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Mechanic Demons

Un joven inventor llamado Nikola Ains es alcanzado por su destino en este moderno siglo XV mientras busca salir del planeta que fue convertido en un basurero después de la llamada guerra del cielo negro. Ahora diversas razas extraterrestres conviven en este nuevo siglo renacentista y Nikola Deberá revolver los acertijos que su destino tiene preparados para él.

Askeladd_historias · Fantasie
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Capítulo 4: Dentro y fuera del tiempo.

Abro los ojos y todo brilla con una luz casi angelical durante un milisegundo para después ser absorbida por una oscuridad antinatural. Lo último que recuerdo es estar con el esclavista. Trato de alcanzar algún lugar dentro de ese negruzco escenario, pero no logro nada y en cambio solo obtengo la sensación de estar sumergido en lo más profundo del océano. Después de un rato de estar rodeado de toda esa negrura que parece eterna, comienzo escuchar y sentir lo que creo son varias criaturas que nadan a mi alrededor, para que luego una escalofriante talasofobia infunda mi mente con miedo. Durante un momento me pareció incluso escuchar susurros.

Inmediatamente después de los susurros, busqué las armas en mi cintura, pero no las encontré. Fue ahí cuando algo me atrapo e intento llevarme, pero entonces la oscuridad desapareció y yo caí dentro de una extraña habitación de aspecto antiguo y mohoso.

Este lugar no tenía más que diez metros cuadrados y una sola antorcha con llamas azules alumbraban la habitación.

Mire alrededor buscando una salida, pero no entre puertas ni nada parecido, estaba atrapado ahí sin poder salir. Sin encontrar una ruta de salida en el suelo o paredes, mire hacia arriba.

Descubrí que arriba un hermoso cielo estrellado era el techo, pero las paredes se extendían de manera infinita, confinándome al lugar en el que me encontraba. miré las paredes hasta el cansancio buscando algún punto débil, no logre nada pues eran más duras que cualquier metal que conociera. La única pista que tenía eran unos extraños dibujos que parecían circuitos que conectaban a la pared frente a mí.

Sin poder encontrar una salida me dormí.

Cuando desperté, ahora un cuchillo se encontraba en el centro de la habitación. Me acerque para tomarlo y note algo escrito en la hoja «ducitur a sanguine». Algo así como «Guiado por la sangre.» en latín.

Entonces al ver esto, hice un corte en mi antebrazo y luego rocié la sangre sobre esos circuitos que parecían de alguna antigua civilización. Y en efecto, la sangre fue guiada a través de los circuitos hasta la pared donde una puerta fue dibujada con mi sangre y pude al fin salir de esa habitación.

Ahora un largo pasillo esperaba por mí. El pasillo estaba hecho un precioso mármol blanco. A los lados también unos relucientes cristales permitían la vista observar lo que había al otro lado. Era como estar en un museo en forma de este raro pasillo.

En algunos lugares, al otro lado del cristal, no había nada para mirar, mientras en otros se encontraban extrañísimas escenas. Por ejemplo, mientras caminaba me encontré una habitación repleta de serpientes que lloraban, sus caras estaban tristes y hasta daba la sensación de que querían morir ya. La sala irradiaba una asfixiante melancolía.

Estoy seguro que camine durante horas, pero el pasillo no terminaba. Me encontré una sala que llamó mi atención. Dentro de ella una nave similar a la que construyo junto Vikim estaba rodeada de fuego y también estaba claramente destruida. Había rastros de sangre que se alejaban de la nave y más allá formaban un enorme charco de sangre, pero desde donde yo estaba, la perspectiva no me permitía visualizar la fuente del sangrado.

Comencé a correr cuando un escalofrió me alerto que yo no quería saber que o quien estaba tras la destruida nave.

Mi respiración estaba agitada por tanto correr en este infinito camino.

Corrí tanto y tan fuerte, que mis piernas terminaron por flaquear y me hicieron caer de cara contra el suelo. Cuando me levanté, frente a mis ojos se presentó la sala más grande que podría imaginar, dentro de ella, una gigantesca torre con forma cilíndrica, rodeada de ángeles ensangrentados que volaban a su alrededor robo mi atención. Rápido me di cuenta que debía seguir corriendo.

La hermosa torre hecha de materiales extraterrestres se derrumbaba y caía en mi dirección. Si era atrapado en tal derrumbe moriría al instante. Me apresure en salir de ahí, pero ahora también me perseguían esos ángeles. Justo antes que ellos me atraparan, una puerta apareció de repente frente a mí, me fue imposible detenerme a tiempo, por lo que me choque con la puerta logrando pasar al otro lado, cayendo y rodando por el suelo en el proceso.

Me levante rápidamente y mire hacia atrás, la puerta había desaparecido.

Me encontraba en una nueva habitación. Tenía forma circular y unos veinte metros de diámetro. La roca de esta estancia tenía un color rojizo y enredaderas que cubrían gran parte de las paredes. E igual que antes, no había ninguna puerta visible. Justo en el centro del lugar encontré un lápiz junto a un papel en blanco, los tomé y entonces frente a mi aparecieron tres grietas dimensionales, lucían exactamente igual a la grieta de Bietka. Aunque había algo diferente, podía escuchar sonidos que salían de estas grietas. En una de ellas podías escuchar como alababan a alguien, los aplausos, gritos y ovaciones no paraban. Por alguna razón me molestaban. En otra, estaban condenando a un demonio, lo acusaban de la destrucción del mundo, pero, ¿Qué mundo? Y en la última, todo era silencio total. Me concentro para lograr escuchar algo, pero el silencio no dejaba paso a ningún ruido.

Supuse que debería entrar en alguna de las grietas para que estas me llevaran a algún otro sitio. Después de todo, parece que así es como funciona este inquietante lugar.

Cruze la grieta y llegue a un escalofriante terreno. Todo era de un color grisáceo cadáveres putrefactos se encontraban por toda la sala. Este sitio era circular tal como el anterior, pero era infinitamente más amplio y la vista de esqueléticos cuerpos se expandía más allá de visión que mis ojos podían brindarme. Parecía la consecuencia que deja atrás una guerra. No podía confirmarlo, pero este escenario no era el planeta tierra. El techo del lugar era una cúpula de longitudes incalculables, pero de alguna manera podías notar exactamente donde se encontraba el centro.

Me dispuso a avanzar hasta el centro de la habitación mientras ponía atención a alguno de los cuerpos tiraros. Algunos de ellos poseían una extraña anatomía que solo pudo desarrollarse de forma artificial y por una mente igual de enferma que brillante. Los cuerpos eran una extraña mescla entre maquinas, animales y algo más que es imposible de describir. Continúe avanzando y de pronto sentí un peso familiar en mi espalda, eran las alas que construí. Al mismo tiempo que estas aparecieron en mi espalda, escuche un grito que pedía por ayuda.

Casi por reflejo me eleve para buscar el origen del grito. Estando en el aire encontré lo que buscaba casi de manera inmediata. Entre todo el tono gris que había en la zona, dos figuras resaltaban con colores más vivos.

Una de las figuras era un hombre con un traje que daba la impresión de ser de alguna organización galáctica. Él estaba bastante golpeado, pero, sobre todo, estaba enfurecido y arremetía contra la otra figura. Ella era una niña, estaba tirada en el suelo mientras el hombre no le daba oportunidad con la lluvia de despiadados golpes que lanzaba sobre ella.

Sin entender del todo lo que veía, quedo perplejo durante unos momentos, pero comienzo a descender en dirección del despiadado hombre a toda velocidad para darle fin a tal malvada situación. Igual que un halcón pongo mis alas cerca de mi cuerpo para así alcanzar una mayor velocidad. Podía escuchar como mis metálicas alas cortaban el aire mientras yo caía en picada. Cuando reduje la suficiente distancia, puse las rodillas a la altura mi pecho y una vez que obtuve la proximidad optima, estiré las piernas hacia adelante asestando una potente patada misil en la cara del sujeto. El hombre salió disparado y se arrastró varios metros, justo después que una onda de choque revelara la potencia del golpe que recibió. Sinceramente, no tengo idea como su cabeza no se desprendió de su cuerpo con tal impacto. Ahora me encontraba con los pies en la tierra, listo para ayudar a la niña.

Llegué con ella y no pude evitar apretar los dientes cuando vi la escena completa… La chica estaba literalmente destrozada. Su brazo izquierdo estaba roto en varias partes, no, más bien estaba triturado. El derecho estaba quebrado justo en el codo, parece pusieron una pierna encima del codo de la niña para luego jalar hacia atrás. Sus dos piernas habían sido aplastadas con algún objeto de gran peso, tal vez similar a un enorme martillo. Digo esto por las claras marcas que dejaría la cabeza de un martillo que presentaban sus piernas. Por otro lado, estaba su rostro… uno de sus ojos colgaba de la cuenca, su nariz prácticamente ya no existía y había perdido la mayoría de sus dientes. También tenía alas negras como las de Bietka, pero las de esta niña estaban desplumadas y con cortes por todos lados, como si varias personas se hubieran turnado para hacerle esos cortes ¿Qué podía hacer en esa situación? ¿Cómo podía ayudar a la niña? ¿Qué diablos era ese lugar?

Vi como hombre que antes estaba propinando la paliza a la chica volvió, el ignoro que yo me encontraba ahí y continúo golpeando a la niña. Tomé al hombre del cuello y le di un puñetazo, pero el parecía no recibir daño, su mirada estaba fija en la destrozada chica. Entonces agarre al sujeto y me eleve junto a él, llegando hasta el techo de la sala, que eran unos cien metros. Comenzamos a acercarnos al suelo a gran velocidad, descendiendo de manera recta y girando para aumentar aun velocidad. Cuando estábamos a veinte metros del suelo, lo arroje, el tipo se estrelló con el rígido suelo. Su cabeza después de esa potente caída ya no existía más, pero unos segundos después, el desapareció y volvía a aparecer donde se encontraba la niña. El siguió asestando golpes sin parar.

Nuevamente me encontraba volando hacia él, pero esta vez extendí mis alas hacia los lados y corté su cabeza directamente con mis alas. Su cabeza rodo por el suelo dando algunos saltos, pero otra vez el volvió como nuevo…

después de eso intente liquidarlo de diferentes formas, pero él seguía volviendo una y otra vez sin parar. Finalmente me puse de rodillas frente a esas dos figuras que parecían estar en un infinito bucle que yo no podía detener. Di un cabezazo al suelo sin saber que más hacer para parar esto.

«¡Ya basta!» Grite al cielo. ¿Qué más podía hacer?

Después de mi desesperado grito, un agujero se abrió de repente en el pecho del hombre. el sujeto escupió sangre y luego se desvaneció en una espesa neblina negra. Su cara hasta el ultimo momento mostro odio hacia la niña.

Mire a la chica, ella de alguna forma estaba levantando su brazo izquierdo, pero este se curvaba hacia debajo de forma horrible debido a las múltiples fracturas. Fui con ella. Sabía que no había nada que hacer, solo era cuestión de minutos para que la muerte la llevara al otro lado. «Esta bien» Le dije mientras con mucho cuidado tome su mano. Probablemente ya ni siquiera podía sentir dolor. Me acomodé a su lado y la sostuve de la cabeza para acompañarla hasta el final. En un momento por accidente mi mano derecha llego a su estómago, se sintió como tocar una bolsa llena de carne molida adentro.

«S-si… Viniste.» Me dijo mientras su único ojo izquierdo soltaba lagrimss. Era de un color azul muy hermoso.

«Claro que vine.» Le seguí el juego. ¿Qué más podía hacer?

«Encuéntrame en el futuro… Nikola.» ¿A qué se refería con eso?

La chica después de decir esas últimas palabras se volvió en un brillante polvo dorado elevándose hasta la cúpula de esta habitación para desaparecer. Los cadáveres y cualquier otra cosa que quedara en la estancia se volvieron polvo también, pero uno blanco y de la misma forma que la niña, desaparecieron. La sala quedo completamente vacía.

¿Por qué la niña dijo eso ultimo? ¿Cómo podía conocerme? Este lugar cada vez genera más y más preguntas, dejando todas sin respuestas.

Apenas unos segundos después de que todo se convirtiera en polvo, unas escaleras formadas de luz y oscuridad de manera perfectamente armónica. Esta vez avance sin titubear, no creo que este sitio tenga algo peor que esta habitación.

Subía por las escaleras mientras los escalones que dejaba atrás desaparecían cada que avanzaba tres. Seguí hasta atravesar la cúpula y llegar a un desconocido y nuevo lugar.

Este nuevo ambiente era completamente distinto a los anteriores. El piso era liso y de color negro, más bien era como mirar en un espejo negro, casi parecía que esa negrura te tragaría. Mientras, por otro lado, engranajes de variados tamaños flotaban en el oscuro cielo. Algunos de ellos eran inmensos. Frente a mí, dos árboles hechos también de engranajes esperaban ser vistos. Me acerque. En el suelo, un pequeño engranaje del tamaño de una moneda estaba tirado debajo de uno de estos árboles. Lo tome. Este encajaba perfectamente en un espacio del árbol de la derecha, supuse que debía poner ahí. Lo hice.

Este activo un mecanismo en el árbol y todas las piezas comenzaron a dar vueltas. Giraron hasta que todas las piezas que estaban por fuera, ahora se intercambiaran los que el árbol tenía por dentro. Estos nuevos engranajes tenían colores, verde para las hojas, marrón para el tronco…

Después unas frutas que parecían manzanas de engranajes maduraron en el árbol iluminando con un color rojizo. De repente dos filas de árboles aparecieron formando un camino hacia adelante que resplandecía con ese tono rojo casi indescriptible que irradiaban las artificiales frutas.

Avanzaba por aquel camino poniendo atención al cielo que dejaba ver ahora muchos más engranajes, que eran casi tantos como estrellas en el universo. Algunos estaban rotos, algunos quemados. Al final de este recorrido me esperaba un hombre que sostenía una antorcha con flama roja. Estaba sentado en el suelo hecho de engranajes que pretendían ser baldosas formando un círculo. Solo esta parte poseía un suelo como ese. Era el tipo formado de carbón que antes vi en el mercado, pero el parecía distinto y daba la impresión de ser alguna clase de sabio.

«¿Te sentarías conmigo, Nikola?»

«Eso depende de si me dirás que es este lugar.»

«Por supuesto.» Dijo él.

Ahora me encontraba frente a él cruzado de piernas, esperando descubrir la naturaleza de este lugar y poder salir.

«¿Entonces? Dime que es que este sitio.»

«Directo al grano, como siempre. No es tan sencillo. Este lugar puede mostrar miles de cosas, dependiendo de la persona que haya entrado aquí. Aunque pocos lo han hecho. Todo lo que has visto hasta este punto es tan real como falso. Algunas cosas de las que visto, ya pasaron, pasaran o están pasando en este instante en algún lugar. Otras son falsas, pruebas por las que te hecho pasar este mundo que se encuentra fuera y dentro de todas las dimensiones posibles. Dentro y fuera del tiempo.»

¿Qué diablos significaba eso? ¿Cuánto de lo que he visto es real y cuánto no? Esa niña… era… no, no hay forma.

«Si eso es cierto, ¿Por qué estoy yo aquí?»

«Porque ya has estado antes y seguirás estando hasta que logres reparar esos engranajes que ves ahí arriba.» Me respondió.

«Ya basta de rodeos, solo dime de una vez. Además, ¿Por qué pusiste ese aparato de antigravedad en mi bolso? Tú puedes ver el futuro, ¿no? ¿Por qué no escapaste?»

«Me temo que no puedo hablar más, pero eso es algo de tu propiedad, nunca fue mía. Mi misión de momento solo consiste en explicarte como funciona este lugar. Debes reconstruir lo que destruiste por tu cuenta, Nikola.»

«¿Y que se supone que destruí? Porque no recuerdo nada por el estilo.»

«El universo…» Dije el hombre de carbón.

Cuando él dijo eso un portal circular de color celeste se generó tras de mí y empezó a succionarme.

«¡No! ¡Espera! ¡Aún tengo más preguntas! ¡Maldición! Intenté pelear contra la fuerza de succión, pero era algo contra lo que no podía combatir.

El hombre frente a mí se levante mientras yo era absorbido y avanzo en dirección contraria mí. Estire mi mano en un intento desespera do por alcanzarlo, pero fue claramente inútil. «Buena suerte, antiguo compañero. Sálvala esta vez…» alcance a escuchar que susurró el hombre y finalmente, el portal me trago por completo…

Cuando desperté me encontraba aun en el negocio del esclavista. Ya había anochecido por lo que, estuve inconsciente durante un par de horas. Maldición debo alcanzar al esclavista o quien sabe que sea capaz de hacerle a Vikim