Los ojos de Qin Suqing brillaban de orgullo.
—Va bien —dijo—. Mi papá mencionó que esta crema hidratante es difícil de conseguir, incluso tiene más demanda que la Crema Copo de Nieve.
—También escuché a mi papá decir que antes de que la crema hidratante llegara a los estantes de la Tienda Departamental, ya había sido exportada, y el feedback fue positivo.
Qin Minsheng, siendo el gerente de la fábrica, tenía sus conexiones.
Dado que la crema hidratante tenía que ver con los oficiales de su fábrica, era natural para él tener un interés especial y estar al tanto de tales detalles.
Lin Tang no se sorprendió por las palabras de Qin Suqing.
Habría sido extraño si el feedback hubiera sido malo.
—Escucharte decir eso me tranquiliza —dijo él.
Después de eso, Qin Suqing regresó a su puesto.
Ese mismo día, después del trabajo,
tan pronto como Lin Tang llegó a casa, recibió una carta y algo de crema hidratante enviada por Bai Fei.
Había ocho cajas de crema hidratante en el paquete.
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