webnovel

La Ley de Dios

Biblioteca, una y media de la mañana.

Después de que Vil ayudara a Kalim con su peculiar petición todo el dormitorio de Pomefiore siguió a su líder a la biblioteca, esquivar a los fantasmas no fue difícil, además de ser pocos estos no parecían ser muy inteligentes. Una vez llegaron a la biblioteca todos comenzaron a buscar información sobre el exlíder del dormitorio.

A diferencia de los otros líderes Vil quería elaborar un mejor ataque, pidió a los estudiantes que encontraran algún dato que les permitiera tener una ventaja sobre Jógvan, alguna alergia, temor, fobia, lo que fuera que les ayudara a reducir y, porque no, mandarle de regreso al inframundo.

Gracias al ensayo que había hecho Epel sabía dónde encontrar la mayor cantidad de información así que esto ahorraba mucho el tiempo de búsqueda. Aun así, era poco lo que encontraban, era como si faltara información del chico, o eso creyeron hasta un descubrimiento de Rook.

Este estaba inspeccionando los anuarios de la escuela cuando noto una uniformidad, solo hasta el tercer año había fotos de Jógvan, pero no había nada del primer o segundo año, lo curioso es que sí había fotos de otro chico también apellidado Claudēre.

—Oye Epel, ¿Sabes si Claudēre tenía un hermano?— se acercaba al más joven con el anuario, —No, él era hijo único y su familia solo se limitaba a su padre— explicaba mientras veía la foto de un chico peli naranja, a diferencia del otro este se veía tímido. Vil se acercó a ver y sus ojos se abrieron.

—Ese es Jógvan— decía poniendo una foto para que los otros dos los compararan, efectivamente eran la misma persona, ¿qué había pasado para que cambiara tan radicalmente?, y no solo en su aspecto físico, en los tres años el chico llevaba por nombre Malleforme.

Sin duda habían encontrado una pista interesante, ¿Cómo podrían usarlo en su favor?

—Vil sempai— un estudiante los sacaba de sus pensamientos, —Encontramos algo—. Dejando los anuarios a un lado los tres chicos fueron a donde varios estudiantes tenían varios artículos de periódico en una mesa.

La mayoría eran de índole amarillista, en resumen todos decían que el intachable juez Claudēre le gustaba ir a escondidas a festivales "escandalosos", los artículos tenían fotografías donde se veía al chico cubriendo su rostro. En realidad él solo estaba como espectador, no parecía que hiciera algo malo.

Vil observó las fotografías, vio cierto patrón en los lugares a donde Jógvan le gustaba ir y poco a poco empezó a armar su plan, todos estuvieron atentos a las instrucciones de su líder.

Pomefiore, dos de la mañana.

Después de una rápida reunión con Walter, Jógvan regreso a su dormitorio, quería empezar con la reconstrucción de este cuanto antes, no dejaría que el lugar donde más feliz fue se perdieran en una falsa ilusión, aunque sentía que había otra razón, ¿pero cuál era?

El edificio principal estaba completamente destruido, por suerte el resto estaba intacto así que supuso no tomaría tanto tiempo, iba a entrar al edificio cuando noto una sombra a su derecha, lanzo un hechizo de oscuridad destruyendo algunos arbustos.

Más sombras comenzaron a moverse, Jógvan comenzó a seguirlas y lanzar hechizos sin ningún resultado. Las sombras lo llevaron a un quiosco que estaba cerca de la entrada, el exlíder espero una emboscada pero nada pasaba. Iba a buscar en otro lado cuando una luz lo cegó por unos segundos, al recuperar su visión ya no estaba en el dormitorio, o eso creía.

—Objetivo capturado— decía Rook observando como el peli-plateado había caído en su trampa. Cinco estudiantes había creado una barrera alrededor de Jógvan y el quiosco, mientras Vil y algunos alumnos de tercero habían realizado un hechizo hipnótico, el cual mantendría al exlíder en una ilusión.

—Muy bien— decía Vil dirigiéndose a la barrera, —Recuerden, deben turnarse para descansar, pero no rompan la formación por más de diez segundos, los chicos que manejan la ilusión no salgan del tema o Jógvan podría liberarse.

—Vil sempai— lo llamaba uno de los chicos de tercero, —Sé que quiere obtener información para rescatar a Mc y al director, pero ¿no sería mejor destruirlo, ya que está en nuestras manos?— los otros estudiantes corearon en aprobación.

—Chicos, como ustedes yo también quiero deshacerme de él, pero si podemos sacar provecho ¿por qué no hacerlo?— explicaba Vil con una sonrisa malévola, los estudiantes no protestaron. Rook y Epel se unieron a su líder y así los tres entraron a la ilusión.

No sabía que había pasado, sin duda esto era algún truco para distraerlo. Jógvan había aparecido a mitad de un festival, lo rodeaban puestos y personas en coloridas vestimentas. Camino tratando de encontrar una salida, no obstante los puestos parecían no tener fin.

—¿Qué clase de artimaña es esta?— iba a lanzar un hechizo cuando una música llamo su atención, la curiosidad pudo más que la razón. Se acercó a donde un pequeño grupo estaba alrededor de tres bailarines, no podía verles el rostro, sin notarlo Jógvan había sido capturado por la ilusión.

En pocos minutos el exlíder se había perdido en la magia del festival, ninguno de los chicos de Pomefiore podían creer que su plan hubiera funcionado rápidamente, ahora no parecía peligroso, solo otro comensal disfrutando el colorido festival.

—Quien lo diría, el temible juez Jógvan Claudēre tiene un lado bueno— un poco burlón comentaba Epel a los mayores. Vil y Rook también estaban sorprendidos, pronto llegaron a la conclusión que algo muy grabe debió pasarle a ese chico para cambiar y no solo físicamente.

—Chicos— rompiendo brevemente la ilusión que ocultaba sus identidades Vil se comunicaba con los alumnos que controlaban la ilusión, —Es hora de hacer algunas preguntas, permitan que la mente de nuestro amigo tome un poco de control.

Al otro lado de la barrera los chicos obedecieron y con la mayor sutileza hicieron que la ilusión comenzara a modificarse para que fuera más amigable con la mente de Jógvan. El plan era simple, al estar a gusto su mente crearía un ambiente familiar donde el mismo revelaría la información que ellos buscaban.

Eso era la teoría, pero la práctica sería muy distinta. Lo que ellos esperaban era que en cualquier momento Walter Lee o cualquiera de los otros exlíderes apareciera y se pusieran a platicar, y que en dicha plática revelaran donde tenían cautivo/a a Mc y a Crowley, pero ninguno de ellos apareció.

Mientras Jógvan estaba frente a un puesto de crepas una chica pelirroja paso corriendo a su lado y lo empujo, el chico iba a reclamarle cuando su cabeza comenzó a dolerle, al ver nuevamente a la chica una vaga sensación de conocerla lo invadió, ¿pero de dónde?

Comenzó a seguirla, una urgencia lo invadió, necesitaba ver su rostro. Sabía que la conocía, pero no podía recordar quién era, cuando estuvo a punto de tocar su hombro el anillo negro que tenía en su mano derecha comenzó a emitir chispas y un fuerte dolor de cabeza lo paro.

La chica desapareció entre la multitud, —Espera— a pesar del dolor era más su urgencia por saber quién era ella. Temiendo que se liberara de la Ilusión Vil fue hasta él, esperaba que el hechizo lo hiciera ver como algún conocido del exlíder.

—Ara, Jógvan, ¡no esperaba verte por aquí!— saludaba Vil palmeando la espalda del chico, esperaba que quien fuera el rostro que la ilusión le estaba dando fuera alguna amistad del joven. Cuando el dolor de cabeza seso Jógvan volteo a ver a quién le saludaba, pero nuevamente la confusión aparecía.

Vil se preguntaba a quién estaba viendo el otro líder, en tanto Jógvan experimentaba miles de sentimientos al ver este rostro. Un joven moreno, de ojos verdes y cabello negro y rizado, sabía que conocía a este chico, sabía que era especial para él, entonces ¿Por qué no recordaba quién era?

Nuevamente, el anillo volvió a sacar chispas y un nuevo dolor de cabeza más fuerte que el anterior lo comenzó a lastimar. Esta vez los tres chicos tuvieron que hacer uso de su magia para calmarlo, cuando el peli-gris estuvo tranquilo noto que se había quedado solo.

Un poco más apartados los tres chicos se recuperaban, —No tiene caso seguir Vil, es evidente que hay algo más importante en su corazón— decía Rook suspirando. —Tienes razón, además ese anillo está bloqueando sus memorias, me pregunto por qué— pensativo el rubio trataba de entender qué estaba pasando.

—Escuchen todos— se volvía a comunicar Vil con los chicos fuera de la barrera, —El plan fracaso, vamos de regreso—. Salir de la Ilusión no era difícil, pero debían de hacerlo con cuidado para no levantar sospechas así que no sería algo rápido.

Mientras tanto fuera de la barrera, los chicos veían a Jógvan muy enojados, no le perdonarían fácilmente el haber destruido su dormitorio. —Oigan, ¿y si lo torturamos un poco?— hablaba uno de los chicos de tercero. —Pero, Vil no nos dijo que…— comenzaba a decir otro.

—Vamos, todos queremos que pague por lo que hizo, además dentro de la barrera no podrá hacer nada— volvía a insistir el chico. Poco a poco los demás comenzaron a unírsele, al estar todos de acuerdo los que controlaban la ilusión comenzaron a modificar lo que veía el exlíder, tornando el alegre ambiente por uno de pesadilla.

Jógvan se recuperaba de la impresión, aunque aún estaba bajo el encanto del festival supuso que algo pasaba, alguna trampa o uso de magia oscura contra él y, por lo tanto, debía salir inmediatamente de ese lugar. Con calma comenzó a caminar, pero noto el cambio del ambiente.

Sentía las miradas de todos puestas en él, oía murmullos que si bien no los entendía sabia que él era el protagonista, una sola palabra hizo que el miedo lo invadiera.

"Malleforme"

Vil y los otros sintieron el cambio, —¿Por qué se acaba de nublar?— decía Epel viendo cómo el buen día se iba perdiendo. En otro lado, Jógvan había empezado a correr, no importa cuanto lo hiciera, no había escape y aquel nombre que tanta vergüenza le traía lo seguía.

Se detuvo un momento frente a un puesto de objetos de vidrio, al ver su reflejo vio a un chico peli naranja, destruyo el puesto con un hechizo oscuro, más no importaba a donde volteara, su reflejo solo devolvía la imagen de aquel chico que juro destruir.

—Él ya no existe… él no soy yo…— comenzaba a sucumbir al pánico, corría y las risas lo perseguían, comenzó a lanzar hechizos y a destruir el lugar. Los líderes de Pomefiore junto con Epel tardaron en encontrarlo, al llegar vieron todo siendo consumido por las llamas.

No había gente; sin embargo, el ruido de las risas y el verdadero nombre de Jógvan retumbaban tan alto que incluso ellos sentían enloquecer. El exlíder los vio, pero su atención se centró en Vil, o mejor dicho, en la persona que él personificaba.

—¿Quién eres?, ¿Por qué me torturas de esta manera?— el miedo y el dolor cargaban la voz de Jógvan. Aunque estaban asustados con lo que veían los tres chicos podían sentir el dolor de aquel joven, Vil iba a pedirle que se calmara cuando una cuarta persona se hizo presente, y este fue uno que Jógvan sí reconoció.

Un hombre alto y pálido, con cabello gris, aunque más corto su peinado era similar al de Jógvan, sus ropas oscuras le hacían ver más flaco de lo que era realmente. —Pa… Padre…— las lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de Jógvan.

El padre del exlíder se acercó, su presencia era imponente, —Decepción— su voz era gélida, —Tú, nunca debiste dejar nuestro hogar, solo trajiste decepción—. Las lágrimas no dejaban de caer de los ojos de Jógvan, los chicos no supieron si era por la ilusión o si algún hechizo de apariencia se había roto, pero el aspecto del exlíder cambio.

Su rostro tenía muchas cicatrices, parecía que se había encogido y el cabello gris bien peinado cambio a uno naranja alborotado, —Mírate, eres la imagen de tu horrible alma— decía su padre despectivamente. Ninguno de los chicos podía seguir soportando aquello.

Era su enemigo, sí, aún lo era, pero no podían quedarse sin hacer nada ante esa muestra de injusticia, de forma coordinada los tres lanzaron hechizo de agua contra aquel sujeto, la ilusión se quebró y todos estaban de vuelta en el dormitorio.

Los alumnos que mantenían la ilusión habían caído por el cansancio, aquella pesadilla resulto ser más pesada de lo que supusieron, aquellos que mantenían la barrera aún resistían, aunque sus rostros demostraban que no lo seguirían haciendo por mucho tiempo.

Vil seguramente los regañaría por haberlo desobedecido, pero el líder actual tenía otra preocupación que atender primero. Jógvan aún no había recuperado su forma "elegante", seguía procesando los rostros que había visto. Cuando noto las miradas sobre él se dio cuenta de que su verdadera identidad había quedado expuesta.

Dio un gran grito, el aura de oscuridad que lo rodeaba se hacía grande, por más que Vil, Rook y Epel trataban de calmarlo este no cedía. Un nuevo grito escapó de su boca y junto a él una onda de magia estallo, mandando a todos a volar y haciendo que la barrera que lo retenía se destruyera.

Una neblina oscura lo cubrió y al despejarse este había vuelto a su aspecto anterior, pero también sus ropas cambiaron a unas oscuras y manchadas de tinta. La mayoría de los estudiantes que no habían presenciado un overblot no sabían qué pasaba.

—¡Retirada, vuelvan al castillo!— Gritaba Vil preparándose a pelear, Rook junto con Epel y algunos chicos de tercero también se alistaron, aunque ninguno contó con lo que paso a continuación. El overblot los veía con odio, pero en lugar de atacarlos solo dijo una cosa, —Largo.

Ninguno daba crédito a lo que escucharon, el overblot les dio la espalda y fue de regreso al edificio principal, pero al no escuchar a los chicos retirándose volvió a verlos enojado, —DIJE QUE SE LARGARAN, VÁLLENSE, LÁRGUENSE— esta vez si les lanzo varios hechizos.

Jógvan convoco su magia única y todo volvió a consumirse en fuego, esta vez todos corrieron.

Sala de los espejos, dos cuarenta y cinco de la mañana.

Los profesores veían al líder de Pomefiore regañar a su dormitorio, decir que este estaba furioso era quedarse corto. —Vil sempai— el chico que había propuesto el "castigo" a Jógvan interrumpía al líder, —Nosotros solo queríamos que ese tipo pagara lo que le hizo a nuestro dormitorio.

Esta vez nadie coreo ni apoyo al chico, el enojo en los ojos de Vil los hacía no querer moverse de su sitio, —¿Y qué lograron?—. El silencio fue la única respuesta, incluso alumnos de otros dormitorios que oían lo que pasaba no se atrevían a moverse de su sitio.

Vil iba a continuar con el regaño cuando Crewel lo mando a llamar, dejo a cargo a Rook y siguió al profesor fuera del edificio. —Detecto que su enojo no es solo por lo que los chicos hicieron, ¿me equivoco?— decía Crewel una vez estuvieron solos.

El rubio no sabía que responder, sentía mucha frustración, las cosas no solo no habían salido como las había planeado, sino que incluso sentía que empeoro todo, decir que no quería hacer pagar a Jógvan por lo que hizo sería hipócrita de su parte, pero no quería hacerlo de esa manera.

—Escuche que descubrieron algo turbio— cambiaba un poco el tema el profesor, —Supongo que algo que debemos de dejar de hacer es olvidar que las personas no nacieron de esa forma— decía pensativo Crewel, —No los exime de lo que hayan hecho, pero a veces olvidamos que todos cargamos con heridas.