La Vid Qingfrost desató su magia demoníaca, y de repente innumerables zarcillos brotaron del suelo. Estos zarcillos, como tentáculos, se dirigieron hacia Su Chengyu al unísono. Balanceándose por el aire, emitieron un aura helada escalofriante. Esta aura helada no era un frío ordinario; era el Veneno Frío Qingfrost intrínseco de la Vid Qingfrost. Una vez infectado por este Veneno Frío, los órganos internos y todos los meridianos de uno se congelarían instantáneamente, dejándolos incapaces de movilizar incluso un rastro de su fuerza interna o Maná.
Ante el Veneno Frío Qingfrost liberado por la Vid Qingfrost, Su Chengyu no se atrevió a tomarlo a la ligera. Una luz verde centelleó desde el Anillo Cui Xia en su dedo, envolviéndolo completamente, protegiéndolo del Veneno Frío Qingfrost.
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