Por la noche, Fu Hua le contó a Jia Li sobre los planes de vacaciones que había hecho para ella, después de decirle que empacara sus maletas y se preparara para salir de la casa.
La forma en que lo dijo al principio, sorprendió a Jia Li porque ella había pensado que él se refería a otra cosa. Al ver su expresión perdida, Fu Hua no pudo evitar reírse.
Entrelazó sus dedos en su largo cabello y despejó sus pensamientos nublados. —Reservé unas vacaciones de 4 días para ti y tus amigos en Miami.
—¿Hablas en serio o estás bromeando conmigo? —Jia Li preguntó con una expresión de incredulidad. No sabía por qué le resultaba difícil creerle, tal vez era porque a veces, él le hacía bromas.
—Hay momentos para bromear y momentos para ser serio. Ahora mismo, estoy muy serio. Quiero que vayas a divertirte y a relajarte, y luego, cuando regreses, continuaremos con tu negocio de línea de ropa —dijo Fu Hua con una sonrisa.
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