El Rey de la Arena

Mi vida nunca ha sido arreglada desde un principio, nunca tuve apoyo, algo de lo que he anhelado por mucho tiempo, casi la mayor parte de mi vida. A la vez que me abría camino por mi mismo en cada batalla, cada golpe, cada paso y hasta en cada respiración, pude notar que más y más me iba perdiendo hasta que me olvidé de mi mismo...

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Mientras otros niños jugaban con sus padres, otros charlaban con amigos y hasta otros eran solitarios en columpios, yo estaba jugando algo más "brusco" que principalmente era golpear un muñeco, intentando pelear con algo que ni siquiera se movía a la vez que me imaginaba una escena épica de batalla como algo que vi en series de acción de superhéroes, esquivando, pateando, y hasta gritando nombres de habilidades especiales cada vez que "tiraba" mis "poderosos golpes" hacia algo inanimado. Después de un tiempo terminé cansado como cualquier niño de 9 años al jugar demasiado, tirándome hacía el suelo verde debajo de mi.

Una vez acostado, pasaron 30 minutos hasta que volviera a tener aliento dentro de mi pequeño cuerpo, y lleno de energía otra vez, volví hacía el muñeco otra vez para volver a jugar golpeándolo de una manera divertida.

Volviendo a golpearlo, recordaba que seguiría así hasta que me cansara nuevamente en otros 30 minutos o me aburriría y me iría hacía el orfanato que me cuidaba. Pero ese día en apenas 3 minutos de haberlo golpeado sentí algo raro en mi pequeño brazo y antes de volver a pegarle al muñeco, mi brazo se sintió lleno de calidez y fuerza a la vez que mi puño se conectaba al estomago del muñeco.

Mi yo de 9 años se llenó de confusión hacia la situación y miró a su brazo con extrañez, moviéndolo y golpeando al aire una vez más para no sentir lo mismo de hace un momento, pero con curiosidad miró a la ubicación donde golpeó del muñeco, quedándose congelado por el gran agujero hecho por el.

Tal vez pasaron 30 segundos, capaz 10 segundos o incluso menos de 5, pero sentía que no pasaron míseros segundos, si no que incluso podría ser una eternidad.

Pero, después de un tiempo indefinido para él, apretó con fuerza su mano formando un puño llevándolo hacía delante de su cuerpo, llegando hasta la altura de su pecho para luego retirarlo hacía atrás y con todas sus fuerzas, golpeó en la cabeza del muñeco.

Tras esperar un poco, se dio cuenta que aunque había golpeado con todas sus fuerzas, no había hecho mucho daño al muñeco de práctica, llevándolo a pensar el porqué antes pudo romper al muñeco por el centro de su estomago, pero al golpearlo una vez más y con todas sus fuerzas, apenas le hizo un rasguño.

El niño pensó que tendría que seguir golpeando hasta que volviera a sentir esa sensación para volver a repetir tal fuerza que lo llevó a dejarle un agujero de una gran magnitud a su juguete favorito.

Poniendo a prueba su pequeña teoría, volvió a seguir golpeándolo hasta que, después de otros 3 minutos, volvió a sentir que su brazo derecho se llenaba de energía y de fuerza a la ves que tenía una sensación de calidez recorriendo su brazo, y cambiando su trayectoria hacia arriba, golpeó en el centro del pecho.

Como en la anterior ocasión, pudo dejar un agujero, pero de un tamaño menor.

Y, después de unos momentos, por fin el niño se dio cuenta que rompió su único juguete que tenía, llevándolo a hacer un berrinche a si mismo por no controlarse.

Años después siguió investigando sobre el porque podía usar esa poderosa fuerza y, una vez experimentando algo, se puso a meditar por 30 minutos que para un chico como él, lleno de energía e hiperactivo, fueron una tortura increíble, aunque descubrió que dentro de su cuerpo podía sentir una energía fuerte pero incontrolable, como si fuera una bestia salvaje, queriendo salir de una jaula dentro de su cuerpo, aunque no podía controlarla a base de sus pensamientos, pudo descubrir que, con sus instintos, podía llegar a usarlo de una manera no tan práctica, si no más "salvaje", siendo descontrolada y poderosa.

Con el pasar del tiempo, siguió entrenando su nueva energía en su propio mundo, cada vez más enfocado en su entrenamiento pudo denotar que necesitaba una pelea real, algo que pueda hacer que sus instintos exploten.

No tenía la suficiente edad para pelear como profesional, diablos, ni siquiera debería pelear a su edad de apenas un adolescente de 14 años, pero encontró una solución que, aunque era peligrosa, eso lo alegraba más aún. Bajo la tela de lo legal, se encuentra el Inframundo o el "suburbio Rhastt" donde hasta lo más enfermo podría ser aceptado en esta parte de la ciudad en la cual vivía.

Las arenas de batalla en ese lugar eran bastantes comunes, aceptaban a cualquiera que quisiera pelear, aunque tendrían que firmar un contrato bajo su propio cuidado, aceptando que podrían morir dentro y aun así no podrían hacer nada contra la misma arena. Un trato justo teniendo grandes recompensas y fama ilegales, pero con el riesgo de casi el 90% de simplemente morir y solo ser un cadáver más para el entretenimiento de los poderosos y ricos.

Si, la corrupción simplemente abunda en estos lugares...

Como sea, hay ligas "menores" de batallas en las cuales menores de 12 años hasta mayores de 16 podrían pelear y, en esa "liguilla" me quería meter, necesitaba experiencias y peleas o hasta palizas para mejorarse a mi mismo, sus instintos de pelea y hasta sus instintos de supervivencia por el peso extra de la muerte podían evolucionar su propio poder, lo sentía por dentro, necesitaba algo que lo llevara al límite.

Después de unos momentos de haber llegado e inscrito, pudo ver que podría comenzar de inmediato y pelear contra alguien llamado "Shinseki" apodado o más conocido como "la roca más resistente" al ser el que pudo aguantar más contra hasta los mejores luchadores de la Arena y hasta tener las posibilidades de ganar, aunque eran muy menores o casi nulas y siempre perdía.

Aunque la muerte era común, era para las ligas mayores, por lo menos tenían cuidado con los niños aunque sea muy poco, pero si te quedabas lisiado, eso ya era otro tema. Dependía bastante de la crueldad del contrincante tu destino si perdías.

Decidió al final de un pensamiento largo que iría contra ese tipo, podría ser algo muy bueno para él o muy malo... lo que hace la necesidad.

Al inscribirse había que ponerse un nombre falso o algún apodo que lo distinguiera de los demás, algo "especial" que harán que te "teman" de alguna forma y, con un pésimo sentido para nombrar, solo se puso "Savage" que era lo único que se le ocurrió en el corto tiempo de espera hacia la Arena y, por fin, podría ponerse a prueba contra alguien en una verdadera pelea.

Dejando todo escrito en una tabletilla pudo irse directamente hacía el pabellón de la parte derecha para irse preparando, Shinseki iría a la izquierda para entrar desde entradas paralelas y hacer más emocionante la pelea, o eso decía el presentador.

La espera terminó al cabo de unos minutos y al tiempo pudo escuchar la voz entusiasta y carismática de alguien en la Arena presentando a su oponente.

"¡Bienvenidos sean caballeros y damiselas, he aquí una pelea que definirá muchos puestos en la tabla! Y... ¡Sin más remedio empecemos! DEL LADO IZQUIERDO TENEMOS AL CHICO MÁS RESISTENTE Y TENAZ DE ESTA TEMPORADA... ¡SHINSEKI!" Con el llamado a su nombre, un chico de 16 años musculoso y alto que fácilmente podía ser confundido con un adulto físico culturista, entró desde la banda izquierda  y saludó a las gradas, llenas de gente que pagaba para ver su pelea.

El chico medía 1.85, tenía un físico increíble para su edad y pesaba más de 80kg, con pelo negro corto, ojos igualmente negros y un poco bronceado, llegando a dar miedo en momentos, lo que hacía que las personas normales pudieran tenerle miedo o puedan sentir una presión proveniente de él. El chico aún tenía una sonrisa en su rostro sin saber quien sería su oponente ya que el que debería de pelear contra Shinseki había abandonado la Liga, dejándole solo al margen de que alguien podía reemplazarlo pero no podía saber quien era.

"¡Y DEL LADO DERECHO TENEMOS A UN NUEVO NOVATO, UN NUEVO CONTRICANTE QUE SE UNIRÁ A LA BATALLA PARA LA GLORIA Y LA FAMA Y, QUIEN SABE, PODRÁ LLEGAR HASTA A ESCALAR A LOS PRIMEROS PUESTOS! ¡SAVAGE!" Moviendo ahora la mano derecha el presentador señaló hacia la banda izquierda y mostró una gran sonrisa hacía el público una vez más.

Siendo su turno por fin, salió cegado un poco por lo iluminado que estaba la Arena y con grandes pasos, se acercó más y más hacia donde se realizaría el combate un poco nervioso y a la vez emocionado.

Al subirse, se fijó en las tribunas y vio a gente de todas las clases llenas de fervor gritando y agitando su mano, aunque los de clase alta como los ricos simplemente se sentaban y miraban con una pequeña sonrisa divertida.

Aturdido e incrédulo, se quedó viendo por unos segundos hasta que volvió la mirada hacia el presentador que le dijo unas palabras a la vez que le daba inicio a su primer combate...

"Vete acostumbrando, que probablemente ésta será tú única vida en el futuro" Y, al fin vio esa sonrisa más de cerca, que parecía más la de un loco asesino que la de un presentador común.

"¡BUENA SUERTE A LOS DOS Y QUE EMPIECE ESTE COMBATE!"

Oh mierda, ya me acuerdo el porqué me emocionaba tanto en cada batalla...

Sonriendo para mi mismo, sentí hervir mi sangre, por fin... ¡me sentí liberado!

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