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Renacer como un ger en la antigüedad

Luego de morir en el apocalipsis, Zhou Zan despertó en un mundo alternativo, parecido a alguna dinastía de la antigua china, pero no solo eso, se había convertido en ger, un hombre con la capacidad de embarazarse. Tras una triste vida de caos y peligro, añoraba una vida pacífica, así que solo se sintió agradecido con la nueva oportunidad de vivir que se le había dado. ~~~~~~~ Etiquetas para esta historia: Cosas de la vida, amor dulce, histórico, fantasía, renacimiento, bl, danmei, novela original.

Mari_Solez · LGBT+
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17 Chs

Capítulo 11

Zhou Zan estaba comiendo otro bollo tras regresar a casa cuando escuchó un suave toque en la puerta.

Dejó el bollo en la vieja mesa de madera y fue abrir, al ver al pequeño Lu Ming cargando una pila de leña en su espalda no pudo evitar suspirar con un poco de tristeza y admiración, rápidamente se inclinó para ayudarle con su carga.

—Xioa Ming es tan trabajador, muchas gracias.

—Mmm… —murmuró el niño, avergonzado ante el cumplido.

—¿El papá de Xiao Ming esta bien?

—Si. Gracias al tío Zhou —se inclinó respetuoso.

—¿Xioa Ming ya desayuno? —Se hizo a un lado invitándolo a pasar.

El niño asintió, su apariencia era igual de lamentable que el día anterior. Zhou Zan dejó la leña junto a la estufa.

—Bolas de arroz del tío Zhou...

Al escucharlo responder sintió su corazón ablandarse, miró la leña y recordó que solo había enviado cinco bolas de arroz, probablemente él y su padre habían racionado eso para tener que comer durante un día más.

—¿Cómo quiere Xiao Ming que le pague hoy? ¿Monedas de cobre o comida? —preguntó, regresando.

—… Comida —dijo Xiao Ming, con voz tímida.

Zhou Zan asintió y vio al niño luchar para no mirar el bollo mordido sobre la mesa.

—Hoy fui a la ciudad y compre algunos bollos, puedes tomar uno.

Vio a Lu Ming asentir antes de comenzar a acercarse al bollo mordido.

—No, Xiao Ming puede tener uno completo —explicó y destapó el resto de los bollos sobre la mesa.

—Las sobras… son suficiente.

Zhou Zan parpadeo al escucharlo, un sentimiento agridulce creciendo en su pecho por la declaración. Negó con la cabeza rápidamente y le ofreció el bollo más grande.

—Tómalo.

El niño se mostró aprensivo, aún así miraba fijamente al bollo, anhelo en su pequeño rostro.

—Yo…

—Es un bollo de carne delicioso, el pago por la leña que trajiste hoy.

—Es demasiado.

—¿Xiao Ming no lo quiere? —preguntó, agregando un poco de lamentación a su voz para convencerlo.

El niño asintió y luego de segundos de indecisión por fin lo tomó, le dio una gran mordida, luego de pasarse el bocado lo miró avergonzado.

Zhou Zan sonrió ante la vista.

—¿Delicioso?

—Hmm —asintió feliz, sus mejillas infladas.

Zhou Zan tocó su cabeza y entonces volvió a la cocina para tomar un vaso del agua que había hervido para tomar, le agregó un poco de azúcar.

—Xiao Ming debe sentarse a la mesa a comer.

Se sentó en el suelo sobre el tapete tejido que había movido del dormitorio y palmeo el lugar a su lado, entonces el niño lo imitó, le acercó el vaso.

Vio divertido como los ojitos del niño brillaban al probar el agua con azúcar, entonces lo vio parecer sorprendido y mirarlo asustado. Era claro el niño creía Zhou Zan se había equivocado y creía sería regañado o algo así. Recordó su comentario sobre las sobras y no pudo evitar preguntarse de donde venía esa actitud. Luego recordó lo que había escuchado en la ciudad y miró al niño con preocupación y duda. Necesitaba asegurarse y no comenzar a especular en base a rumores.

—¿El agua no sabe bien?

El negó con la cabeza, apresurado.

—Sabe muy bien, es… muy buena. Gracias —susurró con una sonrisita.

Sonriendo, recuperó su bollo y ambos terminaron de comer uno al lado del otro.

—Xiao Ming puede tomar otro si quiere.

El niño miró los bollos y dudo.

—¿Quieres llevarle un bollo a tu papá? —preguntó, al imaginar lo que pensaba.

—Si, quiero —respondió de inmediato.

—Te daré tres bollos para él. Y por la tarde te invitaré un tazón de fideos.

El niño negó con sus manos y cabeza apresuradamente.

—Demasiado —repitió asustado.

Lu Ming había estado agradecido por la bolas de arroz, se sentía aún más agradecido por el bollo y el agua con azúcar que solo una vez antes había probado, sin embargo, el agua que había bebido antes no había sido tan deliciosa. Sabía ese tipo de pago era más de lo que debería de recibir, se sentía incómodo, pero nunca había comido cosas tan deliciosas y era difícil decir no.

—Hoy necesitaré la ayuda de Xioa Ming para otras cosas, por eso es un gran pago, ¿estas dispuesto a ayudarme?

Solo entonces Lu Ming asintió efusivamente, relajándose.

—Bueno, iré a traer agua.

Luego de beber el último sorbo de agua con azúcar, Lu Ming se apresuró a tomar las cubetas de madera y posicionarse junto a la puerta. Quería pagar con trabajo todo lo que Zhou Zan le había dado. Sabía que no sería correcto abusar de su amabilidad, eso era algo que si padre le había enseñado.

—Iré con el tío Zhou.

Al ver como Zhou Zan le sonreía alejó la mirada de su rostro, se sentía cálido y avergonzado en su corazón ante la dulzura que le mostraba el ger.

~

Por la tarde, cerca de la hora de la comida, cuando pensaba en si era hora de preparar los fideos, Chan Jie junto a Chan Ru y otras personas llegaron a su casa. Tres hombres altos que cargaban herramientas, uno de ellos era Kuang Shui.

—Tia Chan, Ru ge'er, Kuang ge, hola. Los estaba esperando.

—Zhou Zan, este es Kuang Yazhou —presentó Chan Jie al hombre ligeramente alto junto a Kuang Shui, ambos eran realmente parecidos, definitivamente hermanos—, y este es su esposo Zhang Ho.

El ger era un chico guapo de unos veintiséis años, de la misma altura que su esposo, también bronceado, el huadian en su frente era rojo oscuro, el ger le ofreció una sonrisa vivaz y procedió a estudiar abiertamente a Zhou Zan.

—Eres realmente bonito, ah.

Su esposo frunció el ceño sin decir palabra, el ger resoplo al verlo.

—Esposo, solo estoy haciendo un cumplido, mi amor es solo para ti —dijo Zhang Ho con una gran sonrisa.

Kuang Yazhou mostró una pequeña sonrisa complacida y rasco su nuca avergonzado.

—Mi amor también es solo para ti, esposo —dijo en voz baja.

Vio a Chan Ru reír tras su palma y a Kuang Shui poner los ojos en blanco ante la respuesta de su hermano antes de bajar las herramientas.

—Estos niños —murmuró Chan Jie, con exasperada diversión—, siempre son así, te acostumbraras.

Zhou Zan rió entretenido y asintió. No creyó vería un comportamiento tan meloso en una pareja de ese tiempo.

—Molestare al esposo del hermano Kuang Yazhou hoy —se inclinó.

—No, gracias por el trabajo —Zhang Ho respondió igual.

Vio que la atención entonces se dirigía hacia Xioa Ming.

—Xiao Ming me ha ayudado —lo presentó.

—Ru ger ya nos comentó que él fue quien dio el aviso cuando te rescataron —Chan Jie se acercó al niño para tocar su cabeza—, muy valiente.

Lu Ming se sonrojo y se escondió detrás de Zhou Zan, haciendo sonreír a todos.

—¿Entonces, que quieres hacer? —preguntó Kuang Shui.

—Quiero reparar la casa, construir un kang, reconstruir el baño y abrir un pozo para agua —cambió su atención al otro hermano—. También le pidió al hermano Kuang Shui que me construya una nueva mesa, estantes y arregle la ventana y puerta.

Al escucharlo los hermanos se alegraron, una gran cantidad de trabajo significaba una buena paga.

—Esta bien, déjanos el trabajo —dijo Kuang Shui.

—Así lo haré entonces.

Luego de algunas palabras más los tres se pusieron a trabajar.

—Bueno, Ru ger y yo volveremos a casa —comentó Chan Jie.

Zhou Zan la detuvo.

—¿Qué tal si la tía y Chan Ru me ayudan a preparar fideos y así comemos todos?

—Eso…

—También quiero agradecer a la tía por las cosas prestadas y devolvérselas.

—No necesitas…

—La tía me dijo que podría invitarla a comer. Puedo permitírmelo ahora. Además también quiero pedirle consejos sobre como comenzar a preparar la tierra para la temporada de siembra.

Chan Ru sonrió ante la duda de su madre.

—Mamá, no rechaces a Zhou Zan. Esta invitándote desde su corazón.

—Bueno, bueno, esta bien.

—Hoy podemos comer todos juntos cuando tomen un descanso del trabajo.

—Eso no es necesario —dijo Kuang Shui.

—Me gustaría hacerlo —aseguró Zhou Zan.

—Ash, este niño. Bien —sonrió Chan Jie, subiendo sus mangas—. Vamos a la cocina —le dijo a Chan Ru.

Zhou Zan los invitó a pasar, tomó la mano de Xiao Ming cuando este pareció estar dispuesto a quedarse a fuera para ayudar con el trabajo.

—Xiao Ming puede ayudarme aquí adentro, no es necesario vaya afuera.

—Pero…

—Adentro —dijo con firmeza, sin embargo había un toque de dulzura en su voz que derritió el corazón de Xiao Ming.

Pensé que había perdido lo que tenía de esta novela, pero ya lo encontré, Word solo me hizo sufrir y enojar... En fin, también público en wattpad, estoy allí como @MariSolez2

Graepor leer.

Mari_Solezcreators' thoughts