—Señorita Allura.
Una súcubo con cabello verde y ojos azules verdosos entró en una habitación y bajó la cabeza.
—Has sido convocada.
—Está bien.
Frente a ella, estaba una chica con cabello blanco y ojos azules, que tenía una sonrisa juguetona en su rostro mientras se levantaba.
La súcubo echó un vistazo a la mujer frente a ella y no pudo evitar retroceder un poco.
Esta mujer humana…
Era… inusualmente intimidante.
Ella no intenta ser intimidante, siempre tiene una sonrisa en su rostro cuando habla, y nunca mira a nadie por encima del hombro, incluso a los sirvientes, pero…
Aún así… extrañamente intimidante…
La Súcubo no sabía cómo acercarse a esta mujer, a pesar de que ya había estado sirviéndola durante un año.
Todo va bien cada vez que Allura la llama y habla con ella, a veces, incluso siente que está hablando con una de sus mejores amigas y simplemente sigue y sigue cuando Allura está frente a ella,
Sin embargo, cada vez que tiene que acercarse ella primero,
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