Capitulo 17: Una semana estática

Punto de vista de Hel

 Un pueblo... Realmente fue una noticia inesperada, o por lo menos esperaba encontrar uno mucho más lejos. No es una mala noticia pero tampoco es buena, según Lint, parecía ser que estaba formado por hombres tortuga, pero vivían en tierra. Otro punto es su ímpetu por pescar, con la cantidad de redes que poseían en su poblado, se podía ver que tenían un enorme superávit, así que o venden el sobrante o puede que sea un pueblo de avanzada.

 Para ponerlo más sencillo, un poblado falso donde se almacena comida y se esconde para futuras guerras, una táctica bastante popular.

 Y rentable, mientras uno almacena comida, puede servir de parada para los comerciantes, zona segura para esconder embajadores o para reuniones encubiertas, también como nexo para expandir la red de inteligencia.

 Por ahora no veo la necesidad de ir a conocerlos, aún no sabemos su afiliación o si son reencarnados o jugadores.

 Le di a Saun la misión de vigilar el pueblo y preparé que se reúna con Gea y Pelé, cada ciertas horas para saber si está seguro y tener los reportes.

 También me pareció interesante esos animales inteligentes, yo diría que se parecen a las hormigas, aunque no recuerdo ningún post sobre algo parecido, este juego es inmenso y no hay mucha información sobre él. En estos momentos echo de menos el poder entrar en Internet y buscar cualquier información.

 Tras un largo suspiro envié a todos a sus puestos.

 En este momento solo podemos esperar, somos muy débiles, demasiado débiles.

 Junto con Lilith, nos dirigimos de vuelta a la base, teníamos las rocas negras y otros artículos varios, era el momento de experimentar.

 Comenzamos a mezclar cosas al azar, intentando dar con algo interesante, pero no era posible, no sería tan fácil.

 El porqué es sencillo, aunque sepa cómo se podría hacer una lanza rústica, de ver documentales, etc... Pero aquí no funciona igual, cada raza tiene un sistema diferente, aunque se pueden hacer armas genéricas, primero necesitas hacer aquellas que son mejores para vosotros, en otras palabras, cada raza tiene un método distinto de llegar al mismo punto, con propiedades y estética diferentes.

 Ya sean armas o edificios, incluso dependiendo que raza forjó un arma, esta puede tener habilidades o características únicas.

 Un ejemplo claro son los enanos, ellos buscan la perfección en lo poligonal, armas toscas, hachas, escudos de torre, toda su armadura está formada de bloques sólidos, sin ningún círculo o curva, lo mismo para los edificios. En cambio a los elfos les detesta lo poligonal, armas curvas, trajes ligeros, toda estructura tiene una belleza única y sus decorados son tallados como raíces o son como ríos de agua, sin esquinas, como si todo fluyera naturalmente.

 De estos ejemplos hay miles, las chozas orcas, cuevas goblin, las casas flor de las hadas o las casas de azurina de los sirenoides.

 Cada uno tiene un estilo propio de la raza y solo encontrando este estilo uno llega a poder forjar algo.

 El estilo abisal no era conocido para mi y con ello solo nos esperaba horas de prueba y error, por lo menos hasta subir algún punto más en sabiduría.

 Con el rato, nos cansamos de intentar formar algo sin tener ningún logro, así que recolectamos los corales enteros con frutas en una esquina de nuestra cúpula, al lado trajimos grandes cantidades de tierra, con la ayuda de Demora y muchas horas de trabajo, por suerte encontramos algunas mantas nadando, las matamos sin herirlas mucho y las usamos para transportar la arena, había que decir que las mantas eran más grandes que nosotros, aunque aún no se cuan grandes somos en general, me falta tener algún punto de guía para poder saberlo con seguridad.

 Tras el trasplante de las frutas, seguimos probando sin parar, esa fue nuestra rutina durante una semana entera, para obtener la sensibilidad mágica nos faltaba aún un par de semanas, pero ya éramos capaces de notar cierto brillo en los cristales, también llamados cristales de purita, por parte de Baltasar.

 Nuestras casas aún no estaban ni comenzadas, debido a que el equipo dedicado a ello aun no sabia como hacerlas y mucho peor, aún no habían descubierto una manera de romper estos cristales, al parecer podían soportar de todo, incluso Demora no podía romperlos con su asombrosa fuerza, eso sí, podían arrancarlos del suelo, aunque solo aquellos más sueltos o que nacieron en la superficie rocosa y no junto a otros cristales.

 Saun ya había enviado varios reportes, los primeros fueron como estos hombres tortuga se pasaban la mayor parte del día pescando, luego lo transportaban a un almacén y los preparaban para ahumarlos, tras el trabajo listo, eran transportados en cajas de madera de regreso al almacén.

 Aparte de eso, se podía ver que no se acercaba a ningún otro ser civilizado y que recibía regularmente ataques de bestias, la mayoría clase animales, junto a algunas clases bestias.

 Aparte de estos datos todo era normal en la aldea.

 También parecía que no detectaron a Saun espiándolos, así que lo deje manteniéndolos con un ojo encima.

 Lint y Caronte siguieron explorando, ahora solo llevaban a Velona con ellos, pero aun así lograron aprenderse casi todos los recovecos a un par de horas a la redonda.

 Por último Baltasar descubrió el primer hechizo de sellado, se llamaba sellado ligero, permitía sellar pequeñas zonas de aire, comprimiendolo y guardándolo.

 Seguro será extremadamente útil en los próximos días.

 Si logra usarlo bien para comprimir el aire, entonces quizás mi plan, de mezclar ese hechizo y las piedras negras funcionen, además si lo aprendemos todos, todo animal únicamente acuático y de muy bajo nivel podría ser asesinado por nosotros.

 Podríamos obtener experiencia sin la necesidad de armas, por lo menos por ahora.

 Mientras pensaba estaba sentado en un saliente, fuera de la cueva, mirando al profundo negro.

 Además hay algo que carcome mi mente, allí donde está el abismo tiene que estar cerca, si no, Alabastro no nos hubiese enviado aquí, pero hemos reconocido ya una extensa área, en esta semana, eso me deja varias dudas y opiniones. Quizá está lejos, aún más lejos y profundo de lo que hemos explorado o ... mirando hacia abajo, puede que lo tengamos más cerca de lo que esperaba.