[13:30 p.m.].
Aurora revisó la hora en su reloj y suspiro.
Había tenido que trabajar desde que llego realizando todos los preparativos y a pesar de que ella era la que daba órdenes, era agotador tener que encargarse de toda la organización.
Dándose vuelta observó a Clémentine, Érica y Leslie quienes llevaban miradas serias mientras la estaban siguiendo junto con Alice.
"Iremos caminando. Activen sus barreras en caso de emergencia. Esta es una zona de guerra y las fuerzas del General Kavuri no tienen consideración por neutrales." Informó Aurora con solemnidad.
Estaban dirigiéndose al campamento de las fuerzas del 'Señor de Mombasa'.
Lo más recomendable era rodear el Lago 'Nakuru' y dirigirse al este de la ciudad en donde se encontraba el campamento, sin embargo, Aurora estaba dando un viaje más directo por medio de la ciudad.
Era sumamente peligroso.
Podría haber milicianos, francotiradores, vehículos de combate o encontrarse a cualquier miliciano bajo el General Kavuri, pero aun así Aurora eligió este camino.
"Revisaremos el campo de batalla personalmente. Recuerden no volar o serán un blanco fácil, no llamen la atención y no actúen de forma precipitada poniéndose en riesgo." Advirtió Aurora con un tono estricto y viendo que las jóvenes asentían, ordenó. "Activen sus sistemas de sigilo."
Dando una mirada a su querida amiga que estaba comiendo papitas como si nada, empezó a dirigirse hacia el campamento siguiendo una calle más pequeña en vez de la principal.
El sistema de sigilo no era tan poderoso como para ocultarlos por completo durante el día, aun así, era suficiente para ocultaros de manera superficial, excepto de aquellos con sentidos más agudos.
Tenía limitaciones, ya que podían ser captados si tenían artefactos de detección o ellos se acercarán demasiado a otras personas.
Aurora lideró el camino, mirando los edificios y algunos refugiados o aventureros que pasaban de vez en cuando.
Todavía estaban en el área de influencia de la Empresa Apicius, así que no tuvieron problemas.
Algunos milicianos locales las descubrieron de vez en cuando dando miradas que revelaban intenciones maliciosas que Aurora percibió de inmediato y los ignoró.
Eso se debía a que cuando vieron los brazos negros que salieron de la espalda de Alice sus expresiones cambiaron con rapidez.
Era bastante bizarro, tenía que admitirlo, pero funcionaba y era más útil que dar una amenaza vacía o mostrar un arma.
Su grupo realizaba ejercicio para mantenerse en forma y sus cuerpos eran más fuertes que los de un humano normal, así que a pesar de que caminaron bastante rápido no hubo nadie que cansado.
Cuando estaba acercándose más al centro de la ciudad Nakuru, los alrededores empezaron a hacerse más despoblados.
No era que nadie vivía en esta área, sino que todos estaban escondidos, sin deseos de salir, generando un atmosfera silenciosa y desolada, casi lúgubre.
Si bien durante bastante tiempo no hubo un 'gobierno' que se encargaba de controlar la zona, el lugar mantuvo prosperidad decente gracias a los gremios que se quedaban en los alrededores.
La ruta principal hacia el puerto de Mombasa se mantuvo activa antes de la guerra lo que hizo posible que los bienes se mantuvieran entrando y en algunos casos en grandes cantidades gracias a los anillos espaciales de algunos gremios.
Sin embargo, cuando se adentraron a la zona de conflicto la situación cambiaba.
De vez en cuando eran mirados por las ventanas con extrema cautela por algunos que notaron movimientos, otras veces huían cuando eran vistos por otros.
Nakuru no era una zona de guerra de grandes magnitudes como Nairobi, aun así, las consecuencias del conflicto llegaron a esta región.
Al avanzar por la calle, el grupo se detuvo al observar un edificio en el centro.
"Eso…" Murmuró Clémentine al ver unos cuerpos colgados en un edificio.
Se notaba a simple vista que eran unos milicianos comunes, pero la forma que estaban colgados en la entrada del edificio hacía parecer como si fuera una advertencia territorial.
"Continuemos. Necesitamos ir directamente al campamento." Interrumpió Aurora con una expresión solemne.
Notó como las expresiones de Clémentine, Leslie y Érica cambiaban de diferentes formas.
La guerra era cruel… Siempre lo fue y eso nunca cambiaria.
Era chocante que estudiantes de tan solo dieciocho años de edad vieran estas escenas, Aurora podían percibir como ellas estaban aguantando sus ganas de vomitar y que sus expresiones se revelaran, queriéndose hacer las 'duras'.
'Eran milicianos'… Esa era la única palabra que servía como excusa para evitar la realidad.
Solo Leslie que había leído el informe llevaba una expresión más fría en su rostro.
Aurora siguió adelante avanzado más rápido dejando la zona neutral y dirigiéndose al campamento de las fuerzas del Señor de Mombasa.
En el camino escucharon algunos disparos y explosiones que provenían desde el noreste en donde el conflicto se estaba desarrollando.
Se encontraron con algunos edificios derrumbados, vehículos blindados destruidos y marcas de batalla que dejaban en evidencia el duro enfrentamiento que se desarrollaba.
En Nakuru la guerra se realizaba en pequeñas escaramuzas era cierto, pero los combates eran feroces.
Tanto el 'Terror Somalí' como el 'Señor de Mombasa' eran señores de la guerra de Rango S, sin embargo, bajo su mando se encontraban decenas de rangos A y miles de milicianos armados fuertemente.
Sus batallas sin duda serian de una escala diferente a una bestia de bajo rango cuando se usaba armas modernas.
"Alto." Detuvo Aurora de repente.
Ya habían entrado a el área de influencia de las fuerzas del Señor de Mombasa y estaban dirigiéndose por el centro, lejos de los puntos de conflictos fronterizos.
Aun así, que estuviera lejos de los puntos de conflicto no significaba que la seguridad fuera menor.
Aurora miró hacia adelante en donde se encontraba una encrucijada entre edificios y percibió el puesto de seguridad.
Desactivando su sigilo Aurora caminó en dirección a ese puesto de seguridad.
*BANG*
Una bala de advertencia llego a los pies de Aurora y ella solo levantó la mirada.
Pudo sentir que su grupo estaba tenso y se había preparado en caso de que el combate comenzara, pero Aurora mantuvo su mirada en el frente.
"¡Vengo a hablar con su jefe debido a que robaron nuestros camiones!" Dijo Aurora en voz alta identificando a los soldados que estaban ocultos en el edificio.
Con sus sentidos agudos pudo sentir la presencia de diez soldados armados y a pesar de que era un número elevado, no había nada notable en ellos.
No eran usuarios de habilidades o si lo eran, entonces eran demasiado débiles y fáciles de detectar.
"…" Nadie respondió a sus palabras.
Había dejado en claro que ellos 'robaron' sus camiones, y si bien tales palabras podían causar problemas, ellos fueron lo que empezaron.
A pesar de su juventud, Aurora había estado en áfrica por cinco años y había visto señores de la guerra levantarse y también caer, cuando cruzaron una línea que no debían cruzar.
Ella no iba a ser fácilmente intimidada y había venido preparada.
"¡Alto el fuego!" Ordenó un soldado con un uniforme militar mejor arreglado y señaló a otros que lo siguieran para acercarse.
En grupo se adelantaron hacia Aurora con sus armas en la mano.
Las expresiones de los soldados eran de superioridad tal vez por la edad de Aurora y por sus acompañantes que todos eran jovencitas agradables a la vista.
"Soy la encargada del grupo de refugiados y dueña de los camiones. Espero que me lleven a hablar con su superior." Dijo Aurora con una expresión seria mientras dejaba ver un poco de su fuerza.
Usando un método para crear una 'presión' que daba una advertencia instintiva a su contraparte de que ella era peligrosa… Eso era un buen método para atraer la agresividad de bestias salvajes y poderosas, pero también era útil al intimidar.
Los soldados pusieron expresiones tensas al sentir que era un Rango A y apretaron más sus armas.
Sus armas eran bastante viejas y no producirían ningún daño en alguien como Aurora que era una fuerte luchadora, añadiendo las barreras del equipamiento, su grupo no saldría herido para nada.
"Vamos. La llevaré al campamento militar." Respondió el capitán del grupo dando una señal para que cinco soldados lo siguieran.
Clémentine, Leslie y Érica se acercaron junto a Alice rodeando a Aurora.
Volvieron a caminar esta vez rodeada por seis soldados con expresiones tensas mientras mantenían sus armas en la mano dispuestos a disparar si algo sucedía.
"Relájense. Las expresiones tensas dejan ver su ansiedad." Señaló Aurora mirando a su grupo que estaba igual de tenso que los soldados.
Todavía no habían tenido una batalla a muerte con otra persona, su tensión venía del hecho de que podrían terminar matando a alguien si ocurría un enfrentamiento.
Si bien en sus misiones diarias se enfrentaron a algunos cazadores ilegales y los detuvieron, todos tenían métodos de sometimiento.
Esas situaciones también podrían haberse vuelto preocupantes y peligrosas si alguna eventualidad sucedía, nadie le estaba quitando importancia al asunto.
Siempre en una batalla de vida o muerte, lo último que se debía pensar era en someter al otro y menos cuando la batalla estaba igualada y no daba tiempo para pensar en otro asunto que ganar.
Aquel cuya fuerza era superior, era el único que podía darse el lujo de dudar y decidir si luchar a muerte o someter a su oponente.
"Tienen que ser más como Alice." Agregó Aurora mirando a su amiga que tomó la retaguardia mientras comía algunas papitas de su bolsa.
Esa indiferencia hacia aquellos que la rodeaban, hizo que la miraran incrédulos, ya que era demasiado extraña y no concordaba con la atmósfera tensa que ambos grupos estaban creando.
"Creo que eso es imposible." Murmuró Leslie bajando sus brazos que estaban preparados para desenfundar su pistola.
Llevaba su armadura de combate y ella era unas de las que más llamaba la atención a causa de su poderosa y lujosa armadura.
Ante la respuesta tan sincera de Leslie, Aurora dio una suave sonrisa.
Sí, era imposible compararse a Alice e imitar su indiferencia a lo que la rodeaba.
Sin embargo, no era despreocupación, orgullo o poca cautela, para Aurora, Alice tenía la capacidad para actuar indiferente en esa situación.
Dirigiéndose hacia al campamento militar se encontraron con algunos vehículos blindados en movimiento y pequeños grupos de soldados junto a algunos usuarios de habilidades.
También parecía que algunos milicianos locales se habían unido, ya que se encontraban en este lugar.
El campamento fue establecido en una iglesia con un gran patio en la que se encontraban los vehículos blindados y otras instalaciones.
Tomaron edificios de los alrededores y establecieron diferentes áreas como su campamento.
Ellos también tenían una sección en donde trataban con los ciudadanos de Nakuru dando suministros diarios.
El número de soldados empezó a aumentar a su alrededor cuando el capitán que los acompañaba empezó a hablar con otros capitanes.
De soldados comunes cambiaron a usuarios de habilidades de Rango C con algunos capitanes de Rango B.
Un soldado fue a informar al interior de la iglesia mientras que a Aurora la trajeron al medio del patio rodeado de vehículos blindados.
Gran parte de esos vehículos eran tanques ligeros y transportes blindados pesados con algunos tanques pesados, pero todos tenían diseños de antes del 'Gran Cataclismo' y quizás antes del siglo XXI.
No había ningún tanque moderno combinado con energía mágica y aunque Aurora no era alguien con un profundo conocimiento en esa área, sabía que incluso su vehículo de ingeniero tenía un blindaje más resistente que estos tanques.
Mientras algunos soldados miraban desde lejos rodeando al grupo, y otros se subían a sus vehículos blindados preparándose, sin embargo, Aurora se mantuvo firme mirando hacia adelante sin cambiar su expresión.
—Se están moviendo.
Su sistema le informó de inmediato, y Aurora notó como algunos cañones le apuntaban logrando que Clémentine, Érica y Leslie pusieran expresiones tensas.
Aurora mantuvo su mirada en la persona que había ordenado ese movimiento y que estaba saliendo de la iglesia.
Aziz Sinaceur, un hombre en sus cincuenta años.
Antes fue un jefe miliciano que se unió el Señor de Mombasa, pero debido a que era demasiado arrogante fue enviado a Nakuru para que se encargara de la ciudad.
Una misión con una importancia media… Aurora había leído informes de él antes de venir aquí y también había leído todo su historial que Liam había conseguido para ella.
"¿Entonces la 'Protectora de Zerzura' es solo una 'niña'?" Preguntó el hombre con un tono despectivo.
Aurora no se sorprendió de que fuera reconocida.
La primera razón de eso era que había leído un informe sobre ella que provenía de los altos mandos del 'Señor de Mombasa', que dejaban en claro que debían dejarla pasar y no intervenir.
Algo que no cumplió.
"Quiero que me devuelvan los camiones que robaron." Dijo Aurora ignorando completamente al hombre.
La mirada Aziz cambio y se volvió seria.
"Aquí no estamos en Zerzura, ¡esto es Kenia!" Exclamó Aziz con una voz elevada logrando que más tanques apuntaran sus armas al pequeño grupo que estaba en el centro y golpeándose el pecho, declaró. "¡En este lugar yo soy el líder!"
Aurora suspiró para sus adentros.
La orden de 'requisar' no había provenido del Señor de Mombasa, sino que había sido una iniciativa de Aziz.
Habían tomado cerca de diez camiones que podrían ser usados para distribuir suministros entre el ejército o transportar tropas.
Sería un logro si los obtuviera… Por supuesto, si ella le permitía que obtuviera éxito.
"Alice." Murmuró Aurora y su compañera actuó.
Desde la espalda de esa joven decenas de brazos negros se extendieron por todas partes transformándose en finas lanzas que entraron en los cañones de los tanques mientras que otras protuberancias se dividían apuntando a los soldados.
Su movimiento fue extremadamente rápido y feroz, a la vez que de cierta forma fue aterrador por la multiplicidad de lanzas que salieron de la joven.
Si alguien deseaba moverse podría ser atravesado por una de sus lanzas.
La sombra de Alice se empezó a extender al suelo ocupando el área mientras que otros brazos sobresalían del suelo, preparados para iniciar una sangrienta batalla.
Hasta ahora llevaba cerca de cincuenta brazos que se habían dividido alrededor de cien brazos.
Algunos capitanes de rango B empezaron a sacar sus armas preparándose para el combate y si bien era elogiable su tenacidad, el miedo en sus expresiones y algunos temblores inconscientes a la siniestra vista, dejo en evidencia que estaban asustados.
¿Qué sucedería primero? ¿Un tanque disparando o una lanza adentrándose por el tanque y matando al artillero?
La idea a la muerte, la tensión y sobre todo la indiferencia en la expresión y mirada de Alice, demostró que ella no estaba jugando.
Y Aurora tampoco.
"Esto es Kenia, pero te olvidas de que sigue siendo áfrica." Anunció Aurora mientras de sus puños relámpagos empezaban a crepitar.
Su aura de combate se empezó a asimilar con su propio cuerpo tal como su maestra le había enseñado logrando que con cada paso provocara grietas bajo sus pies.
Ella tuvo poco tiempo para entrenar, no obstante, su cuerpo siempre fue fuerte y a todo eso, su ventaja de velocidad dada por su manejo de espada, le permitió que ahora como luchadora se centrara en la fuerza fisica pura.
Quizás por su cuerpo delgado no lo revelaba, pero su fuerza era sumamente alta era por eso que podía lanzar a un rinoceronte de varias toneladas como si nada.
"Si quieres enfrentarte a mí, entonces lo haré." Dijo Aurora con una expresión solemne mirando a Aziz.
Aziz también era un espadachín de Rango A, sin embargo, Aurora no lo tomo en serio.
Parecía un espadachín que se había dejado estar, tal como ella hizo, solo que peor… Tenía demasiados huecos en su defensa lo cuales Aurora podría aprovechar y ninguno de ellos eran algún tipo de trampa.
Para alguien como Aurora que entrenaba con dos maestros que literalmente la golpeaban durante horas, no se sentía presionada ante ese espadachín.
Ni ante la situación actual.
La expresión de Aziz cambio ante falta de ansiedad de Aurora, pero antes de que pudiera hablar un soldado vino rápidamente.
"Señor. Los superiores se han dado cuenta de la situación actual. Instan a que obedezca las órdenes." Informó el soldado en voz baja.
El soldado habló en voz baja y para su lamento, no lo suficiente como para que los usuarios de habilidades no lo escucharan.
La forma que la expresión de Aziz cambió, mezclando ira por el soldado e impotencia, fue entretenido para Aurora.
"Entreguen los camiones." Ordenó Aziz con un gruñido.
Con eso dicho él entró a la iglesia con una expresión enfurecida.
Sin embargo, fue lo suficiente inteligente como para no continuar más allá de eso.
Todos los señores de la guerra querían imitar al Emperador Sudamericano que logro poner toda América del sur bajo su mando, pero muy pocos tenían su capacidad.
El Emperador Sudamericano no solo era alguien sumamente fuerte, sino que tenía a otros individuos poderosos bajo su mando, desde compañeros hasta aliados inquebrantables.
Pero más allá de eso tenía la suficiente fuerza como para atar a individuos poderosos y que siguieran sus reglas al pie de la letra.
Lo que no sucedía con las fuerzas bajo el mando del 'Señor de Mombasa' y llevo a que los subordinados le causaran problemas con fuerzas neutrales, como lo era Zerzura.
"Gracias, Liam." Murmuró Aurora mientras usaba su sistema de comunicación.
Liam era quien informó a los superiores de Aziz para que ellos pusieran los límites siguiendo el trato que se había aceptado con el 'Señor de Mombasa' respecto a los refugiados.
Esta misión fue preparada por Aurora, sin embargo, públicamente representaba una misión de la Ciudad Zerzura.
"Alice puedes dejarlos." Ordenó Aurora con una sonrisa a su amiga que seguía comiendo papitas rodeada de decenas de brazos negros que se extendía por los alrededores.
Alice obedecía mientras sus brazos se retraían.
Su glotona amiga era indiferente y podía mantenerse como tal debido a sus fuertes capacidades aptas para toda clase de situaciones.
"¿Estará todo bien?" Preguntó Érica con una expresión preocupada.
"Si el idiota se atreve a realizar alguna acción pagara las consecuencias." Respondió Alice agitando su cabeza.
Aurora estuvo de acuerdo.
Aziz debía llevar a cabo las órdenes de los altos mandos y esos altos mandos ya habían aceptado el acuerdo sobre los refugiados.
Si hubiera rechazado las órdenes, Aziz enfrentaría la ira del Señor de Mombasa el cual enfrentaría el rencor de la Ciudad Zerzura y la Empresa Apicius junto a la Iglesia del Tiempo y el Espacio.
Incluso si estuviera lo suficientemente loco para atacar, con Alice encargándose de los tanques los demás no serían un gran problema.
"Si las cosas se complicaban, Akira llegaría rápidamente para apoyarnos." Comentó Aurora con un tono simple.
Aurora no deseaba enfrentarse a las fuerzas del Señor de Mombasa ni reducir sus números, debido a que las fuerzas del general Kavuri podrían moverse como desearan.
Eso no significaba que se dejara pisotear fácilmente.
Tenía la fuerza suficiente para sostener sus decisiones y tenía la voluntad para asumir las consecuencias o perdidas.
"En áfrica parecer débil solo te llevará a la muerte." Añadió Alice con un tono serio.
Aunque exagerada Aurora asintió.
Si se hubiera quedado al margen sin actuar como lo hizo entonces se llevarían diez camiones impidiendo llevar a todos los refugiados que habían aceptado ir con ellos.
Incluso si se buscaba otros camiones, estos camiones habían sido preparados específicamente para el viaje y si se usaba otros vehículos podrían convertirse en una carga en el viaje.
Una carga que seguramente llevaría a muertes de los refugiados.
Ignorando las miradas tensas de los soldados, Aurora se comunicó con los conductores que se habían quedado aquí esperando, quienes se acercaron en unos minutos.
Luego de diez minutos, el grupo viajó de vuelta en los diferentes camiones sin más contratiempo y empezaron a volver a la zona neutral, siguiendo la ruta disponible.
Algunas calles no podían permitir el viaje de los vehículos, así que tuvieron que seguir calle principal pasando por parte de la zona de conflicto.
Estos camiones tenían un escudo capaz de soportar algunos ataques, era por eso que Aziz los había 'requisado' conociendo las consecuencias posibles de sus acciones… El beneficio de tener estos camiones era sustancial.
*BOOM*
Cuando se adentraron a la zona central se escuchó un sonido explosivo desde una calle cercana, y las expresiones del grupo cambiaron.
"Siga…"
"¡Ayuda!"
Un grito de ayuda a lo lejos interrumpió a Aurora y su mirada se dirigió de inmediato hacia dónde provino ese grito.
"¡Voy a bajar!" Avisó Aurora abriendo la puerta y saltando de inmediato del camión en movimiento.
Alice que hace un momento antes estaba con su bolsa de papitas, la siguió de inmediato.
Clémentine fue la siguiente en reaccionar y cuando el camión se detuvo levitó junto a Érica y Leslie siguiendo a Aurora que había empezado entre los escombros de una calle en ruinas.
Sonidos de orugas pesadas fueron escuchadas mientras se acercaron a la zona con Aurora dirigiendo el camino.
Aurora lo primero que notó fue una mujer y su hija corriendo por la calle con desesperación y lo siguiente fue un tanque que atravesó un edificio medio en ruinas persiguiéndolos.
Los informes de las acciones atroces de las tropas del General Kavuri llegaron a la mente de Aurora y ella se movió de inmediato mientras reforzaba su cuerpo saltando a una alta velocidad para alcanzarlos.
Sin embargo, estaba lo suficiente lejos de la familia y el tanque empezó a dirigir su cañón al dúo de madre e hija.
Estaban por dispararle… La expresión de Aurora cambio y reaccionó de inmediato.
Usando la habilidad de su traje de combate se teletransporto en la trayectoria del cañón y…
*BOOM*
Recibió el disparo.