Aurora caminó lentamente por medio de un antiguo castillo, los pasillos eran anchos y altos cerca de cinco metros de altura y tres metros de ancho. El lugar era agradable, con altos ventanales que lograba hacer que la pared brillara con una tonalidad blanca gracias al brillante sol.
En situaciones normales, ella admiraría este elegante palacio, pero en este momento no podía ignorar lo grotesco que era.
En el suelo se encontraban cadáveres de que a primera vista eran humanos, pero si uno se detenía podía notar que el cabello negro de esas personas no era cabello, sino que pequeños tentáculos que se conectaban al cráneo.
Esos tentáculos provenían de las criaturas parasitarias que se camuflaban en el cabello y tomaban el control de las personas, devorando el cerebro el cuerpo hasta que lo único que quedaba era una carcasa vacía.
Aurora continúo caminando, su espada en la mano goteando la sangre de todos aquellos que había asesinado y luego salió por la entrada principal viendo la enorme ciudad que estaba alrededor del palacio.
La ciudad era enorme, más grande que la capital de Beldaría y ella podía ver los cientos de edificios destruidos y los incontables cadáveres que estaban a su paso al igual que los miles de cortes que dividían la tierra extendiéndose por kilómetros.
En algunas partes la destrucción era mayor extendiéndose por varias áreas de la ciudad y más allá dejando ver una pequeña porción de la destrucción que sus combates causo.
En la Tierra al luchar los rangos SS se contenían tratando de evitar la destrucción o usaban zonas de batallas creadas con magia espacial para evitar daño a inocentes, pero aquí no hubo nada de eso.
Aurora llegó a esta ciudad controlada por criaturas parasitarias que formaban parte de los invasores. Estas criaturas eran una de las tantas razas que conformaban lo que las personas de Beldaría llamaban 'Criaturas del Abismo'.
Una categorización que mostraba lo poco que los humanos sobrevivientes de este mundo conocían sobre los invasores.
Esta raza parasitaba humanos y los devoraba alimentándose hasta que no quedaba nada.
Si no fuera porque ella tenía la ayuda de su hermano y Salysia que era una Diosa, ella probablemente no podría haber llegado a esta ciudad y más cuando esas criaturas esclavizaban humanos y lo mantenían como animales para parasitar y luego ocupar sus cuerpos.
Pero quien más ayudó fue otra persona.
"Gracias por la ayuda. Sin ti me estaría preocupando por el tiempo límite." Dijo Aurora mirando el cielo.
No hubo respuesta a su pregunta, pero ella tampoco lo necesitaba.
Aión fue quien hizo posible que ella pudiera centrarse en este mundo y en salvar a las personas y entrenar. Él salvó a toda la gente de este mundo moviendo sus posiciones donde Salysia los esperaba con su gente, pero más importante hizo que ella se centrara en su objetivo sin necesidad de preocuparse por la urgencia de salvar personas, por el tiempo que le tomaría o por la tierra.
Sin la preocupación y la urgencia ella simplemente necesitaba pulir sus habilidades con todos los enemigos de este mundo sin necesidad de preocuparse si le tomaría meses o años.
******
"¡GRrahhh!"
Aurora rugió con locura cuando sintió varias garras atravesando su estómago, pero ella con locura miró a su oponente.
Una criatura humanoide similar a un pájaro, su pico largo trataba de atravesar su carne y las garras de las manos se clavaban en su estómago perforando los órganos.
Las plumas del pelaje verdoso hacia que de su piel brotaran protuberancias que explotaban salpicando acido.
El dolor era enloquecedor y, aun así, ella continuó atacando usando sus puños para golpear el rostro de la criatura.
"GYaa…"
La criatura chilló liberando un humo verde que se extendió por su cuerpo llevando a que más protuberancias surgieran y aun así ella no se detuvo.
Sin importar si perdió la vista a causa del ácido que salpicó cruzando la barrera de su ya destrozada armadura, sin importar si sus órganos internos estaban siendo desgarrados o su cuerpo agonizaba de un dolor insufrible.
Ella continúo golpeando una y otra vez, sin parar por horas.
Su concepto de luchadora que trascendió el limite mortal se alimentaba de las emociones de todos aquellos que esta criatura asesinó, pero fue más allá, alimentándose de las emociones cientos de miles de los millones de humanos que esta raza usaba como alimento.
Ella estaba obteniendo la fuerza de las emociones de esas personas y era esa fuerza lo que mantuvo su conciencia y enfoque, permitiendo que su cuerpo se siguiera regenerando durante horas.
Ella no dejo escapar a la criatura, pero la criatura misma no solamente era resistente, sino que tenía una regeneración que superaba incluso rangos SSS, lo que hizo que ella tuviera que restringirlo mientras continuaba atacándolo.
"GRAAHH!"
Aurora continuo. Quizás hubiera sido más fácil si ella no usaba sus puños y empleaba su espada, pero aquí estaba golpeando a la criatura utilizando cada segundo y minuto para mejorar.
Ella aprendió no solamente como controlar mejor la potencia de su concepto de luchadora de tal forma para mantenerse al límite de lo que podía usar sin destrozar su cuerpo, pero también como manipular su aura de luchadora o incluso como controlar su cuerpo para regenerarse.
Saber cómo mover la energía mágica para fortalecer órganos internos, como mover sus músculos para reducir los ataques y como utilizar su regeneración para hacer que su piel sea más resistente al acido o para evitar que su cuerpo fuera afectada por lo que fuera que estaba causando las protuberancias.
A pesar de que las horas pasaron, ella pudo resistir mejor mientras que su oponente lentamente se debilitaba hasta que ella pudo romperle el pico.
"Oh, Dios…" Y ella le rompió el cráneo antes de que la criatura pudiera pedir a su Dios silenciándolo para siempre.
Ella detuvo su concepto y cuando su cuerpo dejo de recibir la energía que su Caldera Divina le otorgaba por primera vez en mucho tiempo se sintió cansada.
Tan cansada que se movió paso a paso hasta que se dejó caer sobre una pared medio destruida y sintiendo el dolor de su cuerpo, oliendo la sangre y viendo el cadáver de la criatura que acababa de asesinar, una pregunta surgió en su mente.
¿Por qué estaba haciendo esto? Tal pregunta permaneció durante varios segundos mientras la idea de tomar el camino fácil y hacer que un Primordial como Aión o Jezabel resolviera todo apareció.
Y ante tal duda…
"Un poco tarde para esa pregunta." Murmuró Aurora y se rio suavemente mientras recuperaba su estado de ánimo.
Quizás algunos dirían que ella tuvo un momento de debilidad, pero para Aurora era simplemente la prueba de que estaba poniéndose al límite hasta el punto de que su mente no funcionaba correctamente.
Después de todo, si ella se hubiera dejado llevar por esas dudas se hubiera detenido cuando era una niña queriendo ser una heroína o una adolescente dándose cuenta de la crueldad del mundo.
Aurora luego de tomarse quince minutos volvió a levantarse, sabiendo que tenía muchos lugares para ir antes de que sus enemigos empezaran a organizarse y una vez que se organizara, su entrenamiento aumentaría.
******
Aurora estaba en la batalla más difícil que había tenido hasta el momento o al menos la que más difícil debería haber sido y, aun así, ella se encontraba moviéndose con calma para esquivar.
Rodeándola se encontraban seis rangos SSS de diferentes especies lanzando todo tipo de habilidades y ataques, que ella esquivaba.
Ella desvió la espada de un enemigo, luego repelió la magia de demoniaca de otro con su aura blanca y consumió la magia elemental combinada de otro individuo con su aura oscura.
"¡Graaah!"
Un grito vino de repente y a pesar de que no hubo efecto visible, Aurora levantó su mano manifestando su aura blanca para purificar el ataque mental que venía hacia ella.
Antes de moverse, una abominación creada de múltiples cuerpos trató de golpearla y cuando ella estuvo por esquivar, sus dos piernas se mantuvieron en su lugar sin moverse.
"Uggh…"
Ella a último momento utilizo su concepto de luchadora para fortalecer su cuerpo y a la vez forzó la energía mágica por su cuerpo llevando a que las venas de su pierna explotaran cuando la magia de sangre de su oponente fue eliminada.
Y, aun así, el golpe que recibió la tiró a más de quinientos metros golpeando el suelo, los árboles y aterrizó de pie, levantando su espada en preparada para el ataque.
Los seis enemigos no la atacaron. Esas criaturas del abismo, tenían formas tan diferentes como viciosas. Seres humanoides como animales, otros seres corruptos como abominaciones creada de múltiples cuerpos e incluso entre ellos se encontraba una pequeña hada que controlaba la sangre y que la miraba como una maniaca.
Todos ellos eran los últimos rangos SSS que quedaban en este planeta luego de que ella los estuvo eliminando lentamente por meses. En una batalla uno a uno, ella podía vencerlos tomándose horas e incluso días, pero cuando los seis de ellos se juntaron lo único que pudo hacer fue defenderse y estaba haciendo un excelente trabajo en ello.
Al menos hasta ahora…
"Un semidiós..." Murmuró Aurora al ver la séptima criatura que apareció entre el grupo.
Esta criatura era una esfera de carne roja con miles de ojos y de más de diez metros que flotaba en el cielo, mirándola con cada uno de esos ojos.
El aura que ella sentía era de un Semidiós, un aura que presionaba sobre las auras de rangos SSS de los demás y ella a pesar de ver como los ojos rojos de la criatura brillaban, sonrió sin miedo.
"…"
Aurora se puso erguida manifestando de sus manos su espada de aura y ella cerró los ojos y respiró hondo.
A lo lejos sintió el ataque venir, pero lentamente debido a sus sentidos maximizados y como tal ella se enfocó en sí misma.
Para bien o para mal, los Terrícolas como ella no se fortalecían asesinando criaturas y seres vivos y como tal ella no era un rango SSS a pesar de que había estado luchando contra todo tipo de criaturas por más de un año.
Ella seguía siendo un rango SS, al menos si la categorizaban en términos normales y el asunto era que la normalidad no era algo que caracterizara su vida.
Así que ella se centró en su concepto de luchadora, sintiendo las emociones que alimentaban su cuerpo y profundizo aún más hasta que ella pudo ver su interior.
"Oh…"
Su conciencia distante podía percibir el ataque acercándose, pero ella en su mundo interno dio una pequeña exclamación al ver la luz que estaba en su interior y que representaba su concepto.
La luz era una figura pequeña de ella misma de alrededor de diez centímetros. Esa pequeña figura atraía incontables motas de luces que brillaban en todos los colores.
Cada una de esas luces representaban emociones de todo tipo y más allá de la pequeña luz, se encontraba la conexión con la persona que mostró esa emoción.
"Gracias Su Majestad, la Reina y Guardiana de Beldaría…"
Ella al acercarse una inconscientemente pudo escuchar la voz y luego vio una mujer arrodillada y luego los alrededores. Su mente se pareció partir debido a la cantidad abrumadora de información, pero ella se enfocó en la voz y luego vio la capital de Beldaría y una estatua suya donde una mujer estaba agradeciendo dejando flores y luego en los alrededores muchas otras pasaban agradeciendo con un murmullo.
La gratitud se extendió y se multiplicó cuando miles de escenarios se manifestaron al frente de sus ojos. Algunos le agradecían directamente, otros simplemente estaban agradecidos de que las cosas cambiaran, otros respetaban su fuerza, la admiraban e incluso existían personas que la maldecían debido a que sus vidas cambiaron o estaban en prisión debido a su pasado.
Independientemente de la emoción, ella pudo percibir a cada uno de ellos llevando a que su energía mental y su concentración se debilitara en gran medida.
Aurora pudo sentir que ella podía forzarse a continuar y si lo hacia ella podía romper la barrera que la estaba reteniendo en el rango SS, pero también ir más allá del rango SSS al aceptar las emociones totalmente.
"No es suficiente." Murmuró Aurora y en vez de retirarse, se concentró en la figura de ella misma de diez centímetros y cuando la miró, la pequeña figura abrió sus ojos.
Aurora sintió que se miraba a si misma dos veces y ella reconoció lo que estaba al frente suyo. Su concepto de luchadora había superado el límite de lo mortal y se había vuelto divino, tal era lo que ella sabia y ahora estaba viendo la representación de su divinidad.
La pequeña figura se acercó y ambas se unieron, pero Aurora controló a la divinidad y reforzó cada parte de su cuerpo con todas las emociones tanto positivas como negativas y en este momento, ella abrió sus ojos.
Al frente suyo estaba un rayo rojo acercándose lentamente y ella tomando su espada con sus dos manos, movió sus dedos.
Si aprovechaba la divinidad que despertó de su concepto avanzaría a rango SSS e incluso podría manifestar la divinidad similar a los Semidioses.
Justo como el ataque divino que se acercaba a ella que erradicaba el espacio pareciendo desintegrar todo a su paso.
Si avanzaba ella podría convertirse en algún tipo de Dios relacionado a las emociones, pero usar sus emociones no era lo único que ella podía hacer.
Sus ojos se desviaron a su espada, sus dedos apretaban el mango de su espada. No era la espada de entrenamiento o ninguna espada nueva, era una espada de aura pura.
Generalmente esas espadas tomaban los colores del aura que predominaba y ahora por primera vez era diferente. Su espada no solo se solidifico, se manifestó en la realidad.
Un mango metálico de color plateado, sin decoraciones y de la cual se extendía una hoja del mismo color tan liso que ella podía ver su reflejo y al instante sus auras se empezaron a mover por la hoja como líquido.
Ella había estado buscando una espada sin darse cuenta de que siempre podía crear su propia espada.
Ella era un Artista, tal era lo que su maestro le dijo y en cierta forma lo era. Sus emociones, sus deseos y su voluntad daba forma por medio de sus auras, permitiéndole torcer la realidad al usar auras tan extrañas como su aura verde que golpeaba independientemente de la distancia.
Si su emoción y su sola voluntad podía crear tales efectos, entonces… ¿Qué sucedería cuando usaba las emociones de miles de personas para reforzar las suyas?
Aurora miró a su oponente, más allá del ataque que estaba a dos metros desintegrando el suelo y más allá notó la criatura de múltiples ojos y ella continúo observando más allá.
Sus ojos gracias a la divinidad que estaba esgrimiendo pudieron notar la figura sin forma del ser que observaba este mundo. Ella pudo ver la figura borrosa del Dios Invasores que en este momento miraba y ella no solamente le devolvió su mirada, sino que movió su espada.
"…"
Al frente suyo la espada cortó el espacio entre ella y su objetivo sin importar la distancia, drenando toda energía de su cuerpo. Su energía mágica se gastó completamente, su energía mental fue drenada e incluso ella sintió su alma debilitada.
Su ser fue drenado por un ataque que superaba a un mortal.
"Ugh…"
El mundo se volvió a mover a la misma velocidad y Aurora voló cuando una estruendosa explosión la rodeo y si bien el rayo desintegrador no la golpeó debido a que la grieta espacial se interpuso, si fue afectado por el resto del poder.
Por un segundo, ella perdió la consciencia y al instante sintió como golpeaba algo suave al caer y entonces el resultado de su ataque se mostró.
"HAAAAAAAAAAAA!"
Un grito lleno de locura y dolor se extendió por todas partes y Aurora sintió como su mente se desorientaba antes de que una barrera de fuego la cubriera.
"Esa es mi hermanita."
Una voz se escuchó a su lado y Aurora ignorando el dolor de su cuerpo se levantó viendo primero a su hermano que estaba al lado suya.
Karl llevaba su túnica de color gris y Aurora vio la sonrisa llena de orgullo en su rostro y sus ojos fijos en la lejanía.
Aurora siguió su mirada y…
"Es… Un Dragón."
Ella describió lo que estaba viendo por la grieta que ella había creado. Una criatura larga y serpentina de más de cien metros y de escamas negras que se extendían por todo su cuerpo.
Entre las escamas se notaban protuberancias y ahora muchas de ellas explotaban liberando liquido negro que caía en la realidad corrompiendo el suelo y creando abominaciones de toda clase.
El Dios de las Abominaciones, tal era el título que Aurora había oído durante su tiempo aquí y ese era el nombre del Dios Invasor. A pesar de haber oído del título, ella no esperaba que ese Dios fuera un dragón.
Y tampoco esperaba que su corte golpear creando una gruesa herida de más de veinte metros en el gigantesco cuerpo del dragón.
"Oh, está enojado. ¿Es por qué un mortal lo hirió o es porque tu poder mantiene la herida abierta?" Preguntó su hermano con una risa divertida y mirándola, le dio la mano y cuando ella lo tomó y se levantó, comentó. "Felicidades. Ahí tienes tu manera para asesinar a dioses."
"Creo que necesito realizar más cortes que ese para asesinarlo y no creo que tenga la energía ahora." Murmuró Aurora sintiendo su cuerpo débil y viendo al Dios que trataba de descender, miró a su hermano y le dio una palmada en la espalda. "Ahora es el turno de mi hermano mayor de mostrarme lo que es capaz."
Ella ya mostró lo que era capaz de hacer esgrimiendo un poder que lastimaba dioses y su comentario fue dado en cierta broma, revelando lo animada que estaba a pesar de su cansancio.
"Me parece bien." Karl respondió y sonriendo, chasqueó sus dedos.
Aurora al segundo siguiente estaba mirando a un kilómetro de distancia desde una montaña que ella no recordaba que existía.
Al mirar más de cerca vio a una pequeña niña de cabello rubio mirando sentada alrededor de una mesa con varias tazas de té. Su mirada se fijaba en el Dios que trataba de debilitar la barrera dimensional de este mundo para poder descender.
"Felicidades." Dijo Jezabel al mirarla.
"Es una pena que no haya ascendido." Murmuró Aurora debido al cansancio.
"Los rangos son categorías para mortales." Respondió Jezabel y cuando Aurora trato de decir que ella seguía siendo una humana mortal, le sonrió. "Estas cada vez más lejos de ser una mortal."
Aurora no intento negarlo. Categorizarse como un rango SS era erróneo a pesar de que ella sabía que no cruzo esa barrera y la razón era simple, en términos de fuerza ella podía usar su divinidad para atraer las emociones y fortalecer su cuerpo mientras que podría realizar ataques que podían dañar a dioses.
Y los mortales no pueden herir a dioses… Aurora pensó y viendo la figura del dragón partirse a la mitad y cruzar la grieta para descender con un clon, ella supo que tampoco los mortales podían ver a un Dios directamente sin verse afectado.
"¿Envió un clon?" Dudó Aurora al sentarse en la silla mirando como el Dios descendía.
"Clon, conciencia, manifestación o como quieras llamarlo. Es inútil. Si no viene él mismo no será suficiente." Respondió Jezabel y sin ocultar su disgusto, añadió. "Incluso si eso es una porción de mi amado. Sigue siendo mi amado."
Aurora miró a su hermano y ese hombre frente al descenso de un Dios sonrió y al instante siguiente miles de clones de sí mismo aparecieron.
Un bastón largo en el cual en la punta tenía una mano que sostenía una esfera apareció en la mano de cada clon y todos ellos apuntaron a la figura oscura que estaba descendiendo a este mundo.
"…"
Aurora recibió como la energía mágica en su forma más pura se generaba en cada bastón y luego salió disparado conformando una línea de color azul tan pura que iluminaba los alrededores.
La Magia Arcana que su hermano usaba se trataba de energía mágica que en su forma más pura y en cantidades inhumanas, podían herir a dioses.
"HAAHHHHHHHRRAAA!"
El descenso del clon del Dios de las Abominaciones fue desgarrado por el ataque antes de que pudiera manifestarse. Jezabel movió su mano y el enloquecido Dios que fue herido por la pérdida de su clon, descendió cuando la barrera de este mundo se debilitó lo suficiente.
Su sola presencia creó incontables monstruos y abominaciones mientras que miles de criaturas de toda clase eran teletransportados a su lado.
¿Se trataba de todos los seres que quedaban sirviendo a este dios en este mundo? Tal hechizo de categoría planetaria fue realizado sin esfuerzo.
Y al otro lado, su hermano que era el único que quedaba a causa de que los clones gastaron la energía de los núcleos que le daban fuerza, simplemente golpeó el bastón en el suelo.
"Un invocador no tiene miedo a los números." Murmuró Jezabel y sonrió al ver la figura que parecía imperturbable ante el descenso de un dios.
Y Aurora al instante supo la razón. Detrás de Karl, una nube oscura cubrió más de diez kilómetros y distintos seres empezaron a aparecer.
Desde la tierra cientos de miles de soldados no-muertos y toda clase de criaturas aparecieron. Animales y bestias de toda clase, pero también seres y razas que ella jamás había visto.
"GRAHHH!"
"GRAA!"
"GYAA!"
Entonces desde el cielo rugidos y chillidos se mezclaron cuando figuras gigantescas se revelaron y entre ellas, Aurora reconoció a la gigantesca criatura de escamas rojas que rugió liberando su aliento de fuego y revelando el aura de una Semidiosa.
"Si esa es Melorrill. Mi amado se la regaló a la tía de Cithrel y esta ultima la dejo en el imperio." Dijo Jezabel leyendo su mente y con una sonrisa, añadió. "Si miras al suelo veras a Xezor. Normalmente en el Imperio Falion es un tipo tranquilo, pero hoy veras porque lo llaman el Exterminador."
Xezor estaba entre los primeros invocados en el suelo y detrás suyo una legión imparable de no-muertos y horrores cadavéricos lo seguían. Aquel no-muerto que viajo a la tierra para ayudar, ahora estaba revelando un aura de muerte que causaría que cualquier terrícola pensara que era la muerte misma.
Aurora simplemente sonrió al ver la cantidad de individuos que aparecían. No era tan ingenua para pensar que todos venían por su propia voluntad, con solo mirar lo furiosa que estaba Melorrill estuvo claro que fue forzada.
Su hermano no era una buena persona. Nunca lo fue. No obstante, Aurora no iba a negar que estaba aliviada de que él estuviera a su lado en vez de en contra.
"No me gusta esa idea." Dijo Jezabel de repente mirándola directamente.
La pequeña niña revelaba llamas en sus ojos quizás dándose cuenta de la idea que apareció en su mente de repente.
"¿Pensé que no te agradaba ya que era un 'clon'? No pasa nada malo si él se va, ¿cierto?" Preguntó Aurora y sintió como la temperatura aumentaba.
Aurora no desvió la mirada de la pequeña cuyo rechazo a sus pensamientos empezaba a mostrarse y ella continuo.
La mujer que estaba al frente de ella era un 'clon', una porción de la conciencia de la real y trataba a su hermano que también era un clon con una porción del alma del original como falso y Aurora no pudo entenderlo.
¿Todos los Primordiales eran así? ¿Teniendo conciencias que actuaban diferente y tenían diferentes personalidades?
Ella supo que no era cierto.
"Él es tan real como tú." Dijo Aurora y se volvió a levantar y condensó su aura formando una espada.
Esta vez no la manifestó como una espada real debido al cansancio, pero esto era suficiente.
Dándole una mirada a la pequeña niña, Aurora agitó la cabeza y saltó en lo alto para dirigirse al campo de batalla.
Su último pensamiento fue…
"Son tan humanos…"
Los Primordiales a pesar de que eran todo poderosos parecían tan humanos con sus defectos, errores e ideas tan extrañas.
Al fin de cuenta, todos los clones eran la misma persona para Aurora.