Raven

Nueva York, 2012

Un niño de 10 años miraba las noticias preocupado, después de que el dios de cuernos apareciera, había esperado a que los héroes que miraba en la tele hicieran algo, en su lugar, ahora un agujero se había abierto en el cielo donde máquinas salían y comenzaban a destruir la ciudad.

Su madre apagó la tele, —Ya no lo resisto, vámonos Yukito, tenemos que salir de aquí.

Antes de que el menor pudiera protestar, su padre entro al apartamento con prisa, —Iron Man y otros están luchando con esas cosas, debemos ir a la torre Stark.

—¿Estás loco?, ¿qué puede hacer él contra esas cosas?— refutaba su madre tomando su mano, Yukito tampoco confiaba en él, pero si en su padre, —Mama, vamos donde papá dice.

Ambos adultos se miraron, tomaron documentos y algunos objetos, se dispusieron a huir a la torre donde trabajaba el padre del menor, —Falta Grim— grito Yukito señalando un peluche de gato que estaba en su cuarto.

El padre entró por él, pero antes de que pudiera salir una explosión hizo que el departamento temblara, una nube de humo impedía ver que había pasado.

—¡PAPA!

El niño entró corriendo a pesar de la súplica de su madre, donde debía estar su habitación solo había un hueco.

…

Night Raven College, presente.

—¿Dónde las encontraron?

La pregunta sorprendió a los profesores, era evidente que el chico nuevo sabía algo. —Yukito, ¿son estas gemas de tu mundo?— pregunto Mozus serio, ahora las miradas estaban puestas en el menor.

—¿A qué se refiere con "su mundo"?— preguntaba Kifaji confundido.

—Em… Señores, les explicaremos la situación de los jóvenes, pero deben prometer no decir nada— pedía Crowley a los confundidos embajadores. 

—Si es importante, no veo porque deberíamos mantenerlo oculto— renegaba un representante de Kingdom of Heroes, —Creo que tenemos algo más relevante que atender, al menos por ahora— decía Kifaji entendiendo la situación de los jóvenes, pero dando una mirada que indicaba que esperaba una respuesta.

—Entonces, ¿si sabes que son Yukito?— preguntaba más calmado Ashton.

—Gemas del infinito— nombraba el chico, —De donde vengo, son objetos que pueden manipular algo en específico, por separado son poderosas, juntas son peligrosas.

La explicación del joven trajo más malestar a la sala que alivio, los murmullos no se hicieron esperar. —Aun así, no entiendo… como terminaron aquí. 

Yuuken estaba nervioso, ya presentía que la aparición de su compañero no era normal, incluso para los estándares de ese mundo, pero ahora comenzaba a temer que Yukito no hubiera terminado en Twisted Wonderland por cuestión de destino.

—Esperen, no te ofendas, pero, ¿cómo un chico como tú conoce como funcionan estas cosas?— cuestionaba la representante de Land of Peroxyne, —Después de un evento conocido como el chasquido de Thanos, prácticamente se convirtió en el tipo de cosas que enseñaban en las escuelas.

—¿Y cómo las destruimos?— pregunto un fae representante del Valle de las Espinas, la expresión seria de Yukito cambio a una contrariada, —Yo em...— tartamudeaba el chico, —Solo nos enseñaron lo básico, además, solo sé que una vez que su poder es usado, tienden a desaparecer.

"¿Vas a dejar que alejen algo tan preciado?"

—Otra vez tú…— se quejaba en voz baja Crowley, tratando de ignorar a aquella voz, que poco a poco comenzaba a sonar como la suya.

"Ellas no quieren desaparecer, igual que yo, nos gusta este nuevo mundo"

—Con mayor razón, creo que las gemas deberían quedarse en Night Raven— sentenciaba el representante del mar de Coral, —¿Qué?— Crowley salía del pequeño trance.