-- (Manipulador) --
- ¿Cuándo llegaste?
Tak y Daven se encontraban en uno de los parqueaderos de los pisos superiores del casino. Para entonces ya estaban más cerca del amanecer que del atardecer del día anterior.
- Acabo de llegar a la ciudad, me enteré del ataque que hubo hace un par de días y quería verificar si todo iba bien – Respondió Daven.
Tak lo observaba cuidadosamente, por lo que tenía entendido del plan. Annie, Conrad y él eran los únicos encargados de recorrer la ciudad, fuera del jardinero de la mafia, pero Tak ni siquiera lo recordaba a él en ese momento. Escaneó los gestos de Daven en busca de alguna pista de que hacía allí realmente, algo se sentía… Fuera de lugar con él siempre impasible sujeto.
- ¿Qué, acaso no me extrañabas? – Daven le dedicó un gesto de burla.
- Extrañaba la tranquilidad de no tener que seguir tus órdenes. Por otro lado, el dinero de hoy me vino bien, gracias, viejo. – Tak le devolvió la burla.
Daven bufó.
- ¿Qué? Yo no te mandé a perder, ahora es mi dinero.
- Que no te embriague el dinero tampoco. Sé que es importante pero no es lo que deberías buscar constantemente. – Replicó Daven.
. ¿Ah no? Creí que todo este plan era por dinero – Respondió Tak asegurando la maleta llena de fichas que le había quitado jugando póker a Daven - ¿Entonces que es lo que tú buscas constantemente?
Daven solo pudo mantenerse en silencio mientras levantaba la mirada hacia las luces poco útiles del parqueadero.
- Oye, viejo… ¿Por qué estás aquí?
- Ya te lo dije. Vine a ver que todo estaba…
- No. – Tak lo interrumpió dando un paso hacia atrás. – No porqué viniste hasta el casino, sino porqué estás haciendo todo lo que estás haciendo.
Daven meditó un momento la respuesta antes de continuar.
- Siempre me ha gustado aprender cosas nuevas. No me soy un erudito ni mucho menos, estoy más cerca de un sabelotodo que de un erudito – Daven hizo una pausa nuevamente – Que mejor cosa que aprender que un nuevo idioma, y me refiero a nuevo de verdad, nuevo para mí, para ti, para todos.
Tak seguía con la mirada postrada por completo en los ojos del cazador, ya no podía decir si sentía incomodidad con el hecho de tenerlo ahí delante o era más una curiosidad por saber la historia del hombre que lo estaba reclutando. Quizá ambas, quizá… Solo quizá, era admiración.
- Este texto que estoy buscando es realmente único, no sé si buscaste alguna vez lo que era un panagrama desde que te hablé de ellos la primera vez, pero en realidad un panagrama no es más que una frase que contiene todas las letras posibles de un idioma. Si realmente es una lengua muerta, será imposible saber como suena, pero si encuentro el texto con todas las letras de esa lengua muerta quizá junto con la ayuda de Monique pueda descubrir algo, al menos tendríamos su alfabeto…
Daven se detuvo y levantó la cabeza. Tak notó una expresión que nunca había visto antes en aquel hombre, estaba sonrojado.
"Está diciendo la verdad, o eso parece"
- No voy a mentirte, si encontramos ese texto y resulta ser autentico entonces tanto tú, como Monique, como yo, nos haremos jodidamente ricos. Pero para nosotros los cazadores lo realmente valioso se encuentra las emociones auténticas.
Tak abrió los labios para articular palabras, pero nada salió de sus labios. Llevaban un poco menos de un mes conociéndose y realmente el club del Emisor, la Especialista y el Manipulador pasaron mucho tiempo juntos antes de ir a Padokea, aún así, no sabía nada de Daven, después de todo la mayor parte del tiempo estuvieron afinando detalles acerca de lo que iba a hacer cada uno una vez llegaran a su destino.
- Gracias, tú sabes… Por contarme acerca de ti.
- Te dije que seriamos aliados. Eventualmente sabríamos más el uno del otro. – Respondió Daven. – Y hasta ahora he aprendido acerca de ti que no confías ni en ti mismo.
- Es lo que tiene ser un ladrón – Replicó Tak.
Daven esbozó una risa mientras caminaba hacia uno de los sectores del parqueadero. Tak clavó su mirada en los movimientos del hombre, mientras permanecía inmóvil apoyando su espalda sobre una de las columnas de concreto que sostenía la estructura, para eventualmente seguir sus pasos cuando la vista desde esa ubicación no dio para seguir Daven Nightshot entre el mar de vehículos.
- ¿Qué sabes del resto, ya sabes, Annie y Conrad? – Preguntó Daven quien disminuyó el paso para ponerse al lado de Tak.
- Annie estuvo el día del incidente aquí en el casino, un par de hombres le coquetearon en la ruleta, a Conrad no lo he visto desde el incidente, oí que mucha de la seguridad del casino fue trasladada del área general a la zona VIP – Tak aligeró aún más el ritmo para mantenerse detrás de Daven.
- Es bueno saber eso, puede ser de ayuda si Conrad es reasignado a la zona VIP y llega a oír las conversaciones correctas, por otro lado…– Daven dejó entrever una mueca de curiosidad - ¿Los hombres se le acercaron uno detrás de otro, sabes quiénes son?
- Bueno… Lo cierto es que no sé quiénes son, pero pasó un tiempo entre uno y otro, creería que alrededor de una hora o más así que quizá no estén relacionados.
Daven se detuvo en seco.
- Interesante… ¿Te gusta Annie?
Tak se sonrojó ligeramente, Daven se burló de él provocándolo.
- No es mi tipo, pero debo admitir que es linda.
- Mira, solo la conoces hace unos días. No hubo tiempo para presentaciones formales. Pero está soltera, intenta algo si quieres galan..
- Si lo que ti digas - Tak lo interrumpió mientras daba pasos largos llegando a alcanzar el lado de Daven.
- Aunque… Bueno, quizá sea más fetiche mío que otra cosa, pero las mujeres que trabajan conmigo suelen ser… Interesantes. Ya te darás cuenta.
- En una escala de 1 a Monique…? – Tak lanzó la pregunta al aire.
- ¡Ah! ¡Es que de verdad te gustan todas! Deja algo para el resto – Se burló Daven – Bueno, es un tipo diferente de peligro. Monique es más astuta, pero Annie sabe usar todo lo que tiene.
"Todo lo que tiene… ¿Te refieres a…?"
Como si le hubiera leído la mente, Daven lo miró fijamente con intriga y luego le hizo un gesto calmante.
- Si llegas a eso que estás pensando, entonces ya perdiste. ¡Ah ya llegamos, atrapa!
Para cuando Daven terminó de decir lo anterior, ya había un objeto volando en dirección hacia Tak. Con un gesto rápido, pero con gracia levantó la mano y atrapó unas llaves, dándole una segunda mirada, eran las llaves de la moto que tenía enfrente.
- ¿Qué es esto, viejo?
- ¿No sabes lo que es una moto? Mira, es como una bicicleta, pero…
-Si si si – Bufó Tak dando un resoplido. – ¿De donde la sacaste?
- La robé – Dijo Daven con sin cambiar de tono ni alteraciones en la voz.
- ¡Ah genial! No solo me mandas a la boca del lobo, sino que ahora quieres que me metan preso.
"En efecto, los cazadores no son más que ladrones más experimentados, o al menos este loco parece serlo"
- Calma, chico… Es robada, pero era originalmente de un ladrón, esa gente no se molestará en denunciar un vehículo robado, además, mira. – Dijo Daven mientras señalaba la parte trasera de la moto. – La placa está modificada, le hice un par de cambios de camino a acá para evitar riesgos. No tengo forma de saber si esa moto está en algún expediente criminal así que lo mejor era camuflarla.
"Al menos"
- Uno creería que Tak el pícaro no le tiene miedo a la cárcel – Se mofó Daven.
Tak puso los ojos en blanco.
"Este tipo hoy está más gracioso que de costumbre"
- ¿Qué quieres que haga con ella? – Preguntó Tak ya impaciente
Daven miró a Tak con una expresión de desaprobación y luego alzó los hombros.
- Es tuya, te la regalo.
La confusión en el rostro de Tak era bastante notoria. Ahora estaba completamente seguro de que este tipo estaba detrás de algo.
"Visto lo visto, probablemente sí tenía intenciones de venir hacia el casino, pero también estoy muy seguro de que esta moto solamente me va a convertir en su chivo expiatorio, yo no soy Monique, no soy un pupilo, ni soy su gente, ¿por qué me regalaría algo si no es con una doble intensión?"
- Vas a necesitar la moto para moverte – dijo Daven.
"Ajá, ahí está, sí tenía planes de usarme para otra cosa".
- Lo sabía, sabía que había algún truco.
- Bueno… No querrás ir caminando a un motel junto con la chica del casino, ¿o si?
- Hoy estás hecho todo un bromas, no, ¿viejo? – replicó Tak lanzándole una mirada intensa.
- Es mi manera de desquitarme por perder dinero, por regalarte dinero. En fin… Si no la quieres, entonces déjala aquí estacionada y que se oxide. Voy a ver a ponerme en contacto con Annie y Conrad si es posible. – Dijo el cazador mientras se daba la vuelta y hacia un gesto de despedida hacia Tak.
Cuando Daven finalmente abandonó el piso, y Tak se aseguró muy bien de ello, escaneó la moto para verificar su estado. Estaba en buenas condiciones, si lo que había dicho era cierto entonces debía tener bastante uso detrás, mayormente en cortas distancias, si se usaba para robos, así que era una moto con buena aceleración. La velocidad, solo podía comprobarlo de una forma.
"Bueno, lo cierto es que sí me viene bien mi propio medio de transporte"
Tak se agachó para alcanzar la parte baja de la moto y analizó la placa, Daven había hecho un trabajo rudimentario pero funcional, en la placa de la moto las letras y números tenían pegadas varias cintas que convertían unos caracteres en otros, Tak jugó un poco con las cintas hasta dejar un numero de placa creíble, pero, sobre todo, diferente al que había entrado con Daven anteriormente. La encendió y una vez comprobó que encendía y andaba la volvió a apagar para bajar al casino asegurándose de guardar las llaves en uno de sus bolsillos del pantalón.
Mientras descendía por piso a piso por el ascensor del edificio, Tak se dio cuenta de la razón del regalo, o al menos una de ellas.
"Un momento, ¿¡Ese idiota me dio la moto para que yo pagara la tarifa de parqueo!?"
Aún irritado, mantuvo su mirada en los botones del elevador mientras se iluminaba la parte que indicaba el piso actual en el que estaba, el ascensor parecía ir cada vez más lento a medida que se acercaba a los pisos intermedios del edificio lo cual le permitió a Tak dar un vistazo rápido a las diferentes intersecciones y rejillas en el ascensor.
"Las placas de acero parecen estar bien unidas, y el suelo está bien cuidado, no hay óxido ni ningún indicador de que esto pueda desgastarse"
Al mismo tiempo, Tak giró sobre si mismo dando media vuelta quedando de espaldas a la puerta del elevador, de cara al espejo que antes tenía detrás de él y apoyó sus brazos cruzándolos sobre la barandilla metálica simulando verse a si mismo.
"Lo único que puedo explotar parece ser la puerta corrediza… Debo tener cuidado con la cámara de vigilancia"
Tak ladeó su cabeza simulando ver su corte de cabello mientras expandía su [En] a través del elevador y los pisos que recorría. En tanto localizó un pequeño grupo de hormigas exploradoras sueltas en una zona exclusiva para empleador, levantó sus manos cargadas ahora de nen para peinarse el cabello. No le había prestado especial importancia a la cámara de vigilancia pues no sabía si podían detectar o no el uso de Nen pero era un riesgo que estaba dispuesto a tomar. Con los suaves movimientos hacia atrás de su cabellera color caoba iba indicando sutilmente el recorrido que las hormigas controladas por su habilidad [Mente Colmena] iban a seguir. Luego sacó de uno de los bolsillos de su blazer un pequeño frasco de perfume, lo suficientemente pequeño para pasar por una muestra o inclusive una edición limitada exclusiva, fuese lo que fuese, Tak roció un poco de la loción hacia el aire mientras aún controlaba a las hormigas dio un paso hacia adelante quedando inmerso dentro de la nube y cerró los ojos generando una cadena de hechos que visto desde afuera no era más que un joven apuesto aplicándose colonia para impresionar y quería comprobar su aroma.
Poco sabía el personal vigilante de la cámara que realmente lo que sucedía era que Tak había cerrado los ojos para sentir a sus hormigas durante el recorrido. Y que realmente aquel frasco eran feromonas imperceptibles para el ser humano, pero que atraerían a su nueva colonia, Tak lo había conseguido a espaldas de Daven, aunque le había contado un poco de ello a Monique.
Para antes de que el ascensor pasara por los pisos de la zona VIP, las hormigas ya se encontraban en posición dentro del elevador, y en un movimiento rápido, girando una vez más para dar cara con cara con la puerta corrediza del ascensor, Tak indicó a sus hormigas exploradoras que se infiltraran en el piso más inferior de la zona VIP.
"Será más fácil controlarlas si las tengo más cerca, aunque dudo que pueda sacar mucha información relevante de estos primeros pisos, lo más jugoso debe estar más arriba… Bueno, no puedo hacer mucho, veamos con que o quien me encuentro".
6 hormigas caminaron desde el cuerpo de Tak hasta las hendijas de la puerta corrediza logrando una infiltración exitosa en el piso más bajo de la zona VIP, Tak esperó solo unos pocos segundos más y para entonces, el ascensor se había detenido nuevamente en el primer piso del casino.
El Manipulador salió del ascensor mientras un grupo de personas pasaban detrás de él en dirección a los pisos superiores. Le hizo un gesto a una de las trabajadoras del casino que sostenía una charola con unos cocteles encima, ella se acercó al joven y con un movimiento bastante diestro le ofreció uno de los martinis que tenía encima. Tak le agradeció y puso sobre su charola, en el mismo lugar donde reposaba antes la copa, una ficha que había ganado antes, la mesera le dedicó una gran sonrisa y luego regresó al centro del casino.
Tak le dio un sorbo a la copa mientras se encontraba arrecostado a unos pocos pies del elevador. Daven y Monique tenían sus códigos. El primero no bebía mientras estaba en una misión sin importar que, la segunda solo bebía si era necesario para pasar desapercibida. Tak por su parte, siempre disfrutaba de la compañía que este le brindaba.
Le dio otro sorbo a la copa y soltó un suspiro alegre, relajó su cuerpo y cerró los ojos una vez más.
"Puedo sentirlo, ya entraron, están a unos… 5 pisos por encima mío mucho más allá de lo que llega mi [En], se encuentras dispersas a través del piso así que…¡ Wow! Sin duda este sitio es… diferente"
A diferencia del gran espacio abierto que era el primer piso donde todos podían interactuar con todos, hablar con todos, o al menos, ver a todos, la zona VIP era diferente, para Tak guardaba un aura de misticismo y secretismo, las hormigas estaban dispersas por todo el lugar así que las diferentes sensaciones inundaban la mente y el corazón de Tak.
"Se siente húmedo, frio y oscuro, hay ligeros toques alegres, probablemente destellos de emociones positivas de cuando algún VIP gana su apuesta, pero en general el lugar emana un aura de soledad y desconfianza. Es como si en cada rincón del piso hubiera al menos una intriga, una estratagema, una lucha de poder económico. Pero además de eso lo más interesante es el salón de apuestas… Los salones de apuestas"
La visión a través de las 6 hormigas era borrosa pero lo que podía notar era que el piso estaba divido en diferentes habitaciones, la mayoría de ellas cerradas, pero de libre acceso.
"Conque por eso el aura de misticismo, están apartados unos de otros, interesante, hagamos un escaneó rápido".
Las hormigas iban avanzando desde la periferia de la habitación hacia el centro, la humedad y la frialdad era constante, pero a medida que avanzaban, Tak era invadido con una gran sensación de temor, luego un profundo dolor llenó sus entrañas, sentía como su cabeza estaba a punto de estallar, sus manos cargadas de Nen comenzaron a sudar y su ritmo cardiaco aumentó gradualmente… de un momento a otro, todas las emociones se amplificaron de golpe, sus sentidos se agudizaron y comenzaba a distinguir unas voces, inteligibles y sutiles, pero ahí estaban. Acto seguido, El dolor apaciguó dejando a un agitado Manipulador.
"Una hormiga menos, quedan 5. Una pena…"
Esa era la parte mala (y peligrosa de su habilidad) sentía lo que sentían sus hormigas exploradoras, dolor incluido.
El joven dio un sorbo a su Martini y caminó hacia las maquinas tragamonedas, no quería parecer sospechoso así que reanudó el juego sin prestarle mucha atención a las figuras girando en la pantalla. Una vez más, cerró los ojos.
"Puedo… puedo oírlo, es un poco difícil con el ruido del casino pero puedo oírlo" Tak bajó una vez más la palanca de la maquina tragamonedas y bajó la cabeza. Antes de poder entender una frase completa Tak cogió varias palabras en el aire: Arañas, Ayer, Desaparecidos, VIP, Negocios, Socios, Dimécci. Luego pudo entender una frase.
- ¿Y bien, viste a alguien interesante allá abajo? – la primera voz casi parecía un susurro, provenía de la zona VIP, en una habitación bastante adentro y a la izquierda del piso, solo una hormiga había alcanzado a llegar hasta ahí, el resto estaba aún en camino
- …Cabello largo… 4 horas – Tak no pudo identificar la frase por completo. – Ayer… vestido negro.
"Debo mandarlas a ahí, pronto. Al fin tengo una pista de algo, no puedo perder esta oportunidad"
- ¿Alguno de nosotros se puso en contacto con alguna de ellas? – preguntó la primera voz.
- Primera…Chico… póker…
- …No quiso… atención… difícil… cabello corto… lunar. – replicó una tercera voz.
"¡Rápido, rápido!"
Una vez más Tak sintió una punzada de dolor que casi lo hace vomitar, abrió los ojos súbitamente y se apoyó de la palanca. Su corazón retumbaba y el sudor de su frente caía sobre la madera que adornaba los pasillos.
"¡No tengo tiempo que perder!" Tiró de la maquina una vez más y cerró los ojos.
Dos hormigas más estaban fuera, quedaban solo 3, para su fortuna, otra hormiga había llegado al frente de la habitación. Ahora Tak podía ver más claramente lo que decía la inscripción tallada en la puerta de ella. Apuestas dulces.
"Tiene todo el sentido del mundo, seguramente hablaban de llevar a chicas a allá arriba".
- La chica del vestido negro no ha vuelto hoy, señor. – Replicó la tercera voz. O estaba más cerca a las hormigas o tener el doble de hormigas ayudó mucho.
- Apuestas… perdida… - Aún con la presencia de la segunda hormiga Tak no podía entender aún todo lo que decía la segunda voz. - …secuestro.
Tak tragó en seco mientras bajaba la palanca una vez más.
- …Dimécci – Oyo decir a una cuarta voz.
- La chica de hace unas horas se fue pero tenemos gente vigilando la zona por si la ven, en cuanto al muchacho con el que estaba, desapareció con un hombre hacia el parqueadero, le perdimos la vista. – Dijo la tercera voz
Tak abrió los ojos una vez más, dudaba de si lo que había escuchado era real. Se tomó un tiempo para pensar en la situación y volvió a tirar de la máquina tragamonedas.
"Mierda, mierda, mierda, hablan de mí. No, no exactamente de mí, de Lucy. Espera, ¿Saben que yo soy…"
Tak cerró los ojos.
- …Dimécci… Carlo… vestido negro – dijo la segunda voz.
- …Chico… robo… Yorkshin. – dijo la primera voz
Tak se sobresaltó.
"Estoy muerto"
Tak mandó a sus hormigas al espacio entre la puerta y el piso de la habitación para escuchar mejor. La tercera hormiga había llegado.
- Si queremos tener el favor de Carlo debemos encontrar a la chica del vestido negro, tiene un interés por ella. En cuanto al ladrón… Pobre idiota por venir directo a la boca del lobo, encuéntrenlo y mátenlo. – dijo la primera voz mientras abría la puerta. – ¿Si ven? Nuestro negocio de apuestas va tan mal que incluso ya tenemos hormigas aquí dentro.
Tak abrió los ojos para evitar sentir el dolor. Cuando los volvió a cerrar, no hubo escena alguna que se proyectara en su mente, ni voces de la zona VIP, solo oscuridad. Abrió sus ojos y levantó la mirada a la tragamonedas.
"Otro intento más donde no gano nada… ¿vale la pena exponer mi vida trabajando con este loco? Bueno… al menos puedo aprender algunos trucos de los cazadores, ellos son los que saben".
Tak se encontraba en una situación difícil, por un lado, si cambiaba las fichas por dinero, corría el riesgo de ser detectado por las cámaras de seguridad y que el personal de seguridad lo llevara a los pisos superiores… Lo que no terminaría bien para él, por otro lado, si no cambiaba las fichas y salía por la puerta principal con ellas, iba a parecer sospechoso, y quizá no le permitirían volver a entrar al casino en un futuro.
Tak se puso de pie, aclaró sus pensamientos y se mezcló con la multitud de camino hacia la ruleta, hizo un par de apuestas seguras para terminar con un poco menos de dinero del que tenía antes y cuando pensó que ya había desviado la atención de si mismo, se dirigió hacia el parqueadero.
"La moto. Una salida trasera y rápida puede ser mi única salvación… ¿Ese tipo sabía que esto podía pasar?"
Nervioso, el manipulador salió del ascensor en camino a la sección donde estaba parqueado su vehículo de huida, dando pasos cuidadosos evitando hacer ruido lo máximo posible y con la cabeza en alto tratando de mirar más allá de los pasillos llenos y llenos de vehículos.
"Si me vieron subir al parqueadero con Nightshot antes entonces pueden tener alguna trampa lista"
Dio un par de vueltas sin llegar a ser sospechoso y luego llegó a la moto. No parecía tener nada raro. Subió en ella, la encendió y se dirigió a la salida sin mirar atrás. Cuando salió a una carretera secundaria a un costado del hotel, por fin pudo respirar y se secó la frente, era un sudor frio, y emprendió camino hacia el motel donde se alojaba por el momento.
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- Tienes la cabeza en todas partes, pequeño Tak. – Dijo Monique mientras leía un libro titulado Fronteras históricas del Imperio Kakin. – Tu [Ren] es inestable, ha mejorado, pero sigue siendo muy inestable.
Tak se desplomó del cansancio. Sentía como sus pulmones se expandían y contraían con violencia, apenas podía respirar.
- 27 minutos y 20 segundos. Interesante. Tienes un Hatsu, una habilidad nen propia y aún así tu dominio de las bases es bastante pobre. Recuérdame una vez más como es que puedes usar Nen.
- Yo… mis nodos… forzados. – Tak jadeaba con la cabeza gacha.
Monique hizo un gesto de desaprobación. Mientras pasaba la pagina aprovechó para espiar a Tak por encima del libro.
- Si no fueras tan cabeza dura probablemente hubieras sido mejor ladrón, pero sobretodo, ya hubieras avanzado mucho más en el manejo de nen; Solo pídele a Daven que te enseñe.
- …No. No confío… en…él.
- Pues es una pena, él lleva siendo cazador mucho más tiempo que yo. A decir verdad, aún no entiendo esto del nen. – Monique lanzó una ráfaga de [Ren] tan abrumadora que Tak no tuvo más remedio que levantar la cabeza y admirarla. – Solo sé que soy muy buena en esto.
Monique se rió.
- Cariño… Llevamos ya unos meses en tu entrenamiento, cada que puedo trato de venir a Hakone a verificar como sigue tu progreso, pero para una mujer tan delicada como yo es bastante agotador ir y venir de una ciudad a otra. – Dijo Monique airosa.
"Delicada una mierda" Tak se tragó sus pensamientos.
Pasados unos pocos minutos, Tak por fin se reincorporó. La mujer de tez morena aún seguía con la vista pegada al libro. Tak por su parte aprovechó para reponer líquidos y luego tomó el portátil que le había dado Daven para verificar el chat. Las novedades de ese ultimo mes eran pocas, para sorpresa de Tak, el jardinero si estaba resultando ser útil.
Scotch: Los amos creen que el ataque cerca al hotel fue planeado por las arañas…
Scotch: Los escuadrones de guardias de la mansión rotan con más frecuencia. No he visto al joven Conrad aún por aquí.
Scotch: El personal de limpieza y cocina dice que no ha visto ni atendido al amo Carlo desde hace 3 semanas. Regularmente no suele durar tanto sin regresar a la mansión.
Por supuesto la idea de tener a Conrad como miembro de la seguridad del casino era que eventualmente pudiera infiltrarse en la seguridad de la casa familiar Dimécci, sin embargo, para un cadete era bastante difícil ganarse esa confianza.
"Aunque hay algo que me preocupa más… Carlo Dimécci no ha sido visto en 3 semanas. ¿Habrá puesto sus manos sobre Lucy y la mujer del vestido negro?"
Tak notó a Monique espiándolo por encima del libro.
- ¿Qué? – preguntó el agotado Tak.
Monique se tomó una pausa para pensar, miró las paginas del libro brevemente y luego lo cerró centrando su atención en Tak.
- No es propio de ti ser tan lector.
- Tengo que mantenerme al tanto con la información. Saber como está yendo el plan.
Monique se sorprendió.
- Y yo que pensaba que eras el manipulador menos inteligente.
Tak puso los ojos en blanco mientras agitaba su cabeza. Monique caminó hacia Tak.
- ¿Qué lees? – preguntó mientras se ponía frente a la pantalla de la laptop. Para su sorpresa, Tak parecía decir la verdad, estaba en el chat del grupo y no tenía pestañas o aplicaciones extra abiertas.
- La biblia. – Respondió Tak sin apartar la mirada de la pantalla.
Monique hizo una mueca a lo que Tak soltó una breve risa ahogada.
La cazadora tomó una silla y la puso frente a Tak, se sentó apoyando su pecho sobre el espaldar de la silla y dejó caer sus brazos entrecruzados sobre la misma. En un mismo movimiento grácil descansó su barbilla sobre los brazos y ladeó ligeramente su cabeza.
- Ya, en serio, tienes la cabeza en muchos sitios, ¿Qué pasa?
"Dios, sí que es sexy"
La mujer frente a él podía sacarle unos 10 años, quizá un poco más y aún así mantenía un porte admirable. Su cabello crespo resaltaba cada línea de su rostro perfilado como diamante, era un contorno perfectamente delineado que acababa en un cuello largo y unas clavículas bien definidas que resaltaban el brillo natural de su piel. Monique no era mucho de escotes pronunciados, aún así, siempre la veía con vestimentas que dejaban entrever sus clavícula y hombros delineados y musculados.
- Yo… - Tak tragó en seco esforzándose por devolver la mirada hacia los ojos de su maestra. – ¿Recuerdas cuando estuve en el casino el día después del incidente? Hubo algo que no le conté al resto del grupo. Además de que estaban buscando a una mujer de negro y a la chica con la que estaba ese día. Me buscaban a mí. Sabían quien era yo, y que estaba ahí.
Monique ladeó su cabeza aún más.
- ¿Eso… es todo? – preguntó confundida. – Quiero decir, tú mismo entraste al casino, y sabes que le dieron casa a toda tu banda, era obvio o al menos normal que te reconocieran. Aún así, hiciste un buen trabajo, es más de lo que Conrad y Annie han conseguido. Aunque creo que a partir de ahora ellos van a tomar el rol de infiltración en el casino, lo mejor es que te quedes al margen y actúes con tus hormigas desde fuera, desde lo más lejos que puedas.
Tak asintió sin ganas. A lo que Monique respondió dándole un pequeño golpe en la frente.
- Bueno, tengo que irme. – Dijo Monique dando un pequeño salto de su silla. – Le prometí a Daven que le daría unas actualizaciones.
Tak podría jurar que su corazón se saltó un latido.
"Te traicionaron, era un entrenamiento secreto y te traicionaron"
- No le diré nada sobre tu entrenamiento, hay algunos hallazgos… curiosos de los que debo contarle. - Monique miró a Tak quien estaba un tanto confundido por su comentario - ¿Qué? Tú también tienes información que ocultas del resto del grupo, niño.
"Para con eso de llamarme niño"
- Además, recuerda quienes son los lideres de este plan. – Dijo Monique mientras cerraba la puerta detrás de ella.
Tak trató de activar su [En] tan pronto como Monique se fue en busca de hormigas, pero el desgaste era tan grande que su aura simplemente se expandió a unos pocos centímetros de él para luego disolverse.
"¡Si termino tan agotado después de cada entrenamiento no seré capaz espiarla jamás!" Tak maldijo al aire.
Esperó unos minutos y miró alrededor de su refugio provisional asegurándose de que Monique no estaba por la zona y sacó su teléfono para escribirle a Lucy. No hubo respuesta, la mujer ni siquiera recibía sus mensajes desde hace un tiempo. Las posibilidades eran que lo habían bloqueado. Pero si ese no era el caso…
Tak fue a la ducha, se dio un baño revitalizante y se vistió con un pantalón caqui, su única camisa formal con las mangas dobladas hasta el codo y unos mocasines robados. Luego, partió con su moto con destino al casino de la familia Dimécci. Annie y Conrad se harían cargo de la infiltración y recolección de información, le había dicho Monique…
"Pero no puedo quedarme sentado haciendo nada, no sabiendo que hay personas en peligro, no los dejaré atrás nuevamente"
Para estar más seguro de no ser identificado, dejó la moto en un parqueadero privado a unas cuadras del casino y entró a pie. El paisaje no había cambiado mucho, se veía el rojo vivo adornado con tonos cafés oscuros rematados con cafés mas claros. Elegante, clásico, y sobre todo, atractivo. Las emociones de euforia y desesperanza inundaban el casino por igual, y en ese mar de apostadores, el joven Tak quien cargaba consigo un tercio de las fichas ganadas en su última incursión de juego, solo deseaba descansar después de un entrenamiento agotador y un viaje aún más agotador. Se sentó en la barra del bar y le hizo un gesto al barman.
- Tequila Sunrise. Es temprano, comencemos suaves para calentar motores.
El barman asintió y después de unos minutos puso frente a él la bebida que describía el amanecer frente a él. Tak sacó una ficha de bajo valor y la puso frente al barman quien la tomó en un gesto ágil y le picó el ojo a su cliente.
Tak tómo su primer sorbo.
"Dulce. Quien diría que el amanecer sabría tan dulce"
Dejó su vaso sobre la barra y escaneó el resto de los clientes sentados sobre la barra, hombres y mujeres de diferentes edades, todos bien vestidos a excepción de unos pocos alborotadores que dañaban tanto la vista como el ambiente del más privilegiado casino de la ciudad.
Y entonces la vio.
A unas 10 sillas de donde estaba él.
"¡Vestido negro, cabello corto, figura esbelta, lo suficiente para llamar la atención del un alto mando en la mafia, coincide con la descripción!"
Tak solo tenía que comprobar un aspecto más, pues no veía el lunar del que oyó hablar. Aunque quizá para ese entonces ya no estaban hablando de la misma mujer. Sus recuerdos eran confusos pues la información de las hormigas en ese momento era limitada.
Levantó el vaso de la mesa y se acercó a ella lentamente, no quería parecer un hombre desesperado por captar la atención de la dama…Al menos no por los motivos que cabría esperar.
"Hola, disculpa, estás a punto de ser secuestrada… Sin duda no debería decirle eso"
Con cada paso que avanzaba el corazón de Tak se aceleraba, aún no decidía el mejor plan.
"¿Y si me rechaza la conversación?"
Otro paso.
"¿Cómo podré protegerla así?"
Otro paso.
"¿Quiero protegerla?"
Otro paso.
"Si no pude proteger a Lucy, al menos me aseguraré de que ella no caiga".
Otro paso.
"¿Y si es una trampa…?"
Tak se detuvo en seco a unos 5 pasos de ella. Tragó en seco y siguió caminando hacia la mujer. El Manipulador notó que la chica tenía delante de ella el mismo trago que él sostenía.
"Tiene buenos gustos".
Otro paso.
"Al menos necesito saber quién es"
Otro paso.
Entonces, la chica giró su cabeza lentamente en dirección a Tak.
"Vestido negro, cabello corto, figura esbelta, lo suficiente para llamar la atención del líder de la mafía, un lunar que adornaba la parte inferior de la comisura de unos ojos rasgados"
La mujer lo escaneó de abajo hacia arriba.
"¿Es…ella?"
Primer POV completo de Tak! Y un vistazo a sus habiliades. ¿Quien es la misteriosa mujer de vestido negro? lo averiguaremos en el proximo capitulo.
¿Tienes alguna idea sobre mi historia? Comenta y hazmelo saber.