Capítulo 30 – Cualquier Cosa Que Cuente Como Primera Vez, Sigue Estando Intacto Para Él (2)

Su grito pareció sorprender al abuelo Lin, quien posó su mirada sobre ella.

En el momento en el que sus ojos se encontraron con los de él, Shi Yao se detuvo abruptamente en medio de la habitación.

Fue una suerte que el abuelo Lin también oyera la voz de Shi Yao y dijera al instante: —¿Yaoyao está aquí? Ven aquí…

Shi Yao rápidamente apartó la mirada de Lin Jiage para sonreír dulcemente al abuelo Lin, y colocó los tónicos que había comprado especialmente en el supermercado esa misma mañana en la cabecera de su cama.

...

—Yaoyao, ¿ya has desayunado? Si no, haré que la tía Sun llame a casa y te prepare algo.

» Yaoyao, ¿cómo te está yendo en la universidad últimamente? ¿Hay algún estudiante o maestro que te esté molestando? Si los hay, siéntate libre de decírmelo. Dono una gran suma a tu universidad cada año y también tengo una estrecha relación con el director...

» Yaoyao, ¿no es deliciosa la comida de tu escuela? Pareces más delgada de lo que estabas en el Festival de la Primavera. Esto no va a funcionar, parece que tendré que comprar un puesto en la cantina de tu universidad. Dime que restaurante te gusta más y hablaré con su chef para que trabaje en tu universidad...

Lin Jiage, que estaba sentado en el sofá junto a la ventana, no pudo evitar fruncir el ceño al escuchar las interminables palabras de su abuelo.

Cuando recibió la noticia de que su abuelo se había desmayado anoche, inmediatamente corrió directamente al hospital, sin siquiera cambiarse las zapatillas.

Se quedó junto a la cama de su abuelo toda la noche, sin poder dormir.

Su abuelo se había despertado poco antes de que llegara Shi Yao, y después de sentirse preocupado durante toda la noche, Lin Jiage llamó rápidamente al médico.

Fue sólo cuando el doctor dijo que la condición de su abuelo se había estabilizado, que finalmente pudo quitarse el peso de encima.

Después de recordar que su abuelo no había comido nada, Lin Jiage le preguntó qué le gustaría comer. Sin embargo, antes de que su abuelo pudiera responder, ella entró de repente. Después de eso, fue como si no existiera en absoluto. Su abuelo lo ignoró por completo y centró toda su atención en expresar su preocupación por ella.

El médico le había indicado que preparara algo de comida para su abuelo después de despertarse.

Viendo que su abuelo no tenía intención de responder a su pregunta, Lin Jiage le preguntó de nuevo: —Abuelo, ¿qué te gustaría comer?

—Yaoyao, recuerda visitarme cuando tengas tiempo. Será difícil para ti cuidarte viviendo sola en el dormitorio de la universidad, así que deberías visitar nuestra casa más a menudo para que podamos engordarte.

El ceño fruncido de Lin Jiage se hizo más profundo.

Mirando a su abuelo, que lo ignoraba por completo, levantó la voz y preguntó una vez más: —Abuelo, el doctor dijo que tienes que comer algo. Dime si hay algo que te gustaría, y haré que alguien en casa te lo envíe.

—Cualquier cosa.

Esta vez, antes de que Lin Jiage pudiera terminar de hablar, el abuelo Lin interrumpió descontento a su nieto. Su tono sonaba disgustado.

Luego, sin siquiera mirarlo, el abuelo Lin continuó hablando con Shi Yao. Comparado con el tono que había tomado con Lin Jiage hace un momento, su voz se volvió amable y afectuosa una vez más.

—Yaoyao, si hay algo que quieras, debes asegurarte de decírmelo, haré que la tía Sun te lo compre...

¿Quién es tu nieto de verdad? ¿Por qué no me preguntas qué quiero y que la tía Sun me lo compre?

Cuando éste pensamiento pasó por la mente de Lin Jiage, el abuelo Lin de repente recordó algo y se volvió hacia su nieto.

—Oye, cuando llames a la tía Sun, dile que prepare un poco de sagú de coco. A Yaoyao le gusta mucho...

Después de dar esta instrucción a Lin Jiage, el abuelo Lin rápidamente volvió a prestar atención a Shi Yao.

—Yaoyao…

¿Hey?

¿Yaoyao?

¿No tenía nombre? ¿Debe su abuelo expresar su favoritismo tan abiertamente?

Además, justo cuando su abuelo estaba dispuesto a hablar con él, terminó siendo así¿por ella?

Lin Jiage ya no soportaba mirar a éste dúo, así que simplemente se dio la vuelta para mirar por la ventana.