Computadora estúpida

—Jefa, por favor ten piedad de mí y apúrate. ¡Me muero de hambre! Me voy a morir si espero un segundo más para comer —Dom se quejó inmediatamente cuando Iris y Jin Liwei llegaron a la mesa del comedor.

—¡Compórtate! —Yi Mei le dio un golpecito en la cabeza—. Se giró hacia Iris y sonrió—. Por favor, toma asiento, Señorita Joven... Sr. Jin.

—Gracias —dijo ella al sentarse.

Jin Liwei caminó hacia adelante y jaló una silla para su Xiulan.

Él besó su frente antes de sentarse a su lado.

—Ehehe —Dom los miró con ojos brillantes. No sabía si su baba era por los tortolitos o por la deliciosa comida en la mesa.

La cena estaba inspirada en la cocina Filipina una vez más, lo que explicaba la impaciencia de Dom. Los platos principales eran chicken afritada [1], lumpia [2] y jie lan [3] al vapor con salsa de ostras para el plato de verdura.

Dom devoró la comida e Iris tuvo que recordarle varias veces que masticara antes de tragar.

Para Iris y Jin Liwei era la primera vez que probaban afritada y estaban muy curiosos al respecto. Dom estaba más que contento de contarles sobre el plato mientras metía cucharadas de comida en su boca sin parar.

Después de la simple pero suculenta comida, les sirvieron té de hibisco caliente.

Jin Liwei lanzó una mirada severa al asistente de su niña pequeña. Dom inmediatamente entendió y se excusó rápidamente, dejando solos a los dos en la mesa del comedor.

Iris disfrutó su taza de té de manera tranquila. Este ritual nocturno la calmaba y relajaba, aliviando lentamente el cansancio de su cuerpo.

Jin Liwei solo bebió media taza del té. Se sentó en silencio a lado de su Xiulan, admirándola con ojos intensos.

Finalmente, ella terminó dos tazas y se levantó. Él también se levantó.

Gracias al té, estaba tranquila cuando lo miró directamente a los ojos —Vamos.

Ella empezó a caminar, con la intención de que él la siguiera, pero él tomó su mano y la sostuvo, entrelazando sus manos. Ella miró sus manos sostenidas y sonrió subconscientemente mientras caminaban juntos.

Dentro de la habitación.

—Puedes usar el baño primero. Yo iré después de ti —dijo ella e intentó soltar su mano, pero no lo logró.

—Bésame primero.

—Tú… —Ella suspiró y dudó antes de jalarlo por el hombro con su otra mano y presionar sus labios contra su mejilla—. Ahora ve.

—En —Él la soltó, cogió su bolsa deportiva del suelo y se dirigió al baño conectado.

Ella observó hasta que la puerta del baño se cerró detrás de él. Sus labios se curvaron en una suave sonrisa. Luego caminó hacia su escritorio de estudio y encendió su ordenador portátil.

Su sonrisa se iluminó al ver que las rosas amarillas ahora estaban en un jarrón al lado de las rosas rojas en la esquina. Admiró las flores por unos momentos antes de poner toda su atención en el portátil frente a ella.

Cuando Jin Liwei salió del baño, vio a su niña pequeña concentrada frente a su portátil. Se frotaba el cabello goteante con una toalla mientras caminaba hacia ella. No llevaba camisa, dejando al descubierto sus músculos definidos, sólo llevaba pantalones de pijama a cuadros colgando de manera holgada alrededor de sus caderas.

Se paró detrás de ella y miró lo que estaba haciendo. Parecía que estaba escribiendo algún tipo de código de computadora. Realmente no entendía la serie de caracteres en la pantalla. Sin embargo, lo que encontró impresionante era la velocidad de su tecleo. Sus muñecas se mantenían firmes mientras sus dedos volaban en un borrón sobre el teclado, sin hacer ruido al presionar las teclas.

Se inclinó y besó su mejilla, pero no obtuvo ninguna reacción de ella. La besó nuevamente, pero aún así no hubo reacción.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó.

Sin respuesta.

—Ya terminé de ducharme. Te toca a ti.

Sin respuesta.

—Niña pequeña.

—Mmn. —Finalmente hizo un ruido, pero de lo contrario no reconoció su presencia.

Disgustado por ser ignorado, la levantó pero incluso cuando estaba de pie, sus ojos y manos nunca dejaron el portátil. Se deslizó y se sentó en la silla giratoria antes de jalarla para que se sentara en su regazo. Ella no se perdió ni un poco, continuando escribiendo sin parar.

Él rodeó sus brazos alrededor de ella y apoyó su barbilla en su hombro. Cuando sus manos errantes no lograron provocar ninguna reacción, se puso de mal humor.

¿Acaso la estúpida computadora era más interesante que él?

Tuvo el impulso de agarrar la computadora y lanzarla a la basura. Suspirando, la abrazó más fuerte y simplemente observó cómo trabajaba tan seriamente.

Después de un rato, su mal humor se transformó en curiosidad y luego en asombro. Curiosidad por saber qué tipo de código estaba escribiendo y asombro por su excelente habilidad de tecleo y concentración. Notó que a medida que pasaba el tiempo, sus dedos se movían más rápido de lo que sus ojos podían seguir.

Finalmente, ella se detuvo. Estiró la espalda, el cuello y los brazos como un gato. Masajeando sus manos, parecía que solo ahora se dio cuenta de que estaba sentada en su regazo. Se giró y lo miró sorprendida.

Él frunció el ceño.

—¿Te gusta más tu computadora que yo? —preguntó.

Sin pensar, ella asintió, pero de repente se detuvo cuando su expresión se volvió fea.

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Notas al pie:

[1] Un guiso hecho con carne, zanahorias, papas, pimientos, guisantes y a veces con trozos de piña, todo cocido en salsa de tomate. ¡Es delicioso! ¡Caray! Ahora se me antoja. ¡Maldita sea!

[2] Rollos de primavera Filipinos, que consisten en carne picada y verduras mixtas picadas. También he comido muchos solo con carne. Sin embargo, me gustan más los que llevan verduras.

[3] Brócoli chino. La comida no es completamente Filipina, pero esto es lo que realmente siempre como para mis verduras casi todos los días, sin importar cuál sea el plato principal. Muy fácil de preparar y me da mi dosis diaria de nutrición y fibra. ¡Ñam ñam!