Hermana me intimidó

Xiao Hua cerró la puerta sin siquiera mirar atrás, había escuchado suficiente de las tonterías de su primo. ¿Todo era por él? ¿Era eso una broma? ¡Si lo era, no iba a reírse para nada! Se había mantenido puro todo el tiempo para disfrutar de un estilo de vida decente y respetable, no iba a rebajarse a algo tan vil como vender su cuerpo, si hacía algo así, su papá podría revolcarse en su tumba de la vergüenza. ¡Saldría de este lugar y viviría la vida que se merece! Xiao Hua entró en su habitación ignorando los gritos y alaridos de su primo, ¿no dejarlo comer? Bien, entonces no comería, vamos a ver cuánto tiempo su primo podría actuar así frente a él. Una vez que salga exitosamente de este lugar, arruinará todo de lo que su primo estaba orgulloso, aunque le parecía una lástima cerrar esta taberna que era el negocio soñado de su madre, sabía que su madre estaría de acuerdo con él si supiera a qué nivel su primo había degradado su arduo trabajo.