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Gremmy Thoumeaux.

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[CAPÍTULO ÚNICO.]

"Ilusión."

Gremmy Thoumeaux, el Sternritter más poderoso. Con su imaginación podía hacer todo realidad. Lamentablemente, para él. Simplemente le parecía imposible imaginar una vida con aquella hermosa Quincy.

—¿Estás bien Gremmy?— pregunto una rubia a su lado, Liltotto Lamperd le miraba con una tranquila preocupación.

Para el Sternritter "V" aún era confuso mirar una expresión combinada con profunda tranquilidad e indiferencia. Su amiga era rara, y difícil para expresar emociones, la única vez que la había visto expresarse, fue ese día que ella acudió a él, pidiéndole que imaginara dulces. Pues la rubia tenía hambre.

De ahí nació su extraña amistad. Aun le era raro tener a alguien con quien hablar y convivir.

Liltotto miro hacia la dirección en la que su amigo estaba mirando, observando a una hermosa Quincy de cabello negro y ojos dorados hablando con alegría de algo que no le importaba con Bambietta.

—¿Vas a hablarle o solo la miraras?— pregunto mientras terminaba la paleta de hielo que estaba comiendo.

Gremmy no dijo nada mientras se alejaba, no importaba cuantas veces lo imaginaba; nunca pasaba nada. Con ella no funcionaba.

La Sternritter "G" miro como su amigo se alejaba, parecía triste y de cierta forma decepcionado. Sus ojos amarillos se posaron una vez más en la Quincy que hablaba con Bambietta, dándole una mordida a su dona, se acercó a ambas mujeres.

—Malory-chan— llamo a la bella mujer de largo cabello negro. Logrando que no solo la nombrada le prestará atención, sino que también su acompañante —Le gustas a mi amigo— dijo mientras apuntaba hacia la dirección en la que se había ido Gremmy.

Ambas mujeres quedaron en silencio. Bambietta estaba confundida pues en el pasillo no había nadie, creyó que era una mala broma de Liltotto, sin embargo, Malory logro sentir una presión espiritual demasiado conocida para ella.

Miro a la rubia, ella solo asintió mientras le daba otra mordida a su dona. Su expresión seguía siendo la misma de siempre, tranquila y al mismo tiempo inexpresiva. Aunque, la pelinegra logro ver un destello en los amarillos ojos de su amiga. Decía la verdad.

—Ahora vuelvo Bambi-chan— dijo la pelinegra mientras se alejaba de ellas, deteniendo su conversación y corriendo detrás de aquella presión espiritual.

Camino por los pasillos, no lo encontraba. Suspiro mientras se paraba enfrente de una puerta, toco con suavidad.

—Creí haber imaginado que nadie me molestara...— las palabras quedaron atoradas en su boca cuando al abrir la puerta la encontró a ella.

Pronto todas las ilusiones en su cuarto desaparecieron, dejando una habitación limpia y bien organizada, con decoración blanca.

—Hola Thoumeaux-kun— saludo la pelinegra con una linda sonrisa amable en su rostro —¿Puedo pasar...?— pregunto mientras ladeaba la cabeza, como si quisiera ver que había detrás del rubio.

—Malory... Tú, ¿Qué haces aquí?— pregunto incrédulo, mirando a la pelinegra enfrente de él, esperando que no sea un sueño. O en este caso, una ilusión provocada por su imaginación.

Ella se quedó callada, pensando si decirle el verdadero motivo por el que había decidido seguirlo.

—Amm...— dudo nerviosa, suspiro rendida —Liltotto me conto sobre tus sentimientos...

Entonces la puerta se cerró en su cara, sin poder terminar su oración. Perpleja parpadeo dos veces antes de querer volver a decir algo más.

—Vete, no necesito tu compasión— la voz del Sternritter se escuchó al otro lado de la puerta.

Malory suspiro mientras se quedaba parada enfrente de la puerta, Gremmy sentía el Reiatsu de la pelinegra, esperando al otro lado de la puerta.

—Gremmy— era la primera vez que la escuchaba decir su nombre —No es lo que piensas, no lo hago por compasión. Realmente estoy aquí porque quiero escucharlo de ti...

La voz de ella era tan suave que lo hacía sentir extrañamente relajado, aun cuando en ese momento sus emociones colapsaban.

Jamás imagino que algo así le pasaría. ¿Por qué le estaba pasando? Luego lo recordó, con aquella chica todo era raro, sus habilidades de imaginación e ilusión no funcionaban. Todo era tan impredecible. Quizá esa fue la razón por la que se enamoró de ella.

Eran tan impredecible que no sabía que podría pasar, como reaccionaria, que haría o diría. Simplemente era hermosa y única. El oro puro que era difícil encontrar en una mina, como un diamante en bruto que no se necesitaba pulir.

Abrió la puerta, encontrándose con ella. Tan hermosa como siempre, ¿Por qué tan de pronto sentía una enorme necesidad de besarla?

—Sí, lo que te dijo Liltotto es verdad. Me gustas, ¿por...

Las palabras quedaron atrapadas en su boca, cuando ella se abalanzó para besarlo. Había esperado para escuchar lo que creía imposible salir de la boca del rubio. ¿Era real o solo una ilusión?

Poco le importo en ese momento. Estaba besando al chico que le gustaba, aquel Sternritter que todos crían un monstruo por sus habilidades. Sus sueños se convertían en realidad, y eso no podía hacerla más que feliz.

Sintió las manos de Gremmy abrazando su cintura aun sin cortar el beso. Se sentía tan bien todo lo que él hacía. Sus besos, el suave roce de sus manos en su cintura. ¿Podría todo ser tan perfecto?

—Ahora que te tengo para mí... No te soltaré nunca, imaginaré un mundo para los dos. Donde nadie nunca te aleje de mí... Te amo Malory— confesó el rubio en un suave susurro, la puerta se cerró a sus espaldas.

Ella sintió la presión espiritual de Gremmy atrás de ella, lo que solo significaba que él, se había duplicado. Sintió los nervios a flor de piel cuando, el otro Gremmy la abrazo por detrás, recargando su rostro en su hombro.

—Disfrutare tanto de lo que voy a hacer contigo. Mi hermosa Malory— sonrió divertido mientras susurraba a su oído.

Apretó las sabanas que cubrían la cama, como si su vida dependiera de eso. El placer recorría su cuerpo, gimiendo mientras Gremmy la embestía lentamente, torturándola.

—Gremmy— jadeo excitada, aferrándose a los hombros del rubio.

Él sonrió, le encantaba escucharla gemir su nombre. Ella se volvía tan adictiva a cada minuto, una droga que estaría dispuesto a hacer lo imposible realidad para mantenerla a su lado por toda la eternidad.

Suspiro mientras se removía adolorida entre las sabanas, sintió unos brazos rodeando su cintura. Abrazándola por detrás. Abrió lentamente los ojos, acostumbrándose a la luz. Levanto las sabanas, sonrojándose al verse en ropa interior, y confirmando que efectivamente alguien la abrazaba. Ella sabía muy bien de quien se trataba.

Sonrió mientras miraba hacia la pared enfrente de ella, su mente divagaba en todo lo que Gremmy le había hecho la noche anterior. Fue sorprendente y placentero, jadeo sorprendida cuando el rubio en quien pensaba beso su espalda.

—Buenos días preciosa— susurro a su oído mientras se apegaba más a ella.

Malory rió suavemente, sintiéndose nerviosa ante todos sus recuerdos de la apasionante noche que compartieron. Sus mejillas estaban rojas por la vergüenza, y agradecía de todo corazón que él no la pudiera ver así de avergonzada.

—Buenos días Gremmy— susurro mientras una sonrisa se formaba en sus labios.

—Buenos días a los dos— saludo la conocida voz de Liltotto.

Ambos se levantaron rápidamente, sentándose en la cama. La pelinegra se cubrió con las sabanas avergonzada de ser encontrada en el cuarto de Gremmy con poca ropa.

—¿Qué haces aquí Liltotto? — Gremmy le miro algo molesto por arruinar el momento.

—Necesito más dulces— pidió.

El rubio suspiro pesadamente mientras imaginaba dulces para su inexpresiva amiga.

Hola otra vez. Les traigo otro One-Shot. Porque amm no puedo dormir jajaja

En fin. Gracias por leer ❤️

Atte: Kristymorelos ♡

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