Punto de vista de Selma Payne:
—¡Rugir!
Un rugido enfurecido provenía de fuera del muro de plantas mutantes. Unos segundos después, la densa vegetación fue rasgada y una corriente constante de hombres lobo se precipitó por la abertura.
El líder era Aldrich, sus patas delanteras y traseras se habían transformado en las de un lobo, lo que le permitía mantener la agilidad de un humano y también obtener la fuerza de un lobo.
—¡Aldrich, por aquí! —Le hice señas mientras esquivaba las enredaderas.
Aldrich corrió locamente hacia mí y apartó una hierba de cola de zorro verde que era tan gruesa como tres de mí, desgarrándola despiadadamente.
Sabía que era un momento crítico, ¡pero Diosa de la Luna! ¡Era tan guapo!
—¿Estás bien? —me comprobó nervioso—. Lamento haber llegado tarde. Las plantas mutantes en la escuela son un poco difíciles de manejar. Me ha llevado mucho esfuerzo entrar con los soldados.
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