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Capítulo 4. Confusión

S: Etsei y Mirenal

—¿Qué voy a saber? Ni ella ni la otra tipa están aquí— dijo Etsei señalando la cama de Agy.

—Cómo sea, ya oíste el anuncio, tal vez la encontramos ahí.

—¿A Agy ó a la otra?

—Ya, ya, no importa, vamos

Etsei sólo miró un segundo a Mirenal y pasó directamente a cambiarse para salir. Lo mismo hizo Mirenal.

Ya vestidas, fueron a el comedor, igual era imposible que se perdieran, habían mapas en cada piso. Pasaron todo el recorrido en silencio.

Al llegar a el comedor principal, Mirenal buscó por todas partes a Agy.

Etsei vió que apenas estaba entrando, junto a Berry.

—¡Agy!— Etsei fue corriendo hacia ella.

Mirenal se dispuso a voltear a Etsei, luego  movió la cabeza hacia el otro lado y vió que efectivamente, ahí estaba Agy.

Igual fue corriendo hacia Agy.

—Ya las ví—le dijo Berry a Agy.

—¿Quiénes, Berry?—Agy volteó a ver.

—Etsei y Mirenal.

Agy fue sorprendida por ambas, incluso fue derribada por la fuerza con la que llegaron hacia ella.

—No te vayas así— dijo Mirenal abrazando a Agy aún en el suelo.

—¿Qué crees que haces abandonando la habitación tan temprano?— le susurró Etsei, algo enojada.

—Tranquilas. No me iba a pasar nada, además estaba junto a Berry— Berry, aún temerosa se escondía detrás de Agy.

—Eso era lo que me preocupaba— señala Mirenal.— Pero, necesito hablar contigo.— Tomó a Agy del hombro y se la llevó.

—¡Oye! Yo...

Mirenal se fue tan rápido que ni se oyó lo que quiso decir Agy.

Se quedaron en silencio Berry y Etsei. Hasta que Etsei se va a una mesa solitaria en el comedor. Berry sigue a Etsei.

S: Berry y Etsei.

—¿Qué pasa?, Pensé que seguirías a mi amiga.

Berry sólo bajó la cabeza.

—Mira, no sé que intentes, pero hay algo extraño que percibo en tí.

Berry subió su cabeza para verla.

—Me refiero a que, pues… no sé, lo que hiciste estuvo… bien, supongo. (No me gustó del todo)

No pudo responder nada más y se sonrojaron tanto Berry cómo Etsei.

—¿Te refieres a que… te impresionó?—Berry viéndola con pena.

—Algo así. Pero, quería preguntarte algo…

—¿Qué ocurre?

—Quería saber del por qué tú-

Antes de poder terminar su frase, alguien empujó la cabeza de Etsei por detrás. Sonó en casi toda la sala el estruendo de su cara con la mesa.

Tardó un momento en retomar el aliento, enseguida en cuanto pudo gritó:

—¿¡Qué mierda te ocurre!?— limpiándose la sangre de la nariz.

—Oh, perdón, pensé que eras más dura que eso, cómo nos lo mostraste.

Etsei se quedó mirándolo con ira, mientras que Berry estaba paralizada del miedo.

En el momento, alguien más le agarró el cabello.

—Vaya, que bonitos mechones púrpuras, ¿Serán tan fuertes cómo tú?—le susurró el sujeto a Etsei al oído.

Etsei estaba forcejeando para quitarse al tipo de encima, y en ese instante el tipo que la azotó contra la mesa agarra a Etsei de la blusa que traía puesta.

Berry está enrabiada por lo que está presenciando.

—¿O tú resistencia será psicológica?— empieza a jalar su ropa con mucha fuerza.

En cuánto Berry vió cómo se empezó a desgarrar la ropa de Etsei, en ello sus pupilas tornaron a ser un morado profundo, sus iris desaparecieron y tampoco había reflejo en su mirada, también aparecieron una cantidad de brillos incontables en su pupila.

Desapareció un momento y de un golpe envío hasta el otro lado del comedor al tipo que estaba desgarrando la ropa de Etsei antes de que la rompiera totalmente.

Volteó a ver a el que tenía en sus manos el cabello de Etsei. El cuál sólo soltó su cabello y salió corriendo. Los ojos de Berry volvieron a su luminoso verde, pero no volvieron del todo y seguía teniendo un pequeño rastro morado en ellos.

Después de estar parada unos segundos más así Berry se desplomó.

—¡Berry!—Etsei se acercó hacia ella lo más rápido que pudo, la volteó con cuidado e intentó levantarla— Vamos, te llevaré a la habitación.

Etsei con mucho esfuerzo la estaba cargando y pasaron sin mucho problema hasta su habitación después de un largo rato.

Después de hacer un esfuerzo inhumano para cargarla con ambos brazos y abrir la puerta con la mano, la recostó en la cama de Agy.

[…]

Etsei se quedó sentada en su cama mirando a Berry, ya sin importarle de dónde estaba Agy o Mirenal.

[Hora y media después]

Berry despierta abruptamente hiperventilándose. Voltea a ver ambos lados y en ello ve a Etsei dormida.

Berry intenta levantarse, pero su fuerza le falla y termina azotándose con la cama, soltando un gemido de dolor.

Debido a ello, Etsei se despierta, volteando a ver a Berry.

—¡Oye!—le gritó Etsei aún con su voz ronca.

—¿Qué me pasó?— le dijo Berry tratando de moverse.

—Tú… me defendiste. Incluso pensé que yo no era de tu agrado.

—Eso… no importa, sólo importa que tu integridad esté bien— dijo Berry cortándose entre palabras con una fuerte respiración.

—Gracias— Etsei se paró al lado de Berry y le besó la frente—. Descansa, lo mereces por tu esfuerzo.

Berry cerró los ojos por un momento y quedó completamente dormida.

Etsei sólo sonrió y le dió palmadas en su cabeza.

—Aún tengo dudas, de saber dónde es que se metieron Agy y Mirenal, o de dónde viene ese don especial tuyo, pero, estoy en deuda contigo por haberme salvado. Berry.

Etsei se acostó al lado de Berry y pegó su frente a su cabeza. Al poco tiempo se durmió con ella.

Berry abrió un segundo los ojos y esbozó una sonrisa. Y se acurrucó en el pecho de Etsei.

Dejaron una bandeja con comida para después en la puerta de la habitación.

[…]

S: Mirenal y Agy.

—¿Dónde estamos?— dijo Agy agitando sus manos debido a que la habitación estaba oscura.

—Te sorprenderá este lugar— Mirenal tomó la mano de Agy y la llevó con ella.

Mientras estaban caminando por un pasadizo aún más oscuro, Mirenal saca algo que tenía escondido en su pecho. Detiene a Agy para preguntarle.

—Oye, ¿Tienes sed?

—Algo, en todo caso, no pudimos desayunar de cualquier forma.

—Ten, guardé algo para tí— le acerca la botella que tenía un líquido azul.

Agy lo dudó por un momento. Pero aún así se atrevió tomando la botella y dando un trago a lo que sea que tenía.

Agy, después de tambalearse a los pocos segundos de beber, cayó de golpe.

Mirenal soltó una pequeña risa y se llevó a Agy arrastrándola por los pies. Mientras se iba a una oscuridad más intensa aún y desaparecía en ella.