—Guapo Jaak, ¿tu inglés lo enseñó un profesor de educación física? ¿Son esas las únicas palabras que conoces? —preguntó Debby Sutton burlándose.
—Solo fui a contestar una llamada, lo siento —respondió Basil con indiferencia.
—¿Quién era? —preguntó Debby Sutton.
—¡Un amigo! —respondió Basil de manera tajante.
—Esa persona no es otra más que Xenia Wendleton o tu jefa Jessica Flack, ¿verdad? —dijo Debby, entrecerrando los ojos.
—Realmente no se te puede ocultar nada. Sí, fue Jessica Flack. Me pidió que fuera a Beji mañana para recogerla. Estaba planeando decírtelo esta noche —aceptó Basil Jaak con una sonrisa forzada.
—¿Esto se considera trabajo? —preguntó Debby Sutton con una sonrisa.
—Si es por trabajo, ¡entonces ve! —exclamó Debby, cuya implicación era clara si no estaba relacionado con el trabajo, entonces no debería ir.
—Gracias, Betsy. Sé qué hacer —dijo Basil con una sonrisa.
Debby Sutton de repente extendió dos dedos, tomó la solicitud y la rasgó justo frente a él.
Unterstützen Sie Ihre Lieblingsautoren und -übersetzer bei webnovel.com