webnovel

Capítulo 1.0: Huyendo de la ciudad

Es el año 20XX

El día que comienza mi nueva vida, así es, inicio una nueva vida, ya que acabo de entrar al primero de bachillerato, tendré nuevos amigos, nuevos maestros, va a ser muy emocionante.

Me gustaría decir eso, pero no soy la clase de persona que pensaría así.

Mi nombre es Ryu Raiden, tengo 15 años y, lo único bueno de mi vida es mi hermana, no me malentiendan, no lo digo a manera de ciscón, ella es la única familia que me queda, después de que mis padres, tíos y abuelos tuvieran un incidente en un avión hace un año.

Iban a un viaje de vacaciones con la familia, pero, por desgracia murieron.

Se preguntarán porqué ni yo ni mi hermana fuimos al viaje.

Porque, a mi hermana y a mi nos gusta estar en nuestro cuarto, jugando juegos en línea y viendo anime, así que por eso no fuimos al viaje de la familia.

Cuando me entere sobre el accidente me puse muy triste, quede devastado por eso

Pero, en ese momento de tristeza y desesperación, mi hermana me animó, ella fue la razón por la que me pude recuperar de dicha tragedia.

Ahora no quiero perder a el único familiar que me queda, así que por eso es la única cosa que me importa en este mundo.

He llegado al salón de clases.

Me senté justo hasta el rincón más lejano porque no me gusta socializar con las personas

Claro, no les hago el feo si me hablan, pero no mantengo una conversación estable con la persona que se me acerca, y me retiro del lugar.

Muchas personas intentaron acercárseme a convivir conmigo, pero, no fui muy familiar con ellas, no me importan nadie más.

Las clases han acabado y me dirijo a recoger a mi hermana de la secundaria.

"Hola Hermano, por aquí", gritó mi hermana sosteniendo una fuerte sonrisa en su rostro, una vez me reuní con ella fuimos directo a casa.

"Hola Hermanita", le dije devolviéndole la sonrisa y saludándola con la mano.

Mientras regresábamos a nuestra casa ella preguntó, "Hermano, ¿Qué es lo que comeremos hoy?", por cierto, su nombre es Yuna, tiene 14 años, un pelo color azul cielo largo que le llega a la altura de la mitad de su espalda, y es un poco más baja que yo.

"Tal vez comamos Omelet", le dije pensando en si había los suficientes ingredientes en casa para hacerlo.

¡¡¡Es mi comida favorita!!! Dijo mientras llegábamos a casa.

Estaba apunto de abrir la puerta, pero el cielo se iluminó muy fuertemente, con una intensidad que lograba irritarme los ojos, por inercia los cerré y me cubrí con mi brazo derecho.

Para cuando abrí mis ojos, las personas que estaban a mi alrededor estaban actuando de manera muy extraña, sus cuerpos al parecer estaban mutando, partes de sus cuerpos cambiaban de color, otras se deformaban, estaban mutando completamente en horribles bestias de todos los tamaños y aspectos, eran monstruos horribles, me detuve un momento para ver a Yuna y al parecer no le estaba sucediendo nada como lo que estábamos presenciando.

Había muchos monstruos, unos muy grandes, otros muy horribles, algunos no tan horrorosos, pero de igual manera era muy impactante.

Tomé la mano de Yuna y nos metimos dentro de nuestra casa lo más rápido que pudimos.

Ella preguntó con una vez temblorosa, "¿Qué está pasando hermano?", mi hermana tenía una cara aterrada, era comprensible, todo esto parece una pesadilla, yo también me siento muy asustado, temo por que los monstruos nos comiencen a atacar, nuestras vidas corren peligro.

"No tengo idea de lo que suceda, pero creo que lo que pasó hace un momento hizo que las personas mutaran en esas cosas", le dije analizando la situación.

"Quédate debajo de la cama y no te muevas por nada del mundo", le dije a Yuna mientras estábamos encerrados en su cuarto.

"¿A dónde vas hermano?", me preguntó mientras se metía debajo de su cama.

"Voy a verificar que no haya ninguna de esas cosas cerca de la casa", le dije armándome de valor pensando en proteger a mi hermana.

"Ten cuidado por favor hermano", me dijo Yuna y procedí a salir de su habitación.

"Descuida volveré pronto", le contesté mientras cerraba la puerta.

Nos encontrábamos en la segunda planta de la casa, así que tuve que bajar las escaleras para revisar los alrededores ya que si me asomo por una ventana es posible que me vean y decidan atacarnos.

Entre abrí la puerta para confirma que lo que sucedió no lo estaba imaginando.

Pero al mirar hacia los lados vi que los monstruos rondaban las calles, algunos peleaban entre de ellos y otros estaban cuando destrozos mientras que la minoría estaban calmados.

Regresé al cuarto de Yuna y le dije que por ahora nos quedaremos aquí, que era muy peligroso salir por ahora.

Ella asintió con la cabeza y esperamos al anochecer.

En el transcurso del día, le dije que tomara su mochila y le metiera ropa, comida que encontrará enlatada y algo con lo que pudiera entretenerse.

Pues nos iríamos de la ciudad ya que si toda esta infectada de estos monstruos, seríamos presa fácil en nuestra casa.

Yo también tome una mochila e hice lo mismo, entonces comencé a sacar todo lo que pudiera servir.

Eran alrededor de las 12 de la noche y nos dispusimos a irnos de la ciudad en silencio, pues había monstruos durmiendo por las calles, todo el día escuchamos sonidos aterradores que seguramente los estaban realizando aquellos aterradores monstruos además de sonidos de destrucción por sus peleas.

Nos escabullimos en silencio, hasta que salimos de la ciudad, pues fue fácil.

Ya que vivimos en una parte alejada de la ciudad.

Después de un rato caminando en el bosque, escuché un ruido como si fuera una especie de aliento detrás de nosotros, me di la vuelta para verificar que era.

Cuando vi lo que escuché, era un monstruo un poco más grande que nosotros, era horriblemente asqueroso.

Este monstruo, cómo dije, era un poco más grande que nosotros, parecía no tener piel en ciertas partes de su cuerpo.

Su cara estaba totalmente deforme, el rostro que alguna vez debió tener ya no existía, en cambio una cara con arrugas e imperfecciones se hacía presente, su boca al parecer adopto la forma parecida a la de los sapos, tenía unos picos en su espalda y en ves de manos tenía al parecer látigos, era bastante gordo y grotesco, sus piernas parecían de rana.

"Yuna, corre y no te detengas por nada del mundo", le dije y comenzamos a correr lo más rápido que pudios para intentar eludir al monstruo.

"Esta bien Hermano", me contestó mientras tomaba su mano.

Después de unos segundos el monstruo lanzo uno de sus látigos logrando darme un golpe en mi espalda.

"Hug", dije en señal de dolor, tropecé y caí al suelo, Yuna se detuvo por un momento.

"¡¡¡Huye Yuna!!!, le grité mientras intentaba pararme, pero, el monstruo me sujeto de mi pierna derecha y me lanzó hacia un lado, choque contra un árbol y varías hojas cayeron conmigo también.

Yuna al ver esto corrió en frente de mí y le gritó al monstruo, ¡¡¡¡No toques a mi hermano!!!!, y lo que parecían ser cuchillas de hielo empezó a flotar en el aire.

Era como si Yuna las hubiera convocado y con una increíble velocidad atravesaron el cuerpo del monstruo cómo si fuera nada cortando lo en varios pedazos.

El cuerpo de Yuna emanaba nieve y su pelo se intensificó de un azul muy claro.

Después de ese evento Yuna se desmayo y calló al suelo en seco.

Me paré lo más rápido que pude, me preocupó mucho, pero luego de comprobar su estado me di cuenta de que solo estaba durmiendo.

Entonces, la cargué a ella y a sus cosas, y me dispuse a llevarla a un lugar seguro, ya que con lo sucedido es probable que atrajéramos a más monstruos.

Caminé por un rato hasta que al fin encontré una cueva no muy profunda donde podía dejarla reposar.

Le limpie la cara y sus manos, pues tenía un poco de sangre sobre de ellas.

Ahora que lo pienso, su rostro y sus manos son muy suaves.

Luego de limpiarla, la recosté en el suelo y la tape con una manta caliente.

Saqué un suéter de mi mochila y me lo puse, pues solo llevaba una playera negra y un pantalón que me puse en la tarde.

También saque un poco de comida enlatada de mi mochila.

Me la comí, y me recosté junto a Yuna.

Me quedé dormido mientras pensaba en que fue eso que pasó hace un rato, fue un evento bastante anormal y completamente de ficción, me preguntó si aquel destello tuvo algo que ver para que Yuna realizara tal acción.