La vida académica de Hajime Tanaka, estudiante de primer año de preparatoria, ha sido una historia complicada.
No era ni tan bueno, ni tan malo. no era muy aplicado durante sus clases, pero se las arreglaba para sacar una nota media en una sesión nocturna de estudio antes de un examen.
No obstante, en lo que respecta a la parte deportiva y su actividad física en general, por supuesto, no era buena. Para su buena o mala suerte, debido a su obesidad, nadie esperaba mucho de él, así que si solo pretendía hacer lo mejor posible, con eso bastaba.
Y esto era algo que lo había aquejado por mucho, mucho tiempo.
A una temprana edad, las diferencias de aspecto no afectan tanto a los niños, por lo que Tanaka tuvo una infancia bastante normal hasta sus primeros años de la escuela primaria.
Era extremadamente introvertido y no hablaba; mucho menos jugaba con los niños, y en especial las niñas, alejándose poco a poco de sus compañeros. Las cosas comenzaron a cambiar cuando cumplió 10 años, y para cuando entró a la escuela media, Tanaka se dio cuenta que aspecto era notablemente inferior.
O eso podría decir que le hicieron darse cuenta de ello.
Durante las diferentes actividades culturales de su escuela, como en danzas folclóricas, las chicas no querían tocar sus manos, solo fingían entrelazar sus brazos, pero nunca intentaban tocar sus manos. Eso lo conmocionó mucho.
No es que estuviera deseando que llegaran las actividades de la escuela solo para poder tocar las manos de una chica. No... eso era verdad. Por ello es que el rechazo de ellas afectó mucho su mente.
Pero este tipo de rechazo solo fue el principio.
Desde entonces, las chicas evitaban abiertamente a Tanaka, y los chicos no mostraban nada de compañerismo cercano hacia él.
Eventualmente, también apareció el acoso escolar.
Se burlaron de él, lo ignoraron, le hacían bromas pesadas con tachuelas, lo extorsionaban... y muchas cosas más.
Cuando pidió ayuda a los profesores, estos se limitaron a poner a Tanaka en frente de la clase pidiéndoles que se llevaran bien con todos. Pero no dio resultado y todo siguió como antes. Para cuando terminó la escuela secundaria, el acoso cesó aparentemente, ya que entró a otra preparatoria.
Sin embargo, en esta nueva escuela comenzó de nuevo el desprecio.
Muchos rumores sin sentido comenzaron a difundirse sobre el aspecto de Tanaka o su olor, extendiéndose por toda la preparatoria.
Lo aborrecían por su pelo tieso, rebelde y desgreñado, por su cara con acné, por su olor luego de hacer deportes... o lo odiaban por su físico, que para entonces ya era de casi 100 kg de peso.
Lo avergonzaban por todo y por nada.
Y Una vez que los rumores se expandieron por todos lados, le fue imposible escapar de ellos. Aborrecido por las chicas y prácticamente rechazado por los chicos, Tanaka estaba completamente aislado.
En esta situación, sin siquiera haber pasado 1 mes de iniciadas las clases, Tanaka dejó de intentarlo y comenzó a falta a la preparatoria durante un tiempo debido a la mezcla de ira, resignación, desesperación y otras emociones negativas que se arremolinaban en su corazón.
Fue también durante este periodo cuando empezó a vivir solo debido a las circunstancias de sus padres. Tenía dinero gracias a la riqueza de su familia que viajaba por el mundo, así que podía vivir cómodamente hasta la muerte si quisiera.
Profesores y funcionarios del gobierno fueron a visitarlo, pero la gran devastación y la actitud de Tanaka los hacía desistir en su trabajo para que regrese a la preparatoria.
Por ello es que Tanaka comenzó a vivir una vida despreocupada, descuidando más su figura y su aseo, comenzando a vivir en medio de una montaña de basura que se acumulaba en su casa.
Hasta que un día...
Una noche a inicios de junio, mientras daba uno de sus acostumbrados paseos nocturnos, Tanaka encontró un libro al borde del camino.
Se veía viejo, quizás con muchas décadas de antigüedad, pero lo que tenía escrito en la pasta llamó la atención del jovencito.
"Introducción a la hipnosis? ¿Qué es esto? Parece un libro para tontos" – fue lo que se dijo así mismo cuando tomó ese libro por primera vez.
Lo miró de reojo para ver contenía, esperando hallar algunos esquemas o dibujos, pero era solo texto. Esto hizo que Tanaka perdiera el interés y quisiera dejarlo donde lo encontró.
Pero, por alguna razón, algo le incomodaba. Algo dentro de su mente le decía que se llevara ese libro a su casa.
Por lo que sin pensarlo mucho, se llevó dicho libro.
Cuando por fin estaba dentro de su vivienda, el muchacho abrió y comenzó a leer las páginas iniciales como si no pudiera esperar y empezó a leerlo inmediatamente.
Era como si una fuerza invisible lo empujara a terminar de leerlo sin que se detuviera o siquiera descansara. Así, para cuando terminó de leer dicho libro y lo cerró, se dio cuenta de que la había amanecido.
"Hipnosis para hacer que otros hagan lo que quieres… puedo hacer lo que quiera a quien escuche mis ordenes… eso es lo que puedo hacer"
Una tétrica y oscura sonrisa se formó en el rostro de Hajime Tanaka en aquel entonces.
A partir de ese día, el muchacho puso todo su empeño en el aprendizaje de la hipnosis, invirtiendo todos sus recursos en ello. Cambió su estilo de vida, comenzó a alimentarse mejor, limpió toda su casa… comenzó a adoptar hábitos que le ayudarían a mantener una buena salud mental.
Y luego de un mes, para inicios de julio, cuando Tanaka estuvo convencido de que dominaba toda la gama de técnicas hipnóticas que el libro describía, pasó a la etapa de experimentación.
No escogió un objetivo muy notorio, pues si bien estaba extasiado con todo lo que podía lograr, cabía la posibilidad de que todo esto muy posiblemente solo sea parte de un delirio que había inventado alguien, por lo que intentó algo muy básico y que no tendría repercusión alguna.
Intentó hipnotizar al dependiente de una tienda, como si fuera una sugerencia, haciendo que no le cobraran la compra que estaba haciendo con la excusa de que ya le había pagado.
¡Y, para su sorpresa, su hipnosis funcionó!
Tanaka estuvo tan extasiado que casi comienza a saltar en un pie y a gritar de la emoción cuando salió de dicha tienda.
Para cuando se calmó, volvió a sonreír horriblemente, imaginando con mas convencimiento todo lo que podría hacer gracias a esta habilidad.
Su siguiente paso, la prueba verdadera, fue intentar hacer que alguien obedezca todas sus órdenes, no solo una simple sugerencia.
Y, por su puesto, sus objetivos serían mujeres.
Comenzó a intentar hipnotizar a mujeres para que tengan sexo con él.
Al inicio no obtuvo resultados exitosos, aun cuando era evidente de que las mujeres con las que hablaba parecían estar en un estado de confusión al escucharlo.
Pero poco a poco, con el paso de los días, fue afiando y corrigiendo la manera en cómo les pedía a las mujeres que tuvieran sexi con él, haciendo que su técnica fuera más y más perfecta.
Con esto descubrió que, en vez de darles órdenes directas como '¿Tendrías sexo conmigo?' pasó a utilizar las emociones ya existentes en la mente de las mujeres, como los sentimientos hacia sus parejas y sustituirlos por él mismo al decirles 'Hajime Tanaka es tu novio, y tu tendrías sexo con tu novio ¿verdad?' haciendo que las mujeres comenzaran a aceptar dichas órdenes.
Asi logró el éxito de sus planes con una joven vecina suya, quien estaba recientemente casada y su marido se encontraba en un viaje de negocios.
Y después de ese éxito, comenzó a abusar de una y otra mujer, hasta el día de hoy.
.....
Muy tarde en la noche, Hajime Tanaka estaba sentado en su mueble de manera indiferente, mientras veía el televisor de su casa.
"El día de hoy las cosas se había puesto realmente locas en la ciudad, con cientos de cadáveres encontrados aquí y allá, además de las noticias sobre abuso infantil… parece que alguien se encargó de repartir justicia"
Al parecer, alguien había tomado justicia por mano propia como consecuencias de las acciones de esos tipos.
Esto hico que Tanaka se sintiera un poco incomodo, ya que él había hecho algo similar, el haber abusado de muchas mujeres, por lo que se le cruzó por la mente que, en algún momento, podría ser atrapado por algún tipo que intentaría hacer lo que le hicieron a esos viejos violadores.
"No, eso nunca me pasará, siempre he cubierto mis huellas, además de que las mujeres con las que he estado ni siquiera saben que ha sido abusadas, por lo que nadie me puede acusar de algún crimen"
El obeso muchacho trató de ya no pensar el ser atrapado, en cambio se puso a pensar en lo que había logrado hasta ahora en estos dos meses desde que encontró dicha libreta.
"¿Por qué aprendí hipnosis? ¿Para qué es que lo quiero usar?"
Cuando Tanaka pensó en ello, una respuesta le vino a la mente casi en automático.
"¡Por supuesto, para vengarme! ¡Para hacer que los que se burlaron de mí, me marginaron y me pisotearon paguen el precio que se merecen!"
Tanaka estaba tan satisfecho con los resultados de su hipnosis que casi olvida su propósito inicial.
¡Regresar a la escuela y cobrar venganza!
Por ello comenzó a idear un plan, el cual llevaría a cabo luego de las vacaciones de verano, con el cual podría aprovecharse de todas las mujeres que quisiera en la escuela.
*Ding, dong*
"¿Ah? ¿Quién viene a estas horas a molestar?"
De repente, el sonido del timbre hizo interrumpió los pensamientos de Tanaka, haciéndolo enfadar.
No obstante, casi al mismo tiempo que se enfadó, su entrecejo se arrugó.
¿Por qué alguien venía a estas horas a su casa? No tenía amigos, familiares o conocidos que lo vengan a visitar, menos cuando eran casi las once de la noche.
Tanaka lentamente se puso de pie y se acercó a su ventana, tratando de ver entre las cortinas quien era la persona que estaba fuera de su casa tocando el timbre. Pero solo podía ver una sombra, no se distinguía quien era el que había llamado a la puerta, a pesar de que las luches exteriores estaban encendidas.
*Ding, dong*
El timbre volvió a sonar, haciendo que el muchacho comenzara a sentirse nervioso y a recordar lo que había pensado cuando estaba viendo el noticiero.
¿Alguien se había enterado de lo que estaba haciendo y había venido a buscarlo para cobrar venganza?
"Espera, espera ¿a qué le tengo miedo?"
Al instante siguiente, Tanaka susurró mientras trataba de mantener la calma.
"¡Tengo mi habilidad de hipnosis! Jejeje, así sea un policía, en el momento en el que hable saldré bien librado"
Con un poco de más confianza, Tanaka se acercó a la puerta y la abrió.
"¿Sí? Qué es lo que dese-"
*Baam*
¡Antes de que Tanaka terminara de hablar, un puño conectó con su rostro, destrozando su cara y haciéndolo volar hacia dentro!
"¡Hagh!¡M-Mi cara!¡Me rompiste la caaagggggghhhh!"
¡De nuevo, sin siquiera dejarlo hablar, la persona que lo había golpeado apareció frente suyo y lo tomó del cuello, alzándolo en el aire, como si sus casi cien kilos de pesos no fueran nada!
¡En este momento, por más que Tanaka luchó y golpeó, no podía librarse del agarre de su atacante, y como le estaban aplastando el cuello y la garganta, no podía hablar para usar su hipnosis!
"¡Haaaggghhh!"
De repente, todo su cuerpo se sacudió cuando sintió que algo lo estaba invadiendo, una sensación de terror y desesperación, la cual provenía del agarre en su cuello y se expandía por todos lados.
¡Y poco a poco, sin que pudiera hacer nada, el cuerpo de Tanaka comenzó a deformarse y a contraerse, como si se estuviera deshidratando y encogiéndose!
Antes de siquiera poder entender por qué le estaba pasando esto, escuchó el murmullo de su atacante.
"Sorprendente, el Núcleo de este tipo tiene unos patrones realmente completos en lo que respecta a la mente y la voz…. umu, creo que necesito ver estudiar ese libro de hipnosis"
Y estas fueron las últimas palabras que Hajime Tanaka escuchó en su vida.