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Capítulo 1: Fortis Fortuna Adiuvat

El cielo cae a pedazos mientras la esperanza se convierte en cenizas...

Los últimos estertores de su mente acudieron prestos a calmar su cuerpo, atravesado por un negro acero, mientras una grave risa provenía de su agresor.

Los recuerdos de una vida dura, dolorosa, plagada de pérdidas, pero una vida que atesora en lo más profundo de su corazón, colmaron cada espacio en su memoria.

"Aquí Destino cierra sus puertas..." murmuró con una calma expresión mientras sus fuerzas se derramaban a través de lacerantes y sangrantes heridas.

Dio un profundo respiro, llenando el espacio dejado por la sangre en sus pulmones.

"PERO ANTES..." gritó desde lo más profundo de su ser con gran vigor "UN REGALO DE DESPEDIDA, HIJOS DE P*TA." Un demonio negro miró con descaro al humano a puertas de la muerte bajo su hoja hundiendo más su espada..

(Apretando sus dientes en dolor) "!Seré... la hoja más brillante... en este... mundo, azotado por la muerte. Ahí donde la noche es... (respirando con dificultad) más oscura cortaré las tinieblas... de un tajo." decía mientras sangre se esparcía desde su boca y las heridas de su restante cuerpo.

Con un último esfuerzo logró gritar:

"ANIMA EXTERMINATUS!" Cada fibra de sus restantes miembros trataba de aferrarse a la cimitarra negra atravesada en su hombro izquierdo y una brillante luz surgía desde su corazón.

Un escalofrío consumió a quienes escucharon la declaración.

"BAST-!" trató de formular el negro demonio sobre aquel hombre, para ser interrumpido por una cegadora luz proyectada hasta el espacio. A ella le siguió un concentrado rayo blanquecino de energía que penetró hasta el mismísimo núcleo de la Tierra, brillando intensamente por unos segundos hasta desvanecerse.

Prontamente un retroceso portentoso se expandió barriendo con todo alrededor de mil kilómetros, un ensordecedor y grave ruido surgió desde las entrañas del planeta junto a terremotos, devorando todo aquello pegado al suelo. La rampante destrucción no hizo distinción entre aliados y enemigos, todos eran iguales en la muerte.

"El precio del valor... es la nada." colmó la mente de los humanos, sintieron la piel de gallina a sus espaldas al oír y sentir las consecuencias del hechizo que consumió al mayor de sus héroes. Las aves de corral no tardaron en ser devoradas por el lobo. Desde lo más profundo se unieron las voluntades con un sólo objetivo.

Una espada cayó.

Una mano un cigarro encendió,

Una pistola amartilló.

Alguna muchacha lloró,

Enojada con su Dios.

Un no nato la vida no conoció,

Su madre las palabras pronunció.

La sangre se congeló.

Una risita entre Los Cielos surgió y desapareció...

"Anima... exterminatus!"

Millares de gritos iracundos remecieron el planeta, miles brillaron agotando su existencia, dejando agujas y hongos de luz, segando la superficie.

En algún lugar subterráneo un agudo sonido resonó.

Desde la estratosfera miles de luces brillaron cual estrellas en un mundo ya carente de electricidad, un sinnúmero de explosiones menores arrasaron con demonios, bestias y humanos, alterando completamente el paisaje.

La última resistencia de la humanidad no fue una defensiva sino una total demostración de codicia. Su planeta madre se desmoronó y se deshizo hasta el núcleo, lentamente, dejando nada más que pedazos dispersos que se perderían en el insondable vacío.

El más amargo de los regustos se posó en las bocas de los invasores quienes no podían sino contemplar la destrucción, impotentes.

Aquellos que no perecieron se apresuraron a los portales en el cielo.

Importantes pérdidas azotaron al lado vencedor, el que seguía sufriendo los efectos del sorpresivo ataque en sus filas.

Su comandante, un alto e imponente demonio negro de 2 metros observaba con sus ojos rojos inyectados de ira y una expresión desfigurada por la rabia los resultados.

"Por todos los Dioses... cómo?!" Pensaba

Para su sorpresa una raza tan simple y débil, comparada a tantas otras que hubo conquistado, fue capaz no sólo de tomarlos por sorpresa sino que también de cometer el máximo sacrificio existente con tal hacer fútil la conquista alcanzada. Con tal poderío que trajo la extinción de su propio mundo a expensas del precio de su sangre.

Su costado izquierdo quemado, con un brazo menos y medio desfigurado dejaban ver las secuelas de la poderosa explosión que remeció a propios y extraños.

[Varias existencias superiores miran expectantes el fin de un mundo.]

Diversas expresiones tuvieron lugar entre Los Dioses, algunos rieron, otros se acongojaron o sorprendieron poderosamente con el sacrificio de los humanos quienes pertenecían a un mundo con capacidades y desarrollo insuficiente para lograr tan destructiva magia.

Se fijaron especialmente en la sombra del valiente guerrero que enardeció la llama en los corazones de su gente.

[(Sonido de notificación) ¿Es momento de desafiar a Destino? SI/NO (00:00:10). Coste: Trazo divino.]

Una repentina votación fue convocada, cada uno de Los Eternos debía elegir una de las dos opciones a su disposición.

La ultima resistencia del guerrero de negro cabello causó una apabullante impresión entre las existencias acostumbradas a ver alzarse y caer galaxias y civilizaciones durante eones.

[Muchos Eternos esperan un espectáculo emocionante.]

En El Panteón Sin Fin varios ansiaban por conceder regalos por tan grato espectáculo pero existía un problema fundamental: No quedaba quien las recibiera, miles de existencias menores agotaron las fuerzas de sus almas en un parpadeo.

Privaron sus existencias del Ciclo de reencarnación voluntariamente, repercusión tal que ningún Supremo era capaz de cambiar sin un precio. Modificar tal Regula Fundamentalis traería serias consecuencias.

Las almas sometidas a tal proceso explotan la acumulación de poder de su ser para nunca reencarnar llevando a las de alrededor consigo al Vacío para luego desaparecer. Tal fue el último sacrificio que la humanidad soportó con tal de devolver el golpe a los invasores, anima exterminatus...

La votación concibió su fin pronto, el orden de 417926 Grandes Existencias desafiaron a la mayoría.

"¿Fortis Fortuna Adiuvat?" dijo alguien a carcajadas mientras acariciaba su trenzada barba, decorada con metales y grabados rúnicos.

El alma de Tetsu era la clara elección pese a su deplorable estado. Para la sorpresa de muchos, la luz más brillante fue de las últimas en apagarse.

[Varios Eternos reconocen la resistencia del ser inferior.]

[Varios Eternos miran expectantes a los restos de la humanidad.]

[Un ser superior no se sorprende con el resultado.]

[(sonido de notificación) El precio procederá a ser cobrado.]

En el orden de concederle una nueva oportunidad, los Dioses debieron conceder pequeños trazos de su poder, estos se transformaron en finos hilos de seda para cocer las pequeñas piezas de alma en un nuevo todo.

No fue posible rescatarla al completo debido al detrimento causado por el anima exterminatus.

Mientras el proceso se llevaba a cabo, piezas de alma entre las demás dispersas debieron ser escogidas y ajustadas con tal de lograr una unidad coherente.

Las nuevas tablas debieron ser añadidas al roto barco con fuerza bruta y lijadas hasta el extremo para lograr una aparente perfección del todo.

[Los escultores miran satisfechos su nueva obra.]

[Integridad del alma: 76,81% - Subiendo...]

La renovada alma brilló tranquilamente en un frío blanco con ligeros temblores, trazos de luz arco iris recorrían su superficie cuál transparentes venas.

A la nueva existencia se le concedería paso al Panteón Sin Fin al recuperar fuerzas, lugar donde tomaría forma material para luego comenzar una nueva vida en cualquiera de los mundos que Destino le tuviera preparado.

[(Sonido de notificación) Se ha elevado una SOLICITUD.]

Debido a la conmoción causada un pacto debió ser suscrito.

Ningún Dios apoyaría abiertamente al mortal sino hasta demostrar valía y/o acercarse a ellos por medios regulares. Sólo en caso de excepción, si una situación pusiera en riesgo su alma en el lapso previo a su reencarnación, podrían tomar alguna acción abiertamente.

Todos estaban de acuerdo en que poner las cosas fáciles de un inicio sólo los llevaría a tener un protagonista roto que podía "Oneshotear" al villano de turno rápidamente, ya habían probado con un coreano pelinegro que era el peor de los cazadores de su mundo y un lector obsesionado que memorizó su novela indie de camino al trabajo.

Esta vez tratarían de buscar un giro diferente.

[Una señorita mira expectante el futuro de la nueva creación.]

[Dioses miran expectantes el futuro de la nueva creación.]

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Hola! Soy Martín, voy a estar dandole una prueba a esto de escribir Light Novels :3

Pensaba partirla en Inglés pero no le tenía confianza a mi léxico en tal idioma así que le vamos a dar así nomas.

Me pueden seguir en Ig @shadowsoverthewall

Espero les guste!

ShadowsOverTheWallcreators' thoughts