—¡Los que estás haciendo está mal, Parker!— regañó sutilmente Jimin—. Él está confiando en ti, ¿por qué lo investigas?
—No lo entenderías, Jimin— dije tranquila tomando mi café.
—Entonces hazme entenderlo— pidió—. Ayúdame a comprender el por qué investigar a tu pareja es algo necesario.
Daehyun simplemente nos veía mientras bebía de su latte frió a través de su popote. Estaba despreocupado. Ojalá así estuviera Jimin en estos momentos. Yo sé que puedo no estar haciendo la mejor cosa en el mundo, pero es una persona sin pasado, y él no me dirá más nada además de lo que ya sé. Eso lo tengo claro. Sin rodeos, esto es lo último que planeo saber sobre Yoongi, ¿qué tienen de importante dos lunares que bien pueden ser tatuajes? Nada. Explicarle eso a Jimin es sencillo.
—Son solo dos malditos lunares en la oreja, bien pueden ser tatuajes, Jimin-ah. No hay nada de malo en eso— defendí—. Planeo parar las cosas aquí— informé a ambos mientras veía a Daehyun—, esto es lo último que me informarás sobre él, a menos que yo te pida lo contrario. Y tú— miré a Jimin—, no abras la boca. Podré sufrir si Yoongi se llega a enterar, pero que un tercero como tú lo sepa lo va a cabrear y ninguno de los dos quiere ver eso— mencioné cerca de su rostro, como si fuese una clase de advertencia.
—Bien— aceptó—. No diré nada, pero si se llega a enterar no actuaré como si no supiera nada— tomó de su americano frío un poco molesto.
—¿Ya dejaron de discutir?— preguntó Daehyun burlón.
—Habla— ordené.
Metió su mano dentro de su chaqueta. Sacó tres fotos y las lanzó a la mesa, justo frente a mi. Las miré. Era Yoongi de niño, solo sonreía en una de las fotos. Eso me hizo sonreír a mi. Ni pude evitarlo, me causó ternura. Además, me es grato saber que Yoongi fue feliz en un momento de su vida, espero que también se sienta así ahora.
Miré su oreja izquierda. No hay lunares. Cero. Inexistentes.
—¿Qué con esto, Dae?— pregunté—. Los lunares pueden salir conforme a la edad.
—Tampoco los tenía durante sus primeros días en la organización— completó—. Un día regresó con la oreja roja y esos dos puntos en ella, Hyomi le preguntó por ello. Fue la primera vez que se molestó con ella, le gritó que no se metiera en sus asuntos— comentó por lo bajo—. Ella no volvió a preguntar del asunto.
—Si le pidió que no se metiera es porque debe tener un significado personal para él— informé—. Yoongi no oculta nada, solo quiere mantener las cosas para sí.
—Parece que ser su novia viene con solo saber lo que el quiere— rió.
—Es mutuo— dije en el mismo tono agrio—. Él sabe hasta donde yo quiero. Desde un principio le dije que así es como yo funciona. Si él habla, yo lo hago.
—¿Ya nos vamos?— preguntó Jimin—. Realmente me quiero ir.
—Nos vamos— informé a los dos.
Salimos del café y nos subimos al auto de Daehyun. Por fin le había dado fin a todo esto de las investigaciones tras Min. No creo que Daehyun se sienta de la misma manera que yo. Él no parará hasta saber hasta el mínimo detalle de Yoongi. Existe algo que me sigue incomodando, ¿qué es lo que sospecha de Min? Si no puede parar su investigación tras años debe ser porque cree tener algo grande, ¿no?
En menos de veinte minutos estábamos de nuevo en los dormitorios. Jimin y yo nos mantuvimos juntos, Daehyun se fue por su lado. Nosotros regresaríamos a nuestro piso para poder ir a nuestros respectivos cuartos. Planeo darme un baño y dormir, mañana será importante. Es la discusión del plan final para atacar la casa central del Clan. Pronto terminaremos con eso y tendremos tiempo libre.
El elevador abrió sus puertas una vez que llegamos al piso indicado. Mi cuarto el más cercano. Despedí a Jimin con la mano mientras él seguía su camino hacia su habitación. Sentí un aire brusco detrás de mí. La puerta de la habitación de Yoongi y Jungkook se había abierto. Me giré a ver, alguno de los dos estaba molesto. Ambos posaban en cada extremo del marco de la puerta. Jungkook tenía los brazos cruzados mientras que Yoongi mantenía una de sus manos en la perilla de la puerta.
—¿Dónde mierda estabas?— preguntó entre dientes.
—Fui por un café— respondí agitando mi vaso casi vacío, los hielos chocando entre sí eran lo que hacia ruido.
—¿Sola?
—Fue conmigo— intervino Jimin—. La invité por un café y dijo que sí. No te lo dijo porque sabe que estabas durmiendo, nada grave.
La mirada de Yoongi se dirigió a la mano derecha de Jimin. Aún sostenía su vaso vacío donde previamente estaba su café americano.
—Deberías calmarte, hyung. Solo fue un café, no tienes que saber dónde está ella todo el tiempo. Sería ridículo que te tenga que avisar cada vez que va al baño, cada vez que va a entrenar, cada vez que va a comer y tú no estés con ella. Son pareja, pero eso no te da derecho a sorbre protegerla a tal grado— dijo Jungkook serio. Es como si tratara de regañar a Yoongi con cuidado de que este no se enojara. Al parecer le funcionó. Tanto el agarre como la expresión de Yoongi se suavizaron.
—Perdón— pidió Yoongi—, supongo que a veces me preocupo de más. Se me olvida que puedes cuidarte sola y tener una vida.
Le sonreí—. No pasa nada.
—Métete— Yoongi miró a Jungkook. Al ver que el menor no se movía no empujó hacia el cuarto y cerró la puerta detrás de él—. Esfúmate— dijo a Jimin. No se lo tuvo que repetir dos veces, Jimin ya iba en camino hacia su cuarto.
—Podrías ser un poco menos duro con ellos— supuse cuando me le acerqué.
—No sería propio de mí— respondió sentándose en el piso y recargándose contra la pared de su cuarto.
—A veces hago cosas que no son propias de mí— lo miré—. Es raro. Hacer esto, por ejemplo.
—Secundo eso— me dio el perfil.
—Yoongi— llamé. Sentí su mirada sobre mí, tengo su atención—. ¿Es realmente posible enamorarte por segunda vez en la vida?
Era una pregunta cursi, poco propia de mí. Sin embargo, ambos hemos amado antes, ¿podemos volver a hacerlo? ¿A qué grado? Es una pregunta que llevo haciéndome unos cuantos días. Me incómoda mantenerlo para mí, necesito que él sea consciente de mis inquietudes. Después de todo, eso debemos hacer si estamos en una relación formal.
—Ah, entonces tú también te lo preguntas— concluyó—. Te veo y no puedo controlarme. Solo pienso en ti, en lo mucho que quiero tenerte a mi lado, no quiero que nadie más te tenga. No sé si es obsesión, egoísmo o amor. Espero que sea lo último. Amarte no es sencillo.
—No hay nada de especial en lo sencillo— complementé—. Es aburrido y no te dan ganas de si quiera luchar por ello. Creo que por eso me mantengo a tú lado...porque no eres fácil. Y en cierta manera, todo se nubla en mí. Mis sentidos, mi mente, mi voluntad. Soy real contigo.
Fue en ese momento en el que me dije que sí me puedo enamorar una segunda vez. Y al parecer esta segunda vez es mil veces más fuerte que la primera. En serio puedo llegar a ser cursi.
—Ve a dormir— pidió Yoongi con una leve sonrisa en el rostro—. Mañana será interesante.
—¿Crees que el plan sea bueno?— pregunté.
—Tenemos a Jin y a Namjoon, el plan será perfecto. Todo saldrá tal y como está planeado. No puedo cometer el más mínimo error— dijo sombrío de un momento a otro.
—¿Yoongi?— tomé su mano preocupada. Su rostro había cambiado de un momento a otro.
—Ah, no es nada— dijo pasivo—. Solo ve a dormir.
Asentí, besé su cabeza y fui a mi habitación. Algo le pasa, pero no me dirá qué es. Supongo que debo esperar a que él me hable del asunto.
"Deberías alejarte...Yoongi es peligroso."