En el cielo nublado de arriba, treinta o más siluetas flotaban. Eran todos guerreros de renombre mundial que se encontraban en la cima de la fuerza, existencias que superaban a los dioses de guerra. Luo Feng, junto con Jia Yi y los otros tres representantes estaban flotando a unos cientos de metros en el aire.
—La última vez que Hong intentó matar al monstruo emperador, falló y escapó. Si bien pudo haber dañado al monstruo emperador, él también resultó herido. —Jia Yi usó su control remoto desde lejos, y el gran jet automático dejó de moverse.— Han pasado apenas unos pocos días desde que tú, Luo Feng, tuviste la gran ceremonia de nombramiento, ¿y tiene la intención de lidiar de inmediato con el monstruo emperador?
—En efecto es extraño.
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