Ella frunció los labios y sonrió, luego levantó la mirada hacia él, parpadeando con curiosidad —¿No eres tú el Presidente? ¿Por qué estás tan ocupado que tienes que trabajar incluso en vacaciones?
Mo Yesi sonrió con suficiencia —Recién tomé las riendas de la empresa hace poco, así que tengo que lidiar con numerosos asuntos personalmente. Pero no te preocupes, no estaré tan ocupado después de este mes.
—Intentaré reservar más tiempo libre para pasar contigo.
—... No me refería a eso —Qiao Mianmian se sintió un poco avergonzada.
Sonaba como si se estuviera quejando de que él no tenía tiempo para ella.
—No te referías a eso, pero yo quiero acompañarte más —Mo Yesi la miró con ternura—. Amor, ¿no quieres pasar más tiempo a mi lado y quedarte conmigo?
Bajo su mirada atenta y gentil, el corazón de Qiao Mianmian empezó a latir más rápido y su rostro comenzó a calentarse.
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