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nos volveremos a ver

PUNTO DE VISTA DE ELEANOR LEYWIN

Durante los últimos dos días he estado más que feliz de conocer más a Aleph, quien, debido a su condición, se quedó en la mansión por un tiempo, y gracias a eso pude conocerlo mejor, aunque al principio pensé que no le gustaba socializar, debido a que era muy reservado con mi familia.

Pero conmigo hablaba más y estaba dispuesto a contarme cualquier cosa que le preguntara, por lo que fue un buen avance.

"Es una pena que tengas que irte, Aleph, pero espero que podamos vernos nuevamente", diría mi madre a Aleph, quien se iría de la mansión después de recuperarse de sus lesiones, algo que, para bien o para mal, me ponía un poco triste, ya que quería pasar más tiempo con él.

"Gracias por su hospitalidad, señora Alice, en verdad fue agradable conocerla", diría Aleph con un tono tan respetuoso hacia mi madre que fácilmente podría compararse con alguien que habla con el mismísimo rey.

Pero cuando estaba a punto de decir algo, mi madre se me adelantó.

"Aunque hay una persona que te quisiera seguir viendo", diría mi madre mientras me miraba con una sonrisa burlona, y pude oír cómo Lilia y la tía Tabitha se comenzaban a reír, mientras que yo estaba hecha un tomate por la vergüenza.

"Mamá", grité mientras luchaba por mantenerme tranquila. Cuando él habló, aliviando mis nervios, dijo:

"Sería un placer, siempre y cuando usted y Eleanor no tengan ningún problema".

Diría Aleph mientras me sonreía tan amigablemente antes de retirarse, y pude ver cómo el pequeño bebé lobo se despedía con su pequeña patita mientras se sentaba en el hombro de su dueño.

Mientras eso pasaba, sentiría un amargo sentimiento en mi pecho, casi como si hubiera vivido toda mi vida sin saber que me faltaba algo, y ahora que lo tengo, lo dejo ir otra vez. Era extraño, por decirlo de alguna manera, pero mientras pensaba en lo raro que se sentía, mi madre no tardaría en molestarme.

"Entonces, ¿dime, te gusta Aleph?", pregunto mi madre entre susurros para evitar que mi padre y hermano oyeran, ya que probablemente harían una escena.

Pero más importante, no sabía, ni siquiera yo sabía la respuesta, ya que no creía que alguien se pudiera enamorar a primera vista. ¿Verdad?

"Mmm, por supuesto que no, solo es mi primer amigo", dije mientras empleaba una retirada estratégica para evitar más burlas de mi madre. Pero mientras esquivaba a mi hermano y padre, quienes trataban de decir algo sobre que soy muy pequeña y no sé qué más, pero yo solo quería ir a mi habitación para poder pensar en todo lo sucedido y lo extrañamente familiar que era con mi sueño.

Después de llegar a mi habitación y de cerrarles la puerta en la cara a mi hermano y padre, me acostaría en uno de los sillones para dormir un poco, ya que eran cerca de las 7 de la tarde, pero extrañamente no pude dormir a pesar de estar cansada y todo, debido a esa sensación de haber perdido algo que no había tenido hace tanto.

Mientras pensaba esto, inconscientemente crearía una esfera de maná en la palma de mi mano, la cual era más brillante de lo normal, algo que, según mi hermano, no era normal. Pero decidido a que Arthur puede usar los cuatro elementos, pasé desapercibida, aunque algo me dice que puedo hacer lo que yo quiera con esto. Algo como lo que Aleph pisó en el callejón con esa cosa oscura, pero con una naturaleza diferente, algo más brillante.

"Como sea, solo espero poder verlo otra vez", dije para mí misma mientras veía el techo de mi habitación, a la espera de dormirme para soñar nuevamente.

PUNTO DE VISTA DE ALEPH VEREOTI

Cerca de tres horas habían pasado desde que abandoné la mansión del señor Vincent, y nada más salir de la ciudad, me dirigí al norte de Sapín para eliminar a una plaga.

'Papá, ya estamos cerca', diría Hades, quien estaba en su forma de lobo para que yo pudiera montarlo y llegar rápido, ya que él era muy veloz, demasiado a mi parecer.

'Ya veo, prepárate', dije mientras nos deteníamos a unos 100 metros de distancia del pueblo que el sujeto había mencionado, para poder examinar la situación. Pero, para mi sorpresa, el pueblo estaba algo descuidado, lo cual Hades notaria.

'Mmm, el lugar está bastante mal. Tal vez sea culpa de los traficantes', murmuró Hades mientras nos envolvía en una neblina de oscuridad para poder movernos sin que nos detectaran y usar magia al mismo tiempo. Pero mientras hacía esto, pude notar alrededor de 6 firmas de maná, las cuales se encontraban juntas en un edificio que se hallaba en el centro del pueblo, por lo que podría decirse que ahí es donde se encontraba Sebastián.

Gracias a la neblina oscura que era creada por mi oscuridad, fácilmente podría moverme usando maná sin ser detectado por los magos, por lo que, en cuestión de un minuto, ya me encontraba a un edificio de distancia de mi objetivo.

'Papá, hay cerca de 30 hombres alrededor de aquí, pero no son magos, por lo que no deberían ser ningún problema', me advirtió el pequeño lobo, por lo que comencé a crear 10 caballeros de magma para que protegieran a los civiles que pudieran salir lastimados, mientras Hades y yo nos dirigíamos hacia el edificio.

Pero antes de entrar, envolvería mi cara en una capa de tierra para ocultar mi identidad, ya que tenía planeado hacer algo, y si resultaba, sería molesto que conocieran mi cara. Por lo que una vez esto hecho, activaría la sangre viltra. Pero esta vez solo la sangre de hierro, y con una púa metálica derribaría la puerta de golpe.

'¿Qué carajos?', gritó uno de los hombres ante el repentino estruendo, solo para segundos después, una ráfaga de viento disiparía el polvo que había provocado, por lo que intuí que uno de los magos tenía afinidad al aire.

'Buenas noches, caballero', dije, con mis ojos ardientes que brillaban de un rojo carmesí.

'¿Quién es Sebastián?', ante mi pregunta, un anciano de cabello gris largo y que vestía una túnica roja dio un paso atrás, mientras que los otros cinco hombres se ponían enfrente de manera protectora, lo que contestó mi pregunta sin que tuvieran que contestarla.

'Todos pueden irse, a excepción del anciano, o pueden quedar y morir, no me importa', dije, pero mi propuesta fue rechazada cuando múltiples hechizos de viento y agua chocaron contra las espinas metálicas que saldrían de mi sombra en mi defensa.

Por lo que, sin querer alargar la situación, con un simple chasquido de dedos, el suelo a mi alrededor se agrietaría en roca fundida, de la cual saldrían 30 caballeros de magma para que se encargaran de los 30 hombres que estaban a mi espalda, listos para atacarme.

'¿Quieres que los ayude, papá?', preguntó Hades, pero rápidamente lo detuve, ya que mis caballeros eran casi tan fuertes como un núcleo negro.

Por lo que un no mago no sería problema, pero, por otro lado, los magos que se encontraban enfrente de mí eran núcleos rojos, estables y naranjas claro, a excepción del anciano, quien era amarillo intermedio.

'¡Cuidado, es un mago!.'

gritó uno de los hombres que estaban enfrente de mí.

'¿Cómo es posible que tenga tanto maná si solo es un núcleo naranja claro?.'

Murmuró el conjurador del grupo, sorprendido por la cantidad de soldados. Aunque, en términos generales, esto era gracias a mis anillos de maná, ya que, de lo contrario, un núcleo naranja nunca podría crear esa cantidad de caballeros y, sobre todo, de esa calidad.

Pero antes de que la situación pudiera alargarse y poner en peligro a todos los civiles, usando una gran cantidad de maná de mi núcleo, múltiples puas saldrían de mi sombra en dirección a los cinco magos, los cuales, sin tiempo a reaccionar, serían atravesados limpiamente, dejando un charco de sangre tibia esparcida por el suelo. Esto haría que Sebastián quedara con los ojos bien abiertos, ya que, por lo que investigué, esta magia viltra era única, al menos por el momento; lo que sería una carta a mi favor en futuras peleas.

'¿Quién eres?' preguntarás, Sebastián, mientras levantabas su bastón, el cual comenzaría a brillar de un rojo tenue, y el maná de fuego se comenzaba a acumular, señal de que era un conjurador de elemento fuego. Pero, sin siquiera darle la oportunidad de atacar, unas espinas saldrían de mi sombra en dirección al bastón, destruyéndolo. Ante esta acción, el viejo comenzaría a retroceder por el miedo, pero extrañamente no tenía ganas de torturarlo debido al buen humor que tenía por haber convivido con Eleanor durante dos días.

'Tienes suerte, anciano,' dije con una sonrisa.

'Q~ qué,' dijo confundido por mi repentino comentario, pero antes de que pudiera decir algo, su cabeza sería perforada por una púa metálica, matándolo al instante y dejando un charco de sangre.

'Jeje, mamá tiene mucha influencia de ti, ¿verdad?' Se burlaría el pequeño ante mi repentino cambio de actitud, pero tenía razón: me sentía demasiado feliz como para arruinar ese sentimiento torturando a esta basura, por lo que lo maté rápida y limpiamente.

'Bueno, digamos que su luz apacigua la oscuridad de mi alma,' respondí mientras sellaba la magia viltra para sacar mi magia de oscuridad con la cual comenzaría a consumir el núcleo de Sebastián, ya que su afinidad era el fuego y me serviría. Por otra parte, los otros cuerpos me eran inútiles, por lo que Max procedería a comérselos para absorber su maná y fortalecerse.

Mientras esto pasaba, pude sentir cómo los caballeros de magma se habían quedado inmóviles, en señal de que habían acabado con todos los hombres que se encontraban afuera, por lo que una vez terminara de absorber la afinidad volvería a sellar mi magia de oscuridad para sacar la magia viltra, pero para ser más específico, el fuego del alma, el cual usaría para deshacerme de los cuerpos sin dejar una sola ceniza y así evitar problemas futuros.

'Bueno, creo que es todo,' dije mientras comenzábamos a revisar las pertenencias del grupo de traficantes en busca de algo útil.

'Papá, una pregunta,' diría Hades mientras se posaba en mi hombro en su forma de cachorro. '¿Iremos a visitar a mamá otra vez?' preguntaría Hades, llamando mi atención por completo, ya que tenía que hacer que dejara de llamar mamá a Eleanor, pero, debido a que se lo había permitido durante mucho tiempo, no creía poder convencerlo.

'Por supuesto que sí,' respondí. 'Pero aún tenemos mucho que hacer, por lo que no te desesperes.' Dije mientras encontraba uno que otro núcleo de bestia y un diario, el cual tenía información bastante importante que retrasaría un poco mi regreso a Elenoir, pero era algo que debía hacer. Pero mientras pensaba en lo tedioso del asunto, la cara sonriente de Eleanor vino a mi mente y no pude evitar sonreír, ya que en verdad me gustaba tenerla cerca.

'Nos volveremos a ver,' pensé mientras salía del edificio rumbo a las catacumbas para liberar a los esclavos que se encontraban ahí.