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Capítulo 6: Un cuento de camino a la cima

La gran cordillera de las bestias es un lugar en donde sólo los guerreros más poderosos o los seres mas tontos del mundo osarian escalar para probar su valía. Figuras historicas como Zagemaru Clamaluz, el progenitor del clan Blackwind o el legendario primer maestro de la familia Windfury son algunos de los que han podido escalar triunfantes aquel monstruoso lugar y vivir para contarlo.

Son tan pocas las personas que llegan a la cima y regresan que podrías contarlos con los dedos, sin embargo, no siempre fue una gran cadena de montañas, solia ser solo una pequeña cordillera con una gran montaña en el centro. Algunas personas menos experimentadas creyeron que con un grupo grande de fuerzas mediocres podrian escalar la montaña. Pensamientos y lideres como estos hicieron que incontables vidas se perdieran al escalar a causa de las bestias que ahi residían, haciendo que en lugar de diezmarlos, se reprodujeran a tal grado que las bestias demoniacas mas debiles salieran a vivir afuera de las montañas.

La cantidad de bestias fue tan grande que la comida se agotó en los alrededores de la cordillera y cuando eso sucedió, las bestias debian buscar comida en otros sitios, moviéndose en grandes cantidades hacia los 4 grandes reinos, los cuales tenian sus limites colisionando con los alrededores de la cadena de montañas.

Las bestias demoniacas llegaron en oleadas gigantes asediando a los paises. Las naciones estaban llenas de desconcierto por tal repentino acontecimiento. Sin embargo, el emperador Cyclus I, del imperio de Cyclus al sur y la reina inmortal, Natsumi, del Reino Kibo en el norte lograron detener las oleadas a sus respectivas tierras debido a su gran poder militar y estrategia. Aun con esto, ninguno de los dos reinos logró evitar una cantidad gigante de bajas, pero nada comparado con las naciones de Radiux al oeste y Ebony-Lonn al este. Estos dos paises fueron purgados casi en su totalidad si no fuera por la ayuda de individuos poderosos residentes en esos paises, los cuales dieron su vida para salvaguardar a parte de su gente.

Los sobrevivientes fueron a probar suerte y buscar refugio a los paises vecinos que no fueron tan afectados. Ambos reinos recibieron a los damnificados, pero el emperador de Cyclus quiso aprovechar esa oportunidad para ampliar su dominio, asi que él envio hombres para intentar ocupar las tierras que habian quedado desoladas por el ataque.

Al enterarse de esto, la reina inmortal se dirigió a la frontera entre la cordillera y el imperio acompañada de sus magos más poderosos y sus generales. La guardia imperial luchó una feroz batalla contra los generales de Kibo, peleando en igualdad de condiciones, dandole el tiempo suficiente a los magos de Kibo para invocar una poderosa magia que levantó el terreno a grandes alturas, creando una barrera natural de montañas para evitar el paso del imperio a gran parte de las tierras del este y oeste, de esta manera protegiendo parte del que alguna vez fue el hogar de aquellas desafortunadas personas de ser profanado por la codicia del gobernante vecino.

Después de esto, la misteriosa reina tan solo dejó unas palabras de advertencia a los enviados de emperador que ya se retiraban, diciendo:

"Diganle a su emperador que el dia en que su ejército cruce esta frontera, no espere que sus hombres regresen. Pero que tema más el dia en que la cruce el mio, por que no quedará nada, carbonizaré todo a mi paso."

A pesar de haber dejado aquellas palabras casi como una declaración de guerra, ambos paises permanecieron sin cruzar la frontera debido a un solo motivo y es que las bestias esparcidas fueron lideradas por una persona hacia la cordillera y estas se quedaron a residir ahí.

Algunos centuriones de Cyclus trataron de cruzar por la frontera con sus soldados, sin embargo, muchos de ellos morian incluso antes de llegar a la mitad de los picos mas bajos debido a la gran cantidad de bestias. Con el paso del tiempo, Cyclus declinó en intentar cruzar, ya que sus ejercitos llegarían diezmados a su destino y perecerian ante un poderoso rival con sus fuerzas completas.

Se dice que aquel hombre que guió a las bestias en ese entonces reside en la cima del pico más alto de la gran cordillera de las bestias y que aquel que llegue a la cima será iluminado por este mismo.

—Y bueno, eso es lo que dicen.

—¿De verdad creen en eso? ¿Quién vendría a ver a alguien que probablemente ya esta muerto?

—¿La monarca de Kibö en ese entonces dijo eso?

Soren, Alaric y Kyla respectivamente hablaban de una historia, específicamente una de cuando los reinos de Kibō y el Imperio de Cyclus comenzaron su gran rivalidad milenaria entre los emperadores y la monarca del reino costero norte.

Ya habían pasado cerca de dos días desde que comenzamos a escalar cuesta arriba, teniendo algunas pocas paradas para descansar. Sin embargo, ellos parecían un poco demacrados debido a la subida constante y la cantidad de batallas (Aunque solo huyeron) asi como el camino que tuvieron que recorrer en muy poco tiempo con muy poco descanso.

En lo personal yo no necesitaba descansar ni un poco, pero al ver que ellos estaban en tan malas condiciones decidí que debería dejarlos descansar un poco más para no parecer un completo villano o un monstruo o algo como eso. Así que simplemente busqué una pequeña caverna y procedí a limpiarla de sus antiguos inquilinos, ellos parecían algo molestos, pero al final lo entendieron y se fueron después de decirles algunas amables palabras. Luego de eso traje a todo el grupo hacia aquí.

En cuanto les dije que era un lugar seguro para dormir, ellos simplemente se tiraron al suelo y comenzaron a roncar con suma felicidad ya que también les mencioné que podrían dormir un poco más de lo normal, es decir, unas 6 horas y media.

Por alguna razón, como a la mitad de la noche, después de que solo habían pasado unas cinco horas y media, Alaric y compañía se despertaron un poco alertados, similar a soldados veteranos al terminar la guerra y volver a su hogar, generalmente los dejaba dormir unas 3 horas y después salíamos rápido para evitar que las bestias demoníacas nos alcancen. Para mí no era un problema en lo absoluto, pero ellos eran los que necesitaban correr para salvar sus vidas constantemente.

Ahora que los he dejado dormir un poco más, es normal que su cerebro esté alerta y los despierte cada cierto tiempo para ver si todavía siguen con vida y de esta manera evitar que se queden dormidos por mucho tiempo en un área tan peligrosa ¡El cerebro humano es impresionante!

De cualquier forma, como si fueran un pequeño enjambre de bichos, ellos de manera natural se aproximaron a la fogata que yo había creado y se sentaron a su alrededor con expresiones similares a unos zombies. Todavía quedaba algo de tiempo antes de partir, asi que decidí romper el momento incómodo y pedirle al caballero Soren sí tenía alguna historia interesante que contar mientras llegaba la hora para irnos, despues de todo, era normal juntar las palabras "Historias" y "Fogata" en esta especie de campamento de supervivencia.

Y aqui es dónde nos encontrabamos ahora.

—Esa historia es casi como la recuerdo.

Dije mientras ejercia un poco de memoria acerca de ese dia.

—Guardián, acaso tú... ¿Estuviste ahi?

—Claro.

Respondí afirmativamente a la pregunta de Soren.

—No seas fanfarrón ¿Qué edad se supone que tienes?

Lo ignoré.

—En ese caso... ¿Qué fue lo que en realidad sucedió?

Ante la pregunta sincera de Kyla decidí responder, ya que aun habia algo de tiempo antes de partir.

—Bueno... Les mostraré.

De una de las pequeñas bolsas en mi abrigo blanco saqué un pequeño anillo espacial. Lo coloqué en mi mano derecha y con un ligero movimiento de mano saqué una piedra rectangular negra de unos 15 centímetros. Parecía una roca normal hasta que veías las líneas azul brillante que formaban patrones en la roca.

—¡Esas son...!

—¿¡Runas azules!?

Iniciando con Alaric, todos parecían estar sumamente sorprendidos debido a esa piedra. Estaba un poco confundido, así que decidí preguntar:

—¿Qué con eso?

—"¿Qué con eso?" Dice...

Todos tenían una expresión complicada en sus rostros en ese momento, sin embargo, Alex, uno de los caballeros, saliendo de su trance decidió preguntar:

—Guardian ¿Dónde conseguiste eso?

—Yo lo hice.

—"Yo lo hice." Dice...

—¿Qué? No es tan complicado.

—"No es tan complicado." Dice...

Todos parecían desconcertados con mis respuestas.

—Guardian, podría ser que... ¿Tú no conoces el cómo se clasifican las runas?

—¿Existe algo como eso?

—Para decir tener tantos años parece que no estás muy bien informado en este tipo de asuntos, pero como soy benevolente supongo que te explicaré.

Lo ignoré nuevamente.

—¿Qué son esas clasificaciones, Alex?

—¡Oye!

—Bueno, verás...

—¿¡De verdad están fingiendo que no dije nada!?

Gary, su amigo, le palmeó la espalda en señal de lástima, aunque Alaric no estaba para nada contento con eso tampoco. Dejando eso de lado, Alex comenzó a hablar.

—Guardian, es muy sencillo. Las runas están divididas por colores, donde las grises son las más debiles, generalmente hay muchas en el mercado con precios algo caros para personas normales, de ahí, siguen las verdes que son más poderosas y más inusuales, por lo que son bastante caras o difíciles de conseguir.

»Las que seguirían son las azules, sin embargo, existen personas que a pesar de tener el dinero para comprar alguna, no pueden encontrar algo de esta calidad. Se dice que solo hay un puñado de artefactos con inscripciones azules en todo el reino. Es por eso que nos sorprende tanto el hecho de que poseas una de estas.

—Ya veo... ¿Hay alguna más?

Dije algo extrañado por la información que me estaban dando.

—Solo son rumores.-Dijo él.- Pero se dice que existe el nivel violeta. Los comerciantes que suelen viajar rodeando la cordillera por los territorios vecinos hacia Kibö dicen que sus muros tienen inscripciones con esos colores.

—Ya veo. Eso es bastante decepcionante entonces.

Respondí ante aquella explicación de manera vaga dando un suspiro profundo. La mayoría no entendía mi reacción y era comprensible en cierto modo, debido a que ellos no conocían mucho de mi. Kyla levantó la mano y habló cuál niña al recordar un viejo cuento.

—¡Oh, oh! También hay una leyenda de hace siglos, decía que un emperador de Cyclus solía tener una espada con runas de color amarillo.

—¿Oh? Yo recuerdo haber escuchado algo así de mi abuelo, pero en mi caso, dice que le perteneció a mi antepasado o algo así, pero como no hay pruebas de eso se quedó como un rumor entre la familia.

Alaric comentó a la ligera y todos comenzaron a hablar acerca del tema. Yo por mi parte, sabiendo la verdad en cuanto a ambos rumores decidí empezar con la activación de la runa al generar electricidad en la mano con la que sostenía la caja negra.

Al percatarse de esto, todos miraron en mi dirección estando algo confundidos por lo que estaba haciendo. Pero antes de que pudieran decir cualquier cosa, las runas brillaron intensamente y algo similar a una proyección comenzó a reproducirse en una de las paredes de la cueva con algo de distorsión tanto de sonido como de imagen.

Dentro de la proyección el sonido estrepitoso de la batalla se hallaba presente. Algunos soldados se encontraban corriendo, otros estaban en el suelo y unos pocos peleando en el fondo.

De entre todos se destacaba una persona que tenía puesta una armadura negra con toques de dorado, este estaba rodeado de personas uniformadas como si lo estuvieran protegiendo de algo.

Este miró hacia arriba sosteniendo una espada de color negro, como si se hubiera dado cuenta de algo.

Al poco tiempo, una amenazante figura femenina encapuchada con alas negras descendió del cielo sin llegar a tocar el suelo. Todos los presentes se quedaron sin aliento e incluso los que estaban escapando o luchando simplemente no pudieron continuar haciéndolo, como si una fuerza invisible les hubiese obligado a prestarle atención a dicha figura.

Los que rodeaban al hombre trataron de desenvainar sus armas o incluso levantarlas en contra de aquella criatura, sin embargo, una fuerza invisible aparentemente evitaba dichas acciones.

Por su parte, la figura alada apuntó en dirección del hombre de armadura negra-dorada que ya estaba un poco entrado en años y con una voz tan hermosa pero firme como la de una ola chocando contra una montaña declaró:

—Emperador Cyclus, para mí es un placer y un honor conocer a otros como yo que fundamos nuestros reinos con gran esfuerzo y dedicación. Admiro lo que en tan poco tiempo has podido lograr debido a tu capacidad de liderar a tu gente y es debido a ese respeto que te tengo que aún conservas tu vida en este momento.

Parecía que el suelo temblaba con cada palabra que ella pronunciaba. El semblante del emperador cambió a uno de miedo en ese momento, pero rápidamente lo cambió para mantener su fachada ante sus hombres. La figura femenina continúo su discurso:

—Te dejaré ir con una advertencia: No seas tan pretencioso. No quieras meter a tu boca más de lo que puedes masticar ¿Entiendes? Regresa por dónde viniste y por favor, no te molestes en regresar aquí, de lo contrario, no te daré más cara¹ y ninguno de tus hombres regresará a casa después de cruzar la frontera.

—Reina Natsumi, creo que hay un malentendido aquí.

En cuanto el contrario dijo aquellas pocas palabras la tierra tembló. La reina Natsumi había liberado una presión sin precedentes que había hecho desmayar a muchos de los presentes con tan solo sentir una brisa de esta misma, incluido el emperador. Debido a su edad ya un poco avanzada y su poca fuerza no pudo resistir por mucho aquella presión, aunque gracias a su voluntad logró aguantar durante unos segundos más que el resto. Cuando esto terminó, solo la guardia imperial quedaba de pie en un muy mal estado. La figura alada comenzó a caminar hacia las murallas de Kibö despreocupada mientras dejaba unas palabras a los soldados que se llevaban al emperador:

—Diganle a su emperador que no me de motivos para cruzar la frontera tampoco, por qué el día en que eso suceda no quedará nada. Mis llamas van a consumir a su pequeño imperio.

En ese momento, la imagen se distorcionó más y luego dejo de emitirse sonido alguno.

—Cielos.

—La reina solía tener un carácter bastante fuerte.

Soren y Alex respectivamente mencionaron sus pensamientos de sorpresa ante esto.

—¿Qué fue eso? Solo su presión mando a dormir a cientos de soldados y al emperador.

Alaric estaba también algo desconcertado por todo lo que había visto. Era comprensible, una persona con un nivel de poder similar no se veía normalmente por las calles.

—Y eso que estaba de buenas. Si la hubieran agarrado de malas en el instante en que pisaron fuera de la cordillera no habrían sabido ni siquiera qué los mató.

—¿¡Tan fuerte!?

Los tres hombres parecían sorprendidos en gran manera al escuchar aquello. Gary y Kyla por su parte parecían estar inspeccionando la piedra.

—¿Cómo funciona esto? Es impresionante. Poder ver un recuerdo de hace siglos con una roca.

—Si... Nunca había visto algo como esto ¿Qué clase de magia es esta?

Les explicaría todo, pero no hay tiempo. El sol estaba empezando a asomarse y los chicos sabían lo que eso significaba.

—Basta de charlas. Aún nos quedan varios días de viaje. Soren, recojan el campamento, los veré en 6 minutos para partir.

—Entendido ¡Ya oyeron, muevanse! Tenemos 6 minutos. Alaric, este es el momento para hacer tus necesidades.

—¡Cierra la boca!

El viaje hacia la cima continúa...

¹ Esta expresión de la reina quiere decir que ya no le mostrará respeto o compasión alguna.

Fin del capitulo.

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