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Fu Shiyan solo observaba cómo su propia esposa era llevada por otro hombre.
No se atrevía a impedirlo.
Fu Shiyan reprimió sus emociones con fuerza.
En ese momento, Ming Qi también había terminado de escoltar a Bai Zhi y regresó al hospital.
—Sr. Fu, todo está organizado, y mañana por la mañana acompañaré personalmente a la Señorita Bai cuando salga de Ciudad Rong para ir al extranjero. Una vez que se haya instalado, volveré —informó Ming Qi.
—Mm —asintió ligeramente Fu Shiyan, con un semblante que no se veía bien.
Ming Qi no sabía qué le pasaba a su jefe. ¿No estaba de buen humor cuando se fue hace poco? ¿Con qué mal se había topado ahora?
...
Al día siguiente.
Set de grabación.
Como de costumbre, Su Yin llegó temprano para esperar en el set.
Ji Zhihan también comenzó su trabajo de grabación temprano en la mañana.
Todo estaba progresando sin problemas.
Ji Zhihan tomó algunas llamadas, discutiendo el viaje al extranjero de Bai Zhi.
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