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Entre Dioses[Español]

Harold es un joven trabajador de 22 años que despierta en un mundo desconocido donde se le encomienda la tarea de matar a dioses para regresar a casa. Con el sistema y su determinación, se enfrentará a los desafíos que se le presenten para cumplir su objetivo y reunirse con su hermana. ¿Logrará superar los obstáculos y cumplir su misión?

Cdn_Memu · Fantasie
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15 Chs

Dios Sol

Era un día tranquilo, las hojas eran movidas por el suave revoloteo del viento y sobre mí el cielo era de un total color azul pálido.

Podría ser un día cualquiera, pero no para mí, después de todo, junto a mis Hagars íbamos rumbo a entregar mis preciadas ofrendas a nuestro cuidador; Osol.

Él era el verdadero Dios de toda la vida, creador de las tierras que pisan mis pies, del aire que respiro y del Mana en mi cuerpo. Un verdadero Dios.

Pero por supuesto, no todos estaban de acuerdo con ello... Algunas personas se atrevían a decir que los verdaderos dioses eran simples mortales como la supuesta diosa de Ágala.

¡No creía en ello! Esos supuestos dioses no eran más que simples trucos de los gobiernos para adiestrarnos como animales tontos a todos.

Por suerte para los cegados estábamos nosotros los Osoles, ¡Éramos los que llevarían la luz de un verdadero Dios a todos ellos!

Pero justo cuando iba a llegar a una resolución divina, de repente uno de mis Hagars se acerca a mí gruñendo suavemente.

Al parecer había puesto nervioso a uno de mis preciosos, ¡En sus caras era notable las ganas que tenían por servir a Osol!

Me agaché dejando mi ofrenda en el suelo y puse mi mano debajo de la oreja de mi Hagar acariciándolo. "Ten paciencia mi Losor, llegaremos pronto".

Tome su pequeño y satisfecho ladrido como señal para terminar de acariciarlo. Y cuando lo hice noté a mis otros dos Hagars olfateando de la ofrenda la cual estaba envuelta en una bolsa improvisada con una de mis túnicas.

"¡Chicos!" Les grité en señal para que paren, y como era de esperarse, voltearon sus caras hacia mí con arrepentimiento.

Ya que no era mi deseo perder más tiempo, recogí la ofrenda, no sin antes acariciar a mis preciados Hagars perdonándolos por aquella actitud, después de todo por dentro eran buenos chicos que no entendían bien lo que hacían.

Siguiendo mis pensamientos, di un paso hacia delante moviéndome para salir de este bosque, o más bien mi lugar de trabajo.

Mis Hagars fieles a mí, me seguían por detrás atentos a cualquier perturbación en el lugar, después de todo, en un bosque como este nunca se sabe que te puede embestir sin antes avisar.

Mientras camino y me acerco a la carretera notó a dos personas caminando, pero había algo extraño, específicamente me refería al chico y no solo me refería a su ropa extraña. En él, había algo que latía suavemente, pero pronto sería mortal.

Aterrador, pensé mientras lo veía caminar, mis Hagars gruñían confirmando mis sospechas, no podía expresar el asco que sentía, su simple existencia era una mancha en este mundo, ¡Una mancha para Dios!

No tenía que pensarlo más, a mis ojos ese demonio estaba claramente ganando poder por cada segundo que pasaba y no iba a dejar que tal cosa crezca más.

Salto de mi escondite con mis Hagars siguiéndome detrás, de repente, estoy delante de la mancha y una lastimosa chica que ha caído en sus trucos.

Entonces, escucho a la chica hablar. "Un Osol...?" ¡Me reconocía! Pensé alegremente por mis adentros, eso significaba que aún había algo que salvar dentro de esa pobre chica.

"¡No temáis más, hija de Dios!" Entone mi voz fuertemente para intimidar a aquel demonio. "Yo y mis compañeros estamos aquí para salvaros!"

Pero para mi decepción, no hubo ningún efecto además de las caras de confusión en sus rostros. Claramente el demonio la estaba amarrando en lo profundo de su alma.

Sin más opciones, miré al demonio, claramente en sus ojos había un intento de fingir la inocencia, pero yo podía ver bien lo que había dentro de él. Era aquella existencia que destruiría a todos si la dejaba crecer. "Demonio, si no quieres dejar a esta chica, no me dejas con más opciones."

Demonios, ¿Qué eran? Existencias creadas por aquel ángel caído, creadas para llevar a los humanos a su autodestrucción. Recordándome a mi mismo el porqué no debía tener piedad, llame a mis perros y ellos fielmente gruñeron y se posicionaron delante de mí.

No había mucho que pudiera hacer dado a mí poco Mana, pero no me quedaría atrás e intentaría rescatar a la chica mientras el demonio está distraído, sé que mis perros no fallarán, ellos no morirán, no pasará lo mismo que aquella vez... Dios los protegerá.

"Espe-" El demonio intenta hablar, pero de repente, la chica agarro su brazo deteniéndolo... Uh, ¿La chica lo detuvo? ¿Acaso mi sola presencia había liberado a la chica de las garras del demonio?

En ese momento, unos de mi Hagars se abalanza contra el demonio, ¡Bien! Mientras el demonio es agarrado por el brazo podría-

Esto no podía estar pasando... De repente, la chica fácilmente había agarrado a mi Hagar por el cuello. ¿Ella aún estaba siendo controlada...? Como no lo predije, era una simplemente trampa...

"¡Esperen!" Grite cuando noté que mis otros dos Hagars intentarían rescatarlo, pero fue inútil y corrieron contra la chica. No... ¡Se suponía que ella era a quién íbamos a salvar!

¿Qué haría? Mi cabeza pensaba rápidamente cuando vi como mis dos Hagars eran pateados por la chica. ¡Debía rescatarlos! ¿Pero cómo? No tenía tanto Mana y me había quedado claro que si intentaba algo solo lograría que el demonio me matara...

"Me aseguraré de que no vuelvas a intentar algo como esto." La chica me miro a los ojos, y junto a sus palabras algo recorrió fuertemente mi espalda haciéndome dar un paso atrás.

"Espera, Erika, creo que ya fue suficiente, no es necesario... Matarlos" ¿Estaba el demonio jugando conmigo? No podía entender nada, ¿No se suponía que era a la chica a quién debía salvar?

"Harold, los Osoles son solo tontos que dañan a las personas porque sí, si lo dejamos vivir, no hay duda de que volvería a intentarlo con alguien más."

"Q-qué" Intente refutar sus palabras, pero lo único que salió de mi boca fueron tartamudeos, ¡Eso era una total mentira! En mi vida nunca había lastimado a una persona. ¡Ese no era el propósito de los Osoles!

Por mis adentros grité defendiéndome a mi mismo, ¿pero de qué servía eso si nadie podía escucharlo? Odie ese sentimiento, me hacía recordar cuando era molestado por los demás niños.

"Y-yo no..." Intente hablar, pero una vez más lo único que salieron fueron quejidos, intenté mover mi cuerpo, pero seguía congelado.

Y de repente, mi hagars en su mano empezó a gritar... Se estaba quemando... Lo reconocí, este no era un juego del demonio, esto de verdad estaba ocurriendo.

"¡No!" Grito y por fin muevo mi cuerpo sigue mis órdenes para intentar salvarlo, protegiéndome, una fina manta de fuego cubre mi cuerpo y corro hacia la chica con todas las fuerzas que aún me quedaban.

Pero obtengo el mismo resultado que mis perros, una fuerte patada en mi estómago y soy tirado contra el suelo... ¿Así de débil era yo? Siempre lo había sido...

¡¿Pero qué importaba eso?! ¡Debia dejar de lamentarme! Eran mis compañeros los que estaban en peligro, no podía perder a los dos únicos que me quedaban.

Incluso cuando mi vista estaba cubierta por mis lágrimas, apenas dejándome ver; Me levanté, lo intentaría una vez más, ¡Por mis Hagars, si ellos habían luchado por mí hasta la muerte, yo también lo haría por ellos!

Demasiado tarde... Mi cerebro, mi cuerpo, todo grito al ver la escena frente a mí... Demasiado tarde, mis Hagars habían sido quemados, de sus cuerpos apenas quedaba el pelo que tanto me gustaba acariciar.

Una vez más caí en el suelo ante la vista que tenía delante. Todo lo que amaba fue destruido en solo unos segundos... ¿Cometí un error al intentar salvar a una persona...? Si no lo hubiera intentado ellos estarían vivos.

Cuando de repente siento una mano en mi cabeza, sabía que lo que me esperaba era reunirme con mis Hagars y con suerte, estaríamos todos en el paraíso Osol...

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