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5. MI HERMANA

POV MICHEL

Hoy hacía un año desde que mi madre murió y cuatro desde que la chica a la que consideraba mi hermana me había salvado de morir en aquella tormenta. Tan solo tenía seis años por aquel entonces y yo no quería esconderme sin antes encontrar a Wisky. Esta chica es la que había salvado mi vida y la de mi perrito, y todos los que estábamos allí dentro pensábamos que había muerto, pero no. Aproximadamente un año más tarde mi madre y yo la encontramos por la calle andando sola y no se acordaba de nada, pero cuando digo de nada es de nada, ni siquiera se acordaba de su nombre, por lo que mamá había decidido llevarla a casa con nosotros para ayudarla ya que nosotros sabíamos algo de su vida, ya que la señora que estaba con ella nos había hablado de ella entre lágrimas porque pensaba que se había muerto, pero ahora sabíamos que no lo estaba y no teníamos manera de comunicarnos con esa señora. Incluso habíamos ido a la policía para decir que estaba viva y nos ayudasen a buscar a la señora que estaba con ella, pero insistieron en que estaba muerta y que ella no era quien parecía.

Con el paso de los años, se fue acordando de algunas cosas, pero no de gran cosa. Se acordó de que se llamaba Jessica y no mucho más. Lo que sí sabíamos es que no era de aquí, le contamos que según la señora que estaba con ella que estaba haciendo una exposición de arte, pero no logramos encontrar gran información más de la que hablaban algunos periódicos de Los Ángeles. 

"Miky, ya estoy en casa." Si, ella era la única que me llamaba así y ahora era la encargada de cuidarme. Cómo dije, para mí era mi hermana y mi madre confiaba en ella, por lo que le dejó la patria potestad a ella porque sabría qué me cuidaría. "Miky, ¿Dónde estás metido?" preguntó con tono cansado "Estoy en el cuarto."

Con eso no tardó mucho en llegar a mi cuarto y se tiró en mi cama. Me giré para verla porque era raro que hiciese eso. Se veía un poco enfadada o molesta, no sabría decir con exactitud, por lo que me levanté de la silla en la que estaba sentado haciendo los deberes y me senté a su lado. "¿Estas bien Jess?" pregunté al ver cómo estaba "Claro, no te preocupes enano." Aseguró, pero no estaba convencido del todo

"Sabes que puedes contarme ¿verdad?" pregunté a pesar de que sabía que no me iba a contar nada "No es nada, de verdad." Aseguró "Dime que ese chico con el que trabajas no se quiso propasar contigo." Pedí, intentando controlar el enfado "Lo tengo controlado Miky."

"Pues a mí no me parece que lo tengas tan controlado. Acabaré por patear el trasero de ese chico como siga molestándote." Aseguré y Jessica no tarda nada en abrir los ojos y enviarme una sonrisa "Eres muy sobreprotector eh hermanito." Respondió "Ya sufriste mucho Jess, lo único que quiero es que seas feliz."

"Mejor dime cómo te va con los en el instituto." Preguntó, básicamente dando por zanjado lo que había pasado hace unos años y por todo lo que tuvo que pasar, no es algo de lo que le gustaba hablar "Bien, mira, me tienes que firmar este examen." Me levanté para coger el examen y pasárselo para que lo firmara. Se quedó mirando por un par de minutos para él y se sentó en la cama.

"¿En qué momento decidiste que era bueno sacar buenas notas?" preguntó sorprendida "En el momento en el que me propuse a hacerme investigador para poder ayudarte a buscar a tu familia." Informé y ella suspiró "Ya te dije que no es necesario Michel. Si no me buscaron en todo este tiempo no creo que me estén buscando ahora."

"Puede ser que no te estén buscando, pero merecen saber que estás viva y bien, ellos pueden ayudarte a recuperar tu memoria." Aseguré y ella negó "Me da igual recuperar ya la memoria o no, tú lo único en lo que te tienes que centrar es en tus estudios y estudiar algo que te guste y a lo que quieras dedicarte cuando seas mayor."

"Yo quiero ser investigador, me gustaría poder ayudar a la gente." Dije a pesar de que la razón por la que lo hacía era ella "Sí eso es lo que quieres, yo te apoyo, pero ahora dime donde está Wisky." En ese momento el perro entro corriendo en la habitación saltando encima de ella. Se había encariñado rápidamente con ella, supongo que es porque recordaba que nos había salvado a nosotros hace años, y por su manera de ser.

"Jess, ¿te puedo hacer una pregunta?" pregunté "Claro, suéltala." Dijo tranquilamente "Dentro de un mes viene esa cantante que tanto me gusta a Los Ángeles." Dije uniendo mis manos "¿Carla?" preguntó y asentí "¿Qué pasa con eso?" preguntó, mirando por la ventana "¿Crees que un día podríamos ir a ver si nos la encontramos por la calle?"

"No creo que eso sea lo mejor." Dijo "Pero..." empecé a protestar, pero esta acabó por suspirar "Escúchame, era una sorpresa para tu cumpleaños, pero es momento de enseñártelo." Dijo y no pude evitar no fruncir el ceño "¿El qué?" pregunté confundido y con curiosidad "Espérame aquí un momento, ahora vuelvo."

Salió de la habitación y yo acabé por sentarme en la cama pensando en que sorpresa tenía para mí, porque a pesar de que no éramos las personas con más dinero del mundo, Jessica siempre conseguía ahorrar y para mi cumpleaños siempre me compraba algo. No tardó mucho en llegar a la habitación de nuevo, se sentó a mí lado y me pasó una cajita.

"Ábrelo." Hice lo que me dijo y no me podía creer lo que había en su interior. Un CD y unas entradas para un concierto en primera fila. "¿ES ENSERIO?" grité emocionado "Obvio, ¿es que no lo ves?" preguntó, elevando una ceja "Gracias. Muchas gracias Jessica, te quiero un montón." Dije, dándole un abrazo.

"Eso no es lo mejor, como sabrás, el día antes del concierto estará firmando CD's y me concedieron el día libre." Informó con una gran sonrisa en su rostro "¿VOY A CONOCER A CARLA?" pregunté más emocionado si podía ser "Si, obviamente como eres pequeño te acompañaré y así es una manera de aplacar tu emoción de alguna manera."

"Gracias, gracias, gracias. Eres la mejor hermana del mundo." Dije, besando todo su rostro "Eso debería decir yo, no crees. Pero ahora vayamos a cenar que me muero de hambre." Dijo riéndose "Te quiero Jess." Dije sinceramente "Y yo a ti Miky." 

Bajamos las escaleras y se puso a hacer la cena. Durante esta estábamos hablando de todo y en ese momento me prometí que iba a descubrir quién era y de dónde venía mi hermana, que a pesar de que no lo era de sangre, ella me estuvo cuidando por todo este tiempo y me salvó hace cuatro años de haber muerto en las calles de Los Ángeles.