Kain miró adelante y vio la casa tradicional con techo de doble pendiente y puertas con cuadritos de papel. Él caminó hasta detenerse frente al pasillo que pasaba por fuera de la casa mientras la puerta del frontis se deslizo hacia un lado. Del interior salió una mujer igual de hermosa que Kokoro Yotsuki, pero su piel era extraña. Ella llevaba un kimono sin mangas. Gracias a eso, se podían ver sus brazos cubiertos de escamas multicolores mientras sus ojos tenían el iris amarillo y la pupila era una línea, como si fueran ojos de serpiente.
—Así que has venido, hijo de Yig— dijo la sacerdotisa
Kain soltó una risita, miró hacia la derecha, donde se veían el resto de las montañas escarpadas cubiertas de vegetación y más allá, el valle en donde habían construido Kumogakure. Después él volvió a mirar a la supuesta sacerdotisa del sabio serpiente, una mujer alta, morena, con hermoso cabello rubio y salvaje. Un físico fornido, enormes senos, cintura apretada y trasero redondo. Las piernas quedaban ocultas bajo el kimono, pero igual que Kokoro Yotsuki, tenía piernas largas.
Kain camino con tranquilidad hacia la mujer que se parecía a Kokoro Yotsuki, la supuesta sacerdotisa del sabio serpiente —hola, soy Kain— dijo
—No pareces sorprendido, hijo de Yig— respondió la sacerdotisa, miraba a Kain con sus ojos viperinos. Lo que más resaltaba era el iris amarillo y la pupila negra en forma de línea.
—No mucho— dijo Kain, se detuvo frente al pasillo que pasaba por el frente de la casa y miró hacia arriba a la enorme mujer con la figura de Kokoro Yotsuki —seres ancestrales, demonios, espíritus, criaturas que vienen de otra dimensión, del mundo onírico. Ellos se proclaman dioses, guardianes, maestros de la humanidad. Lo único que me sorprende es que todavía no hayas actuado de forma directa o estás esperando a que los Yotsuki se multipliquen lo suficiente para dominar el mundo. En este momento hay muchos apellidos, pero todo Kumogakure está bajo el clan Yotsuki—
—Tú…sabes— respondió la sacerdotisa del sabio serpiente —pero no tanto—
—Lo suficiente como para saber que no eres un dios real. Ni aquel al que llaman sabio serpiente— respondió Kain, soltó una risita —son parásitos que se alimentan de la rueda de vida. Aprisionan las almas a un sistema planetario y aceleran el proceso de muerte y resurrección mientras desatan plagas y miseria. Ya maté a muchos como tú, muchos como el sabio serpiente y uno como tú señor, Yig—
La sacerdotisa del sabio serpiente frunció el ceño.
—Pero esos días pasaron hace mucho tiempo, puede que tú, tu sabio y este mundo ni siquiera estuvieran formados. Conversemos, te escuchare—
La sacerdotisa del sabio serpiente quedó mirando a Kain, lo reviso de pies a cabeza y le dijo —muéstrame los ojos del dragón, hijo de Yig—
Kain gesticulo una pequeña sonrisa, no sabía a qué se refería con los ojos de un dragón, pero tenía una idea. Kain activo su mangekyo, el iris se tornó rojo y aparecieron los tres tomoes, comenzaron a circular hasta que se volvieron tres matagamas, pero no se detuvo el cambio. El iris quedó rojo, pero los matagamas formaron una sola línea, como el ojo de una serpiente.
La sacerdotisa del sabio serpiente avanzó a paso lento. Estaba descalza, sus pisadas fueron cuidadosas, temerosas, como si estuviera midiendo paso a paso la actitud de Kain. Ella llego al borde de pasillo que pasaba por fuera de su casa. Ella bajo su pie derecho y lo apoyo sobre la tierra seca, después su otro pie. En ningún momento aparto la mirada de Kain.
—Buuu— dijo Kain, la sacerdotisa dio tirito y cerró los ojos, Kain sonrió y soltó una risita.
La sacerdotisa miró a Kain, pero al ver su sonrisa, ella frunció el ceño.
—Lo siento, pero al verte tan temerosa, me provoco curiosidad saber cómo actuarias— dijo Kain —para ser un hylden, eres bastante asustadiza—
La sacerdotisa deformo su rostro en una expresión de furia. Su rostro cambió y su nariz se aplano, su boca se enancho y su rostro se cubrió de escamas de colores. Soltó un siseo amenazante, estiro su brazo que se cubrió de escamas por completo. Tomo a Kain por el cuello y abrió su boca enorme como si lo fuera a morder con largos colmillos filosos, pero antes de que pudiera acercar su rostro, una espada y una lanza tocaron su cuello.
Kain quedó mirando a los ojos a la sacerdotisa del sabio serpiente, ahora había dejado de tener un aspecto hermoso y era un monstruo con aspecto de serpiente —cuando dije que había matado a muchos, me refería a ciento de miles como tú. No hablaba de uno o dos ¿Entendido?—
La sacerdotisa miró a los lados, vio a las criaturas hechas de chakra. Dos demonios tengu, el de la derecha con espadas y el de la izquierda con lanzas. La sacerdotisa soltó a Kain mientras su cuerpo volvía a tomar su forma humana.
—No tienes sentido del humor— dijo Kain, desapareció a los dos susano —bien, ya que hemos establecido una posición, hablemos—
La sacerdotisa del sabio serpiente miró a Kain a los ojos. Él tenía el iris rojo y la pupila con forma de línea, igual que una serpiente. Ella se dio la vuelta y camino de regreso a su casa. Kain miró a la sacerdotisa, tenía un físico muy parecido al de Kokoro Yotsuki. Así que Kain pensó que Kokoro se vería muy bien en kimono.
Kain subió al pasillo que rodeaba la casa y camino al interior. Adentro, era una casa normal, con un suelo de tatami y en el centro un agujero en la tierra, donde la sacerdotisa hacia sus fogatas y preparaba sus comidas. Sin embargo, parece que eso fue hace mucho tiempo. Ya que la olla que colgaba sobre las piedras estaba cubierta de telarañas. El lugar parecía deshabitado. Ella no dormía aquí, supuso Kain.
Kain miró al fondo de la casa, donde se veía una puerta con cuadritos de papel. La sacerdotisa abrió la puerta y en vez de mostrarle el patio trasero, mostró una ciénaga oscura y húmeda. El agua del rio se veía tranquila, cubierta de hojas de los árboles, de color verdoso y emitiendo un asqueroso hedor a agua estancada.
—Sígueme, si te atreves, hijo de Yig— dijo la sacerdotisa, saltó, atravesó el dintel y cayó sobre una roca, después volvió a saltar y se perdió entre los árboles.
Kain quedó mirando el entorno y sonrió, él camino hasta el dintel que separaba el entorno de la casa abandonada y la ciénaga. Sin embargo ¿Él correría desesperado por alcanzar a la sacerdotisa? Claro que no. Kain sonrió, sacó a Vástago y lo activo.
—Vástago, realiza escáner y estudio de esta grieta dimensional. Triangula la ubicación de la ciénaga y dame su ubicación exacta en el mapa—
—Procesando— respondió Vástago —solicitando permiso a unidad administrativa Guardián. Conectando a unidad Janos. Preparado para estudio de grieta dimensional—
Kain asintió, atravesó el dintel y saltó a la ciénaga. Él cayó sobre la roca que se posó la sacerdotisa e hizo lo mismo que ella, saltó a los árboles y se movió de rama en rama. Kain se detuvo sobre la rama de un árbol y miró los alrededores. Jamás había sentido a tantas serpientes en su vida. Eran cientos de miles, incluso algunas de tamaños descomunales.
Kain continúo saltando y moviéndose por la ciénaga. Buscando la sensación más fuerte en la región. La encontró de inmediato, fue como mirar al sol. Si lo miras directamente te quedaras ciego, pero sino lo miras y solo sientes su calor, es agradable.
Kain llegó a los límites de la ciénaga y vio un conjunto de rocas sobresalir de un enorme lago, más allá, del otro lado del lago, una enorme cueva a los pies de una montaña. Kain saltó a las rocas, pudo ver algunas sombras enormes moviéndose por el lago, pero nadie lo ataco. Él atravesó el lago y llego a la otra orilla. Era una mezcla de arena y rocas. Kain avanzó mirando la enorme cueva que se alzaba frente a él.
Kain entró a la cueva, todo estaba oscuro, pero con su mangekyo activo, fue fácil avanzar. Al fondo de la cueva se veía un enorme trono y una serpiente blanca enroscada. Kain avanzó a paso lento, vio a la derecha del trono a la sacerdotisa del sabio serpiente. Gracias a eso pudo dimensionar lo enorme que era el trono.
—Así que ¿Qué sucede aquí?— preguntó Kain —es bastante raro encontrar un hylden tan tranquilo. En mi época ustedes mataban sin pensarlo dos veces, tanto a vampiros como a humanos. A veces incluso se canibalizaban entre ustedes—
La gran serpiente en el trono soltó una risita sibilina, muy parecida a la del viejo Orochi. Kain sonrió y se acercó al gran sabio serpiente. El trono tenía veinte metros de altura y diez metros de ancho. El sabio serpiente con enormes escamas blancas estaba enrollado y miraba a Kain desde lo alto del trono.
—hijo de Yig— dijo la enorme serpiente blanca con voz sibilina
—Corta con eso, jamás he sido el hijo de un monstruo, bueno, técnicamente sí, pero no hijo de un monstruo como ustedes— respondió Kain —habla por lo claro ¿Qué pasa aquí? ¿Por qué ustedes no están fuera de control?—
El sabio serpiente volvió a soltar una risita y le dijo —muchas cosas como para contarlas en una breve charla—
—Entiendo— dijo Kain alzando la mirada, se preguntaba si el resto de las personas se sentían igual que él ahora. Por lo usual, el resto de las personas tenían que mirarlo hacia arriba —En ese caso, dejemos la explicación complicada para otro momento. Ahora dime ¿Qué quieres?—
La gran serpiente blanca hundió su cabeza al interior de su cuerpo y todo su cuerpo se retorció y fue como si se compactara. Al instante se formó una masa que se comprimió hasta alcanzar la altura de una figura humana. Del interior de la masa, salieron manos y brazos estilizados, un cuerpo hermoso y curvilíneo. Sin embargo, por muy hermoso que fuera, siguió conservando las escamas blancas alrededor del cuerpo.
El sabio serpiente ahora tenía un cuerpo humanoide como el de Kokoro Yotsuki, pero cubierto de escamas blancas y ojos viperinos. Una vez que su cuerpo estuvo preparado, él saltó del trono y cayó delante de Kain.
—¿Ahora tienes ganas de conversar?— preguntó el sabio serpiente con una sonrisa astuta
—No, no tengo ganas, pero tengo algo de curiosidad, habla— respondió Kain con una sonrisa confiada
—Llegamos a esta tierra hace miles de años, cuando este mundo estaba muriendo— dijo el sabio serpiente, caminando alrededor de Kain. Puso su mano cubierta de escamas sobre el hombro de Kain y lo comenzó a rodear —era nuestra era, la era de oscuridad. A diferencia de lo que tú piensas, nuestro padre es respetuoso con el proceso natural de los mundos y nos envía a preparar el mundo para un nuevo ciclo. Sin embargo, cuando los humanos estaban al final de su vida, llego un exterior que lo cambio todo. Gracias a esa intervención, nos quedamos sin propósito y adoptamos nuevas formas. Pronto, uno de mis hijos quiso atravesar el mar y mezclarse con los humanos. Ellos deberían ser comida, sus almas nuestro nutriente, pero tenía curiosidad—
El sabio serpiente se detuvo delante de Kain y lo miró a los ojos. Sería hermoso como Kokoro Yotsuki, pero tenía las escamas blancas sobre la piel.
—Sé a qué raza te refieres cuando hablas de hylden, pero ellos no están aquí. Ellos murieron antes de que nosotros llegáramos aquí. Su trabajo estaba hecho—
—¿Qué pasa con eso de "hijo de Yig"?— preguntó Kain, se cruzó de brazos y espero una respuesta.
—Nosotros somos los descendientes de la raza de Yig. Yig es nuestro padre. Tú eres su hijo, pero de todos los hijos de Yig, tú eres el más destacado. A tan joven edad, obtuviste tus ojos de dragón— dijo el sabio serpiente con una sonrisa coqueta, podría haber sido como la sonrisa de Kokoro, pero en lugar de dientes, tenía colmillos filosos. El sabio serpiente dio un paso atrás, estiro su mano hacia un lado como si estuviera apoyado en algo y apareció una enorme masa de carne.
Kain miró la masa de carne y por la forma, las válvulas y protuberancias, entendió lo que era —¿Un corazón de dragón?— preguntó.