El interior del edificio de centro de mando estaba en silencio.
Los investigadores, científicos, guardias y todas las personas que estuvieron en el interior cuando Kong Tian enloqueció estaban sentados en la sala más grande del edificio.
Shao Ya era una de ellas y ella se movía revisando las condiciones de las personas mientras compartía comida que reunieron.
Fueron tomados de rehén por Kong Tian… Tal idea era sorprendente e inexplicable.
¿Por qué Kong Tian haría algo como eso? No tenía sentido.
¿Algo sucedió en el interior del portal abismal? ¿Alice, Aurora y Akira estaban bien? Shao Ya se mordió los labios por un segundo antes de sentir que alguien le tocaba el hombro.
Al girarse vio a Santiago tan serio como siempre, pero la fuerza y el apoyo que él emanaba era incuestionable.
Como un caballero la estaba protegiendo no solamente de enemigos, sino que también la apoyaba en contra de su ansiedad.
Para ser un hombre poco hablador, sus acciones decían mucho.
"Gracias." Murmuró Shao Ya y mirando a la gente, pidió. "Mantengan la calma. Por ahora seguiremos distribuyendo la comida hasta esperar que todo se solucione."
A diferencia de lo que uno esperaría de estar de rehén tan de repente por un hombre admirado por todos, la gente estaba en calma.
No se trataba de civiles y personas normales, sino que investigadores y miembros de las autoridades, así que tenían cierta resistencia a estos temas.
Fue agradable para Shao, Ya que sentía que le costaría controlar a un grupo inestable y si bien que fuera alguien de la familia Shao ayudaba, la autoridad en momentos de tensión no lo era todo.
"Si nos llega a faltar comida, trataré de hablar con Kong Tian." Dijo Shao Ya y al darse cuenta de que la gente le agradecía mientras estaba más tranquila, se retiró a su esquina.
Santiago la siguió como siempre y ambos se volvieron a sentar mientras Shao Ya miraba a la gente.
Ella también estaba ansiosa por Kong Tian y lo que podría hacer.
No le agradaba ese hombre, ya que lo había conocido múltiples veces antes cuando ella estaba bajo al cuidado de su madre, pero nunca había esperado que hiciera algo como esto.
Y estaba aún más ansiosa al no saber qué había ocurrido con Aurora, Alice y Akira.
Se mencionó que estaban bien antes de que Kong Tian apareciera, pero luego de eso no hubo ninguna noticia y en este momento este lugar no tenía conexión con el exterior.
Kong Tian había sellado todo.
¿Estaban bien? O…
"…"
Shao Ya volvió a sentir la mano de Santiago entrelazada con la de ella dándole fuerza y él le dio una sonrisa suave llena de calma y calidez.
"No te queda esa sonrisa." Murmuró Shao Ya al darse cuenta de que él trataba de copiarle.
Era ella quien daba esa clase de sonrisas y si bien Santiago se veía guapo, lo de él era ser un hombre silencioso y obediente.
"Lo sé. Solo trato de ver si te animaba." Respondió Santiago y acercándose a ella, susurró. "Y no te preocupes por las tres. Tienen más experiencia que nosotros dos juntos."
Al apartarse le dio una rara sonrisa honesta y animada.
Aurora y Alice tenían una experiencia abrumadora y un historial que superaba a expertos de su edad.
Akira se involucró con esas hermanas y desde que viajó a África hace ya tiempo, su historial también tenía una que otras misiones que una adolescente no debería haber hecho.
Preocuparse por ellas que eran más fuertes que ambos parecían no tener sentido, pero…
"Son imprudentes y corren riesgos." Refunfuño Shao Ya logrando que Santiago sonriera aún más.
"Y tú eres una mujer sobre protectora." Replicó Santiago y de inmediato recibió un codazo de ella por tratarla de esa manera.
Aun así, Shao Ya sonrió algo divertida por como ese hombre la animaba y estaba a su lado.
Lo estuvo cuando su madre la llamo para que volviera a la familia y la estaba apoyando en todo momento, siempre estando presente con los brazos abiertos para apoyarla.
Y a pesar de que él era tan agradable, no le exigía nada.
Aceptando que ella tenía obligaciones con su familia, obligaciones que tal vez los separaran y aun con tales obligaciones, él lo aceptaba y la acompañaba.
Ese lado de caballero que iba con ella hasta el final era encantador y aunque a veces le gustaría que él fuera más proactivo, le gustaba de esa manera.
Se enamoró de un caballero…
"¡Basta! ¡Cállate! ¡Cállate! ¡Somos uno!"
La voz de Kong Tian estalló y con esa voz vino una oleada de calor sofocante que provocó que la gente que no eran usuarios de habilidades gimiera de sorpresa.
Shao Ya lanzó un hechizo de magia de curación para reducir la presión del calor en los cuerpos.
"¡Silencio! ¡No! ¡NO! ¡Somos uno!"
La voz se elevó y con ello la presión que Kong Tian emanó y el calor provocó que otros empezaran a palidecer.
Incluso ella sintió que el calor aumentaba cada vez más rápido.
"¡Detente! Hablemos y… ¡Basta!"
Esta vez el aire desapareció de inmediato y a pesar de que ella intentó respirar no pudo hacerlo.
La gente también tuvo dificultades y Oscar se movió usando su escudo para crear una barrera que cubriera a la gente.
Evitó el calor, pero no la falta de aire, y Shao Ya tuvo que lanzar otro hechizo de magia de curación para darle al cuerpo el oxígeno que necesitaba.
No quería que mucha gente usara sus habilidades, ya que no deseaban atraer la atención de Kong Tian, pero la intensidad aumentó y los magos de la sala se movieron.
Un mago de aire lanzó un hechizo que generó aire para todos, mientras que otros se juntaban para instalar una barrera.
Era una barrera que habían planeado en caso de que algo sucediera y resistió la embestida del control de los elementales de Kong Tian.
Aunque la barrera tembló y la fuerza aumentó del otro lado.
"No sobreviviremos si sigue así." Dijo un mago que sostenía la barrera.
En esta sala no estaban ningún rango S, ya que no era donde esos guardias se quedaban y la mayoría eran de rango A.
Soportar, aunque sea el descontrol emocional de un rango SS era imposible para ellos.
Kong Tian estaba enloqueciendo y su falta de control los iba a matar indirectamente.
"Hablaré con él." Dijo Shao Ya y sintiendo la tensión de Santiago, señaló. "Necesitamos que consiga calmarse… O todos moriremos."
Decían que los magos de rango SS podían crear un dominio del elemento que controlaba, pero Kong Tian como un elementalista parecía controlar los elementales en un instante.
Lo que significaba que si enloquecía podía terminar matándolos a todos.
Ella no sabía lo que estaban haciendo las autoridades, pero ella tenía que ayudar a la gente y evitar que murieran.
Santiago le dio una mirada y luego agitó la cabeza mientras se levantaba.
"Eres igual de imprudentes que ellas." Murmuró Santiago cuando ambas salieron de la barrera.
Ese hombre levantó una barrera con su escudo evitando que el descontrol de los elementos los afectara y ambos salieron de la sala, moviéndose por el pasillo hacia la sala de control principal.
"Cálmate… Él nos hizo algo. El director era peligroso. Sí seguimos… Libertad…. No, no, ya somos libre… Libertad…"
En una misma voz se combinaron dos tonos como si fueran dos entidades diferentes y Shao Ya que recibió la mirada de Santiago, se dio cuenta de que la situación parecía grave.
¿Kong Tian tenía personalidades múltiples? Ella había estudiado medicina y tenía un título y si bien las enfermedades mentales no eran su campo principal, había estudiado del tema.
Aquellos que padecían un trastorno de personalidad múltiple podía ser afectados por hechizos y esa personalidad podía obtener conciencia propia.
Los magos de alto rango podían causar tales efectos y en otras medidas la magia demoniaca o el Caos podía hacer lo mismo.
La manera que gritaba 'libertad'… Shao Ya esperaba que él no fuera un adorador de Larzura.
Acercándose mientras escuchaba los gruñidos, ella finalmente abrió la puerta y ambos fueron empujados hacia atrás por el viento del interior.
El fuego surgía, el viento se agitaba y a veces el agua se movía mientras que el suelo se agrietaba y en medio de esa sala ya destruida estaba Kong Tian cerrando los ojos.
Sus facciones cambiaban como si él estuviera en una batalla por el control de su propio cuerpo.
"Kong Tian estás lastimando a los demás." Dijo Shao Ya luego de vacilar por un momento.
Kong Tian abrió sus ojos y una onda de viento involuntario fue lanzado hacia ella y antes de que la tocara, Santiago dio un paso adelante usando su escudo y barrera para protegerlos a ambos.
Fueron empujados, pero ese ataque de rango S pudo ser detenido por Santiago a pesar de que era un rango A.
"No está funcionando. No parará… Lo necesito a él. Él me hizo algo." Murmuró Kong Tian hablando a la nada y mientras se levantaba le dirigió la mirada a ella y agregó. "Ese director está relacionado con Alice… Y tú estás relacionado con esa mujer."
La mirada de ese hombre cambió y Shao Ya supo que estaba apuntando a ella.
El silencio surgió y entonces el ascensor que daba a esta sala funcionó distrayéndolos a ambos.
Segundo a segundo pasó y Shao Ya sintió la presión de estar atrapada con ese lunático cuyos sentidos parecían estar perdidos.
Entonces la puerta del ascensor se abrió y un hombre se reveló desde el interior.
Cabello negro y ojos rojos, los rasgos de ese hombre eran agradables a la vista y nadie podía negar que era guapo.
El traje de marca también resaltaba y más cuando el físico de ese hombre era bastante perfecto.
Sin embargo, lo que destacó no fue los ojos rojos, sino que la sonrisa juguetona que tenía en su rostro.
"¿Me buscabas?" Preguntó el Director Hermes sin ocultar la sonrisa en su rostro.
"Tú…"
Kong Tian abrió los ojos y extendió su mano utilizando un elemental para condensar una mano de aire que atrapó al director y lo atrajo de inmediato.
Shao Ya escuchó el crujir de huesos y vio como Hermes escupía sangre por la fuerza aplastante, pero…
—Vete y llévate a todos de aquí.
Una voz apareció en la mente de Shao Ya y ella de inmediato se movió.
"¡¿Qué me has hecho?!"
Antes de irse vio como Kong Tian golpeaba en contra el suelo al director Hermes mientras le rompía los huesos y vomitaba sangre.
Sin embargo, ella se movió de manera automática y junto a Santiago se dirigió con rapidez a donde estaban con todos los demás.
Entonces, al abrir la puerta y entrar a la barrera, se giró viendo la oscuridad que se formó en la puerta.
"Entren." Ordenó Shao Ya de inmediato a las personas que estaban aturdidas.
La gente estaba aturdida sin saber que sucedía y no reaccionaron ante su orden.
"¡¿Dime que me has hecho?! ¡AHORA!"
El rugido de Kong Tian fue escuchado en esta sala y esta vez no hubo descontrol de los elementales, sino que una onda que movilizó a la gente.
Todos entraron a la puerta de oscuridad que se había abierto, entonces Shao Ya fue la última con Santiago.
Lo ultimó que escuchó fueron los gritos y golpes, pero también escuchó una risa mezclada entre el dolor.
Y todo el grupo salieron afuera del edificio.
"¿Qué sucede? ¿Qué ocurre?" Cuestionó Sun Zhong en voz alta a la gente que aparecía desde la oscuridad.
Sin embargo, la respuesta vino del edificio cuando los elementales finalmente se mostraron.
Fuego, tierra, agua y viento… Shao Ya había visto elementales durante su vida, pero estos eran diferentes.
Eran como mezclas de muchos elementales y diferentes partes atadas entre sí y parecían enloquecidos mientras rodeaban el edificio.
El viento cubrió todo, la tierra surgió para proteger el edificio, bolas de fuego volaron amenazantes y el agua cortaba todo a su paso mientras giraba alrededor del edificio.
Todo junto formaba un tipo de defensa de rango SS que amenazaba a cualquiera que se atreviera a entrar.
Shao Ya recibió la mirada de ese anciano de rango SS y abrió su boca.
"No lo sé…" Respondió en voz baja.
¿Qué acababa de ocurrir? El Director Hermes entró a la sala y toda la atención de Kong Tian fue dirigida a él.
A pesar de que el Hermes se enfrentaba a un rango SS y fue sorprendido, no parecía asustado… Shao Ya todavía recordaba la risa.
Si bien había salido del edificio, podía sentir la tensión en el aire como si algo malo estuviera por suceder.
"¡Abran la barrera! ¡Ahora!" Gritó Sun Zhong.
También comprendió que algo iba a ocurrir, pero a diferencia de lo que todos esperaban, únicamente él y su gente fueron los únicos atacaron.
Mientras que la Luz de Plata y el Gigante de Acero permanecieron al lado de sus hijas y Akira.
Al ver a Aurora, Alice y Akira, Shao Ya sonrió… Sin que nada más importara.