Mire hacia la ventana cuando el tren finalmente comenzó a moverse, ahora había un largo viaje por delante, saque mi teléfono y comencé a navegar por los foros, realmente tenía que dejar de visitar esos lugares antes que me vuelva adicto al contenido que encontraba, pero leer sobre las experiencias y charlas sobre los otros contratistas era una buena fuente de información sin importar que mucho de ellos fueran estúpidos o solamente estuvieran presumiendo a sus waifus.
Estuve navegando por casi una hora cuando la puerta de mi compartimiento e hice una mueca, había estado disfrutando de mi soledad, había tenido suerte que nadie hubiese decidido a entrar, levante la mirada y mire la puerta abierta para mostrar a Narcissa Black en todo su esplendor. Narcissa era hermosa, ojos azules y cabello rubio, era largo y fluía hasta su cintura con dos pequeñas trenzas a los lados de la cabeza atados a una cinta azul en la parte posterior, tenía una figura y un porte aristocrático que fácilmente llamaba la atención, era delgada por lo que había poco grasa de bebe en sus mejillas dándole una apariencia más madura, una mirada de decepción se tornó en su rostro cuando me miro antes de levantar la barbilla petulantemente.
"mis disculpas, estaba buscando a una compañera" se giró para salir.
"Narcissa, un placer volver a verte" le sonreí mientras guardaba el teléfono en uno de mis bolsillos antes de mandarlo al inventario, Narcissa se giró, parpadeo y entrecerró los ojos en mi dirección como si estuviera escaneándome, después de unos segundos, jadeo y se llevó la mano a la boca.
"Serena?!" exclamo incrédula mirándome de arriba a abajo, le sonreí
"la única, Narcissa"
"t-tu- e-estas-" Narcissa seguía abriendo y cerrando la boca estupefacta, yo me reí ante eso.
"espero que sea algo positivo si deje sin palabras a la princesa de Slytherin" ella me miro incrédula.
"algo positivo?! Serene te ves- wow!" dijo mientras me señalaba entera, eso me hizo sonreír más cálidamente.
"aprecio tus elogios Narcissa, aun si fueran tan ... poco elocuentes" me burle y ella puso los ojos en blanco resoplando.
"oh cállate tú, es tu culpa que este sorprendida y sin palabras, es la primera vez que te veo así" con eso entro al compartimiento y tomo mis brazos "párate quiero verte bien" fue mi turno de resoplar pero me puse de pie, realmente no tenía nada del otro mundo, por lo menos no en los estándares muggle, llevaba unos jean negros y ajustado rasgados en las rodillas, una camisa violeta ligeramente grande, unas botas con plataforma, un guante de rejillas en mi brazo izquierdo hasta la altura de mi codo y todos mis anillos y pulseras en ambas manos, todavía tenía mis piercings en las orejas, el pelo corto, sombra de ojos y labial violeta, básicamente como había sido mi estética general desde que había estado en este mundo, me gustaba mucho y me hacía sentir linda, así que me quedaría con ella por un largo tiempo "date una vuelta" dijo Narcissa y obedecí girando de mala gana "Serena, te ves increíble" no pude evitar acicalarme ante el elogio, era una chica simple y recibir el elegio de una chica bonita siempre era bueno "te ves más saludable, conseguiste un poco más de carne como te dije que hicieras" paso sus manos por mis brazos y cadera, yo resople.
"mira quien habla señorita en dieta perma-ay!" ella me pellizco la cadera y la fulmine con la mirada.
"no seas una niña Serena"
"soy una niña Narcissa, muchas gracias!" espete con más fuerza de la que quería mientras me alejaba de sus manos, la expresión de Narcissa se tornó en una de disculpa casi horrorizada.
"oh Serena, lo siento, sabes que no lo decía de esa forma" hice una mueca y asentí levemente, no había sido una persona insegura a pesar de mi disforia, mi viejo cuerpo realmente no me importaba lo suficiente como para que me importara, así que ningún insulto realmente me afectaba lo suficiente para enojarme, pero que una persona que cuestionara mi feminidad en este nuevo mundo al parecer era un punto sensible, ahora que realmente podía ser una mujer no iba a dejar que nadie dudara de ese hecho, pero Narcissa no sabía de todo eso, en cambio había reaccionado debido a los merodeadores, había sido un insulto habitual dudar excesivamente de mi feminidad debido a mi figura, o mejor dicho, la falta de ella.
"está bien Narcissa" suspire y me pase las manos por el cabello cansadamente.
"q-que te paso en los ojos?" Narcissa me miro a la cara antes de jadear "un tatuaje?!" exclamo horrorizada, tomo mi muñeca con tanta rapidez que apenas pude reaccionar, miro mi circulo de transmutación con una mueca antes de ver mis anillos.
"eso es oro?" pregunto incrédula y ella inmediatamente comenzó a ver mis anillos y pulseras con ojos calculadores "es oro puro?" pregunto confundida y rápidamente me saco uno de ellos del dedo.
"ey!" Narcissa me ignoro mientras seguía mirando el anillo.
"sí, es oro puro" murmuro incrédula, su mirara paso del anillo en sus dedos al resto de mi mano escaneándolo con rapidez junto con mis brazaletes, sus dedos se detuvieran más en los de oro antes de subir a mi cara, específicamente mis orejas, tomo la estrella que colgaba de mi oreja izquierda "también de oro, los demás yo... no reconozco los metales" la incredulidad todavía goteaba de sus palabras, rodé los ojos y abofetee su mano ligeramente, apenas contenía alguna fuerza pero fue suficiente para separar su mano de mis argollas, se estaba volviendo ligeramente doloroso sus tirones, tome el anillo de su mano y lo volví a colocar donde estaba.
"sí, son de oro, los demás son metales variados, estaba practicando con algunos encantamientos y servían más con otros metales que no fuera de oro" en realidad no estaba mintiendo, talvez doblando un poco la verdad, llenarlos de invest-magia era casi lo mismo que encantar la joyería, talvez.
"donde conseguiste el dinero para conseguir joyas de oro Serena?" pregunto incrédulo con un toque de sospecha, rodé los ojos una vez más.
"vaya, gracias por decirme pobre sin decir pobre, tienes una lengua plateada como recuerdo Narcissa" resople, ella me abofeteo el hombro.
"no me vengas con eso Serena" puso los ojos en blancos y me reí entre dientes "pero de enserio, no... no hiciste nada ilegal no?" pregunto preocupada y puse los ojos en blancos, era la que menos se tenía que preocupar de cosas ilegales con un prometido como Lucius Malfoy, estaba a punto de responderle cuando la puerta se volvió a abrir, incluso pensar en el diablo lo invocada, Lucius Malfoy en carne y huesos.
"Cissy, querida, pudiste encontrar a Serena?" pregunto suavemente mientras miraba con cariño a Narcissa, arrugué la nariz, cuando leí los libros siempre pensé que habían estado juntos por una especie de contrato matrimonial, resulta que realmente se amaban, y eran repugnantemente dulces cuando querían.
"ah Lucius! mira a quien encontré!" dijo Narcissa emocionada mientras me agarraba de ambos hombros presentándome a Lucius como un objeto olvidando la pregunta anterior.
"Lucius, un placer volver a verte" arrastre lentamente mientras repetía mi saludo, Lucius parecía confundido y le tomo más tiempo que Narcissa unir los puntos.
"Serena?!" exclamo incrédulo y volví a rodar los ojos, esta reacción se estaba volviendo molesta, está bien que me viera diferente a la vieja Serena, pero podría prescindir la sorpresa e incredulidad en sus reacciones.
"no Lucius, soy Evan Rosier" resople, Narcissa me volvió a golpear el hombro con una sonrisa, tenía que darle crédito a Lucius, se sacudió el estupor rápidamente.
"ya quisiera Rosier verse tan bien como tú, debo decir que te ves encantadora Serena, cambiaste tu cabello?" Lucius me dio una sonrisa ganadora y yo resople divertidamente mientras Narcissa dejaba escapar una pequeña risa.
"suave Malfoy, muy suave" y con eso me deje caer en el asiento una vez más.
"gracias, lo intento" se inclinó levemente divertidamente, Narcissa no aguanto más y tomo del brazo de Lucius con una sonrisa y lo arrastro a los asientos frente mío.
"llegaste justo a tiempo querido, Serena me estaba por contar como consiguió sus... nuevas incorporaciones" insistió Narcissa mientras apuntaba a mis manos, rodé los ojos, Malfoy me miro curiosamente antes de entrecerrar los ojos mirando mis anillos.
"puedo?" pregunto suavemente, y asentí extendiendo la mano, por lo menos pidió permiso no como Narcissa anteriormente, Lucius tomo con suavidad mi mano y miro los anillos con curiosidad.
"debo decir que no reconozco los metales con lo que están hechos"
"y no podrías, no son realmente metales comunes para hacer anillos, estuve experimentando con los encantamientos durante el verano y conseguí hacer algunos avances, algunos metales pocos comunes servían mejor que otros"
"oh?" Lucius parecía curioso al igual que Narcissa.
"además del oro, mis anillos, pulseras y argollas son de peltre, estaño, hierro, acero, zinc, latón, bronce, cadmio y bendalloy" el par me miro mientras parpadeaba.
"ya... veo, ciertamente son metales... poco comunes para la joyería" dijo Lucius diplomáticamente.
"que es cadmio? y bendalloy?" pregunto Narcissa confundida.
"cadmio es un metal que se encuentra en las minas de zinc, relativamente poco abundante, bastante toxico si se ingiere, el bendalloy, también llamado cerrobend o metal de Wood, es una aleación de cadmio-bismuto" el par volvió a parpadear lentamente, suspire cansadamente y retire mi mano de Lucius.