En se momento, en el baño de damas de la estación, Abby estaba desmayada en el suelo. Cuando había entrado en el baño antes, el dolor de cabeza se había vuelto insoportable, tanto que casi no podía ver.
De pronto, sintió que el cuello le ardía intensamente, cuando llegó a este punto, Abey perdió el conocimiento. Al mismo tiempo, un tatuaje triangular apareció en su cuello.
Ahora, después de haber recobrado el conocimiento, Abby no sabía cuánto tiempo había pasado. Y ese molesto sonido de disparos aumentaba su dolor de cabeza.
¡Espera que!
Disparos en la estación de policía, debe de estar sucediendo algo muy grave para que llegue a esto. Sin pararse a pensarlo demasiado, Abby corrió hacia la puerta, lo único que le preocupaba en este momento era su familia.
Sin embargo, justo cuando había llegado frente a la puerta, esta se abrió de repente. La persona que entro resultó ser un policía, el cual sudaba por todas partes, y sus pupilas estaban muy dilatadas.
Al ver su mirada nerviosa, Abby retrocedió varios pasos inconscientemente. Mientras que el oficial en su lugar, cerró lentamente la puerta. Entonces la miro mientras temblaba y le dijo.
–Lo siento, las voces, ellas me están obligando–
Abby estába asustada, se sentía increíblemente indefensa. El único pensamiento que tenía era gritar por ayuda.
Y así lo hizo, o al menos trató. En el momento en que su voz salió, el policía cubrió su boca con su mano, y la empujó hacia la pared. puso su boca En el oído de Abby y le dijo.
–Nadie va a ayudarte, todo el mundo está ocupado tratando de matar a esa cosa haya afuera, tenemos todo el tiempo del mundo–
Luego, la arrojó contra la pared y estrangulo su cuello hasta el punto de alzarla en el aire. Con la repentina pérdida de aire, Abby entró en pánico. Trato de estirar la mano y tocar la cara de sujeto, empujarlo, rasguñarlo, lo que hiciera falta.
Pero aquel policía no la miró, solo seguía murmurando palabras ininteligibles...
Pero cuando la mano de la chica lo toco, sintió como si el tiempo se hubiera detenido. De pronto, desde las manos de Abby, una luz blanca lechosa empezó a fluir.
La luz fluyó hacia el cuerpo del oficial, y cuando lo hizo, atravesó todo su ser. Este sintió como todo su cuerpo empezaba a quemarse.
¡Heeaaah!
Dando gritos, el oficial empezó a rodar por el suelo mientras sostenía su cabeza, su piel estaba tan roja, que no tardó mucho en aparecer quemaduras.
De sus ojos, empezó a salir un líquido negro, algo espeso. De repente, el guardia dejo de gritar, se arrodilló en el suelo, y empezó a vomitar.
No era nada que la pobre Abby haya visto nunca. Parecía ser un líquido negro como el alquitrán, pero más ligero, y cuando comenzó a salir de el, no se detuvo hasta que el piso estuviera todo embarrado.
Abby no tenía ganas de quedarse a ver el espectáculo, rápidamente paso junto al policía tirado en el suelo, quería salir de hay cuanto antes, pero cuando trato de hacerlo, el oficial la agarro por el tobillo.
–¡Espera! no te vayas–
Sin embargo, Abey no se detuvo a esperar nada. Se liberó de de su agarre, y corrió hacia la salida sin mirar atrás.
. . . . . . . . . . . . . .
El demonio no perdió el tiempo, luego de destruir la ametralladora calibre 50. Corrió por todos lados sin un objetivo aparente, pero sin que los oficiales se dieran cuenta, ya se había acercado a alguien.
No le dio tiempo a pensar cuando terminó con su vida, y luego de hacerlo, siguió persiguiendo a otros policías.
En un principio, el demonio los enfrentaba de frente, reciviendo todos los disparos, y al hacerlo, sus heridas se agravan más cada vez. Pero luego de un tiempo, el demonio se volvió más astuto, corría por los puntos ciegos de los policías, y los mataba al menor descuidó.
Pese a que le habían impactado más de 500 balas, el demonio no se inmutó. Al ver que la supresión de las balas se volvía cada vez menos efectiva, los oficiales sobrevivientes empezaron a entrar en pánico.
Algunos trataron de escapar por la puerta de salida, otros se escondieron en las esquinas temblando de miedo, mientras que los que siguieron peleando, su tasa de fallas aumento drásticamente.
Una sonrisa torcida apareció en el rostro ensangrentado del demonio. Esto era justo lo que estaba esperando.
Con un saltó, el demonio se lanzó hacia los pocos que siguieron peleando. Cuando los policías se dieron cuenta de que el demonio corría implacablemente hacia ellos, lo último de su valor se esfumó, dieron la vuelta y escaparon por sus vidas. Obviamente, el demonio no los dejaría hacer lo que quisieran. Los persiguió y los mató a todos.
Sander estaba aterrado, pero aún así siguió disparando, pero el demonio era astuto y protegía sus puntos vitales. Al final, solo pudo ver morir a todos sus camaradas, uno por uno.
Cuando llegó su turno de ser asesinado, Sander disparó contra el demonio implacablemente. lamentablemente el destino no estaba de su lado, todos sus cargadores estaban vacíos, y no tenía maneras de defenderse contra esa cosa.
Sin percatarse de ello, el demonio continuó aproximándose con diabólica diversión.
Solo le esperaba la muerte...
Sin embargo, cuando había perdido toda esperanza, Ethan volvió a cargar contra el demonio, el cual, obviamente no había esperado que alguien tuviera la osadía de enfrentarlo de frente. Enfurecido, el demonio derribo su espada sobre el cuerpo de Ethan.
Pero el parecía haber previsto ésto, al instante en que el ataque llegó, se hizo a un lado, esquivando con facilidad, y sin perder un segundo Ethan dio un hachazo hacia la rodilla del demonio, rompiéndole los ligamentos.
¡Groaargh!
El demonio perdió el equilibrio, y termino medio arrodillado. inmediatamente después, Ethan cambio de posición y había lanzado otro hachazo hacia su cuello. Sin embargo, Matar al demonio no sería tan sencillo. Antes de que pudiera lograrlo, el demonio hizo aparecer sus alas, y se cubrió con ellas.
Al final, en lugar de matar al demonio, Ethan solo consiguió mutilarle una ala. Luego de resistir el golpe, el demonio se sacudió violentamente, enviando a volar a Ethan.
Chocando contra un escritorio volcado, Ethan se levantó rápidamente. Mientras tanto, el demonio recién había comenzado a levantarse con dificultad, parecía que la acumulación continua de heridas comenzaba a tomar factura.
Varios policías parecían recobrar el valor y volvieron a disparar. El demonio gruñó de ira antes de desatar otra sangrienta matanza.
Parecía que nada era capaz de pararlo.
Paso a paso, Ethan se acercó al demonio. Y el demonio, aún con la mitad de los ligamentos de su pierna destruidos, se movía lentamente hacia Ethan tambien.
Cuando ambos estuvieron a cuatro metros el uno del otro, se lanzaron hacia su oponente.
¡Clank!
Al chocar sus armas, Ethan sentía que los músculos de sus brazos se adormecian. Este monstruo, apesar de la gravedad de sus heridas, todavía podía lanzar un ataque tan potente.
Sin perder el tiempo, Levantó el hacha y recibió el segundo ataque del demonio. Sin embargo, esta vez no fue tan firmé como la última vez. En el momento del impacto, su hacha salió volando. El demonio no perdió está oportunidad cuando apuñaló con su espada.
Ethan esquivó hacia un lado, evadiendo así el golpe mortal. El demonio parecía haber perdido el equilibrio por un momento, quizás debido a su pierna gravemente herida.
Esto no escapó de los ojos de Ethan, aprovechando su distracción, lanzó una patada a la pierna herida, haciendo que terminara de perder el equilibrio y cayera al suelo.
Decisivamente, el demonio soltó la espada, y con lo último de sus fuerzas, se lanzó contra Ethan como una bestia enloquecida, haciendo que ambos terminarán cayendo al suelo.
Aprovechando que estaba encima de Ethan, el demonio saco una daga de su cintura, y apuñaló hacia el corazón de Ethan.
Sintiendo la sombra de la muerte que se cernía sobre el, Ethan instintivamente sostuvo la daga con sus manos, sin siquiera importarle que sus dedos se desgarraran. Pero la fuerza del demonio era demasiado grande. Ethan solo pudo detener la daga por unos instantes, antes de sentir como su carne era atravesada.
Poco a poco, la daga iba profundizando dentro de él...
La desesperación comenzó a llenar su mente...
El iba a morir...
¡Bang!
Lo último que se escuchó....fue un disparo...