Los dos chicos se sonrojaron a ver como las dos niñas se reían.
Sabían que ellas se burlaban de la idea.
Pero no podían evitar sentir que también se reían en sus caras, por creerla posible.
Rafal se aclaró la garganta.
— El cuentista normalmente solo narra hechos - comentó - puedo decir que algunas cosas son inconsistentes como la muerte de la gárgola, pero necesitamos sus opiniones para saber si todo - recalcó la última palabra - es falso.
El chico miró a Sophie a los ojos.
Ella notó un destello de preocupación detrás de la apariencia neutral que trataba de mantener.
A pesar de la reacción de las niñas, era obvio que no tendría paz mental asta que escuchara una confirmación de labios de la propia Sophie.
Al mirar de reojo a un lado, Sophie vio claramente la preocupación y la expectación sin disimular del gemelo castaño.
Casi logro escuchar el momento exacto en que sus corazones se romperían con tan solo bromear con que algo de ese papel podía ser verdad una vez más.
El dúo de directores observo a las niñas expectantes.
Era evidente que estaban celosos de Tedros.
— Esto - Sophie agito las hojas de cuento ante los dos directores - es más como lo que yo entendía por un cuento de hadas, pura ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia.
Agatha asintió de acuerdo.
— Admito —dijo Agatha - que una o dos cosas sí me pasaron, pero los contextos están completamente mal, para empezar – continuo - yo no reprobé embellecimiento.
Mostró la parte en que decía que había obtenido la nota más baja.
— Tampoco reprobé etiqueta.
Señaló la siguiente.
— Admito que mis notas no fueron las mejores, pero aún no he reprobado ninguna clase, en cambio, según esta hoja, soy la peor alumna de la escuela.
Agatha revisó una vez más las hojas.
— No es que sea la mejor - aclaró - pero tampoco estoy tan mal, la mayor parte de lo que dice sobre el incidente de la clase de animales es cierto, pero como ustedes lo dijeron la gárgola no está muerta y creo que Tedros ya no me considera una bruja tras la redefinición que hicieron del concepto.
Rafael se rio un poco de nuevo y Sophie lo acompañó.
— Muy bien basta - regaño el director del bien a los dos villanos - si son un cúmulo de arpías en las dos versiones de la historia, pero… pero sé que pueden mejorar - defendió a sus alumnas el director del bien.
— Como abogado, eres un excelente docente, mi querido hermano – comento Rafal con sarcasmo y una sonrisa relajada.
Rhian fulmino con la mirada a su hermano.
— Por su bien, espero que tenga razón o tendrá un nuevo jardín de margaritas parlantes para el final de estos cuatro años de estudio - comentó Sophie.
Agatha y Rhian mostraron miradas de preocupación.
Sophie se maravilló de cómo ágata podía preocuparse por esas arpías al ver que en dos dimensiones distintas seguían comportándose de manera tan mezquina e hipócrita.
Rafal se aclaró la garganta para recuperar la atención de los presentes.
— A un que mi hermano deba estar especialmente al pendiente de sus estudiantes este año, esto no es el tema ahora mismo, el tema es porque el cuentista está escribiendo un cuento que no está ocurriendo para empezar.
— Son los directores, no deberían saberlo, ustedes, digo, no es su responsabilidad - preguntó Agatha cada vez más asustada.
— Es nuestro deber proteger al cuentista y estudiar cualquier cambio que pueda producirse - explicó Rhian - este es un cambio - señaló el libro - y estamos tratando de entenderlo.
— Y qué hacemos aquí? - preguntó Agatha todavía alterada.
Sophie colocó una mano en el hombro de su amiga para tranquilizarla.
— El cuento es sobre nosotras, aquí tratan de ver si sabemos algo, si no es así no creo que ocurra nada - Sophie volvió a ver a los gemelos, buscando confirmación.
— Además de estar como empezamos, no, realmente no va a ocurrir nada - confirmó Rhian.
— Si hubiera sido cualquier otro estudiante, probablemente lo enviaríamos a casa, no es seguro que un cuento se esté llevando a cabo dentro de la escuela, pero dado que son lectoras, cualquier camino a casa está sellado para ustedes - explicó directamente Rafal.
— Otra vez hermano la sutileza personificada - se quejó Rhian.
— Otra vez hermano entendieron - contestó Rafal.
— Cierto - corearon Sophie y Agatha.
— Entonces todo sigue como siempre - se relajó Agatha.
«Sí», pensó Agatha «no era más que el cuentista escribiendo un cuento, no importa que lo que escribiera fuera real o falso, no tenía nada que ver con nosotras».
— Verás, normalmente no comentamos esto - comenzó Rhian removiéndose incómodo – no estoy seguro de como explicárselos.
— A veces el cuentista escribe las historias y a veces las guías, en otras palabras, a veces escribe lo que está pasando y otras veces escribe el futuro para que pase de cierta forma – explico rafal.
Claramente, él no tenía pelos en la lengua, a diferencia de su hermano.
— Por ahora no deben preocuparse, porque está escribiendo incorrectamente el pasado, pero si empieza a escribir el futuro tendremos un problema porque podría obligarlas a ejecutar ciertas acciones, por ejemplo, la razón por la que aparecimos en la clase del bosque no fue solo para buscar a sus hermanos, pudimos enviará cualquier profesor hacer eso, a las hadas, incluso a su propio padre, que por cierto, tenía muchas ganas de verlos a los 3…
— Espera! - interrumpió Sophie - ¿cómo que a nuestro padre, él está en Gavaldon, como podría recogerlos?
Rafal parpadeo sorprendido.
— Jacob, no te hablo sobre su nuevo profesor de esgrima.
— Agatha me contó que el otro decidió renunciar por "circunstancias atenuantes" - hizo comillas en el aire con una sonrisa pícara - ¿pero eso que tiene que ver? - Pregunto Sophie extrañada
— Verás… — Comenzó a explicar Rafal, pero Rhian lo callo.
— Eso no importa - atajo Rhian - hay cosas más importantes.
Rafal miró a su hermano extrañado y sorprendido, pero no dijo nada.
Ya lo interrogaría más tarde.
— Cierto estábamos en el bosque para vigilarlas porque el cuentista comenzó a escribir la escena algo más rápido que las demás, esto - señalo la frase donde Agatha insultaba a Tedros - lo escribió con un par de segundo de diferencia, la mitad del principio es diferente, pero la otra es una copia exacta a pesar de que la situación es diferente y el contexto es un poco distinto, luego de escribirlo la pluma se detuvo casi de inmediato probablemente porque ni ella puede forzar una intervención completamente fuera de contexto.
— Pero aquí! - señalo Rhian— volvió a adelantarse un poco provocando que Yuba las escogiera para ayudar a Tedros, Rafal le envió un mensaje al maestro para que las transformara en gatos en lugar de duendes y provoco otra detención de unos segundos en la historia antes de que siguiera con su versión totalmente distorsionada de los hechos.
— Más que el hecho de que esté distorsionando la historia, es más preocupante el hecho de que esté omitiendo personajes o dándoles muertes que no ocurrieron, no sabemos que repercusiones pueda tener, así que quisiéramos que si ven algo o si sus amigos ven algo que les resulte extraño nos lo reporten o a cualquier profesor.
— No traten de resolverlo ustedes mismas, así se crean los problemas y de los problemas nacen las historias, no le den nada verdadero que escribir y tal vez solo se cierre, pasa mucho, una historia llama su atención, pero luego no se desarrolla de manera que pueda aprenderse algo de ella así que solo la desecha, como todos los escritores - consoló Rafal con una ligera broma.
Las chicas asintieron preocupadas.
Sophie no pudo evitar mirar hacia el cuentista, vio como narraba su encuentro con el Rafal del libro original, un Rafal que había asesinado a su gemelo, un Rafal desecho por la soledad y la desesperación por el amor y el poder que suponía que este le podía ofrecer, no más que una sombra del hombre que alguna vez fue.
Inconscientemente, extendió la mano y sujeto sin darse cuenta la manga del Rafal actual, este siguió su mirada y vio lo que ella veía
—No te preocupes, aquí estamos ambos – la tranquilizo – los directores somos dos hermanos, no un traidor, no importa lo que escriba el cuentista, no puede cambiar lo que ya ocurrió, solo guiar un poco lo que está por ocurrir si se lo permitimos, si ni bien ni mal desean que lo escrito ocurra siempre podrá prevenirse.
—De verdad? - pregunto Sophie esperanzada.
—De verdad – aclaro Rhian metiéndose entre su hermano y Sophie – no te preocupes, puedo asegurarte como director que nada ni nadie podrá hacerte daño mientras estés en esta escuela.
Sophie vio como el director Rhian sacaba el pecho orgulloso y como su hermano lo miraba exasperado.
«No es mi seguridad la que me preocupa», pensó Sophie.
No sabía cuáles habían sido los 10.000 milagros cumplidos por caos para que Rafal no perdiera la paciencia y matara a este idiota, pero presentía que se le estaba acabando el suministro, tenía que asegurarse de que este chico sobreviviera al menos 3 ó 4 años más.
Entonces se casaría con Rafal y podría sacarlo de vacaciones de vez en cuando para renovar su paciencia.
Como dicen por allí, los parientes más queridos siempre están demasiado lejos.