Todos en el Santuario estaban sorprendidos ya que esta voz era desconocida. Algunos soldados tomaron posiciones. Voltearon, sólo para ver a un delgado hombre con un sombrero caído de pie en la esquina. Era él quien acababa de hablar.
—Capitán Alexis, sigo aquí—dijo acercándose. Todos tuvieron una extraña sensación.
—Resulta que es él.
—¿Fue ese el hombre misterioso que se unió a nuestro grupo de la nada?
—Hacía tanto que estaba ahí… Realmente es imperceptible.
Estos eran algunos de los pensamientos de los soldados. Un recuerdo había sido agregado a sus mentes, haciéndoles abandonar un poco la sorpresa que este extraño les había causado.
…
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