webnovel

Sr.Park, porfavor déjeme ir

Por qué a todo lo que entregamos nuestra pasión y dedicación, acaba por quemarnos. Un día puedes estar feliz e y intentado crear una boda maravillosa, y al otro estar en la cama de tu jefe

BlackDiamond03 · Geschichte
Zu wenig Bewertungen
13 Chs

El vestido 2ºparte

Al llegar al llegar a la tienda de novias solo se pudo encontrar a dos familias, como todavía estaban esperando a la Bridal Assistant, Liliana podía observar la situación que se desarrollaba en una de las salas que se encontraba frente a ellas, un sentimiento de envidia hizo presencia en su corazón pero al igual que se mostro no tardo mucho en desaparecer en el momento en la cual hizo presencia la asistente.

Ambas entraron en la elegante sala dentro destacaban los cuatro espejos de pared que formaban un semicírculo alrededor de la plataforma, acompañado por un pequeño sofá de dos piezas color crema, al otro lado de la sala de podía localizar la entrada a la sala de los vestido, la habitación parecía no tener a causa de los vestidos, este era el ultimo lugar para encontrar el vestido perfecto.

- Y pensar que te vas a casar antes que nosotras, dios mío ya no podremos tener noche de chicas. Sabes aún hay tiempo de que lo abandones y te unas a mí, lo sabes ¿no? Te puedo cuidar mejor que él.

- Si tanta envidia tienes deja de frecuentar los bares y encuentra a alguien serio, por ejemplo Dave el de recursos humanos, sigue sin perder la esperanza de poder salir contigo. - Pronunció Liliana tranquilamente.

Se pudo vislumbrar una cara de desagrado y horror en el rostro de Clara. - ¡Estás de broma verdad, realmente quieres emparejar me con ese maldito friqui parasitado, sin ningún rasgo en la cual sobresalga, salvo el ser un pervertido y esos enormes cortavientos a lo que llamamos gafas, las personas normales. ¡Tanto me odias! - Expresó Clara con enojo.

- No te pases, sabes que está locamente enamora de ti, solo tiene ojos para ti. - Pronunció Liliana con burla.

- ¡QUERRAS DECIR LO QUE LE QUEDA DE VISTA VERDAD! El grado de pervertido que es, es incomparable, se extendió por toda la empresa que el muy cabron estuvo manoseando a una de las practicantes que tenía bajo su supervisión. Espero que el director no tenga piedad con él, no puede seguir allí o mejor dicho aver si llaman a la policía. - Dijo Clara con rabia.

- ¿La chica, ha dicho algo?

- Eso, si que no te lo puedo decir con exactitud.

Estuvieron hablando durante el periodo que el que esperaban a que volviera la asistente.

No pasó mucho tiempo antes de que fueran interrumpidas por la asistente.

- Sr.Liliana, ya podemos comenzar, porfavor siguanme.

- Gracias.

Ambas mujeres fueron guiadas a la gran habitación con vestidos.

- ¿Sra. Liliana, hay algún corte en concreto que le gustaria probar? - pregunto la joven.

- La última vez proble, el corte estilo y princesa y sirena, no me agradaron mucho. Por esoe gustaría probar de corte frances o de corte redondo, que sea de media manga sin encajes ni pedreria - pronunció Liliana.

Al oír la petición de Liliana, la joven iba de un lado a otro sacando y mostrando vestidos a ambas jóvenes, todos se adaptaban a la peticiones hechas.

Cada vestido sacado fueron colocados en el perchero en orden, una vez seleccionados la joven guió a Liliana al vestidor, mientras Clara la esperaba en la sala.

•••

Pasaron varias horas desde el primer vestido y aún faltaban otros 3, con cada vestido que salía Liliana llevaba con ella una crítica más cruel que la anterior.

- No te estás pasando Clara - Dijo, Liliana un poco cansada.

- ¡Como quieres que no sea cruel , si ningún vestido te favorece, ninguno saca a la perra que escondes dentro de ese vestido insípido y sin glamour! - Expresó Clara con enojó.

- Aún faltan 3 más, y son muy bonitos todos el segundo me gustó mucho.

- ¡AHHHH NO ESE NI SE TE OCURRA MENCINARLO! Si no supiera de tu vida privada creiria que eres la virgen María, sin ofender claro.

- Donde estaba el, "lo que tú quieras cariño, todo lo que te pongas se te verá hermoso".

- Si eso lo dije cuando entramos en la primera tienda de novias y que fue lo que pasó Liliana, no lo volví a mencionar y si quieres que lo haga me suicidó.

- Pero si son muy bonitos, ¿a ver dime qué es lo que no te agrada de ellos?

- No no son bonitos, parece que cada vez que te pones uno, hallas sido enlatada con otras dos sardinas más, - dijo Clara, en un tono serio la cuál hizo alertar a la joven que se encontraba en la pequeña plataforma - Lili cariño se que te gusta estar cómoda con lo que vistes tanto en casa como el trabajo todo tu armario es monocrotimatico incluyendo tus zapatos algo que me sorprende bastante. Llevo sentada en este sof más de dos horas y media, sigo viendo el mismo vestído y el mismo estilo que veo en ti diariamente y como tú mejor amiga que soy no puedo dejar que el día de tu boda vaya como has está vistiendo durante toda tu vida, déjame mostrarte el pedazo cuerpo que tienes, ¿sí?

Una experion de duda aparecio en el rostro de Liliana, ante tal acción Clara continuó persuadiendo la.

- Lili, déjame sacar la mejor versión de ti - pronunció Clara con determinación.

Las dudas seguían apareciendo en Liliana, puede que fueran dudas o el miedo ha afrontar algo nuevo hacia su persona, un estilo sencillo sin resaltar y estar cómoda.

Liliana observó los vestido que había en la perchas y prosiguió. - Creo que deberíamos seguir mirando los otros vestidos, ¿vale? Puede que que haya uno que si nos convezca. - Dijo Liliana con una sonrisa.

- Cariño esto no es de que nos guste a las dos, es de que te guste y te veas maravillosa con el, yo estoy para poder guiar (aunque sea a la fuerza) y te aseguró que eso vestidos no son para nada tu esencia y algo que haga decir ¡WOW! Sabes eso es, quiero decir ¡WOW!, cuando te vea. - Ante esto se levanta para sujetar las manos de Liliana algo rígidas - Se que tienes miedo a los cambios, pero aveces son buenos y yo estaré para ayudarte ha hacerlos, y siempre dando pasitos pequeños. - Pronunció Clara mientras se apollaba en sus hombros y ambas se observaban en los amplios espejos.

Una dudosa Liliana se observaba en el espejo, todo en si se veía como decía Clará monocromático siempre el mismo estilo sin ningún cambio, lo único de color eran sus ojos color miel, - "Los cambios siempre son duros, y siempre se hacen a pasitos pequeños" - pensó Liliana con decisión, pronunciando - ¿¡Vale, que hago!? - Pregunto Liliana con decisión.

- Eso déjamelo a mi - dijo Clara mientras le guiñaba un ojo, mientras hacía señas a la asistente que se encontraba no muy lejos de ellas que observo todo. Ambas se apartaron un poco ha hablar, mientras se movian hacia la puerta - Danos un momento cielo - Antes de desaparecer por la puerta, con la joven.