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1. Misteriosas sombras del pasado

Cierro los ojos y permito que que el agua caliente recorra todo mi cuerpo. Después de un largo día de batallas contra monstruos, una ducha es lo mejor.

Termino de asearme, me cubro con una toalla y salgo de mi baño personal. Agarro mi cepillo y me dedico a cuidar mi cabello.

Mi cabello es tan largo que he recibido muchas quejas de mis hombres porque creen que es un estorbo en una pelea. Odio admitirlo, pero tienen razón. A veces me golpea la cara en medio de la batalla y es bastante molesto cuidarlo apropiadamente, pero me reúso a cortarlo.

Cuando me convertí en reina, renuncié a muchas cosas. Puedo considerar que mi cabello es lo único que me queda como mi identidad como mujer. Por lo tanto, si quiero conservarlo, no tengo más opción que ser más fuerte para que no interfiera con mi trabajo.

Mientras me concentro en cepillar mi cabello, escucho a alguien tocar la puerta.

"Señorita Adira, ¿me permite pasar" (???)

"Adelante" (Adira)

Ni siquiera necesito preguntar quién es. A parte reconocer su voz, sólo existe una persona que me llama así.

Se abre la puerta. Como imaginé, se trata de Mirt, mi sirviente personal y la persona que más confío.

"¡¡¡Señorita Adira!!! ¡¿Cuántas veces le he dicho que debe vestirse antes de recibir a alguien?!" (Mirt)

No lo he olvidado. Sé perfectamente que estoy usando sólo una toalla en este momento.

"Ya lo sé, Mirt. Pero si se trata de tí, no hay problema" (Adira)

Él me mira exasperado. Sé que nunca me miraría de esa forma, pero le preocupa seriamente que baje la guardia y alguien me vea comportarme así.

Mirt es como un padre para mí. A pesar de no tener la habilidad para pelear, siempre me cuidó desde que tengo memoria. Incluso desde que ascendí al trono, siempre me apoyó. Es por éso que, mientras todos observan mi lado como autoridad inquebrantable, él me sirve por quien soy en realidad.

"¿Tienes el reporte para mí? (Adira)

"Afirmativo " (Mirt)

Cambio de tema rápidamente. De no hacerlo, lo más seguro es que me sermoneará toda la tarde.

"En total se registraron 50 lobos grises, 30 águilas verdes y 1 tigre marrón " (Mirt)

"¿Y el reporte personal? (Adira)

"Usted derrotó a 5 lobos grises y al tigre marrón, señorita Adira " (Mirt)

"¿Y en comparación al resto?" (Adira)

"Usted demostró ser la más fuerte, pero..." (Mirt)

Ya sé lo que significa esa pausa. El tigre marrón es un monstruo muy fuerte. Si no lo hubiera derrotado, lo más seguro es que estaría en serios problemas.

"Supongo que tendré que seguir esforzándome entrenando aún más duro mañana temprano " (Adira)

Sé que es duro, pero tengo que hacerlo.

"Señorita Adira, ¿le siguen doliendo las manos?" (Mirt)

"No te preocupes. Estaré bien " (Adira)

Mis manos están llenas de ampollas, pero lo tengo que soportar para seguir al frente.

"Comprendo que nunca renunciará a su cargo, pero ¿al menos ha considerado cambiar de arma? Tal vez si manejara una más ligera..." (Mirt)

"El hacha es mi arma y punto, Mirt" (Adira)

Tal vez soné demasiado seria, pero realmente odio cuando se toca algún tema con relación a "éso ".

Hace mucho tiempo que juré usar el hacha como mi arma principal, y no hay nada en esta vida que pueda hacerme cambiar de opinión.

"Sé que no es fácil, pero opino que debería tratar de soltar "éso", señorita Adira. Es un peso demasiado grande como para que una jovencita de 15 años deba soportar " (Mirt)

Aún me sigue doliendo, pero debo hacerlo a un lado para seguir adelante. Lo único que puedo hacer ahora es permanecer en silencio mientras contengo mis emociones.

"Por cierto, la señorita Brenda desea reunirse con usted" (Mirt)

Como siempre, Mirt se expresa de la forma más formal posible. "Desea" significa "exige". "Reunirse" se cambia por "pelear". En otras palabras, ella lo único que quiere es hacer un berrinche sobre nuestro "deficiente" rendimiento de hoy.

"Entiendo. ¿En la sala de reuniones?" (Adira)

No tengo más opción que responder con un suspiro.

"Afirmativo" (Mirt)

"Bien. Dile que en seguida voy, por favor" (Adira)

"En seguida, señorita Adira" (Mirt)

"Por cierto, ¿podrías dejar de llamarme "señorita ", por favor?" (Adira)

"No importa cuánto tiempo pase, ambas seguirán siendo las mismas señoritas que cuidé desde que nacieron" (Mirt)

"Lo sé y lo aprecio, pero apenas tienes 145 años, Mirt. Es extraño que nos llames así siendo tan joven" (Adira)

"Le puedo apostar que llegaré a los 900, incluso a los 1,000, y aún así las cuidaría lo mejor posible, señorita Adira " (Mirt)

Ambos somos jóvenes, pero que me llame así es algo extraño. Si fuera cualquiera no me molestaría, pero sé muy bien que podemos tener una conversación informal sin problema. Al menos estando a solas.

Con una cara llena de calidez, Mirt se retira de mi habitación. Termino de arreglarme y me quedo mirando la ventana.

Observo la ciudad, el campo de batalla que se encuentra a las afueras de la ciudad y, con mayor disgusto, las nubes grises que llenan el cielo.

Odio cuando el clima se pone así, en especial cuando llueve. Después de ese día, no puedo evitar considerarlo como un mal augurio...