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Renací como un vampiro en otro mundo capaz de controlar la mente

Merlín el reconocido jugador de Tales of magic and demons llevó una terrible vida acosado por todas las personas alrededor. Queriendo escapar de la realidad se sumergió en el juego hasta el día de su muerte a manos de una enfermedad. Al despertarse se dio cuenta que ahora era un vampiro que podía controlar la mente de los demás. Buscando el amor que nunca tuvo en su vida Merlín continuara su camino.

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Capítulo 94 – Lejos de casa

En la habitación de Thomas se podía escuchar el escándalo. Ya estaba listo para salir peleando si era necesario. No quería involucrar a quienes lo ayudaron. 

La puerta se abrió de par en par y la misma joven de ayer entró. 

-     ¡No tenemos tiempo! ¡Tenemos que sacarte de aquí! ¡Lady Maira ya preparó todo para que abandones la ciudad!

Sin decir nada más la chica tomó la mano de Thomas y lo jaló. La débil fuerza de la niña no fue suficiente para mover a Thomas quien se negaba a marcharse. 

-     No me puedo ir aún. Mi familia aún está cautiva. 

Viendo la mirada de tristeza en el rostro de Thomas la joven no pudo resistirse más y acarició su rostro.

-     En este mundo solo ganan los fuertes. Si quieres rescatarlos tendrás que hacerte más fuerte. Solo así conseguirás lo que buscas. Aun eres muy débil para enfrentarte a un ejército por tu cuenta.

Las duras palabras de la joven le recordaron a su padre. Solo ahora entendía los significados de cada paliza que le dio su padre y por qué le decía que debía hacerse más fuerte.

Apretando los puños ya no se resistió y fue conducido por el edificio hasta llegar a una puerta de madera. Frente a él la puerta se abrió y un coche tirado por caballos estaba listo con un enano que lo conducía.

-     Señor Martin, le traje al pasajero que desea que lo escolte.

-     JAJAJAJA. Jovencita espero que tu señora recuerde este favor.

Lady Maira había hecho un trato con el enano a cambio de sacar con éxito a Thomas del territorio. Cuando el enano regresara sería recibido por las chicas completamente gratis por un día. Esto era una oferta que no podía rechazar.

-     Rápido mocoso metete aquí.

El enano abrió un balde de madera gigante que está lleno de uvas. Las uvas eran un producto insignia de este territorio y era altamente demandado por otros comerciantes quienes lo usaban para elaborar vino. Todo el mundo era consciente de la obsesión por el alcohol de los enanos.

-     Señorita nunca supe su nombre, pero estoy en deuda con usted y lady Maira. Por favor si tiene alguna petición solo dígala. La cumpliré en el futuro.

La joven se acercó a Thomas y aferrándose a su cuello le dio un beso en sus labios. Aunque torpe por culpa de la inexperiencia de Thomas fue un beso que jamás olvidaría.

-     No todos los días se puede besar a un noble. Si algún día me recuerdas por favor no dudes en venir a recogerme. Me llamo Ana ~

La niña se dio la vuelta y cerró la puerta tras ella. Thomas quien se negaba a dejarla ir se quedó con la mano extendida en el aire.

-     Joven, el amor es algo efímero. Sera mejor que te olvides de ello.

Los enanos eran una raza longeva capaz de vivir hasta los mil años sin cultivo alguno. Este enano había vivido centenares de años viendo escenas como estas. De un vistazo vio que este chico se enamoró y de una cortesana que era lo peor.

-     ¡No! ¡Nunca la olvidaré! ¡Vendré por ella en el futuro! 

El enano se resignó a hacerlo entrar en razón. Este muchacho había roto la regla de oro al entrar a este tipo de lugares. Nunca te enamores. Si quería vivir con un sombrero verde sobre su cabeza él no era quien para juzgar.

Thomas se metió al barril que fue rellenado por uvas hasta el tope por el enano. Los barriles vacíos se dejaron en el callejón y el carruaje partió al instante.

-     ¡No hay nada!

-     ¿Ve? Le dije. ~

Lady Maira estaba ansiosa. No sabía si Thomas había logrado salir con éxito de la ciudad.

-     Lamento las molestias señora. Espero que no lo tome a mal.

-     No se preocupe, entiendo que es parte de su deber. ~

Los guardias se marcharon y las puertas se cerraron nuevamente.

-     Lady Maira. ¿Por qué ayudó a ese chico?

Ana quien se había interesado en Thomas le preguntó. Viendo el interés de Ana respondió.

-     Vi que ese chico tenía potencial eso es todo. Es mejor conseguir un favor de alguien cuando es débil. Considéralo como una inversión. ~

Las dos mujeres se retiraron a su dormitorio. La verdad era que Ana tampoco era una cortesana ella era la sirvienta personal de Maira. Solo estaba jugando un poco con Thomas.

En cuanto a si se enamoró de verdad. ¿Quién sabe? Eso era algo que solo tiempo lo dirá.

En las puertas de la ciudad los guardias abrieron el barril, pero al ver solo uvas dejaron pasar al enano sin problemas.

Durante más de una hora el carruaje no se detuvo.

-     ¡Listo joven!

El enano abrió el barril de donde salió un Thomas morado.

-     Muchas gracias por su ayuda señor.

-     No hay nada que agradecer joven. Si caminas media hora en esa dirección llegarás hacia el territorio del conde Blanck.

Sin despedirse el enano partió con su cargamento. Estaba muy emocionado por regresar a la ciudad, pero para ello primero tenía que entregar el cargamento.

Thomas por otro lado se preguntó que debía hacer ahora. Ya no tenía un hogar al cual regresar. Las únicas opciones que le quedaron fue asistir a la academia o continuar como aventurero. En la academia tendría que pagar una cuota de inscripción ahora que su familia no era noble. Podría pagarla manteniendo su posición como aventurero. El problema era la discriminación.

Siendo un plebeyo sería enviado a la clase de plebeyos donde ni siquiera se enseña la mitad de lo que un noble ve. Aunque triste esa era la realidad a la que se enfrentaba. Un noble que cayó era el objeto de burla de todos los nobles. Ir ahí no sería diferente a pintar un objetivo sobre él. De todas formas, no le quedaba otra opción. Solo debía de compensar la diferencia investigando por su cuenta.