Después de tres años de matrimonio, Wendy Stewart estaba acostumbrada a los comentarios sarcásticos de Michael Lucas, sus amenazas frecuentes sobre el divorcio e incluso su indulgencia con una amante. Pensó que podría soportar todo esto toda su vida, hasta que accidentalmente quedó embarazada de un niño que Michael no quería. Finalmente desesperada, Wendy firmó el acuerdo de divorcio y se fue. Pensó que podrían haberse separado para siempre, pero Michael se negó a dejar de buscarla después del divorcio. Cuando se encontraron de nuevo, ella era la mejor diseñadora del mundo. Sonriendo dulcemente a su exmarido, dijo: —Mi querido, ya estamos divorciados. Michael simplemente la miró fríamente: —Dime, ¿qué hará falta para que nos reconciliemos?
—Es realmente desgarrador ver a Leah y Jake así —suspiró Rosa— y se apartó de Leah y Jake para mirar a Wendy—. Vio que los ojos de Wendy estaban rojos.
Rosa quería consolarla pero no encontraba las palabras adecuadas, así que abandonó esa idea.
Posteriormente, Rosa cambió de tema forzando una sonrisa —El afecto de Todd por ti es tan genuino y sincero. Ha permanecido a tu lado durante tantos años. Entonces, en realidad no creías cuando tu mentor y yo te decíamos que Todd tiene sentimientos por ti.
Wendy bajó la cabeza ligeramente. Con una débil sonrisa en su rostro, ella dijo —Es cierto. Estaba completamente enfocada en el trabajo en aquel entonces, y no pensaba en tener una relación en absoluto. Todd es realmente un buen hombre. Ni siquiera le importaba que yo fuera madre de dos.
—No te importaría una parte de alguien a quien amas. Sólo querrías estar juntos y envejecer juntos —respondió Rosa.
—¿En serio? —preguntó Wendy casualmente—, ¿Sientes esto por el Sr. Woods?
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