El astro rey inició su actividad diurna desde el este enviando con fuerza y calor sus rayos, que incidieron sobre un hermoso y delicado rostro.
Tsubaki entreabrió lentamente sus ojos heterocrómicos y soltó un suave bostezo al despertarse, sintiendo aún algo de sueño.
Sintió unos brazos alrededor de su cintura y se percató de que estaba desnuda, recostada en el pecho fornido de su amado, quien aún dormía.
Rápidamente su mente se atestó de los recuerdos de la mágica noche anterior y una bella sonrisa se esparció por sus labios.
Sí, le entregó su primera vez a su amado.
Fue un momento increíble que jamás olvidaría, manifestaron su amor uniendo sus cuerpos en un acto de placer que llenó sus corazones.
Y ahora que recordaba todo eso, su rostro se sonrojó enormemente. Se sentía avergonzada por lo que hicieron durante toda la noche.
Mucho más avergonzada se sentía por estar desnuda en estos momentos y al lado de Goku, quien dormía tranquilo abrazando su cintura.
-A-amor despierta, tenemos que ir a clase -Tsubaki comenzó a sacudirle ligeramente y al parecer su acometida funcionó con éxito.
Hoy comenzaba el último trimestre del curso, y debían despertarse si no querían llegar tarde. Aunque claro, Sona no los castigaría... ¿no?
Goku comenzó a abrir sus ojos con lentitud, sin prisa alguna, y notando que su brazo aprisionaba a Tsubaki la atrajo hacia él con una gran tiranía.
-Buenos días Tsubaki, ¿cómo has dormido? -preguntó Goku con su tono de voz característico mientras mostraba una sonrisa de felicidad.
Felicidad por lo que había hecho anoche, eso supuso un paso importante en su relación con Tsubaki y porque ambos lo disfrutaron.
-M-muy bien, estoy feliz por lo que hicimos anoche... -susurró Tsubaki ocultando su rostro en el pecho de Goku- T-tú... ¿l-lo disfrutaste?
-¡Claro! Jamás había sentido algo así y me gustaría repetirlo -contestó Goku sonrojando a Tsubaki por lo que dijo- Tú... ¿lo disfrutaste?
-S-sí, también me gustaría repetirlo... -habló Tsubaki en un susurro apenas audible- P-pero tenemos que irnos a clase, hoy empezamos.
-¡Cierto! Ya se acabaron las vacaciones, es que pasaron tantas cosas y... -profirió Goku, antes de cerrar sus ojos- Aunque podríamos faltar hoy...
-¡No! ¡Se adónde quiere llegar y no me convencerás! -Tsubaki negó tajantemente mirando con el ceño fruncido a su novio.
-Hehehe era una broma, también tengo ganas de ir a clase y ver a los demás -agregó Goku con una sonrisa nerviosa y Tsubaki suspiró al oírle.
Goku liberó el cuerpo de Tsubaki y tratando de levantarse llevó la sábana consigo, aunque si lo hacía Tsubaki se quedaría expuesta ante él...
-¡E-espera! D-deja que me levante primero... e-estoy desnuda -Tsubaki musitó avergonzada y Goku parpadeó sus ojos ónix varias veces.
-Está bien, iré a correr un rato -habló Goku con una sonrisa, la Quest diaria había llegado como siempre y quería hacerla sin perder tiempo.
Tsubaki se cubrió con la sábana y se levantó de la cama caminando hacia el baño, aunque le dolía la cintura y le costaba caminar un poco.
Lo habían hecho durante varias horas y sin protección, pero más tarde iría a una farmacia y buscaría algunas pastillas anticonceptivas.
No quería quedarse embarazada, todavía era MUY pronto para darle hijos a su amado. Por lo menos, ella esperaría un par de años más.
O quién sabe.
Goku vio con una sonrisa cómo Tsubaki se marcha, era imposible describir las emociones que sentía en su corazón al estar con ella.
"Abuelo... ¿lo estoy haciendo bien?"- se preguntó Goku mirando el techo. No se puso a pensar más y se levantó de la cama para realizar la Quest.
Una hora después.
"¡¿Qué!?"
Tsubaki abrió sus ojos al escuchar tales palabras y el chico sentado a su lado asintió comiendo con tranquilidad su tostada.
-Eso es lo que te quería decir ayer, pero me interrumpiste y... -habló Goku recordando lo de ayer- Una cosa terminó llevando a la otra jeje.
-Pero, ¿cómo que todo el clan Shinra me pedirá perdón de rodillas? -inquirió Tsubaki sin alcanzar a comprender esta situación tan enrevesada.
-El trato era que si ganaba a Byakko harían todo lo que yo quisiera, y como gané... les ordené que todos ellos se disculparan contigo de rodillas -
Tsubaki estaba estupefacta, no le sorprendió que Goku venciera a Byakko pero sí que el clan Shinra, y su líder, hubieran aceptado hacer eso.
-El patriarca del clan... ¿lo aceptó? -preguntó nuevamente Tsubaki, sabiendo lo estricto que era ese hombre- ¿Aceptó esa condición?
-No, pero le obligué a hacerlo -respondió Goku con un tono que dio muy mala espina a Tsubaki.
-¿Q-qué hiciste? ¿Cómo le obligaste a hacerlo? -Tsubaki quería saberlo, esperando que Goku no hubiera hecho ninguna locura al patriarca.
-Él se negó a hacerlo en un primer momento y... te insultó, no pude contenerme y le amenacé con matarle -confesó el chico recordando aquello.
-¡¿Por qué lo hiciste?! ¡No era necesario que hicieras algo así! -se exaltó Tsubaki en shock.
-¿Querías que le dejara insultándote frente a todos y que me quedara de brazos cruzados? -preguntó el azabache con tono irónico.
"....."
-¡Jamás permitiré que te falten el respeto! Por eso le obligué a que se arrodillara ante ti disculpándose junto a su clan -pregonó Goku.
Los ojos de Tsubaki se abrieron, nunca pensó que Goku llegara tan lejos por ella, al punto de hacer que todo un clan se pusiera de rodillas.
Sólo por ella.
Eso demostraba cuánto la amaba este chico.
Y cuánto estaba dispuesto a hacer por ella.
-Te pedirán perdón y podrás ver la tumba de tu abuela -habló Goku con una sonrisa- Yo también cargaré con tus problemas... no estás sola.
Sin poder evitarlo Tsubaki se abalanzó sobre él liberando algunas lágrimas. Por fin iba a ver dónde había sido enterrada su única familia.
La persona que cuidó de ella, que la amó de verdad, que le enseñó a cocinar, a leer, a escribir, a coser, que siempre estuvo ahí para ella...
Su amada Oba-chan.
-G-gracias, n-n sabes lo mucho que significa esto para mí Goku... -comentó Tsubaki mientras lloraba en los brazos de Goku, quien sonrió.
-Haría lo imposible sólo para que fueras feliz, Tsubaki -declaró el pelinegro con una sonrisa.
Esas palabras perdurarían para siempre.
Más tarde.
Goku también la comentó que descubrió que su abuelo era de uno de los cinco clanes del Shintō, concretamente el antiguo patriarca de los Nakiri.
Tsubaki reparó en la ironía del destino. Tanto ella, como Suzaku y Goku tenían sus raíces en los cinco clanes, hasta resultaba gracioso.
Una vez que terminaron de charlar, la pareja emprendió su rumbo hacia la academia Kuoh y durante el camino se entretuvieron hablando.
Hasta que finalmente, llegaron.
-Nos vemos luego, cuídate -se despidió Goku, con ganas de ver ya a sus compañeros de clase.
Habían pasado casi tres semanas desde la última vez que les vio, aparte de Issei y Aika no vio a ningún compañero más de su clase.
-Suerte en clase, amor mío -Tsubaki se despidió con ese apodo cariñoso que tanto adoraba decir.
Se besaron rápidamente y Goku se encaminó hacia su clase. No sin antes saludar a Sona, que estaba como siempre en el portón de la escuela.
-Llegas tarde Tsubaki, normalmente solíamos ser las primeras en venir -habló Sona ajustando sus lentes y Tsubaki tragó ante sus palabras.
La había pifiado.
-V-verás K-Kaichou... yo... -trató de pretextar Tsubaki, pero para desconcierto suyo su Kaichou dibujó una pequeña sonrisa en sus labios.
-Tranquila, estaba bromeando, ¿cómo va todo entre vosotros? -preguntó Sona con curiosidad- Vi el pequeño beso que se dieron antes...
-¡Kaichou! -se quejó Tsubaki ruborizada por aquellas palabras burlescas- V-va todo bien...
Sona notó que Tsubaki titubeó, como si estuviera dudando sobre si decirle o no algo. Pero también había otra cosa crucial que llamó su atención.
-¿Por qué estás cojeando? Lo he notado mientras venías -preguntó nuevamente la heredera del clan Sitri con incertidumbre.
Tsubaki se quedó en shock.
No sabía si decirle a Sona lo que había hecho anoche con Goku, pero ella era su mejor amiga y su rey. Por lo tanto, tenía derecho a saberlo.
Pero le daba tanta vergüenza...
-B-bueno a-ayer Goku y yo... l-lo hicimos -habló absolutamente sonrojada Tsubaki y Sona la miró confundida, sin entender a qué aludía su reina.
Pero ella no era tonta.
Comenzó a relacionar varias: la cojera de Tsubaki, sus titubeos, el hecho de que vivía con Goku y parecían mucho más cercanos...
Y finalmente, lo entendió.
Y se sonrojó como pocas veces.
-¿N-no es un poco pronto? A-apenas llevan una semana de relación -Sona consiguió pronunciar tales palabras saliendo de su estupefacción.
Su reina había dejado de ser virgen.
Y aún mejor, con la persona que amaba.
No pudo evitar sentir algo de envidia, ella no había encontrado al amor de su vida y por ende seguía siendo virgen. Quién sabe hasta cuando.
Pero en el fondo, se alegraba por Tsubaki.
Nunca antes la había visto tan feliz.
-S-sí Kaichou, pero yo quería dar ese paso y él también quería... y lo hicimos -agregó Tsubaki.
-*Tos* M-me alegro mucho por ustedes, sólo espero que hayan tomado medidas preventivas antes de hacerlo -habló Sona con cautela.
"....."
La respuesta de Tsubaki fue un silencio.
Mientras tanto.
Murayama suspiró.
Había tenido unas vacaciones sumamente aburridas, aparte de entrenar en el club de Kendo se fue a la piscina algunas veces con Katase.
Y también quedó con Aika para ayudarla con los estudios, y debía admitir que era una chica divertida dejando de lado su perversión.
Pero nada fuera de lo normal.
"¡Hey miren!"
En cuanto oyó dicha voz volteó la cabeza y se percató de que su amigo Goku estaba entrando en clase, de ahí los murmullos de los demás.
-¿Soy yo o se ha vuelto más alto? -preguntó Katase un tanto perpleja mirando a su amigo.
-No sólo eso... también se le nota mucho más maduro que antes -murmuró Murayama analizando la complexión de su amigo.
¿Qué había hecho durante las vacaciones?
-¡Hola! Mucho tiempo sin verlas, ¿cómo están? -preguntó Goku sentándose al lado de Murayama, tocaba historia a primera hora.
-Nosotras bien, estábamos comentando lo diferente que te notas -profirió Katase haciendo que Goku sonriera nerviosamente al oírla.
-¿Yo? ¡Qué va jajaja! -se rió disimuladamente.
-¿Dónde estuviste estos días? Recuerdo que dijiste que te ibas a ir fuera de la ciudad -habló Murayama recordando el mensaje de Goku.
-B-bueno tuve que hacer algunas gestiones -respondió Goku rascando su nuca- "Derrotar a dos prometidos arrogantes, por ejemplo"
-Siempre tan raro -Katase suspiró, pero había algo que estaba picando su curiosidad- ¿Estás saliendo con la vicepresidenta Shinra-senpai?
Goku casi se atraganta al oír aquellas palabras, olvidó que en los últimos días de clase aquellos rumores se habían intensificado bastante.
-B-bueno... la verdad es que sí, ¡pero no se lo digan a nadie más! -pidió el chico juntando sus manos y ambas chicas abrieron sus ojos.
-O sea, eran verdad aquellos rumores... -murmuró Katase sumamente sorprendida.
Murayama no sabía cómo sentirse, ya que aunque rechazó la idea de salir con Goku todavía seguía gustándole en el fondo de su corazón.
Pero como amiga suya, lo único que podía hacer en estos momentos era alegrarse por él y desearle lo mejor, tanto a él como a su pareja.
-¡Espero que les vaya bien a ambos! -exclamó Murayama enseñándole el pulgar- Si necesitas algún consejo, no dudes en venir a nosotras.
Katase admiró que su amiga dijese eso.
-Lo tendré en cuenta jeje -habló Goku con una sonrisa y giró la cabeza- "Oh, esa de ahí es Aika"
Se levantó y caminó unos pasos hacia ella, pudo notar que su amiga estaba un poco abatida.
-Hey, ¿qué tal estás Aika? -preguntó el pelinegro sentándose a la par de su amiga, quedaban unos minutos para empezar la clase de historia.
Aika alzó la mirada y le vio.
-Oh, eres tú Go~kun, por alguna razón te noto más... atractivo -confesó Aika mirándole con una sonrisa seductora y se relamió los labios.
Goku se rascó la nuca.
No sabía porqué motivo siempre se sentía tan nervioso cada vez que estaba con esta chica.
-¿Al final vino tu hermana? -preguntó Goku recordando lo que habló con Aika aquella noche.
Aika pareció más abatida.
-S-sí... hace dos días, y bueno... se llevó a Natsuki consigo -respondió Aika sollozando, ahora sí que estaba sola de verdad.
Goku lamentó aquello.
Hace dos días es cuando se fue a visitar Suzaku a y por eso no pudo estar presente para despedirse de la pequeña y fría Natsuki.
Normal que Aika se sintiera tan triste. Sus padres muertos, sus dos hermanas fuera del país... Aika estaba verdaderamente sola.
Y aunque le hiciera compañía jamás podría sustituir esa felicidad que le otorgaba estar con su familia, eso era algo que comprendió.
Pero había una solución viable para que Aika fuera feliz, y como amigo suyo haría lo que fuera para ello. Aunque él tuviera que perderla...
-Aika, ¿te gustaría vivir con tus hermanas en Estados Unidos? -preguntó Goku mirándola con curiosidad y los ojos de Aika se abrieron al oírle.
-N-nada me haría más feliz, pero eso es mucho dinero y mi hermana no podría hacerse cargo de mí también -dijo Aika mostrándose cabizbaja.
Sería una carga para su hermana.
-Bien, te irás cuando se acabe este trimestre y vivirás con ellas -declaró Goku con una sonrisa.
"...."
-Tengo dinero, así que cada fin de mes podría estar enviando cierta cantidad para que eso no suponga un problema -agregó el azabache.
Aika le miró estupefacta.
-¿T-tú harías eso por mí? -preguntó la chica, incluso para ser Goku ese gesto era demasiado bondadoso y desinteresado- ¿P-por qué?
-Porque quiero que seas feliz, es lo menos que puedo hacer como tu amigo -respondió el chico con una sonrisa y entonces Aika le abrazó.
-¡M-muchas gracias! Yo... ¡no sé cómo agradecértelo! -exclamó Aika sollozando, no quería que sus lloros fueran escuchados.
Goku correspondió el abrazo sonriendo.
Sin saber que estaba siendo visto por una extraña figura que le miraba con ojos vacíos, pero con un brillo de esperanza en ellos.
-Ashborn... te necesito a mi lado -