Capítulo 150: La desgracia puede ser una bendición disfrazada

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De repente, pensó en el agua de manantial de la dimensión espacial, miró a su suegra y cuidadosamente tomó la taza. La llenó de agua y fue dándole de beber a Yun Hao poco a poco.

Después de un rato, le dio un poco más, mientras observaba su tez. Estaba algo decepcionada al no ver ningún cambio, pero perseveró en cuidar este asunto en secreto.

El Pequeño Huzi se despertó en medio de la noche porque se había mojado. Meng Yunhan tenía las manos ocupadas y después de alimentar al niño, permitió que la madre de Yun siguiera durmiendo con el Pequeño Huzi mientras ella se recostaba en la cama de Yun Hao.

Meng Yunhan se apoyó naturalmente en Yun Hao, descansando su cabeza en su brazo y besó su mejilla. Se durmió rápidamente, solo despertando al escuchar llantos y oler un olor desagradable mientras estaba medio despierta.