran con un poco de tristeza, pues quería ver que recibirían su padre y su hermano mayor.
"Bien. Entonces, regresen a sus habitaciones." Dijo Ned mientras llamaba a unos guardias para que llevasen los cofres de los tres jóvenes hacia sus respectivas habitaciones, junto al cofre de juguetes de Rickon.
Cuando la sala quedo casi vacía, Ned miró a su hermano y le preguntó. "Ya está, Benjen. Ya estamos solos."
"Bien. La verdad es que los dos cofres que están allí son solo un farol." Dijo Benjen mientras pateaba ligeramente los dos cofres vacíos que estaban en el suelo, llamando la atención de Robb y de Ned.
"¿Qué quieres decir tío?" preguntó Robb al ver como ambos cofres se abrían por los golpes, mostrando que de verdad estaban vacíos.
"Los regalos que ustedes recibirán son estos." Respondió Benjen mientras sacaba dos papeles del bolsillo de su capa, para luego entregárselos a su hermano.
Ned recibió los dos pedazos de papel y vio el primero. La hoja de papel que recibió fue la hoja en la que estaba escrito la profecía que Jon había llevado al muro. Cuando Ned terminó de leerla, se la pasó a Robb, el cual también la leyó. Cuando el terminó, Ned miró a su hermano y le preguntó qué era lo de la hoja. La respuesta que recibió le asombró y le preocupó a la vez, pues no se esperaba que sea algo que Jon había llevado personalmente al muro.
"¿Estás seguro, Benjen?" preguntó Ned mirando a su hermano de manera seria.
"Si, Ned. No es ninguna broma. Esta profecía fue algo que Jon llevó al muro, esta fue la razón por la que trajo esos regalos, junto con la promesa de enviar más dinero al muro cuando obtenga más ganancias en sus viajes."
Ned miró a su hermano y sintió una gran cantidad de orgullo por su hijo prodigo, pues estaba demostrando que era un hombre que veía a la guardia no como la colonia penal en la que se había convertido, sino en la otrora orden noble de guardianes. Sin embargo, pese al orgullo que sentía, también sentía confusión por lo que Jon había llevado al muro. Si bien lo que decía aquella profecía era algo aterrador, no esperaba que sea verdad, pues nadie podía saber el futuro, ni nadie sabía si los «Otros» eran reales.
"Ned, tienes que creerme." Dijo Benjen, llamando la atención de su hermano. "No sabemos si la profecía era real, pero algo está pasando más allá del muro. Muchos de los Rangers que van en exploraciones regresan con noticias de aldeas completamente abandonadas, de tribus diezmadas y de sombras blancas que se mueven por el «Bosque Encantado».
"Ben, estoy intentando creerte, pero lo que dices es algo fantástico, casi rozando lo increíble. No puedo creerte del todo sin pruebas físicas hermano." Dijo Ned mientras se llevaba la mano a la sien, pues no sabía qué hacer. Quería creerle a su hermano, pero sin una prueba real no podía hacerlo.
"Padre, ¿Por qué no enviar más provisiones a la guardia?" preguntó Robb, quien había estado en silencio todo este tiempo. El joven heredero de Winterfell había estado meditando sobre el contenido de la carta de su hermano. Si bien creía que eso era muy fantasioso, sabia en el fondo de su corazón que su hermano no haría lo que hizo en vano, por lo que debía de haber una razón para sus acciones. Sin embargo, no podía saber cuáles eran.
"No es tan fácil, Robb. El maestre Luwin me ha dicho que los días se están acortando. Puede que no se vea o se sienta por ahora, pero se acerca el invierno y me temo que, si no estamos preparados muchas vidas se perderán. Para lograr tener todo preparado para el invierno me temo que tendremos que reducir la ayuda a la guardia, al menos hasta el momento en que se logre llenar los almacenes con granos y carnes secas."
"Pero…"
"No, Robb. Tu padre tiene razón. Su principal deber como Guardian y Lord Supremo del Norte es prevenir que los norteños sufran." Interrumpió Benjen a su sobrino. "Ned, si bien es cierto que te pedimos ayuda para que la guardia esté preparada para lo que viene, no lo estamos pidiendo gratis."
Tras aquellas palabras, Benjen se llevó una mano al bolsillo y sacó una carta.
"Esta carta tiene una propuesta del Lord Commander Jeor Mormont." Dijo Benjen mientras le entregaba la carta a su hermano.
Ned recibió la carta y tras leerla, sus ojos se abrieron de par en par. Esto se debía a que no podía creer lo que estaba escrito en la hoja.
"¿Es cierto lo que propone aquí?" preguntó Ned mirando a su hermano cuando terminó de leer lo que decía la carta del Lord Commander.
"Si, Ned. La idea es del mismo Lord Commander."
Tras la respuesta de su hermano, Ned se dejó caer en su silla mientras su mente trataba de entender lo que sucedía o, mejor dicho, la oferta que le estaba dando el viejo oso.
"¿Qué sucede padre? Pareces sorprendido." Preguntó Robb mientras miraba como su padre parecía estar absorto en algo tras leer aquella carta.
"Y lo estoy, Robb. Si quieres saber, lee la carta." Dijo Ned una vez que volvió a la realidad.
Robb obedeció a su padre y tomando la carta, le dio una leída rápida. Cuando terminó de hacerlo, la sorpresa estaba grabada en su rostro. "No puedo creerlo."
"Ni yo, Robb. Pero parece que el viejo Oso está dispuesto a devolver el «New Gifft» a cambio de un aumento de ayuda por parte del norte junto algunas otras cosas, las cuales dice que serán mencionadas por tu tío."
"Pero ¿Por qué hacerlo? No tiene sentido."
"Tiene mucho sentido, sobrino." Dijo Benjen, llamando así la atención de su sobrino. "Las tierras que se le cedieron a la guardia durante la dinastía Targaryen no han sido aprovechadas y ahora solo son tierras salvajes. No tenemos la mano de obra para hacer uso eficiente de ellas, por lo que el Lord Commander está decidido a devolverlas por más apoyo del norte."
"¿Eso no causaría división en la orden?" preguntó Ned con preocupación de que haya un motín contra el viejo Oso.
"No lo creo. Todos en la guardia saben que esas tierras están muy al sur como para ser usadas correctamente. Puede que algunos protesten, pero cuando vean más ayuda, se callaran de inmediato." Respondió Benjen. "Además, esto está siendo llevado a cabo con absoluto secreto, por lo que nadie aparte de nosotros, el Lord Commander y el maestre sabemos sobre este trato."
"Ya veo… Necesito pensarlo, Ben. La propuesta parece buena, pero es necesario saber cómo podría afectar al resto del reino. Asi que, consultare esto con el maestre esta noche." Dijo Ned mientras miraba a su hermano. "Te parece bien si hablamos de esto mañana luego del desayuno."
"Me parece bien."
"Bien. Supongo que cenaras con nosotros, ¿verdad?" preguntó Ned.
"Si. De hecho, aprovechare que todos estarán para contares algunas cosas de Jon." dijo Benjen con una sonrisa, la cual fue copiada por Ned y Robb.
"Je, je, je. Si, lo se. De lo contrario, ella no se habría fijado en ti."
La mención indirecta de Ashara Dayne provocó que Ned sintiera que su cuerpo y su mente regresaran al fatídico torneo de Haremhall, lo que lo obligó a pensar en la mujer que perdió. Sin embargo, logró salir de ese estado rápidamente y al hacerlo, vio que todos lo miraban con preocupación. Asi que, poniendo una sonrisa, decidió hablar. "Tranquilos, solo estaba recordando el pasado."
Si bien las palabras de Ned eran simples, estas lograron su cometido, provocando que los que lo miraban con preocupación se tranquilizasen.
"Bueno, ¿y lo has visto luchar?" preguntó Robb, queriendo saber si su hermano era bueno con las armas.
La pregunta de Robb provocó que Benjen sintiese un escalofrío recorrer su cuerpo, sacudiéndolo por completo. Esto se debió a que el recordó que, durante el corto tiempo de estadía de Jon en el muro, él estuvo entrenando con los jóvenes reclutas. El entrenamiento no fue nada fuera del otro, pero fue lo que vio allí lo que lo asombró. Y es que Jon entrenaba luchando contra todos los reclutas al mismo tiempo, derrotándolos de manera simple y sin esfuerzo. Si bien eso podía esperarse, fue la batalla que tuvo contra Ser Alliser Thorne lo que lo asombró. Todo había iniciado cuando el caballero de las Crownlands se había puesto a insultar a Jon, llamándolo bastardo varias veces. Si bien él no le había hecho nada para responder a estos insultos, fue en el momento en que Thorne insultó a la madre de Jon que este le retó a un duelo. La respuesta de Thorne a reto de Jon fue reírse, pues no pensaba en aceptar el reto de un bastardo. Sin embargo, cuando Jon mencionó que era un caballero, bueno, la cosa se puso fea para Thorne.
Flashback
Los ojos de todos los miembros de la Nights Watch estaban fuera de sus orbitas, pues estaban viendo algo increíble. Y es que, frente a todos ellos, se estaba llevando un duelo entre dos caballeros. Los cabaleros involucrados eran ni más ni menos que Jon Snow y Alliser Thorne. Ambos caballeros llevaban cotas de mallas, junto con espadas y escudos, pero con la peculiar diferencia de que Jon llevaba una espada de entrenamiento, mientras que Thorne llevaba una espada de acero real.
El sonido de los choques de las espadas eran agudos, casi pareciendo llantos mientras sus portadores intentaban someter a su enemigo, bueno en el caso de Jon, pues Alliser Thorne estaba que intentaba seriamente matar a Jon. Sin embargo, por mucho que el caballero de la Casa Thorne intentara clavar su espada en el cuerpo de Jon, este detenía cada ataque con mucha facilidad. De hecho, durante toda la batalla, solo Thorne se había movido por el campo de batalla, pues Jon se había mantenido en el mismo lugar.
"Ha, ha… maldito bastardo." Gruñó Thorne mientras apretaba el agarre en su espada mientras observaba como Jon lo miraba con total indiferencia.
"Sabes, eres realmente patético si solo sabes mencionar ese insulto contra mí." Dijo Jon de forma calmada, manteniendo su rostro sin emociones visibles.
Las palabras de Jon provocaron que el viejo caballero apretara los dientes con ira. Para Alliser era un verdadero insulto que el bastardo del traidor de Eddard Stark pudiese luchar contra el de esta manera. Por lo que, siendo guiado por la ira, comenzó a atacar de manera más errática.
Jon miraba al caballero y sin siquiera inmutarse, comenzó a desviar los ataques que le llegaban. Eso lo hizo por unos pocos minutos, hasta que finalmente terminó por aburrirse, lo que provocó que decidió terminar con todo este teatro. Por lo que, agachándose, esquivó un ataque diagonal de Alliser, provocando que este quedase con la guardia baja ante un posible ataque. Al ver la oportunidad, Jon movió su brazo derecho y moviéndolo a una gran velocidad, terminó dándole un solo golpe en toda la cara a Alliser. La fuerza del golpe de Jon provocó que el cuerpo del caballero de las Crownlands saliera volando tres metros, cayendo de manera seca en el suelo.
Lo que sucedió con el cuerpo de Alliser provocó que todos los que veían el combate se asombraran y se asustaran, pues no esperaban que eso sucediese.
"¡Ser Alliser!" gritaron algunos hermanos negros, lo cuales comenzaron a correr hacia donde estaba el cuerpo del caballero. Cuando llegaron y lo revisaron, soltaron suspiros de tranquilidad, pues el caballero estaba inconsciente.
Fin Flashback
Llevándose una mano a la cabeza, Benjen comenzó a rascarse la nuca con incomodidad. Sin embargo, tras tragar un poco de saliva, asintió.
"¿Enserio?" preguntó Arya con emoción, para luego soltar otra pregunta. "¿Cómo lucha? ¿Es fuerte?"
"Si, muy fuerte de hecho." Respondió Benjen mirando a Arya y a Robb. "Estuvo entrenando con todos los reclutas del Muro al mismo tiempo y los derroto muy fácilmente Luego hubo un problema con el maestro de armas y Jon tuvo un duelo con el…"
Las palabras de Benjen llenaron de expectación a todos, pero también de preocupación, en especial en Ned, quien sabia la identidad del maestro de armas de Castle Black. Asi que, conociendo la forma de pensar de este, gracias a Benjen, él se preocupaba de que haya herido a Jon. Sin que él lo supiera, todos sus hijos, Sansa incluida, estaban igual de preocupados que él, pues no querían perder a su hermano. Sin embargo, las palabras que Benjen diría a continuación los dejarían como piedras.
"Jon barrio el suelo con él."
"¿Qué?" preguntaron todos al unisonó mientras sus rostros estaban marcados con la sorpresa.
"Ser Alliser no pudo tocar a Jon en todo el combate. A pesar de que la espada de Jon solo era una de entrenamiento y la de Ser Alliser era una de acero real."
Las palabras de Benjen asombraron a Robb y al resto de los presentes, quienes comenzaron a cotillear entre si sobre lo que Benjen mencionó. Tras unos minutos comentando lo genial que era Jon, al fin llegó la hora de que los regalos fueran entregados.
"Bueno, comencemos con lo bueno." Dijo Benjen mientras caminaba hacia el primer cofre y arrodillándose, lo abrió. "Este es para Rickon."
Tras aquellas palabras, Benjen metió la mano y sacó varios juguetes de madera, los cuales volvió a guardar, pues el pequeño Rickon estaba en la guardería durmiendo, por eso ni él ni su madre estaban allí. Luego de dejar el primer cofre, Benjen se acercó al segundo cofre y al abrirlo sacó de allí algunas cosas.
"Estos son los regalos para Bran." Dijo Benjen mientras le mostraba a Bran sus regalos. Estos regalos consistían en un arco y en un carcaj con varias flechas. El arco era un arco compuesto, el cual tenía un hermoso color dorado, el cual casi hacia parecer que estaba hecho de oro. El carcaj, por su parte, estaba hecho de cuero negro, cosido con hilos plateados. Su forma era la de una pequeña caja, donde se podía intuir que cabrían unas veinte flechas.
"Es hermoso." Dijo Bran mientras tomaba el arco entre sus manos.
"Si, por lo que me dijo Jon, este es un arco hecho de Aurocorazón."
"¿Aurocorazón?" preguntó Bran con confusión mientras alternaba su mirada entre su nuevo arco y su tío.
"Una madera muy rara y de la que se dicen se hacen los mejores arcos del mundo." Respondió Ned, quien se acercó a su hijo y pidiéndole su arco nuevo, lo tomó y comenzó a examinarlo. "Esta madera es muy rara de conseguir porque solo se obtiene en las islas del verano y su venta fuera de la isla está prohibida. Por lo que solo se puede obtener por contrabando y a precios exorbitantes."
Tras esas palabras, Ned puso una sonrisa mientras le devolvía el arco a su hijo. "Es un regalo muy bueno, Bran. No está al mismo nivel que la espada de Robb, pero es un regalo que podría obtener un príncipe. Asi que, aprende a usarlo sabiamente."
"Si, padre. Prometo que pondré de mi para aprender a usar un arco." Respondió Bran con una sonrisa en su rostro, para luego irse a sentar a su silla mientras cargaba su arco en brazos.
"Bien, ya con el regalo de Bran, ahora sigue el de Arya." Dijo Benjen, quien soltó una risita tras sus palabras, pues vio que su sobrina se levantó de un saltó de su silla y corrió hacia él. Cuando la pequeña estuvo a su lado, Benjen abrió la caja y mostró lo que había dentro. Cuando lo hizo, se levantó y dejó que sea su sobrina la que muestre sus regalos.
Al momento en que Arya vio lo que había en el cofre, se sitio decepcionada, pues dentro del cofre de roble había una cama de terciopelo azul, la cual tenía unas cuantas joyas de oro. Estas joyas consistían en un collar de plata pulida, el cual tenía un dije en el extremo, donde el sigilo de la casa Stark estaba presente. El adorno del dije estaba hecho de zafiros azules, los cuales estaban muy bien ordenados, pareciendo una única pieza. En medio del collar, se encontraba un juego de aretes de plata. los cuales tenían zafiros como joyas decorativas. Pero no solo estaban los zafiros, pues también había un broche para capa de plata con el lobo huargo hecho de zafiros.
"Arya, ¿Qué te ha enviado Jon?" preguntó Robb, quien se acercó a su hermana con un poco de preocupación al ver que esta estaba quieta como estatua al ver el regalo. Cuando el heredero de Winterfell vio lo que había en el cofre, puso una sonrisa y llevando la mano a la cabeza de su hermana, la despeinó ligeramente. "Parece que te ha enviado un regalo digno de una dama."
"¡No soy una dama!" gritó Arya con molestia mientras se quitaba la mano de Robb de su cabeza. La pequeña Stark tenía los ojos un poco húmedos, pues esperaba que su otro hermano al menos fuese diferente al resto, pero parecía que se había equivocado. Sin embargo, mientras se limpiaba los ojos, vio un pedazo de papel doblado entre el terciopelo azul y una de las paredes del cofre. Sintiendo la curiosidad innata de los niños, la cual fue aumentada por su sangre de lobo, Arya extendió la mano y tomó dicho papel. Cuando leyó lo que decía el papel, rápidamente lo tiró al cofre y lo cerró.
La acción de la pequeña llamó la atención de su padre, el cual se acercó a ella y mirándola, le preguntó. "¿Que sucede, Arya? ¿No te ha gustado el regalo de tu hermano?"
"No, padre. Me ha encantado." Respondió Arya con una sonrisa de oreja a oreja.
La respuesta de Arya causó confusión en Robb, quien había sido el que había visto el regalo y conociendo a su hermana era más que probable que odiase el regalo de Jon.
'Tal vez solo dice eso para no entristecer a padre.' Pensó Robb mientras miraba a su hermana. 'Aunque puede que lo que estuviese escrito en la hoja de papel le haya agradado…. No, no creo que solo unas palabras calmasen a Arya de esa manera. Debe de estar fingiendo por el bien de padre.'
"Padre, ¿puedo pedirte un favor?" preguntó Arya mientras miraba a su padre.
"Si, ¿Qué necesitas hija mía?"
"Necesito que lleven el cofre a mi cuarto." Respondió Arya mientras miraba a su padre con una sonrisa.
"No le veo problema alguno." Dijo Ned, quien vio con una sonrisa como su hija sonreía ampliamente.
"¡Gracias, papá! ¡Eres el mejor!" gritó Arya mientras abrazaba a su padre, a la vez que recordaba lo que leyó en la nota de su hermano Jon.
«Arya, sé que lo que está en este cofre no te agradara, ya que el tío Benjen me contó que no eres la típica mujer noble que solo le gusta bordar, cotillear, pensar en el matrimonio, leer historias de fantasía y comer pasteles de limón. No, él me ha dicho que prefieres las cosas de los hombres. Si bien eso está mal visto en la sociedad, yo no soy puritano, por lo que decidí usar las joyas como tapadera. Veras, la tela de terciopelo azul no es solo tela, sino que es una capa de terciopelo azul muy bien doblada, en cuyo interior esta tu verdadero regalo. Este regalo lo obtuve de un Braavosi, con el cual tuve un duelo. Si eres como el tipo de mujer que creo que eres, bueno, estoy seguro de que te encantara. Con cariño, tu hermano, Jon Snow.»
Cuando Ned y Arya se separaron, la pequeña Stark corrió y se sentó en su silla mientras comenzaba a mecer las piernas con impaciencia, esperando que todo termine para ir a ver su regalo en su cuarto.
"Ya con el regalo de Arya entregado, solo falta Sansa." Dijo Benjen mientras se acercaba al cuarto cofre, el cual abrió y sacó todo lo que había en su interior.
Sansa, al igual que Arya, se levantó de su silla y se acercó al cofre con su regalo. Cuando estuvo allí, tuvo que contener las ganas de chillar de emoción al ver sus regalos. Y es que al igual que a Arya, a ella también dieron muchas joyas, pero estas eran de oro y no de plata, y llevaban varios tipos diferentes de piedras preciosas. Además, no solo había gemas, sino que también había varios rollos de telas diferentes.
Al ver la emoción de su hija mayor, Ned se acercó y lo que vio le puso una sonrisa en el rostro, ya que vio que Jon parecía haber acertado con casi todos hasta ahora, salvo Arya. Agachándose, el Lord de Winterfell miró las telas y logró reconocerlas como encajes provenientes de Myr, y algunas sedas muy caras de otros lugares.
"Parece que son telas provenientes de Essos." Dijo Ned mientras miraba las telas más de cerca.
"¿En serio?" preguntó Sansa con emoción, pues no tenía vestidos hechos con telas de Essos.
"Si, puedo ver encaje Myrish, pero el resto de las telas escapan de mi conocimiento." Respondió Ned, quien vio esto con una sonrisa. "Si tuviera que decir algo, es posible que aquí haya bastantes monedas de oro en telas. ¿Qué te parece el regalo, Sansa?"
"Está bien. Son muy bonitos."
La forma en que Sansa respondió causó que Arya se moleste, pues su hermana estaba tan concentrada en ver las telas, que no respondió con entusiasmo a la pregunta de su padre.
Soltando un suspiro, Ned se dirigió nuevamente a su silla y se sentó, para luego ver como su hija hacia lo mismo.
"Bien, ahora, me temo que para los dos últimos regalos es necesario que me quede a solas con Ned y con Robb." Dijo Benjen, viendo como los sobrinos que no mencionó lo miraban con confusión.
"¿Por qué, Tío Benjen?" preguntó Arya con fingida molestia, pues estaba feliz por poder ir a su cuarto y ver que le había regalado de verdad Jon.
"Los regalos que recibirán ellos son algo que no entenderán. Si bien es cierto que Robb no lo entendería tampoco, es el heredero de Winterfell y me temo que es algo que él debe de saber."
"Entiendo…" dijo Bran con un poco de tristeza, pues quería ver que recibirían su padre y su hermano mayor.
"Bien. Entonces, regresen a sus habitaciones." Dijo Ned mientras llamaba a unos guardias para que llevasen los cofres de los tres jóvenes hacia sus respectivas habitaciones, junto al cofre de juguetes de Rickon.
Cuando la sala quedo casi vacía, Ned miró a su hermano y le preguntó. "Ya está, Benjen. Ya estamos solos."
"Bien. La verdad es que los dos cofres que están allí son solo un farol." Dijo Benjen mientras pateaba ligeramente los dos cofres vacíos que estaban en el suelo, llamando la atención de Robb y de Ned.
"¿Qué quieres decir tío?" preguntó Robb al ver como ambos cofres se abrían por los golpes, mostrando que de verdad estaban vacíos.
"Los regalos que ustedes recibirán son estos." Respondió Benjen mientras sacaba dos papeles del bolsillo de su capa, para luego entregárselos a su hermano.
Ned recibió los dos pedazos de papel y vio el primero. La hoja de papel que recibió fue la hoja en la que estaba escrito la profecía que Jon había llevado al muro. Cuando Ned terminó de leerla, se la pasó a Robb, el cual también la leyó. Cuando el terminó, Ned miró a su hermano y le preguntó qué era lo de la hoja. La respuesta que recibió le asombró y le preocupó a la vez, pues no se esperaba que sea algo que Jon había llevado personalmente al muro.
"¿Estás seguro, Benjen?" preguntó Ned mirando a su hermano de manera seria.
"Si, Ned. No es ninguna broma. Esta profecía fue algo que Jon llevó al muro, esta fue la razón por la que trajo esos regalos, junto con la promesa de enviar más dinero al muro cuando obtenga más ganancias en sus viajes."
Ned miró a su hermano y sintió una gran cantidad de orgullo por su hijo prodigo, pues estaba demostrando que era un hombre que veía a la guardia no como la colonia penal en la que se había convertido, sino en la otrora orden noble de guardianes. Sin embargo, pese al orgullo que sentía, también sentía confusión por lo que Jon había llevado al muro. Si bien lo que decía aquella profecía era algo aterrador, no esperaba que sea verdad, pues nadie podía saber el futuro, ni nadie sabía si los «Otros» eran reales.
"Ned, tienes que creerme." Dijo Benjen, llamando la atención de su hermano. "No sabemos si la profecía era real, pero algo está pasando más allá del muro. Muchos de los Rangers que van en exploraciones regresan con noticias de aldeas completamente abandonadas, de tribus diezmadas y de sombras blancas que se mueven por el «Bosque Encantado».
"Ben, estoy intentando creerte, pero lo que dices es algo fantástico, casi rozando lo increíble. No puedo creerte del todo sin pruebas físicas hermano." Dijo Ned mientras se llevaba la mano a la sien, pues no sabía qué hacer. Quería creerle a su hermano, pero sin una prueba real no podía hacerlo.
"Padre, ¿Por qué no enviar más provisiones a la guardia?" preguntó Robb, quien había estado en silencio todo este tiempo. El joven heredero de Winterfell había estado meditando sobre el contenido de la carta de su hermano. Si bien creía que eso era muy fantasioso, sabia en el fondo de su corazón que su hermano no haría lo que hizo en vano, por lo que debía de haber una razón para sus acciones. Sin embargo, no podía saber cuáles eran.
"No es tan fácil, Robb. El maestre Luwin me ha dicho que los días se están acortando. Puede que no se vea o se sienta por ahora, pero se acerca el invierno y me temo que, si no estamos preparados muchas vidas se perderán. Para lograr tener todo preparado para el invierno me temo que tendremos que reducir la ayuda a la guardia, al menos hasta el momento en que se logre llenar los almacenes con granos y carnes secas."
"Pero…"
"No, Robb. Tu padre tiene razón. Su principal deber como Guardian y Lord Supremo del Norte es prevenir que los norteños sufran." Interrumpió Benjen a su sobrino. "Ned, si bien es cierto que te pedimos ayuda para que la guardia esté preparada para lo que viene, no lo estamos pidiendo gratis."
Tras aquellas palabras, Benjen se llevó una mano al bolsillo y sacó una carta.
"Esta carta tiene una propuesta del Lord Commander Jeor Mormont." Dijo Benjen mientras le entregaba la carta a su hermano.
Ned recibió la carta y tras leerla, sus ojos se abrieron de par en par. Esto se debía a que no podía creer lo que estaba escrito en la hoja.
"¿Es cierto lo que propone aquí?" preguntó Ned mirando a su hermano cuando terminó de leer lo que decía la carta del Lord Commander.
"Si, Ned. La idea es del mismo Lord Commander."
Tras la respuesta de su hermano, Ned se dejó caer en su silla mientras su mente trataba de entender lo que sucedía o, mejor dicho, la oferta que le estaba dando el viejo oso.
"¿Qué sucede padre? Pareces sorprendido." Preguntó Robb mientras miraba como su padre parecía estar absorto en algo tras leer aquella carta.
"Y lo estoy, Robb. Si quieres saber, lee la carta." Dijo Ned una vez que volvió a la realidad.
Robb obedeció a su padre y tomando la carta, le dio una leída rápida. Cuando terminó de hacerlo, la sorpresa estaba grabada en su rostro. "No puedo creerlo."
"Ni yo, Robb. Pero parece que el viejo Oso está dispuesto a devolver el «New Gifft» a cambio de un aumento de ayuda por parte del norte junto algunas otras cosas, las cuales dice que serán mencionadas por tu tío."
"Pero ¿Por qué hacerlo? No tiene sentido."
"Tiene mucho sentido, sobrino." Dijo Benjen, llamando así la atención de su sobrino. "Las tierras que se le cedieron a la guardia durante la dinastía Targaryen no han sido aprovechadas y ahora solo son tierras salvajes. No tenemos la mano de obra para hacer uso eficiente de ellas, por lo que el Lord Commander está decidido a devolverlas por más apoyo del norte."
"¿Eso no causaría división en la orden?" preguntó Ned con preocupación de que haya un motín contra el viejo Oso.
"No lo creo. Todos en la guardia saben que esas tierras están muy al sur como para ser usadas correctamente. Puede que algunos protesten, pero cuando vean más ayuda, se callaran de inmediato." Respondió Benjen. "Además, esto está siendo llevado a cabo con absoluto secreto, por lo que nadie aparte de nosotros, el Lord Commander y el maestre sabemos sobre este trato."
"Ya veo… Necesito pensarlo, Ben. La propuesta parece buena, pero es necesario saber cómo podría afectar al resto del reino. Asi que, consultare esto con el maestre esta noche." Dijo Ned mientras miraba a su hermano. "Te parece bien si hablamos de esto mañana luego del desayuno."
"Me parece bien."
"Bien. Supongo que cenaras con nosotros, ¿verdad?" preguntó Ned.
"Si. De hecho, aprovechare que todos estarán para contares algunas cosas de Jon." dijo Benjen con una sonrisa, la cual fue copiada por Ned y Robb.