webnovel

Calma Antes De La Tormenta

Los días pasaban rápido y sin incidentes. Siempre entrenábamos a la misma hora, pero cada día me escapa un rato de los demás para poder entrenar solo. Quería controlar por completo ese poder que había usado contra Apollyon y Euronymous. Al principio fue difícil ya que no sabía cómo "activarlo". Pensé que podría usarlo al enojarme pero descarte esa idea por miedo de perder el control, así que traté de recordar las veces que lo había usado, de cómo es que empecé a sentir el ese poder. Intenté muchas veces hasta que recordé las emociones que sentía en esos momentos y casi de inmediato el poder surgió.

Seguí activándolo una y otra vez cada vez que tenía tiempo, poco a poco empezó a ser más fácil, al punto de poder usarlo cuando quisiera, el problema era que solo podía mantenerlo por poco tiempo, pero eso era más que suficiente.

Un día mientras entrenaba escuche que alguien se dirigía hacia mí pero no le tome importancia, porque si era un monstruo podía acabar con él en un segundo, así que seguí entrenando. Algo extraño pasó mientras entrenaba, como seguía escuchando que alguien se acercaba comencé a pensar en que podría tratarse, un segundo después mi vista cambio, podía ver a Alexa caminando por el bosque, pero por momentos la perdía de vista por la copa de los árboles, era como si la estuviera viendo desde un satélite o una cámara aérea. O como si estuviera volando.

Desde que recordaba siempre tenía ese deseo, volar. Poder alzarme sobre las nubes y ver todo desde ahí. Por pensar en eso perdí la concentración y perdí de vista a Alexa. En su lugar estaba el borde del precipicio y tenía un pie en el vacío, de no haber actuado rápido y agarrarme de las rocas de seguro hubiera muerto.

Cuando logre subir la mitad de mi cuerpo del risco alguien tomo mi mano.

-¡¿Pero que estas tratando de hacer idiota?! ¡Pudiste haberte matado! – dijo Alexa molesta.

Tiró de mi mano y de un solo intento me subió hasta ponerme a salvo.

-Ahora que lo recuerdo el otro día estaba pensando en una forma de entrenar con Alexa. Creo que llego la hora de entrenar enserio – pensé al ver la forma en que me había levantado.

En lugar de estar preocupado por casi caer mi mente cambio de tema al verla.

-¡Contéstame, no te quedes callado! – dijo ella aun molesta.

-Solo estaba entrenando un poco, además mientras lo hacía descubrí algo y pues… estaba tan concentrado en eso que no vi en donde estaba – dije sin darle mucha importancia.

-Después de la pelea con Euronymous te has estado comportando muy extraño. Todos los días vienes aquí para seguir entrenando, después de entrenar con todos nosotros ¿No crees que entrenas demasiado? – pregunto ella un poco preocupada.

-Entrenar con ustedes no es suficiente, tengo que contenerme para no lastimarlos de una manera grave – dije sacudiéndome un poco el polvo.

-¡¿Contenerte?! ¡Si siempre nos dejas inconscientes en el suelo! – dijo ella molesta.

-No sé si recuerdas lo que paso con Euronymous, pero si hago lo mismo simplemente podría lastimarlos gravemente. Por eso necesito entrenar de una manera que pueda usar mi fuerza al máximo y con ustedes no puedo hacerlo – dije tratando de convencerla.

-La verdad no creo que seas tan fuerte como dices – dijo ella un poco incrédula.

-Es obvio que no recuerdas lo que pasó en esa pelea. Si así lo quieres pues te lo mostrare – pensé después de escucharla, eso me había hecho enojar.

Caminé hacia una roca grande que estaba a un lado del precipicio, era tan alta como yo y por lo menos tan ancha como un auto pequeño.

Cerré los ojos por un segundo y sentí esa chispa, esa chispa que hacía que mi verdadera fuerza se encendiera. Sentía el aire fluyendo a mí alrededor, la energía fluyendo por todo mi cuerpo. Trate de fijar todo esa energía en mi puño, abrí los ojos y puño estaba brillando en un tono azul.

-¡¿Pero qué…?! ¿Qué vas a…? – pregunto ella nerviosa.

Con un fuerte grito descargue mi puño hacia la roca, usando todas mis fuerzas.

La roca se hizo pedazos en ese instante, miles de pedazos volaban en todas partes y una pequeña nube de polvo se elevó. Voltee a ver a Alexa, quien no podía estar más sorprendida.

-¿Tu qué crees que pasaría si golpeara a alguien de esa forma? – dije un poco cansado por usar toda esa poder.

Solo cerró la boca y trago saliva.

-Además creo que tú puedes hacer lo mismo, solo que necesitar entrenar mucho más – dije acercándome a ella.

-¡¿Qué?! ¡Yo no podría hacer eso ni en un millón de años! – dijo ella incrédula.

-Claro que lo harás, me encargare que así sea – dije tratando de ser lo más serio posible.

Ella se veía asustada, estaba dando unos pasos temerosos hacia atrás, pero no tuvo tiempo de escapar porque me moví rápido y le tapé el camino.

-Cuando Euronymous te poseyó pudo usar un poder que tienes escondido, algo que debes despertar y tratar de controlar, igual que lo estoy intentando yo – dije evitando que escapara.

-¿Pero qué estás diciendo? ¡Yo no tengo ningún poder! – ella dijo eso, parecía estar algo triste.

-Escúchame, una persona normal no podría ver monstruos y mucho menos combatir contra ellos…o eso es lo que he leído, y creo que es verdad, solo mírame. Euronymous uso ese poder, así que tú también puedes, solo necesitas intentarlo – dije tratando de convencerla.

-Pero… ¿en verdad crees que puedo…? – preguntó ella, pero aún se veía asustada.

-No es lo que yo crea, sino que tú desees poder hacerlo, sin eso es imposible – le respondí, aunque la verdad no estaba seguro de lo que decía.

-¿Pero cómo hago para usar ese poder? – preguntó ella de nuevo.

-Déjamelo a mí. Te haré entrenar hasta que te desmayes del cansancio – respondí aún son estar convencido de la única idea que venía a mi cabeza.

-¡Estás loco si crees que yo…! – dijo ella a la defensiva.

En ese momento mostré todo lo que tenía, al igual que en la batalla contra Euronymous. Una fuerte corriente de aire salió disparada de mi cuerpo y ambas manos empezaron a brillar.

-¡No era una pregunta! – grité sin darle alguna opción.

En ese momento se puso pálida y asintió.

-Empezaremos mañana después de entrenar con los demás – dije por ultimo.

Después de eso volvimos al campamento como si nada hubiera pasado.

 

Los días pasaban y hacia que los demás entrenaran cada vez más duro, es especial Alexa. Durante casi dos semanas se desmayaba casi al terminar de entrenar, pero ese entrenamiento empezaba a dar sus frutos. Tanto su fuerza como su velocidad estaban aumentando mucho más rápido que los demás, incluso podía atrapar mis piernas entre las rocas para inmovilizarme.

Pero entrenar así seguía siendo poco para mí, sentía que algo muy malo pasaría pronto y no estaba seguro que los demás estuvieran a la altura de eso. Además estaba la promesa que le había hecho a Alexa la otra noche, tenía que volverme mucho más fuerte y controlar por completo ese poder para cumplirla.

 

Ya habían pasado 3 semanas desde lo ocurrido con Euronymous. Ahora Alexa podía terminar de entrenar sin desmayarse, pero yo seguía entrenando aun después de terminar de entrenar con ella. Parecía que por fin empezaba a controlar por completo ese poder, ahora podía estar mucho más tiempo usándolo, pero aún no era suficiente, no para proteger a todos.

Esa tarde, a pesar de sentir el cuerpo agotado, seguí entrenando hasta muy tarde, debí esforzarme de más porque en un segundo mi vista se volvió negra y deje de sentir mi cuerpo.

Cuando estaba despertando sentía algo suave bajo mi cabeza y que alguien estaba acariciando mi cabello. Abrí los ojos y lo primero que vi fue el rostro de Alexa, me quedo viendo por un segundo y después se empezó a sonrojar, por lo que desvió la mirada.

-¿Qué pasa? – pregunté algo confundido, al parecer mi cerebro no se había despertado del todo.

-¡¿Cómo que qué pasa?! Estabas aquí en el suelo inconsciente cuando llegue, pensé que te había pasado algo, pero solo te habías desmayado – dijo ella, al parecer estaba molesta de nuevo.

-Ya veo, así que solo fue eso. Por lo menos sé hasta dónde puedo llegar – dije apenas dándome cuenta de lo que había pasado.

Ella me volteo a ver, se veía muy preocupada por algo.

-Tal vez no lo sepas, pero todos sabemos que entrenas aun después de entrenar conmigo. Sabemos que te esfuerzas demasiado, pero no sabemos porque. Todos están muy preocupados, incluyéndome – fue lo único que dijo, al parecer solo yo no me había dado cuenta.

Lo único que hice fue sonreírle.

-No se preocupen, solo entreno porque sé que hay enemigos más fuertes que Euronymous allá afuera, Apollyon es uno de ellos – dije tratando de no lucir tan cansado.

-Está bien, pero… ¿podrías avisarme cuando entrenes así otra vez? Solo por si te vuelves a desmayar, solo imagínate que pasaría si algún monstruo te encuentra así – dijo ella pero esta vez parecía estar algo incomoda.

-Tienes razón… de acuerdo, te avisare. Pero antes ¿Sobre qué estoy acostado? – pregunté de pronto.

Alexa se volvió a sonrojar, solo que esta vez mucho más. De pronto di con la respuesta y me sonrojé al igual que ella. No había duda ahora que miraba con atención, estaba recostado sobre sus piernas. En ese instante me levante en un segundo.

-Bu…bueno, creo que…tenemos que regresar con los demás, ya está obscureciendo, seguro Miriam va interpretar mal las cosas igual que la otra vez – dije tratando de no lucir nervioso.

-Sí, tienes razón, mejor hay que regresar – dijo ella tratando de imitarme.

Después de eso empezó a caminar rápido hacia el campamento.

-Esa pequeña siesta me ayudó mucho, me pregunto si… No, no creo que sea por eso – pensé mientras empezaba a seguirla.

Alexa ya se había adelantado bastante, pero se detuvo antes de que llegáramos, para esa hora ya había oscurecido por lo que se me hizo raro que se detuviera.

-¿Qué pasa? – pregunté algo confundido.

-Creo que aunque lleguemos separados los demás van a pensar otra cosa, en especial Miriam – dijo ella algo cansada.

-Tienes razón, últimamente los demás están pensando cosas de más. Creo que tengo que golpearlos más en los entrenamientos – dije mientras miraba en dirección al campamento.

Ella solo empezó a reír pero en un tono bajo para que los demás no nos escucharan.

-No sabía que podías hacer esas bromas – dijo ella tratando de calmarse.

-No estoy bromeando, en verdad pienso golpearlos más – dije mientras frotaba mis puños.

Por el tono serio que use solo se quedó callada.

-Ya veo, entonces hay que buscar algo que decirles para aclarar las cosas – dijo ella.

-Yo me encargo de arreglar las cosas – respondí mientras empezaba a caminar.

No espere a que contestara y camine directo al campamento. Los demás ya estaban esperándonos y se miraban entre sí como poniéndose de acuerdo.

-Pero si son los dos torto… - decía Miriam pero no la deje hablar.

-¡Si siguen diciendo esas tonterías los golpeare igual que a los gigantes! - grite tan fuerte como pude y deje escapar todo el poder que me quedaba después del entrenamiento, no era mucho pero fue más que suficiente para dejar a todos temblando de miedo. Todos estaban pálidos y no se atrevieron a hablar más, incluso Alexa.

-Problema resuelto – pensé al verlos.

Me dirigí hasta el lugar donde dormía, estaba un poco retirado de los demás por lo que podía estar a solas un rato. Me recosté y me puse a pensar sobre esa sensación que me inquietaba desde hace varios días.

-Desde hace algunos días ningún monstruo nos ha atacado, ni siquiera hemos visto a ese molesto espíritu del agua… es extraño. La única vez que pasó eso fue cuando Euronymous nos atacó, pero esa vez fueron solo un par de días, no creo que esta vez sea igual. Algo peor va a pasar, espero que los demás estén a la altura de eso - estaba tan concentrado que incluso cerré los ojos por un momento. No me di cuenta de que alguien se acercaba hasta donde estaba.

-Fuiste muy lejos esta vez. Admito que tal vez nos hemos pasado un poco pero no era para que hicieras eso – dijo Alfred tan pronto como había llegado

-Cállate, no solo me cansaron a mí, también a Alexa – dije molesto por todo lo que había pensado.

-A mí no me parece que a ella le molestara tanto ¿No has pensado en lo que ella siente? – preguntó el de pronto.

-Claro que sí, pero por eso mismo lo hice. Tarde o temprano verán que soy alguien con quien no deben de estar… solo han visto lo bueno de mí – dije recordando las veces que había perdido el control.

-No creo que tu otro lado sea tan malo como piensas – dijo el tratando de convencerme.

-Solo lo he mostrado una vez pero ustedes estaban inconscientes cuando paso. Una vez que lo vean… - dije aun molesto.

Escuche los pasos de alguien alejándose, no sabía si me creyó o no, pero Alfred sonaba un poco molesto.

-Me temo que lo que viene hará que lo vean. Ya no tenemos mucho tiempo para estar todos juntos si es verdad eso. Alexa en verdad me gusta, pero si eso pasa, si pierdo el control, podría lastimarla, incluso llegar a… No, no creo que eso suceda, ahora puedo controlar mi propio poder, estaremos bien – pensé en las palabras que le había dicho – pero ¿si pierdo el control de nuevo? ¿Si lastimo a los demás?

Me quede dormido aun pensando en eso.

En la mañana todos desayunamos juntos como de costumbre. Esa rara sensación estaba más presente este día, tenía la certeza que algo pasaría hoy. Terminando de desayunar todos iban a buscar sus cosas para entrenar pero los interrumpí.

-Alfred, Robert, dijeron que antes de que se encontraran con Alexa llegaron a una cueva con armas ¿verdad? Necesito que nos lleven hasta allá – dije lanzando la espada de madera a un lado.

-Está bien, pero ¿Por qué nos pides eso ahora? – pregunto Robert de inmediato.

-Necesitamos más armas y más fuertes. Tal vez ustedes no tomaron las mejores, hay que buscar mejor en todo el lugar – le respondí.

-De acuerdo, entonces vamos ahora, está un poco lejos – dijo Alfred.

Después de eso fuimos lo más rápido que pudimos hasta llegar a esa cueva. Al llegar solo podíamos ver una pequeña apertura en un lado rocoso de una ladera, Alfred y Robert se veían confundidos.

-Qué raro, podría jurar que estaba aquí – dijo Alfred rascándose la cabeza.

-Te equivocaste de camino, te dije que era por otro lado – le respondió Robert

Mientras ellos dos discutían Alexa y yo nos acercamos hasta esa pequeña apertura. Alexa toco la pared con una mano y cerró los ojos.

-¿Qué opinas? – pregunté al verla tan concentrada.

-Estoy segura que aquí hay una cueva, pero la entrada es muy pequeña como para que entremos – dijo ella después de unos segundos.

-De acuerdo… todos aléjense un poco – les dije preparándome.

-¿Qué vas a hacer? – pregunto Alfred algo confundido.

-Si él dice que nos alejemos es mejor que lo hagamos, creo que piensa crear una entrada – dijo Alexa mientras retrocedía

-¿Pero cómo piensa hacerlo? – pregunto Robert.

Me concentre un poco en usar mi poder, mi puño brillo un poco y golpee la roca. Varias grietas recorrieron la pequeña abertura y después la entrada empezó a derrumbarse. Cuando la nube de polvo se acento vimos la entrada, ahora era tan grande como para que yo pasara de pie.

-Listo, ahora pasemos – dije adelantándome a los demás.

-Por más que vea que hagas eso me sigue impresionando – dijo Alexa detrás de mí

Entramos a la cueva y había varias armas viejas en el suelo. Era demasiado extraño encontrar algo así en un lugar como ese.

Revisamos todo el lugar, pero no encontramos muchas armas en buen estado. Alexa estaba tocando una pared con su mano y se veía muy concentrada.

-Hay algo más aquí… una pequeña recamara detrás de esta pared – dijo ella abriendo los ojos.

-Yo me encargo – dije tratando de acercarme para golpear la pared.

-Espera, podría haber algo frágil ahí adentro. Déjame que esta vez me encargue yo – dijo tratando de alejarme.

-Está bien – fue lo único antes de alejarme.

-¿Qué es lo que piensas hacer? Todavía no puedes romper ese muro con tu fuerza – pensé al verla frente a la pared.

Antes de que tuviera tiempo de pensar, Alexa puso su mano extendida en el muro, muchas grietas empezaron a salir del borde de su mano y recorrían toda la pared, pensé que la pared se vendría abajo, pero los fragmentos se pegaron a las demás paredes de la cueva, como si se deslizaran por las demás paredes.

-¿Qué? ¡Eso fue realmente increíble! – pensé al ver lo que hacía.

-Listo – dijo ella y nos sonreía a todos, de seguro feliz por lo que acababa de hacer.

-¡Increíble! ¿Desde cuándo puedes hacer eso? – preguntó Miriam de inmediato.

-Bueno…fue gracias a que he estado entrenando con Lucas – dijo ella un poco sonrojada.

-No hay tiempo para escuchar eso, miren lo que había dentro – dije saliendo de la recamara que Alexa acababa de abrir.

Mientras ellos hablaban me adelante y entre a la recamara de roca, dentro había un gran cofre de madera y acero, era pesado pero aun así lo cargue y lo lleve hasta donde estaban los demás.

Tenía alguna clase de cerradura antigua, por lo que no la podíamos abrir. Tardamos un buen rato buscando como hacerlo hasta que perdí la paciencia y corte la cerradura en dos con una de mis espadas. Logramos abrirlo y dentro había varias espadas en excelente estado, eran de oro y otras de bronce, de diferentes tamaños.

Lo que más me llamo la atención era una pequeña caja plateada que estaba cubierta con una especie de tela dorada, al abrirla había un pequeño brazalete de plata que tenía una pequeña joya azul en el centro. Tenía la impresión de que podía ser algo importante, así que se lo di a Alexa.

-¿Y esto que es? – preguntó ella cuando le di el brazalete.

-No lo sé, tal vez pasé algo si tratas de tocar esa joya – dije un poco confundido.

Ella lo hizo y el brazalete empezó a brillar, en un segundo tenía una espada plateada en sus manos. La espada un poco delgada pero era tan larga como una de las mías, tenía una especia de guarda muy elaborada, como lo demás de la espada, y con la joya azul justo en el centro en la empuñadura.

-Increíble, hace lo mismo que las tuyas – dijo ella asombrada.

-Sí, será mejor que te quedes con ella. Creo que para que regrese a ser un brazalete tienes que tocar de nuevo la joya que está en la empuñadura – dije tratando de pensar como funcionaba la espada.

-De acuerdo – dijo ella de inmediato.

La volvió a tocar y la espada se encogió hasta ser un brazalete. Se lo puso en su muñeca y me dio una espada de bronce que estaba aún en el cofre, solo que esta era mucho más grande que las demás y parecía ser más pesada.

-Si yo tengo una nueva espada tú también deberías tener una – dijo ella entregándome la espada.

-Está bien. Todos tomen una espada y vámonos. Presiento que algo va a pasar pronto – dije apenas tuve la espada en mis manos.

-Si – todos respondieron al mismo tiempo, tomaron una espada y salimos de la cueva.

Apenas salimos vi porque sentía esa extraña sensación. Delante de nosotros había una gran cantidad de monstruos, muchos más que cuando luchamos contra Euronymous. Incluso había una bestia parecida a un dragón, pero con muchas cabezas.

-No puede ser – dijo Miriam asustada.

-¿Cómo es que hay tantos monstruos? ¿Y que es esa cosa? – preguntó Alexa igual de asustada que ella.

Todos se miraban preocupados, en especial Alexa que estaba señalando a la cosa con muchas cabezas.

-Maldición, odio cuando mis instintos tienen la razón. Espero que podamos salir de esta – pensé al recordar la bestia que teníamos enfrente.

-Eso… eso es hidra – dije mientras señalaba al monstruo.

Hola ¿Qué tal?

de nuevo hay otro capítulo semanal, solo que atrasado un día y se los cuento:

Ayer estaba emocionado de subir este capítulo, ya saben la razón, me gusta escribir este tipo de acción, pero cuando estaba por abrir la pagina para enviarlo mi internet dijo "Hasta la próxima" y se fue. Yo como un adulto responsable hice lo que cualquiera haría, desconecté el modem y lo aventé a la basura.

No se crean, si lo reinicie varias veces pero ante la negativa del internet decidí esperar y hasta hoy se reestableció.

Por cierto, este capítulo es algo tranquilo pero si les gusta la acción no se preocupen, el siguiente va a ser de su agrado.

Y también se vienen nuevos cambios en la historia, solo tienen que esperar unos capítulos más para verlos.

Y sin más que decir...

¡Gracias por leer!

Jeff_Najeracreators' thoughts