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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Mundo Shinobi - PGM - 154

Mari fue despertada como a eso de las seis de la mañana. Una vez que ella salió de su carpa, un miembro del clan Hyuga responsable de la vigilancia le aviso de un nuevo movimiento por parte de Kiri. Esta vez la cantidad de shinobi era menor, solo siete, los cuales llegarían en media hora a la costa.

Mari mando a llamar a Kaoru y Aoi, a los pocos minutos llegaron ambas. Después convocaron a los lideres de los otros clanes y Mari les contó de la información que recibió anoche. Todos se pusieron en un estado de alerta máxima al saber que los Siete Espadachines de Kirigakure venían en su dirección.

-No es tan fácil- dijo Mari en un tono fuerte -esto implica que Kirigakure está dispuesta a tomar las cosas en serio. Si soportamos a los siete espadachines, vendrán los clanes principales con sus patriarcas y descendientes de las ramas principales-

Muchos empezaron a traspirar en frio, pensando en la peor situación posible.

Mari golpeo la mesa al ver que todos estaban soñando despiertos y los saco del trance. Ella frunció el ceño y les dijo -ahora, pongan atención. La distribución continuara siendo la misma, pero nos iremos adaptando. Hasta el momento solo hemos utilizado las tácticas naturales, pero es hora de romper las formalidades. De ser necesario, los pondré en grupos de cinco en una mezcla de habilidad para suplir las debilidades de los otros-

-¿Eso quiere decir?- pregunto un shinobi Nara

-Lo que dije, los mezclare sin importar su clan, edad o rango. Mientras puedan suplir entre ustedes las debilidades del otro, me vale-

-Disculpe- protesto un anciano del clan Hyuga -pero eso no servirá-

-Bueno, tendrá que servir o moriremos. Esto no es tan sencillo como en el pasado donde nos enfrentábamos unos con otros divididos en clanes. Si no podemos luchar unidos, moriremos, así de sencillo-

Varios mayores fruncieron el ceño, pero los jóvenes fueron neutrales, después de todo, muchos de ellos habían tenido que hacer equipo con personas de otros clanes en la academia Ninja.

-Muy bien, prepárense, lucharemos contra las espadas de Kiri- dijo Mari

-Sí- respondieron todos a coro

Mari salió de la carpa mientras Kaoru y Aoi la seguían. Mari se paró en la costa, con el agua casi mojando sus sandalias y dijo -Kaoru, eres mis ojos ¿Qué ves?-

-Sí- respondió Kaoru y miró hacia el horizonte mientras activaba su byakugan. Al instante siguiente, Kaoru puso un rostro de espanto y cayó de trasero sobre la arena.

-¿Qué sucede, Kaoru?- pregunto Aoi agachándose y poniéndole las manos en los hombros. Ella la movió, pero Kaoru no reacciono hasta después de un minuto. Entonces miró a su madre con una expresión horrorizada y dijo -es, es, es mucho chakra, mucho, pero mucho chakra, okaa-sama ¿Qué hacemos?-

-Luchar, Kaoru-chan- dijo Mari mirando al horizonte -luchar y sobrevivir. Sin retroceder, sin darle lugar a la derrota. Esa es la manera en que un shinobi vive en el campo de batalla. No te preocupes, incluso si tiene mucho chakra, nadie puede ocupar tanto chakra de una sola vez. Esa cosa que viste debe tener una gran fuerza física, pero nada que una buena técnica de combate no pueda superar-

-Pero- dijo Kaoru con voz baja.

Mari se dio la vuelta, se desabrocha la chaqueta de combate y se la quito. Entonces ella levantó su polera dejando ver su piel y una venda que le cubría el pecho. Ella elevo la polera para que pudiera ver el muñón de su hombro, donde le habían amputado su brazo y se lo acercó a Kaoru. Esta última vio como la piel estaba roja con una larga cicatriz en el centro donde debería haber un brazo.

-¿Sabes quién es el demonio Uchiha?- pregunto Mari mirándola a los ojos. Kaoru asintió y Mari continuo -él me hizo esto, luche con él con todas mis fuerzas, perdí, pero no me pudo matar y a cambió, él me reconoció como su igual, un guerrero. No importa lo fuerte que sea alguien, siempre hay una forma de luchar, no te rindas, no pienses que es inalcanzable solo porque tiene más chakra, solo porque tiene ojos mágicos. Mírame, Kaoru, ni siquiera tengo ojos mágicos y pude sobrevivir a un combate con el shinobi más poderoso de su época-

-Mari-san, te están mirando- dijo Aoi preocupada por ella al ver que ellos llamaban la atención del resto de los shinobis y le bajo la polera. No es como si estuviera mostrando sus partes privadas, pero Mari era la esposa del hokage y tenía un honor que cuidar.

-Lo entiendo, comandante- dijo Kaoru con miedo en su mirada -enfrentaré mis miedos y encontrare una forma de luchar-

-Bien, no te desanimes- dijo Mari -las cosas se pondrán complicadas, pero el que primero se rinde, es el que pierde. A veces ni siquiera tienes que ganar, el solo hecho de mantenerte constante desmoraliza al otro y eso lo vuelve vulnerable-

-Prevaleceré- dijo Kaoru con más resolución en su mirada. Mari sonrió para la niña y se puso de pie. Después le tendió su única mano, Kaoru la acepto y Mari la ayudo a ponerse en pie.

-Después de esto, serás mi discípula, aprenderás lo que sé ¿entendido?-

-Sí, sensei- dijo Kaoru con gran determinación en su mirada -seré más grande y fuerte que nadie-

-Eso es, ahora, prepárate, en poco tiempo llegarán los espadachines-

Entonces Kaoru, Mari y Aoi se coordinaron y organizaron a todos los shinobis para lograr una formación que pudiera luchar contra cualquier fortaleza y proporcionar respaldar la propia debilidad.

Un anciano del clan Hyuga se acercó una vez más a Mari, quien estaba de pie sobre la arena, esperando que llegaran los siete espadachines.

-¿Comandante, realmente está bien esto? Algunos grupos ya están teniendo problemas con cooperar- dijo el anciano

Mari lo miró de soslayo y sonrió -¿acaso no son los viejos fósiles como tú los que tiene problemas?- preguntó. El anciano puso mala cara y entrecerró los ojos, pero Mari solo sonrió ante su mala cara y continuo -Konoha está cambiando. Mi hijo es Hatake, pero tiene sangre Senju. Sin embargo, su mejor amigo es Uchiha ¿Te das cuenta de eso?-

El anciano suavizo su expresión y agacho la mirada.

Mari miró hacia el horizonte y dijo -el heredero de tu clan es amigo del mismo niño, hijo del tan temido demonio Uchiha. La hija de tu anterior patriarca está comprometida con él, un Uchiha con un Hyuga ¿Lo entiendes anciano? El mundo está cambiando y ustedes los ancianos se están quedando atrás. Me dices que, están teniendo problemas, pero solo son ustedes, lo jóvenes están acostumbrados a cooperar con los otros clanes. Es hora de que la gente como tu deje de ser tan cabeza dura y aprenda algo de los jóvenes. Solo de esa manera, Konoha mejorará-

-Gracias, Mari-sama- dijo el anciano con sumo respeto e hizo una pronunciada reverencia de 90 grados -guardare sus palabras en mi corazón-

-Ve a tu lugar anciano, ya casi llegan-

-Sí-

El anciano se fue y Mari miró a Kaoru a su lado. La niña miraba al anciano evaluando su actitud y meditando en lo que había dicho Mari.

-Es como el abuelo dice, el futuro no es de los clanes, si no de los individuos que puedan hacer conexiones con otros individuos excepcionales- dijo Kaoru con voz pequeña, pero sabia.

-Así es, Kaoru, ustedes son el futuro de Konoha, así que tienen que crecer fuertes- respondió Mari extendiendo su mano y acariciando el cabello de la niña

-Sí-

Al mismo tiempo, en el horizonte se divisaron siete siluetas bañadas por la poderosa luz del sol. Ellos caminaban por los mantos de agua que se mantenían en calma mientras en la costa, el oleaje se recogía y después se extendía sobre la playa. Las gaviotas graznaban a la distancia y la brisa traía el aire fresco. No obstante, de repente las gaviotas se volvieron locas, graznaron de forma desenfrenada y volaron hacia tierra firme, lejos de la playa.

Kaoru activo su byakugan y reviso el estado de las siete figuras. Entonces al mirar con más precaución, sin temer por las grandes cantidades de chakra, entendió que el terrible flujo provenía de una cosa en la espalda del shinobi. Lo que debía ser su espada, era un organismo vivo.

-Sensei- dijo Kaoru -el shinobi de en medio, el que parece tener las grandes reservas de chakra-

-¿Qué pasa con él?- pregunto Mari

-La cosa que lleva en la espalda, parece una espada, pero es una cosa viva-

-Veo, a lo mejor lo utiliza para guardar chakra como si fuera un parasito y después lo extrae. Es raro, pero no imposible. Ten en mente poder separar al usuario de la espada. Sin embargo, si tiene enormes reservas de chakra, no tienes que preocuparte, yo me haré cargo de él-

-Está bien-

Cuando los shinobis llegaron a los cien metros de la costa, Mari miró hacia atrás y grito -estén preparados para el inminente ataque-

-Sí- gritaron a coro el resto de los shinobis.

No obstante, de repente las siete siluetas se desvanecieron de la vista de la gran mayoría. Hyuga y Uchiha activaron sus ojos a la máxima capacidad y gritaron -vienen corriendo, estén preparados-

-Son muy rápidos- grito otro

-Veinte metros de distancia-

-Diez metros de distancia-

De repente se escuchó el grito de una multitud a un lado de la formación. Después se escuchó del otro extremo una gran explosión. Se escucho el estallido de la electricidad y otros shinobis gritando de dolor uno detrás del otro.

Al mismo tiempo, Kaoru se puso nerviosa porque no sabía a quién socorrer primero. No obstante, la mano de Mari en su hombro la tranquilizo -ve hacia la explosión, trata de ocupar tu palma suave lo más extendida posible, como si fuera una gran mano-. Después de eso, Mari le dijo algo a Aoi y salió corriendo al encuentro del espadachín que tenía las grandes reservas de chakra.

-Permanezcan unidos y denles soporte a sus compañeros- grito Aoi mientras activaba su byakugan y se lanzaba a la lucha.

Por su parte, Kaoru se lanzó a un extremo del campo de batalla, ignorando a una de las espadas en el camino y se acercó a un shinobi que manejaba una espada con forma pergamino. El tipo alzo su espada, golpeo a los de Konoha y dejo sellos explosivos en su cuerpo. Entonces él se hizo a un lado y los sellos explotaron. Se escucho una veintena de voces en agonía mientras Kaoru avanzaba a gran velocidad. Ella concentró su chakra en la palma de sus manos y avanzó dando un poderoso golpe. El espadachín de Kiri saltó hacia un lado mientras el golpeo de Kaoru dejo un cráter de cinco metros de diámetro.

-Oye, oye ¿Esto es real? No que Konoha ya no utilizaba a niños para el combate. Además, qué pasa con esa fuerza ridícula- dijo el espadachín de Kiri con el cabello naranja.

-Soy fuerte, no hay nada de malo- respondió Kaoru con una expresión seria mientras adoptaba la postura del puño suave.

-Entiendo, niña, más vale que no mueras- respondió el shinobi de Kiri con una sonrisa placentera.

Kaoru bufo y dijo en un tono firme -no importa quien seas, prevaleceré-

-Es bueno escuchar eso-

Al mismo tiempo, Mari estaba intercambiando ataques con tres shinobis de Kiri a la vez. El más problemático era un shinobi que tenía una espada envuelta en vendajes. Cada vez que chocaban sus espadas, Mari sentía que golpeaba un trozo de roca firme. Además de sentir que su propio chakra disminuía con cada intercambió.

El shinobi que portaba la gran espada envuelta en vendajes, tenía una enorme contextura, el cabello negro y el rostro cuadrado.

-Medio espadachín no es suficiente para entretenerme- dijo el shinobi con una sonrisa tonta -¿Dónde dejaste tu otra mitad?-

Mari mostro una sonrisa audaz y dijo -la reclamo el demonio Uchiha. Ahora dime ¿Crees que puedas contra mí?-

El espadachín de Kiri cambió su expresión tonta y se transformó en una feroz. Los otros espadachines se pusieron serios y Mari sonrió ante su prestigio. No cualquiera sobrevive contra un monstruo.