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Re: zero arco 3, 4, 5.

Pueden seguir aquí después del cp25 Luego subiré el Arco 1 y Arco 2. A partir del CP 329 comienza el arco 5.

delta_zero_1153 · Fantasie
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503 Chs

Una reunión inesperada, una reunión predestinada, una reunión indeseada.

Después del encuentro con el extraño hombre de la capucha, el viaje procedió sin mayores incidentes. Ocasionalmente, Emilia dirigía su mirada hacia el agua, perdida en sus pensamientos; pero cubría su incomodidad con una sonrisa antes de que alguien pudiera preguntarle algo al respecto. 

El único rasgo distintivo del hombre con el que se habían encontrado era su capucha; aun así, él parecía tener algún tipo de conexión con Emilia. Desde la perspectiva de ella, su comportamiento había sido bastante cortés. Puede que haya sido un poco extremo al describir su cabello; pero más importante aún, el cabello plateado de Emilia rara vez causaba una impresión tan buena como la que había tenido con él.

_Subaru: Por cierto, la capa de obstrucción cognitiva…

De repente, Subaru se dio cuenta de que la capa mágica que Emilia siempre usaba para mantener oculta su identidad no afectó al hombre en ese momento. Si la capa hubiera estado funcionando con su efectividad normal, el hombre sólo habría podido notar la presencia de Emilia. Sin embargo, aparentemente había visto su cabello plateado.

Lo que significaba que el hombre pudo resistir el hechizo de la capa.

_Subaru: Beako.

_Beatrice: Así que lo has notado, de hecho. Emilia y Garfiel no lo han hecho y andan caminando por aquí y por allá totalmente ignorantes de ello, supongo. Niños descuidados, de hecho.

Beatrice, que caminaba junto a Subaru, sabía exactamente lo que le preocupaba.

Mientras ella alejaba a Subaru de Emilia, Subaru se llevó la mano a la barbilla y frunció el ceño.

_Subaru: No creo que haya usado alguna especie de truco, pero aun así, ese tipo simplemente era sospechoso. La obstrucción cognitiva de la capa no debería ser tan fácil de resistir.

_Beatrice: Así que o bien es diestro en el uso de la magia, o posee alguna protección divina.... En cualquier caso, no se trataba de un hombre ordinario, supongo. Qué molestia, de hecho.

_Subaru: ¿Deberíamos decirle algo a Emilia?

_Beatrice: Eso no será necesario, de hecho. Si él hubiese actuado con malicia, entonces Emilia probablemente lo habría notado, supongo. No necesitamos escudriñar demasiado en esto, de hecho.

Al escuchar la afirmación de Beatrice, Subaru respondió con un «ya veo» y lo aceptó.

Beatrice había dicho lo que ella creía que era lo correcto. Como a menudo pasaba tiempo observando a los humanos, y había estado prestando mucha atención a la actitud de Emilia, Subaru la escuchó y concluyó que no había necesidad de provocar un malestar innecesario.

Aun así, Subaru y Beatrice tuvieron al menos que permanecer alertas.

En esta vasta ciudad, encontrar al hombre de nuevo por casualidad era poco probable. Pero quizás él intentase ponerse en contacto con ellos, por lo que debían ser cautelosos.

_Garfiel: Date prisa, Capitán. Si vas tan despacio como Beatrice, ya habrá anochecido para cuando regresemos.

_Beatrice: Deja de decir cosas innecesarias, supongo. Criatura hedionda y fastidiosa.

Garfiel se volvió hacia ellos y se rio alegremente en respuesta a los groseros insultos de Beatrice.

De repente, su expresión cambió.

Sus orejas se movían hacia atrás y hacia adelante, y su nariz temblaba.

_Subaru: ¿Qué pasa?

_Garfiel: Nah, es solo que, cerca del hotel... puedo 'scuchar algo así como una discusión.

Doblaron la esquina mientras Garfiel terminaba de hablar, y entonces Subaru también pudo escuchar el alboroto.

Y en efecto, sonaba como si alguien estuviera furioso.

_Subaru: Suena a que se tornará en una pelea, qué desastre.

_Garfiel: Dado que fue el Capitán el que causó un alboroto durante la negociación, ¿realmente tienes derecho a decir que es un desastre? Si mi asombroso ser no hubiese 'stado en la Cámara de Comercio, los guardias te habrían llevado a rastras.

_Subaru: Ese fue solo mi irresistible encanto... ¿Emilia-tan?

De pronto, Subaru notó a Emilia, que acababa de alcanzarle, corriendo hacia él y luego pasándolo; por lo que la llamó, pero ella no le prestó atención. 

_Emilia: Esa voz, me suena muy familiar... creo que es la voz de Joshua.

_Subaru: Ah, tienes razón. Suena como la voz de ese bastardo debilucho.

_Emilia: Me preocuparía que él estuviese en problemas. Vamos.

Dejando atrás al no tan tenso Garfiel, Subaru corrió tras Emilia. Después de doblar otra esquina, Subaru finalmente pudo ver el Pabellón Fluvial del Plumaje, donde…

_???: ¡Muy bien imbécil, ¿cuántas veces me vas a hacer decirlo?! ¡Deja de ser tan engreído y llama a tu ama aquí ahora!

_Joshua: ¡Tu actitud es tan salvaje que ni siquiera llamaría a mi hermano aquí, y mucho menos a mi ama! ¡Por favor, retírate mientras aún pueda hablar con calma!

_???: ¿De verdad no puedes entender mis palabras, eh? ¡Vamos, bastardo!

Un joven de cabello púrpura —Joshua— estaba de pie con los brazos extendidos frente al hotel, discutiendo con otro hombre. Aunque el otro hombre le estaba dando la espalda a Subaru, su físico era claramente bastante fornido. A juzgar por su actitud, una pelea con Joshua sería inevitable.

_Emilia: ¡Ya basta!

En el tiempo que tardó Subaru en juzgar la diferencia en habilidad de combate de los dos hombres, Emilia ya se había precipitado y los había separado. Habiendo sido empujado, Joshua puso una expresión de asombro lamentable.

_Joshua: ¡¿E-Emilia-sama?!

_Emilia: Estaba regresando de mis asuntos, cuando los oí a los dos discutiendo delante de la posada. ¿Cuál es la razón de su pelea? Cálmense y cuéntenmelo.

Habló como si estuviera mediando en la discusión entre dos niños; en ese momento las cosas se calmaron.

—Garfiel suspiró decepcionado, como si dijera «Ahh, ¿no hubo pelea?», mientras los alcanzaba.

_Joshua: Todos están llegando uno tras otro.... Me disculpo por importunarlos.

_Emilia: No hay problema. Ahora, por favor, háblenme sobre su altercado.

_Joshua: ¿Cómo podría molestar a Emilia-sama con algo tan insignificante?

Joshua rechazó obstinadamente la intervención de Emilia en el asunto, como si temiera que Emilia aprovechara esta oportunidad para su beneficio. Si ese era el caso, entonces estaba siendo paranoico. A Emilia no se le podría ocurrir una artimaña de esas ni en cien años.

_???: No pasó mucho. Fui enviado aquí, pero este tipo no me dejaba entrar. Así que, iba a tener que pelear con él.

En ese tenso momento, el hombre que discutía con Joshua habló. Su afilada mirada se dirigía a Joshua con malicia, y su voz sonaba peligrosa mientras se quejaba por la forma en que lo recibieron.

_Joshua: ¿Cuántas veces voy a tener que decírtelo? Si vas a disfrazar tu identidad, al menos prepárate apropiadamente. Incluso con ese fino atuendo, no puedes ocultar tu verdadera naturaleza. ¡Deberías saber cuándo dejar de decir una mentira!

_???: ¡Discúlpame, don sabelotodo! Ey, no me gusta vestirme así. ¡Estoy haciendo el recado de otra persona! ¡Ah, joder, entiende lo que estoy diciendo!

El hombre se rascó la cabeza, frustrado, mientras Joshua se negaba a aceptar sus afirmaciones. Incluso con la interferencia de Emilia, los dos todavía seguían estancados en la discusión.

_Emilia: Ay vamos, ¿cómo podemos aclarar las cosas de esta manera? Subaru, ¿qué deberíamos...? ¿Subaru?

Los dos hombres testarudos y una confundida Emilia se volvieron hacia Subaru, que estaba de pie con la mano sobre su barbilla, frunciendo el ceño pensativamente mientras miraba al hombre que había estado discutiendo con Joshua.

_Emilia: ¿Qué sucede, Subaru?

_Subaru: No, puede que me equivoque... pero creo que lo he visto antes en alguna parte…

_???: ¿Eh? Qué, joder. ¡¿Acaso buscas pelea con… hk?!

Al escuchar el diálogo entre Subaru y Emilia, la aguda mirada del hombre se volvió hacia su dirección. Pero después de ver a Subaru, inmediatamente se puso rígido.

Sus labios temblaban cuando señaló a Subaru.

_???: ¡T-Tú... de aquella vez con Reinhard...!

_Subaru: «Aquella vez con Reinhard» es algo muy específico... ah.

«Aquella vez con Reinhard» fue la principal pista de Subaru.

Gracias a ello Subaru se dio cuenta de quién era. Estaba mejor vestido que antes, y su comportamiento era ligeramente diferente, pero sus maliciosos ojos no habían cambiado.

_Subaru: ¡Chin! Chin, ¿¡no es así!? Wow, cuánto tiempo sin vernos. ¿Qué haces aquí?

_Chin: ¡No actúes como si fuéramos amigos! ¿Quién rayos es «Chin»? ¡Me llamo Rachins!

_Subaru: ¡Así que sí eres Chin después de todo!

_Rachins: ¡Cállate!

Subaru puso su mano muy amigablemente sobre el hombro de Chin, haciendo que Chin —Rachins—, rápidamente se la quitara de encima. Subaru hizo pucheros ante esa fría actitud.

_Emilia: ¿Lo conoces?

_Subaru: Ah. Pues verás, es una cara conocida que me recuerda a cuando conocí a Emilia-tan en un callejón. En aquel entonces, ella me rescató de un robo por parte de él y sus amigos.

_Emilia: Oh, es cier... ¿eh?, ¿un robo?

_Subaru: La siguiente vez fue cuando estábamos en la Capital y yo me quedé atrapado en un callejón con Priscilla porque él había llamado de nuevo a sus amigos para atacarnos. Sí, un gran tipo.

_Beatrice: A una dama como Betty le parece escoria, de hecho.

Emilia y Beatrice reaccionaron de esa manera al escuchar las palabras de Subaru. Garfiel, que se había estado quedando atrás, hizo tronar sus nudillos con fuerza, y la expresión de Joshua se volvió aún más seria.

A medida que la situación se volvía más siniestra, el rostro ya de por sí pálido de Rachins, se volvió blanco.

_Rachins: E-Espera, espera. Puede que eso sí haya pasado hace mucho tiempo, pero déjame explicarte por qué estoy aquí. «A la primera, perdón, y a la segunda, compasión», ¿no?

_Subaru: Garfiel. ¿Qué opinas?

_Garfiel: Yo diría que es «A la primera, perdón, y a la segunda, con el bastón», ¿no?

_Rachins: ¡E-Espera, espera un momento, por favor! En serio, ¡espera! ¡ESPERAAAA!

Rachins sintió el aura de Garfiel e inmediatamente se dio cuenta de que no tenía ninguna posibilidad de ganar. Se podría decir que ser capaz de darse cuenta de esto era una habilidad que Rachins había desarrollado a lo largo del año pasado.

Se arrodilló, rogando con las manos sobre la cabeza, y luego señaló hacia el hotel.

_Rachins: ¡Es la verdad! Fui convocado aquí… no, ¡mi empleadora fue convocada aquí! Pero ella me dijo que primero daría unas vueltas por la ciudad, así que me enviaron a la posada para avisarles. ¡No estoy mintiendo!

_Garfiel: Ahh, 'ntiendo, 'ntiendo... pero ey, ¿por qué no intentas 'xplicarlo más despacio?

La amenazadora actitud de Garfiel no cambió cuando se acercaba a Rachins. Aunque Subaru se sintió mal por Rachins, no encontró ninguna razón para pensar mejor de él. Su vestimenta había mejorado, pero su carácter no lo había hecho; por lo que no causaba ninguna buena impresión. Era inevitable que Joshua le negara la entrada al hotel. Honestamente, Subaru lo entendía. 

_Garfiel: Ey, qué desafortunado, bastardo. Escoger el hotel en el que mi asombroso ser se hospeda debió ser bastante dur— ¡hk!

Garfiel estaba arrinconando a Rachins contra una esquina mientras apretaba el puño.

Sin embargo, los movimientos de Garfiel fueron interrumpidos de repente cuando volteó a toda velocidad para mirar en la otra dirección.

Sus ojos se abrieron por un momento, antes de entrecerrarse y convertirse en delgadas líneas mientras observaba con cautela. Tenía los pelos de punta, mientras sus dientes, garras y músculos reaccionaban como si estuviera entrando en un campo de batalla.

Fue una reacción abrupta e inmediata.

Los instintos primarios de lucha de Garfiel fueron despertados, y así Subaru también fue bañado por una sensación de urgencia. Se dio la vuelta para seguir la mirada de Garfiel, y…

_???: Rachins, me preocupaba que no volvieras. ¿Hubo alguna clase de altercado por aquí?

En ese momento, Subaru vio algo similar a las llamas situándose frente a él. 

Las llamas brillaban con un tono rojo brillante, tomando la forma de un ser humano. No, no solo la forma, realmente era un ser humano.

Cabello del color del fuego, ojos del color de un claro cielo azul. Su esbelto cuerpo estaba vestido de blanco y su rostro cuidadosamente arreglado era uno que nunca podría ser olvidado.

Su aura, golpeando a todos los que estaban cerca, era el aura que uno sentiría al ver a un héroe. Esa era exactamente la situación en la que estaban.

No había duda. Este hombre llevaba por nombre,

_Subaru: —Reinhard.

Al escuchar la voz ronca de Subaru, el joven en cuestión sonrió con gentileza. Su sonrisa era suave, con la intención de calmar a los demás.

Con sólo esa sonrisa, Subaru sintió como si hubiese sido tomado en los brazos de un guardián de la paz. Todos los demás parecían haberse relajado también.

_Reinhard: Ha pasado mucho tiempo, Subaru. No esperaba verte aquí. Aunque nuestra reunión es gracias a Julius, fue él quien me llamó aquí.

_Subaru: S-Sí. Cuánto tiempo sin verte. Espera, ¿tú también fuiste llamado por Julius?

_Reinhard: Técnicamente fue Felt-sama quien aceptó la invitación de Anastasia-sama. Estoy aquí como su caballero, no esperaba verte aquí también.

Como siempre, la presencia de Reinhard eclipsó a la de los demás. Aunque Subaru había experimentado esto antes, nunca le había afectado hasta este punto, y le resultaba incluso complicado mantener una conversación normal.

Esta vez, Subaru podía sentir el aura de Reinhard, de la que no era consciente anteriormente, lo cual era prueba del crecimiento del propio Subaru. Cuanto más entrenaba, más comprendía la diferencia entre ellos.

_Reinhard: Ya veo. Ha pasado un año, ¿no? Pareces estar mucho mejor de como estabas la última vez que nos separamos. Eso me alegra.

_Subaru: No lo digas así, suenas como si te estuvieras burlando de mí. Estaba un poco orgulloso de mi crecimiento, pero verte me hace sentir como si no fuera nada.

_Reinhard: Esa no fue mi intención. Si de crecimiento hablamos, estoy bastante decepcionado de mí mismo. Yo no he cambiado mucho en el último año, honestamente es vergonzoso.

Eso fue probablemente porque ya había alcanzado el máximo nivel y llegado a un límite de crecimiento. Ver a un hombre que obviamente ya era muy fuerte pero que aún quería ser más fuerte, Subaru no pudo evitar sentirse intimidado.

_Reinhard: Por cierto, Subaru.

_Subaru: N, ah, ¿qué pasa?

_Reinhard: El que me ha estado mirando todo este tiempo, ¿es amigo tuyo? Si es así, me alegraría si le pidieras que se relajara un poco.

Reinhard sonrió forzosamente en dirección a Garfiel. El propio Garfiel estaba increíblemente tenso, luciendo como si estuviese listo para lanzarse con dientes y garras hacia su presa.

Esas fueron armas en las que Subaru confió incontables veces durante el último año. Sin embargo, Subaru dudaba que Garfiel fuese capaz de dañar al joven Reinhard frente a él.

_Subaru: Garfiel, detente. Él es Reinhard. Es mi... amigo. No va a lastimarte, yo no lo permitiría.

Subaru dudó brevemente antes de decir «amigo».

El Santo de la Espada salvó a Subaru personalmente, y su última despedida con Reinhard fue después de la humillación de Subaru en el campo de entrenamiento de caballeros. En ese entonces, cuando Reinhard extendió una mano hacia él, Subaru lo rechazó.

Sin embargo, mientras Subaru consideraba todo esto, Reinhard asintió con tranquilidad. 

_Reinhard: Bueno, Subaru ya me ha presentado. Soy su amigo, Reinhard van Astrea. Te agradecería que me dijeras tu nombre.

_Garfiel: —Garfiel Tinsel.

_Reinhard: Un buen nombre. Estás bien entrenado. Siendo tan joven, es asombroso.

Subaru quedó impresionado por la precisión de las evaluaciones de Reinhard.

En el año después de que Garfiel dejó el Santuario, él aprendió mucho sobre el mundo exterior y había adquirido un temperamento más tranquilo. Si calmara su comportamiento y la manera en que habla, entonces Garfiel parecería tener unos veinte años, cuando en realidad sólo tenía quince.

Los comentarios de Reinhard indicaban que él se había dado cuenta de esto con facilidad.

_Reinhard: He oído algunos rumores sobre los dos protectores de Emilia-sama. Son los famosos «Garfiel del Escudo» y «El Caballero Espiritual». Me llena de orgullo llamarte mi amigo.

_Subaru: Me alegra que me llamen por mi verdadero título, por una vez.

_Reinhard: He oído algunos de los demás títulos, pero son un poco menos agradables. Hablando de eso, ¿el espíritu por el que tienes el título de «El Caballero Espiritual» es esa pequeña niña de allí?

La atención de Reinhard se volvió hacia Beatrice, que se encogió al lado de Subaru y en algún momento tomó su mano. 

Reinhard se arrodilló para mirarla a los ojos.

_Reinhard: Veo que es un gran espíritu venerado. Es un honor poder hablar con usted de esta forma.

_Beatrice: ...Betty es el espíritu con quien Subaru hizo un contrato; Beatrice, de hecho. No me desagrada tu admiración, supongo. Es solo que, deberías mantener tu distancia, de hecho. Estoy segura de que entiendes por qué, supongo.

_Reinhard: Lo entiendo perfectamente. Lamento molestarla.

A diferencia de Garfiel, ella no reveló ninguna molestia obvia. Sin embargo, se aferró a la mano de Subaru con una inusual fuerza, y no pudo ocultar su leve temblor.

Sin embargo, no fue porque tuviera miedo. Se trataba de algo distinto.

Fue entonces que Reinhard, con sus respetuosas y humildes palabras, se volvió ceremoniosamente hacia Emilia.

_Reinhard: Emilia-sama, ha pasado mucho tiempo. Incluso en mi propio territorio, he oído hablar de sus logros muchas veces.

_Emilia: Sí, cuánto tiempo sin verte, Reinhard. Ha pasado un año desde que estuvimos en el castillo, nosotros también hemos oído hablar de tus logros.

_Reinhard: Hemos hecho mucho menos de lo que Emilia-sama ha logrado. He sido incapaz de hacer mucho para ayudar a mi ama. Comparado con todo lo que Subaru ha hecho, no puedo evitar sentirme frustrado.

_Emilia: Jajaja. Sí, Subaru es increíble. Estoy orgullosa de mi caballero.

Emilia tenía la cabeza bien en alto, orgullosa después de escuchar los halagos de Reinhard. Aunque ella obviamente no había entendido la retórica social en las palabras de Reinhard, escuchar aquellas palabras de Emilia hizo feliz a Subaru, aunque la situación fuera embarazosa para los dos.

En cualquier caso…

_Subaru: Parece que ya nos hemos saludado lo suficiente, pero ¿llamaste hace un momento el nombre de Rachins?

_Emilia: Ah, es cierto. ¿Lo conoces, Reinhard?

_Reinhard: Sí, lo conozco. Actualmente está siendo empleado por Felt-sama. Aunque es difícil encontrar lugares donde pueda ser útil, Felt-sama ha puesto grandes esperanzas en él.

_Subaru: ¿¡Felt contrató a ese tipo!?

Al escuchar esta información tan inesperada, Subaru quedó anonadado. Ante su reacción, Reinhard volteó hacia Subaru y frunció el ceño en tono de disculpa.

_Reinhard: Me disculpo por no haber tenido en cuenta tus sentimientos, especialmente porque yo estuve presente en el callejón donde ustedes dos tuvieron ese encuentro. Después de eso, pasaron muchas cosas... Cuando se lo conté a Felt-sama, exigió inmediatamente que lo invitara a venir.

_Subaru: Ah, bueno, si tú lo dices entonces lo creeré, pero... en serio, ¿qué clase de coincidencia es esta? Es que ese tipo… aunque, ¿sólo es él?

_Reinhard: Fueron contratados tres hombres, incluido él. Esos tres son sin duda los que trataron de robarte en el callejón.

_Subaru: ¿¡Le permitieron al trío Ton-Chin-Kan trabajar juntos!?

Encarando este cruel y malicioso destino, Subaru no pudo evitar gritar a los cuatro vientos.

Inmediatamente después de ser invocado en este mundo, Subaru fue atacado una y otra vez por ese trío. No es que los haya olvidado, pero de ninguna manera esperaba encontrárselos aquí.

_Emilia: Bueno, dejando de lado la sorpresa de Subaru... Rachins está bajo tu cuidado, y como empleado de Felt-chan, ¿correcto?

_Reinhard: Así es. Felt-sama quería caminar por la ciudad, por lo que le envió para notificar a la posada de su llegada. Yo vine porque Rachins aún no había regresado.

Reinhard repitió lo que Rachins había dicho, a lo que él asintió rigurosamente.

_Rachins: ¡A-Así es! Dije eso mismo una y otra vez. Todos dudaron de mí sin razón. ¡Exijo una disculpa, joder!

_Reinhard: Rachins. Lo he dicho muchas veces, pero tus palabras como mensajero carecen de cuidado. Aunque la gente pueda comprender la situación general, creerte es difícil.

_Rachins: Bastardo, ¿¡de qué lado estás!?

_Reinhard: Estoy del lado de la justicia. Y, en este caso, creo que era inevitable que el hermano de mi amigo lo malinterpretara.

Alejándose del furioso Rachins, Reinhard sonrió a Joshua, quien devolvió la sonrisa un poco avergonzado.

_Joshua: Cuánto tiempo sin verlo, Reinhard-sama. Esta vez, parece que mi error ha hecho que su mensajero…

_Reinhard: La culpa es nuestra, Joshua. Además, ese honorífico es muy desagradable. Sé que ha pasado mucho tiempo, pero que actúes tan distante me hace sentir un poco solo.

_Joshua: Aunque mi honorable hermano mayor y Reinhard-sama son amigos, ahora también son oponentes políticos.

_Reinhard: No has cambiado. No tienes por qué imitar siempre a Julius en ese aspecto.

Reinhard sonrió irónicamente, mientras Joshua parecía apretar sus dientes.

—En cualquier caso, la conmoción había cesado sin incidentes. Aunque el problema temporal había desaparecido, fue reemplazado por la aparición de otras preguntas. Esas eran…

_Subaru: Pero, si los dos fuimos llamados aquí, ¿qué está planeando hacer Anastasia?

_Reinhard: La invitación que nos enviaron decía que ella quería intercambiar información útil a cambio de algo. Aunque pensábamos que Anastasia-sama podría haber estado tramando algo, no esperábamos que Emilia-sama y tú también fueran invitados.

_Subaru: ¿Quieres decir que deberíamos estar preparados para algo aún más impactante?

_Reinhard: Esa es una posibilidad. ¿De qué se trata, Joshua?

El joven Joshua, una de las mentes maestras detrás de la reunión, ajustó su monóculo y dijo «Supongo que ya veremos», para desviar el tema.

Con su agradable habitual comportamiento, Reinhard se dirigió hacia el hotel.

_Reinhard: Esta es una estructura bastante extraña, el Pabellón Fluvial del Plumaje. He oído que este estilo de arquitectura sólo existe en Kararagi.

_Subaru: Ohh, me sorprende que tú tampoco lo hayas visto antes. ¿Nunca has estado en Kararagi?

_Reinhard: En efecto, tengo prohibido ir al extranjero por temor a que se incumpla el tratado entre cada país, incluso he evitado las fronteras. Ya estamos bastante cerca de Kararagi, por lo que Priestella es el límite de donde puedo llegar.

Emilia y Subaru quedaron atónitos ante la prohibición de viajar de Reinhard. Tal vez era una broma, pero la ligera risa de Reinhard no indicaba que lo fuera. 

Preguntar al respecto sería un poco incómodo, así que evitaron hacerlo.

_Subaru: Ya hemos estado aquí por un rato, y estar cerca de la entrada por tanto tiempo cansa. ¿Qué tal si entramos, ya que Felt aún no ha llegado?

_Reinhard: Claro, no la estoy supervisando ahora mismo, a veces ella sale corriendo para jugar. Es agradable relajarse de vez en cuando.

_Rachins: ¿…A veces? ¿Acaso ella no está siempre jugando?

_Reinhard: Rachins, ¿dijiste algo?

_Rachins: No, nada. Entonces, ¿ya me puedo ir? (Esto es divertido y todo eso, pero apresuremos esta mierda).

Rachins murmuró una maldición en voz baja después de pedir permiso para irse, a lo que Reinhard no pudo evitar suspirar.

_Reinhard: Reúnete con Camberley y Gaston para proteger a Felt-sama. Aunque no debería haber peligro alguno, Rom-dono no nos acompañó, y si Felt-sama lleva a cabo alguna acción peligrosa, tienen que estar ahí para detenerla.

_Rachins: Bien, entendido. ¿Y tú qué vas a hacer?

_Reinhard: Me quedaré con Emilia-sama en la posada. Si algo sucede, envíame una señal con magia de fuego, y estaré allí en cinco segundos.

_Rachins: No es broma, ¿verdad? Joder…

Al terminar su conversación, Rachins se escabulló lejos de Subaru. A mitad de camino, lanzó una mirada feroz a Joshua, quien aún vigilaba a Reinhard. Él era realmente el arquetipo de los males menores. 

_Subaru: Bueno, vayamos adentro. Saludaremos a Anastasia-san y le diremos que Reinhard está aquí.

_Reinhard: Creo que Joshua está a cargo de eso. Bueno, pongámonos en marcha.

_Joshua: ...Sí, lo estoy. Me disculpo por los inconvenientes.

Joshua se veía un poco perdido; quizás porque la situación se había desarrollado de forma extraña. Con el fin de consolarlo, Subaru, Reinhard, Emilia, Garfiel y finalmente Beatrice lo siguieron obedientemente hacia la posada.

_Subaru: Me sentaría mal dejárselo todo a él.

_Reinhard: Lo acompañaré también junto con Subaru.

_Emilia: Ah, si los dos van, yo también.

_Garfiel: Si el Capitán y Emilia-sama van a ir, mi asombroso ser también irá.

_Beatrice: Betty no quiere ser la única excluida, de hecho... pero no me molestaría demasiado incluso si así fuera, supongo.

_Subaru/Emilia: Sí, sí, eres muy adorable.

Subaru y Emilia, caminando a cada lado de ella, acariciaron su cabeza gentilmente. Beatrice, apartó las manos de ambos, irritada; y luego se agarró obedientemente de sus mangas.

_Joshua: Es aquí. Anastasia-sama está entreteniendo a los invitados ahora mismo.

Estaban en una habitación diferente a la del comedor original. Subaru miró con cansancio a Joshua.

_Subaru: ¿Invitados? ¿Invitó todavía más gente?

_Joshua: ...Estás a punto de averiguarlo, me veas o no con esa mirada amenazadora.

_Subaru: ¡Vamos, mis ojos no dan tanto miedo!

_Joshua: Puedo entenderte, incluso si no levantas la voz como una mabestia.

_Subaru: Eso es bastante grosero, ¿y qué tipo de mabestia? ¿Perro, conejo o ballena? Elige uno.

Para Subaru, éstas eran las tres mabestias más molestas. Aunque, para él, todas las demás parecían ser algún tipo de bestia con cara de león, por lo que no le causaron mayor impresión.

Mientras Subaru ordenaba sus recuerdos, Reinhard susurró suavemente «ballena», interrumpiendo la retahíla de pensamientos de Subaru.

_Reinhard: Cuando dices «ballena», te refieres a la Ballena Blanca, ¿verdad, Subaru?

_Subaru: ...Sí, así es. Esa es la peor clase de ballena. Hubo muchas veces en las que pensé que se estaba muriendo, pero sencillamente se negaba a morir. Pensando de nuevo en ello, fue todo un milagro.

De hecho, el aumento en la cantidad de ballenas blancas honestamente hizo de su victoria un milagro.

Esa mabestia era una criatura tremendamente asombrosa, y el desastre que causó también fue extraordinario. Había causado tanto sufrimiento, que incluso ahora, el pecho de Subaru se apretaba de dolor al pensarlo.

_Reinhard: La subyugación de la Ballena Blanca, ¿te importaría hablarme de ello en detalle más tarde? No soy totalmente ajeno a ese monstruo. Aunque, esa podría ser una larga historia que contar.

_Subaru: …Claro. Y sobre tu historia, si te cuesta contarla, entonces no tienes por qué hacerlo.

Subaru sólo era ligeramente consciente de las experiencias de Reinhard con la Ballena Blanca.

Para Subaru, la batalla contra la Ballena Blanca fue el fruto de la obsesión de una década de un viejo espadachín en busca de venganza. Además, Subaru también conocía el origen del Demonio de la Espada y de su relación con el joven pelirrojo; sin embargo, en cuanto a lo que había pasado entre ellos, Subaru no tenía forma de saberlo.

—Éste no era un tema que Subaru pudiese abordar por curiosidad, así fue como lo juzgó.

_Reinhard: Gracias.

De esta forma, Reinhard respondió brevemente a la consideración de Subaru

Eso era todo lo que Subaru pensaba al respecto.

Al ver la mirada baja de Reinhard, Subaru dio un largo suspiro. Emilia y Beatrice lo miraron preocupadas ante su reacción, y entonces Subaru sonrió a ambas expresando un «Estoy bien».

_Joshua: Hemos llegado. Por favor, espere en esta sala de té hasta que termine su reunión.

Joshua, quien finalmente los había llevado a su destino, señaló a una puerta deslizable de madera y papel de estilo japonés. Subaru sentía que su alma japonesa, aunque encantada, se había vuelto un poco extraña.

Sin embargo, sus pensamientos optimistas sólo duraron un breve momento.

_Joshua: Disculpen. ¿Les importaría estar con otros invitados?

Dirigió la pregunta a los invitados que ya estaban ocupando la sala de té.

Alguien dentro se movió un poco y respondió.

_???: …Claro. No tenemos mucho que hacer ahora mismo, de todas formas.

Esa tranquila voz le dio a Subaru una pista inicial. Era increíblemente familiar. Y para colmo, Subaru había pensado en el dueño de esa voz hace tan solo un instante.

Nadie más aparte de Subaru pareció darse cuenta de ello, o más bien, nadie más aparte de Reinhard. Su rostro se puso rígido y sus ojos azules oscilaron con vacilación.

Joshua, sin haber notado eso, deslizó la puerta. Hubo un silencioso sonido de madera contra madera, y quienes ocupaban la habitación quedaron a la vista.

Entonces, los ocupantes, sentados sobre alfombras de tela, miraron a los nuevos invitados.

_Reinhard: —Ojii-sama (abuelo).

_Wilhelm: ¿Reinhard?

Las voces del abuelo y el nieto se superpusieron.

Ésta era la reunión indeseada de Reinhard Van Astrea y Wilhelm Van Astrea.