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Capítulo 20: El hombre de rojo

Viendo lo sombrío que era el cielo, el clima no tuvo respeto por los héroe reunidos en Dong Ting. Era como si algo suspendiera fuertemente la lluvia a mitad del aire y ésta pudiera caerse en cualquier momento. El aire húmedo era frío y había cada vez menos hojas caídas.

Había un hombre parado en medio de ésto con tristeza, pensando en su ciudad natal. Treinta años parecían un sueño tan largo.

Cao Chong bajó para dejar que el reverendo Ci Mu tomara las riendas. Zhou Zishu, mientras estaba escondido entre la multitud, escuchó al joven a su lado suspirar:

—Un día, quiero convertirme en alguien como él.

Xiang Yu, el Héroe Supremo de Chu occidental, al ver la procesión del Emperador Shi Huang, dijo: —Estoy en condiciones de reemplazarlo¹.

Liu Xiu, quien fue el Emperador Guangwu durante sus años de juventud, también se lamentó aturdido: —El líder de la guardia del palacio es un título oficial digno de pelear, así como Yin Lihua es una doncella digna para casarse².

En este vasto y oscuro mundo, ¿Quién no lo haría? ¿Quién no querría darlo todo y convertirse en un héroe legendario apto para los libros de historia?

Los años de adolescencia siempre estaban llenos de vitalidad, por lo que no era raro que alguien joven mirara una figura de renombre y apretara los dientes y un puño mientras exclamaba: —Un día, debería convertirme en alguien como él.

Alguien que tuvo al mundo bajo su poder.

¿Pero qué vino después de la gloria?

El Maestro de Zhou Zishu falleció demasiado pronto, dejando a Si Ji en el caos ante la falta de un líder.

Así como así, la responsabilidad recayó sobre sus hombros al ser el Gran Hermano Mayor, pero ¿Cuánto podría realmente hacer un Gran Hermano Mayor? Apenas tenía más de quince años en ese momento.

Cuando el emperador actual tenía quince años todavía estaba esperando por su momento; cuando tenía quince años, el hermano del emperador³ se deleitaba con el vino y el placer y les permitía nublar sus sentidos;

Incluso el Gran Chamán del sur de Xinjiang, cuando tenía quince años, era un niño varado en una tierra extranjera como rehén, lleno de resentimiento pero sin salida.

Es por eso que Liang Jiuxiao de alguna manera se había convertido en su único consuelo, ya que dependían el uno del otro para vivir.

¿Pero desde cuándo aparecieron las grietas en su relación?

Tal vez fue cuando Liang Jiuxiao visitó la capital por primera vez y vio las luchas corruptas, vio los conflictos cada vez más horribles entre familias, vio a los hermanos asesinarse a sangre fría, vio todos los crímenes, fraudes, incluso la muerte de funcionarios leales.

Detrás de lo cual estaba el Gran Hermano Mayor a quien siempre admiraba...

Gao Chong ya estaba de pie, condenando ferozmente el Valle Fantasma frente a todos los héroes.

Los ojos de Zhou Zishu estaban bajos, como si estuviera durmiendo. Ni una sola sílaba de las palabras interrogativas de Liang Jiuxiao había abandonado su mente todos estos años.

—¿Qué es lo que buscas realmente? ¿Poder? ¿El trono? ¿Gloria y riqueza?

—Tu destino no terminará bien si continúas por este camino, ¡Despierta!

—Es ojo por ojo, hermano mayor...

¿Ojo por ojo? ¿Por qué debería pagarse la sangre con sangre mientras en este mundo había otras formas de hacer sufrir a la gente sin morir? Zhou Zishu sonrió burlonamente y pensó: Ah, Jiuxiao, ambos estamos equivocados después de todo.

En ese momento, hubo un gruñido que interrumpió las palabras de Gao Chong y el tren de pensamiento de Zhou Zishu. El ruido sonaba como si le perteneciera a un joven, pero también era extrañamente áspero.

Chong estaba utilizando su fuerza interna para potenciar su voz, por lo que al ver cómo fácilmente esta otra voz pudo interrumpirlo, era evidente que esta persona no era común.

Luego habló más fuerte desde la multitud.

—Héroe Gao, ¿Cómo puedes llegar a la conclusión de que el Valle Fantasma está detrás de todo esto sólo con palabras?¿No es esto un poco exagerado?

La mirada de todos se dirigió a ese lugar, incluyendo a Zhou Zishu. El que habló era un hombre enano de no más de un metro de altura, actualmente sentado en los hombros de otro hombre cuya constitución era todo lo contrario.

Zhou Zishu podría considerarse alto en comparación con el hombre promedio, pero incluso él tuvo que estirar el cuello para mirar a este gigante. Su cabello era salvaje y su barba estaba indómita, solo dejando visibles sus ojos oscuros.

Cargaba al enano con cuidado, usando sus enormes manos para agarrar las piernas del hombre más pequeño y evitar que cayera.

¿No eran estos "Feng Xiaofeng" Lord de la Tierra4 y su amigo Gao Shannu?

Sus atributos físicos eran demasiado distintivos, hasta el punto en que todos ya sabían quiénes eran en el momento en que abrieron la boca. Un destello iluminó los ojos de Zhou Zishu; de hecho, no albergaba malos sentimientos hacia este Feng Xiaofeng en absoluto.

Si los rumores eran ciertas, era alguien con una moral gris y actuaba según sus propias emociones en lugar de seguir las reglas.

Su físico también podría ser lo que contribuía a sus comportamientos tercos e impredecibles.

A excepción de Gao Shannu, a quien tenía "atado a la cadera", no escuchaba a nadie más. En resumen, era una persona complicada.

La voz de Feng Xiaofeng sonaba en los oídos de todos.

—No estás siendo razonable, Héroe Gao, con tu charla sobre esos malhechores en el Valle Fantasma. Por pupuesto, los Fantasmas del Bosque Qingzhu han hecho muchas cosas despreciables: de lo contrario, serían seres humanos decentes. Perdóname por ser grosero, pero con las estrictas reglas del Valle que prohíben a las personas irse una vez que entran y que han evitado que los Fantasmas causen caos durante años, no veo por qué tienen que actuar justo en este momento.

Gao Chong frunció los labios, su rostro de Buda ya no sonreía. Sus ojos se mostraron anormalmente serios, con una intimidación indescriptible. Miró a Feng Xiaofeng por un buen rato, luego preguntó lentamente.

—¿Eres tú, Feng-xiong? ¿Cuál es tu opinión, entonces?

Feng Xiaofeng se burló: —Ahórrate todas tus sutilezas. ¿Crees que no sé cómo me llamas "hermano" por fuera, pero 'enano' por dentro? Bueno, este enano ha escuchado algo a través de la vid y quisiera darles una advertencia a todos los "héroes" sin negocio, para que no vayan y hagan algo vergonzoso.

Zhou Zishu había escuchado lo suficiente como para confirmar por sí mismo los rumores sobre este hombre.

Feng Xiaofeng definitivamente no era del tipo malicioso, era neutral en el peor de los casos; pero complacer a las personas parecía no existir en su vocabulario. No sólo era desagradable, sino que otros lo etiquetarían como un perro loco, sin duda.

De pronto se escucharon susurros sobre cómo cortó la lengua de alguien después de que lo llamara enano. También se decía que le cortaría la lengua a cualquiera que se dirigiera a él de manera descortés, e incluso cuando le mostraran cortesía, lo consideraría una mentira. Un verdadero hueso duro de roer.

Gao Chong frunció el ceño, pero como un héroe de renombre tuvo que ser cortés y no tratar de discutir con un perro loco. Entonces preguntó de manera civilizada:

—¿Qué rumores has escuchado, Héroe Feng?

Feng Xiaofeng dejó escapar una risa cruel, sonando no diferente a un pájaro místico.

—¿Por qué te haces el tonto, Gao Chong? Puede que no sepas nada sobre el caso de Mu Yunge y Yu Tianjie, pero ¿Te atreves a decir que las muertes de Zhang Yusen y el Patriarca de Tai Shan no tienen correlación con la Armadura Lapislázuli?

Ante esto, las expresiones de quienes estaban al tanto cambiaron de inmediato y los susurros también se detuvieron. Zhou Zishu tomó nota de cómo Gao Chong aparentemente se volvió para mirar al reverendo Ci Mu con una expresión grave.

En contraste, el joven discípulo del Monje Gu que estaba sentado cerca de Gao chong no prestó atención, su postura y actitud se asemejaban a un inmortal totalmente desapegado.

Zhang Chengling, sentado al lado de Zhao Jing, miró furtivamente al hombre, notando como la cara de Zhao Jing se convirtió en una mezcla de ira, contemplación y algo más aterrador después de que se pronunció "Armadura Lapislázuli".

La misma inminente pregunta estaba atorada en su garganta.

En este tiempo relativamente corto, Zhang Chengling había llegado a comprender muchas cosas. Podía ver el desprecio y la lástima en los ojos de las personas y leerlos a través de sus palabras; todo lo que decían era cierto, ¿Cómo podría el famoso Lord Zhang Yusen tener a tan grande cobarde como hijo? Una vez escuchó a los sirvientes de Zhao chismeando en secreto sobre si valía la pena que cientos de personas dieran la vida sólo por un niño.

Con él siendo incompetente en todos los aspectos, ¿Cómo podrían esperar que él vengara a Lord Zhang y reconstruyera a la familia Zhang?

Sólo lo vieron como una excusa para expresar su odio por el Valle Fantasma y luego volverse hacia él y decirle: —Ah, el huérfano Zhang. No te preocupes, muchacho, buscaremos justicia para tu padre y tu familia.

No era más que una mascota indefensa y lamentable.

El pensamiento de Zhang Chengling se desvió hacia el hombre enfermo y callado que conoció en el santuario abandonado ese día. Desde esa horrible noche, no podía dormir sin tener pesadillas, pero ¿A quién le importaría si se lo contara?

Incluso el tío Zhao le diría que enderezara la columna y evitara que llegaran a sus sueños; que todos estarían a su lado para vengar a los Zhang.

No había nadie más que abrazara sus hombros y hablara con él suavemente con ese: —Está bien, duerme todo lo que quieras. Te despertaré si hay una pesadilla.

Al ver que el caos había estallado, la sonrisa de Feng Xiaofeng se mantuvo mientras solicitaba que Gao Chong le diera a todos una explicación sobre la Armadura Lapislázuli.

Zhang Chengling bajó la cabeza y se estaba amasando las sienes cuando hubo una ráfaga de viento sigilosa que lo golpeó, llevando una pequeña bola de papel que cayó en su palma directamente.

Zhang Chengling se sobresaltó y después de ver que nadie lo notó, se inclinó y desarrugó la bola de papel.

Escrito en el papel decía simplemente: sígueme si quieres saber la verdad.

Cuando Zhang Chengling levantó la vista, se encontró con que en la multitud había un hombre con ropa oscura que lo miraba sin pestañear.

Una cruel sonrisa burlona parecía colgar de la esquina de sus labios, su mirada era oscura y desdeñosa como si estuviera seguro de que el niño no lo descubriría.

En un abrir y cerrar de ojos, sin estar seguro de si era por ser demasiado emocional o impulsivo, Zhang Chengling agarró la nota con fuerza.

Aprovechando la conmoción actual, dejó en silencio el lado de Zhao Jing y siguió al extraño hombre a través de la multitud.

Nadie lo notó a excepción de Zhou Zishu.

Zhou Zishu siempre tuvo la mitad de su atención en Zhang Chengling, sus agudos ojos inmediatamente se dieron cuenta y lo alarmaron del hombre que le disparó la nota al niño.

Al ver que Zhang Chengling descartó todas las nociones de peligro y fue tras el hombre solo, frunció el ceño e inmediatamente abandonó la disputa de los héroes para perseguirlo en secreto.

El hombre parecía estar jugando con él, desapareciendo tan pronto como Zhang Chengling lo siguió; pero no mucho después de eso, habría pequeñas rocas disparándole desde diferentes direcciones, aparentemente burlándose de su extremadamente terrible qinggong, como un gato jugando con un ratón.

Zhang Chengling apretó los dientes, inconscientemente siguiendo la dirección desde donde se arrojaban las piedras.

No tenía aptitud para estas actividades físicas y después de llegar a la mansión Zhao, todos habían estado demasiado ocupados haciendo actos heroicos como para recordar enseñarle más kungfu.

Muy pronto, la molesta persecución lo dejó sin aliento y mareado. Casi podía sentir el sonido de su pulso en las sienes.

Nunca antes el niño mimado había estado tan enojado consigo mismo.

Escuchó a alguien resoplar: —¿Este es el mocoso de Zhang Yusen? Qué desperdicio.

Él mismo pensó: así es, eres un desperdicio, Zhang Chengling; ¿Por qué el Viejo Li arriesgó su vida para salvarte? ¿Por qué tenías que ser tú?

Entonces el hombre apareció frente a él, con las manos como garras retorciéndole el cuello.

Su mirada hacia Zhang Chengling era siniestra. Cuando el calor corporal del niño comenzó a desintegrarse lentamente, se dio cuenta de que estaban parados en tierra desierta.

Las sombras aparecieron aparentemente de la nada detrás del hombre, con la misma fachada, dando vueltas alrededor de Zhang Chengling.

El que lo condujo hasta aquí se rió en voz baja y finalmente lo soltó.

Levantando la voz, dijo al aire: —Mi amigo mal escondido, ¿Por qué estás tan interesado por un muchacho como este?

Un hombre vestido de rojo oscuro se mostró. En su rostro había una marca de nacimiento roja, lo que hacía que sus rasgos fueran increíblemente formidables a primera vista.

Las piernas de Zhang Chengling comenzaron a temblar, pero hizo todo lo posible por mantener la barbilla en alto y fingió coraje ante el hombre de rojo.

El hombre se echó a reír de repente, ese sonido tan seco no era diferente al de un abanico oxidado, haciendo que su piel de gallina casi entrara en erupción. En un abrir y cerrar de ojos, se materializó frente a Zhang Chengling y sostuvo el cuello del niño.

Sus dedos estaban fríos como los de un cadáver y por un breve momento Zhang Chengling lo confundió con un muerto viviente.

Entonces el hombre preguntó suavemente: —Déjame preguntarte, esa noche en el Monte Zhang, ¿Viste a un hombre sin un dedo?

Los ojos de Zhang Chengling estaban tan abiertos como platos mientras intentaba sacudir la cabeza.

El hombre entrecerró los ojos, suavizando su voz aún más: —¿No? Piensa de nuevo, mi buen chico. ¿Lo viste, o no?

Cuanto más suave era su voz, más fuerte se volvía su agarre. Zhang Chengling trató de respirar y luchar con todas sus fuerzas con su cara enrojecida, pero todos sus golpes de represalia fueron inútiles.

Él gruño por la garganta: —¡Jódete!

El hombre de rojo parecía no darse cuenta de que una sonrisa demoníaca apareció en su propio rostro: —¿Sí o no?

Zhang Chengling sintió que su pecho iba a estallar. Sabía que este hombre quería que dijera que sí, pero justo en ese momento de vida o muerte, su terquedad se despertó con resentimiento mientras escupía en la cara del hombre.

El agarre rápidamente se volvió más cruel y Zhang Chengling no tuvo más fuerzas para luchar.

La voz del hombre seguía siendo amable: —Te pregunto una vez más: ¿Sí o No?

Zhang Chengling estaba perdiendo el conocimiento. Pensó, estoy acabado...

De repente, el hombre dejó escapar un sonido de dolor y soltó al niño. El aire se apresuró a sus pulmones y tropezó hacia atrás, cayendo finalmente al suelo con un golpe seco. Tosió dolorosamente.

El hombre de rojo retrocedió unos pasos, sus ojos miraron con hostilidad la roca que casi le había roto la muñeca.

—¿Quién está ahí?

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Ambas referencias 1 y 2 son de personajes históricos reales.

[1] Xiang Yu fue un despiadado señor de la guerra famoso por sus conquistas a finales de la dinastía Qin, y Qin Shi Huang fue el emperador más prominente de la dinastía Qin y es una de las figuras más influyentes de la historia china.

[2] El emperador Guangwu fue emperador durante la dinastía Han, y Yin Lihua fue su segunda emperatriz. Se conocieron cuando eran jóvenes y siempre le había impresionado su belleza en aquel entonces.

[3] Originalmente estaba escrito 王 (wàng) aquí, si bien se traduce literalmente como "Rey", es un título utilizado para los hermanos actuales / anteriores del Emperador / Rey.

[4] Se refiere a 土地公, una deidad en el mito chino.