Antecedentes

NOTA: Los derechos de las series Neon Genesis Evangelion y Black Lagoon NO me pertenecen. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.

__________________________________________________________________

El Ángel había aparecido repentinamente cerca de Tokyo-3, tal como lo suelen hacer estos molestos atacantes venidos de solo Dios sabe donde. Nada mas ser divisado este gigantesco ser, se puso en marcha el operativo de rigor destinado a detener al intruso. Operativo que consistía en un descomunal derroche de impuestos, ya que por más bombas, misiles, o balas disparadas, estás no tenían nada que hacer contra un Escudo AT. Lo único que podía detener a un Ángel, era un Evangelion.

Evangelion, el último y más sofisticado ingenio salido de la retorcida mente del ser humano, era el arma creada para detener a los Ángeles. Un arma que se saltaba todas las regulaciones internacionales sobre clonación y violaba groseramente cuanta ley sobre experimentación genética había en la tierra, pero daba lo mismo si servía a su fin. Hasta ahora había servido muy bien y repito: Hasta ahora.

Los ojos de todo el mundo estaban centrados en las dos portentosas Evangelion 01 y 02, que no solo fracasaron miserablemente en su intento por derrotar al Ángel, que de paso se dividió en dos, también habían sido vencidas de una forma a todas luces humillante. Las EVA-01 y EVA-02 estaban incrustadas limpiamente de cabeza en el suelo, con las piernas apuntando al cielo en una posición muy poco decorosa. Demás está decir que las risas y las burlas del público no se hicieron esperar.

En el interior del Geo-Frente, en uno de los recónditos lugares de la pirámide de NERV, el Comandante Gendo Ikari, con la cara roja de furia y vergüenza, se ponía de pie dejando la habitación dando grandes zancadas y echando humo por las narices. El Sub-Comandante Fuyutsuki, igualmente molesto, pero mucho más contenido, miraba con reprobación a los pilotos Langley e Ikari.

— ¡Nos han avergonzado ante todo el mundo! — dijo categóricamente el hombre, señalando el monitor donde se veía el resultado del enfrentamiento con el Ángel, que ahora eran dos Ángeles, sea dicho de paso.

Asuka hizo el amago de reclamar, pero una mirada penetrante del Sub-Comandante la hizo cambiar de opinión. Por fortuna para ellos, una mina N2 había detenido a los Ángeles momentáneamente y tendrían algo de tiempo para montar un contraataque, pero estaba más que claro que este incidente tendría consecuencias.

Finalmente, la batalla fue ganada por las EVA-01 y EVA-02 en una espectacular demostración de coordinación y danza sincronizada, pero ni esa impresionante victoria los libraría del giro que tomarían los acontecimientos.

________________________________________________________________________________

En lo más recóndito del Geo-Frente, perdido en uno de los rincones más desconocidos e impenetrables de NERV, estaba la oficina de su Comandante Supremo, Gendo Ikari, que se encontraba con las manos cruzadas frente al rostro, en la posición "Gendo Marca Registrada", contemplando unos papeles dispuestos sobre su escritorio.

El hombre seguía molesto por la vergüenza pasada por el resultado del primer enfrentamiento contra el sétimo Ángel. Es cierto que al final habían ganado, pero la humillación de la primera derrota no se borraría con nada y lo que es peor, podía volver a ocurrir. Era necesario tomar medidas para evitar ese escenario a toda costa. Ese era el motivo que lo había mantenido tan distante los pasados días. Había estado analizando la situación buscando la mejor alternativa y creía haber llegado a la solución, la cual descansaba sobre su escritorio en la forma de un impresionante Curriculum Militar, de una persona a todas luces más que capacitada para el puesto que pensaba ofrecerle. Con eso en mente, el hombre estiró una de sus enguantadas manos y apretó un botón en una pequeña consola a un costado de su escritorio.

— Necesito hacer una llamada de larga distancia a Roanapur, en Tailandia — dijo fríamente Gendo a su secretaria, dándole el número telefónico en cuestión.

Mientras esperaba la respuesta del otro lado de la línea, el hombre sonrió perversamente. Las cosas cambiarían mucho en NERV de ahora en adelante.

________________________________________________________________________________

Notas del Autor: Nada que decir por ahora.