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Jospeh Kuther.

- Un momento ¿Qué no se supone que no tenías padre, porque te dice hijo? -Preguntaba lukta viéndoles.- Es solo una forma de expresarse, los ancianos la dicen demasiado -Dijo lukta levantando una de sus manos.- ¡Oye, no soy un anciano! -Respondía prendido Joseph.- No no estas anciano ya estas en la tumba, digo a todos nos va a tocar llegar algún día ahí -Tronó los dedos amelia viendole con una sonrisa.- ¡No idiota! No estoy así por la edad, esto es la responsabilidad del pasado.., una lucha qué tuve hace años provocó esto.Amelia y lukta al escuchar eso se quedaron totalmente confundidos por lo que daban un paso hacia al frente, el viejo Joseph amablemente les invitó a pasar a su palacio por lo que estos entraban, una vez dentro todos se habían sentado en aquellas sillas hechas de igual forma de piedras, un plato de piedra qué encima tenía dos rodajas de pan con algo de mermelada encima y finalmente una taza de café.- ¿Entonces, vas a decirnos quien eres y porque es que estás resguardado aquí abajo? -Lukta se sentaba viendo al Mayor.- Por supuesto que si jóvencitos, aunque para eso déjenme contarles una pequeña historia..Los dos jóvenes junto a aquel anciano bajaban su mirada viendo aquel café, las ondas del café se sentían como una clase de portal qué les iba absorbiendo hasta que finalmente este les había absorbido por completo, es ahí donde se encontraba un joven de cabello cafe, consigo tenía un traje de color blanco, mismo joven quien había salido de lo que parecía ser un gran templ en donde se encontraban varias estatuas, las mismas estatuas que estaban repartidas en la entrada del templo qué lukta y amelia habían llegado por primera vez .- Hey, Joseph ¿Todo listo, tienes el mapa contigo no es así? -Decía un joven, cabello castaño

- Sabes que siempre lo hago john -Confiado respondió un joven Joseph, joven de tez blanca, cabello café claro, con unos lentes de sol, y un elegante traje blanco de corbata.

- ¡Bien entonces dejemos de perder el tiempo, esa gema del vacío nos espera!

Aquel sujeto que estaba enfrente de Joseph le estiraba la mano haciendo que Joseph le diera un fuerte apretón, es ahí cuando ambos jóvenes se habían subido en un camión, el camión les estaba llevando exclusivamente a un lugar abandonado del cual pocas personas sabían, ninguno de los dos jóvenes tenía alguna familia a quien comunicar por lo que nadie sabría donde es que estos se fueron, después de haber llegado a esa localización la cual era una cueva abandonada hace varios años, después de estar en aquella cueva los dos jóvenes comenzaban a buscar siguiendo un mapa qué tenía Joseph en sus manos, así fue hasta que estos habían llegado a lo que parecía ser una estatua.

- ¡Esta es la estatua de birna, significa que estamos en buen camino! -Decía Joseph emocionado frente a la estatua.

- Pf, jaja, ¿Birna? Yo solo veo la estatua de una mujer en una cueva abandonada -Decía de una forma hilarante.

- ¡John! Birna es una mujer legendaria, todos conocen la leyenda de que fue abandonada y sobrevivió solo comiendo bichos- -Jopseh volteó a verle con un dedo levantado.

- ¡Pf, cuéntame esa segunda parte luego, nerd!

John golpeaba la espalda de jopseh con una sonrisa, después de eso los dos continuaron caminando por la cueva hasta finalmente encontrarse un brillo nulo, ¿Siquiera se podría considerar como un brillo? Era como un bombillo con poca potencia pero la suficiente para iluminarse, el mapa no había avisado de algo como eso por lo que Joseph comenzaba a buscar en sus bolsillos hasta sacar de ahí un guante de metal, jopseh se agachaba y agarraba aquella gema con ese mapa aunque un fuerte temblor había hecho que ambos se alertaron.

- John, esto no es momento para usar tu tonto poder.. Esta cueva es inestable y podría derrumbarse -Decía Jopseh en un tomo asustado y preocupado.

- Yo no estoy haciendo nada..

Las vibraciones comenzaban a hacerse más fuertes hasta que finalmente sucedió algo increíble, aquella cueva comenzó a ser agujereada dejando ver unos enormes brazos de color rojo, john se puso enfrente de Joseph tratando de protegerlo, sus manos se habían levantado haciendo que las rocas qué estaban abajo de ellos también lo hicieran, varias manos continuaban entrando en la cueva hasta que finalmente sucedió lo inevitable, las paredes se habían abierto dejando ver aquellas enormes bestias de sangre, los ojos de los dos jóvenes se habían abierto como nunca.

-.. ¿Q-.. Que diablos.. Es esa..? ¡¿Cosa!? -Gritaba Joseph aterrado.

- ¡No tengo idea pero no se ven demasiado amigables! -Respondía john apretando sus manos.

Aquellas bestias de sangre comenzaban a acercarse por lo john lanzaba una patada hacia arriba, las rocas se habían levantado golpeando a las bestias en el mentón haciendo que estas fueran retrocediendo, john saltaba y golpeaba al suelo haciendo que este como si fuese una ola de un mar se levantara haciendo que aquellas bestias cayeran al suelo, aunque esto no había terminado, john juntaba sus manos haciendo que las paredes que estaban rotas se volvieran a unir aplastando a las bestias de sangre, los dos se quedaban fijos viendo lo que había sucedido hasta que sus esperanzas se cayeron, habían aparecido más bestias de sangre y antes de que john siquiera pudiera hacer algo una de las bestias lanzaba un fuerte puñetazo, john levantaba sus manos generando un pilar frente a él pero la mano de la bestia logró traspasar el pilar y darle un fuerte puñetazo en su estómago, la sangre salió de su boca y su cuerpo salió disparado hasta quedar contra una pared.

- ¡John! Oh no no.. ¡Alejense de aquí, Alejense!

Las bestias se iban acercando hacia Joseph quien aterrado usaba la gema qué había tomado como si fuese un arma, sobretodo la punta de este, sus ojos estaban temblando al igual que sus piernas, el sudor corría por su cuerpo sin control alguno, su corazón parecía que iba a romper su pecho hasta que una de las bestias bajaba una de sus manos, Joseph había cerrado sus ojos esperando lo peor y así hubiera sido de no ser porque una filosa toca se levantó del suelo atravesando la mano de la bestia por la mitad.

-.. ¡Agh.. Njgh..! -Gimió john, con un enorme dolor encima.

- ¡John! -Joseph Gritaba asombrado.

- ¡Muévete, Joseph!

Joseph estaba totalmente aterrado así que apenas y podía seguir ordenes, sus piernas estaban inmóviles del miedo, el miedo de ver aquellas enormes y salvaje bestias, john quien se encontraba malherido solo apretaba sus manos lanzando estas hacia adelante, los pilares de la cueva habían caído atravesando la cabeza de las demás bestias, aun con la sangre cayendo de su espalda john subía y bajaba sus dos manos generando otros dis polares qué se posaban sobre la cabeza de una de las bestias, la bestia tomaba ambos pilares tratando de alejarse, john comenzó a sudar debido a su esfuerzo hasta que este golpeaba al suelo generando otro pilar, pilar qué empujaba la base del de abajo aplastando la cabeza de aquella bestia.

-.. ¡Agh!.. ¡Muévete, antes de que lleguen más, te sigo..!

Tras haber acabado con esa última bestia john daba la orden de irse, Joseph al escucharla asentía con su cabeza y salía corriendo, tal como john había dicho las demás bestias comenzaban a entrar por lo que john comenzó a correr revelando qué en su espalda había un enorme pico de roca clavado en ella, mientras john corría este apretaba sus manos generando qué las paredes se fuesen cerrando generando varias "puertas", las dichosas puertas continuaban cerrándose hasta que finalmente ambos dejaban de correr, john al llegar debido a lo cansado que estaba junto al dolor se había caído contra una de las paredes, Joseph estaba sonriendo teniendo el libro en sus manos y la gema aun guardada.

- ¡Genial, estamos cerca de la salida, solo tenemos que correr un poco más! -Decía Joseph con una ilusa sonrisa.

-.. ¿Correr, nosotros? -John le vió fijamente con un rostro algo apagado.

-.. S-..si.. Nosotros , tenemos que volver.. A la ciudad, ¡Este será un gran avance!

El golpe en una de aquellas paredes en señal de que se había roto hizo qué Joseph viera aquella filosa roca en la espalda de su amigo, Joseph se acercaba hasta poner su mano sobre aquella roca y rápidamente john lanzaba una cachetada sobre la mano de jopseh alejandola de ahí.

-.. Podríamos sanarte.. Si -Con algo de esperanza hablaba Joseph en voz baja.

- No, esta cueva no aguantara tanto.., si dejo salir esas cosas.. Agh.. Quien sabe que podría suceder -John respondía con un tono débil pero firme.

-.. P-.. Pero.. ¡Podríamos! -Joseph tratando de no aceptarlo levantó la voz.

- ¡Joseph!, cuando la gema me aceptó como su usuario supe.. Que algún día debería de llegar este momento.. -Respondió john.

- ¡Pero.. Te necesito, eres el único que tengo! -La voz de Joseph comenzó a quebrarse.

- No me necesitan a mi.. Te necesitan a ti..

John sonreía y se acercaba hacia su mejor amigo posando su mano sobre el hombro de este, las lágrimas en los ojos de Joseph comenzaban a caer por sus mejillas mientras de fondo continuaban escuchandose aquellas paredes siendo destruidas, Joseph sabía que no había forma de irse con su compañero, es por eso que este con gran tristeza le dio un fuerte abrazo con cuidado de no empeorar aun más aquella herida, una de las últimas paredes había sido destruida por lo que john se separaba.

- Joseph.. Mi amigo.. -Sonrió john, débilmente.

-.. John.. Mi hermano..

Después de esas palabras Joseph había salido corriendo de ahí dejando ver como es que la última pared se había derrumbado, fue en ese momento que john tomaba algo de aire y se daba la vuelta, el aire qué había generado la fuerza de aquella pared cayendo, john sabía que no tenía escapatoria de esta situación con vida, sus manos se habían puesto contra su pecho haciendo que varias rocas se levantarán adjeriendise a su cuerpo como Si de una armadura se tratara, las bestias habían salido corriendo hacia john y fue ahí cuando john se lanzaba contra las bestias.

John había saltado rompiéndo la cabeza de una de aquellas bestias, aun estando arriba este levantaba sus manos y golpeaba sus puños haciendo que varias rocas salieran desde el suelo empalando el cuerpo el cuerpo de las demás bestias, Joseph continuaba corriendo sintiendo como es que la cueva cada vez se estaba haciendo más y más inestable aunque la salida estaba más cerca, tan cerca como el final de su compañero, pues una de las bestias había golpeado a john haciendo que su armadura se rompiera en varios pedazos, como si eso no fuese suficiente otra de las bestias le había recibido con un fuerte puñetazo desde arriba clavando a aquella estaba en lo profundo de uno de los pulmones de john, en el momento de este caer al suelo este dejaba salir un fuerte grito de dolor, pero el dolor no estaba llenando su mente, solo las vibraciones de los pasos de Joseph, una de las bestias quería seguir a Joseph pero rápidamente john lanzaba una patada al aire generando dos enormes rocas las cuales rompieron la cabeza tanto de la bestia que quería escapar como la que le había golpeado.

- ¡.. Hah. Ahh..! ¡UUAGHHG!

Joseph había dado el último paso hacia fuera de la cueva por lo que john llevaba sus manos hacia arriba, la cueva había sufrido un enorme temblor comenzando a derrumbarse hasta que finalmente john golpeaba hacia el suelo, mismo suelo qué se había abierto en dos partes generando varias filosas rocas, rocas qué fueron atravesando aquellas bestias de sangre, la cueva se estaba cayendo, las enormes ricas caían al suelo comenzando a sellar cada una de las posibles salidas, john metió una de sus manos a su bolsillo sacando de este la gema de aquella piedra y consigo la foto de un pequeño el junto a un pequeño Joseph, tras ver eso este bajaba la mirada,y así, con una enorme roca aquella cueva termino perdiéndose y con ello acabando con la vida de aquel héroe.

- Su última petición.. Fue querer ayudar una nueva generación..

Las ondas del cafe qué ya había sido bebido habían dejado de moverse dejando ver el rostro de los tres sentados en esa mesa, el viejo había sacado de su bolsillo aquella gema resguardada en una caja.

- Y está por cumplirse..

Aquella gema qué estaba en la mesa comenzó a dejar salir dos brillos, aquellos mismos brillos de color morado junto con amarillo encima de aquellos dos jóvenes, el viejo vio fijamente a los dos con su rostro decaído, lukta y amelia se vieron con sus cejas bajas, justo antes de voltear a ver a aquel viejo asintiendo con sus cabezas.

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